Hace muchos días que no os tengo al tanto de mi tema “mudancil”
así que, al tajo.
En capítulos anteriores, os comentaba que yo estaba
ejerciendo las labores de secretaria (es decir, búsqueda y concertación de
visitas) y el churri hacía el trabajo de campo (o sea, ir a verlos, que no lo
he visto en mi vida con un azadón en la mano).
El pacto era que los que le gustasen al churri iría a verlos
yo después, a ver si estábamos de acuerdo. De momento, le han gustado dos.
El primero de ellos fui a verlo el pasado viernes. Va por
medio de inmobiliaria y yo me imaginaba el típico comercial que me iba a meter
el piso por los ojos pero me encontré con el único comercial lacónico que he
visto en mi vida. Esto me gustó porque me contó lo que me tenía que contar y
dejó que yo trastease a gusto por el piso. Es grande, tiene tres dormitorios,
una terraza grande cerrada que va a hacer las delicias de mis gatos y me va a dar
tranquilidad a mí, sin tener que estar pensando si acabarán con sus huesos doce
pisos más abajo y, en general, está pintadito, reformadito, luminoso y cuco. Mandamos la documentación a la inmobiliaria el
lunes y estamos a la espera de que nos digan si les gustamos o no les gustamos. Dicho sea de paso, para ver el piso llevé toda la ropa de marca que encontré que combinara entre sí, para dar imagen de poder adquisitivo.
Ese mismo lunes mi churri fue a ver otro y me dijo que le
había gustado mucho así que, aprovechando que éste lo alquila directamente la
dueña y que ayer martes era festivo en Madrid, decidimos ayer por la tarde hacer un rondó juntitos en plan pareja feliz e ilusionada.
Éste me ha desconcertado mucho. Tiene algunos pros, como
que, si bien sólo tiene dos dormitorios, también hay que decir que son dos
dormitorios enormes, así que se puede hacer un apaño muy bueno. Es luminoso,
aunque interior, tiene unos armarios enormes (esto para mí es vital), está
pintadito, en líneas generales cuidadito y bastante bien. Pero tiene algunos
contras que a mí no me terminan de convencer. Para que me entendáis mejor,
relato la crónica de la visita:
Según baja la señora a abrirnos ya se pone a contarnos que
su hija, que también vive en el edificio (luego nos enteramos de que el edificio
entero es de la señora en cuestión y ahí vive casi toda su familia), se ha
separado del marido pero que ella no quiere que vuelvan porque el marido es un
chulo que sólo le quiere sacar el dinero a su hija y que, dado que tiene un muy
buen trabajo (nos dijo cuál era pero, por una vez, voy a ser más discreta que la
señora), no tiene ninguna necesidad de volver con el marido y que prefiere que
su hija esté solica, que está mucho mejor.
Mientras nos enseñaba el piso nos habló de su hija, nos
habló del vecino ginecólogo de arriba, nos habló de uno del bajo que es moroso
y no limpia nunca, nos habló de su pueblo y nos explicó cómo se prepara el
pollo en pepitoria. No lo digo por hacer la gracieta. Nos lo explicó. Lo de la
pepitoria vino porque, cuando estábamos viendo la cocina (que, por cierto, la
de los Alcántara era mas moderna), a mi churri no se le ocurrió mejor idea que
decirle que el cocinillas de casa era él. Así que ella, emocionada, le empezó a
hablar de cocina y le dijo que, si nos quedábamos, ya le explicaría ella cómo
se hacía el pollo en pepitoria.
Luego se puso a hablarnos de unos árabes que ella conoce no
sé por qué razón (mi cerebro desconectaba de a ratos) y que la adoraban y que cada
vez que la veían le daban un gran abrazo. Hasta aquí, vale, aunque la historia
no viniese a cuento. El problema es que quiso ilustrar el relato abrazándome a
mí. Cuando me llegó el abrazo yo estaba con los brazos cruzados y reconozco que
el momento me pilló por sorpresa, de manera que reaccioné como un Teletubbie en
su primer día de trabajo. Me quedé en plan “¿La abrazo también a ella o me
quedo aquí, tiesa como un palo?”. Opté por, al menos, descruzar los brazos y
reírme como una idiota.
Superado el susto, nos dijo que le gustaría mucho que los
inquilinos fuésemos nosotros porque no tenemos niños ni perros, porque ambos lo
destrozan todo. Tenemos gatos pero eso no parecía importarle. Decía “Pueden
estar en la terraza” a lo que yo alegaba que al ser la terraza abierta me daba
miedo que se cayesen o se diesen un garbeo por las terrazas de los vecinos, a
lo que pregunta “¿Pero no tienen jaula?” Esto ya me descolocó por completo y le
digo “No, están sueltos”. Pensé que iba a decir que entonces tampoco quería
gatos pero no nos puso mayores problemas. De hecho, comentamos que en todo caso
quitaríamos la alfombra del salón porque no queríamos que los gatitos la
enganchasen y me suelta “Tú por eso no te preocupes, hija. Si se rompe pues se
tira”. Yo, cada vez entendía menos.
Tuvimos que decirle que teníamos mucha prisa y nos teníamos
que ir porque no nos soltaba ni forcejeando con ella. Cuando nos íbamos,
descubrí (con gran terror por mi parte, debo añadir) que la señora vive justo
en el piso de enfrente, así que me la imaginé en mi casa día sí día también
contándonos la vida de los vecinos, preguntándonos por la nuestra para ir a
contársela al ginecólogo de arriba o al moroso de abajo y trayéndonos tuppers
con pollo en pepitoria.
En conclusión, que la señora está deseando que le digamos
que sí y me dice “A tu marido le gustó mucho el piso”. Opté por no decirle que
no estamos casados, no sea cosa que diga que tampoco quiere gente viviendo en
pecado o me pregunte si por la noche guardo al churri en una jaula para evitar
tentaciones deshonestas.
Así que ahora me veo en un brete. Por un lado prefiero el
que vi el viernes, con su comercial lacónico y su cocina del siglo XXI pero a lo mejor la inmobiliaria nos dice que
no y la Sra. Pepitoria es un valor seguro. Supongo que esperaremos unos días a
ver qué nos cuenta Comercial Lacónico y, en base a eso, decidiremos.
Me ha quedado una entrada de dimensiones históricas. Lo
siento si os he aburrido (siempre intento que las entradas no sean demasiado
largas para que se puedan leer rápido y sin cansar a la gente) pero, por más
que he intentado resumir, cada detalle superaba con creces el anterior.
To be continued…
Ay por favor, qué risa. Como te quedes en el edificio familiar, la que se va a tirar por la terraza vas a ser tú con la señora encerradora de gatos en jaulas xDDD
ResponderEliminarSí, miedito me está dando porque, de momento, no está descartado del todo... Besotes.
EliminarAlter por lo que más quieras!!!! Evita a esa señora, evita al piso de esa señora y evita perón.
ResponderEliminarLo estoy intentando pero no sé yo... Está chunga la cosa. Chunga, muy chunga. Eso sí, si me mudo ahí, voy a tener material para escribir posts de aquí a que me jubile. Jajaja.
EliminarLo que es a mí, no me has aburrido ni por un segundo! Me meo con lo del Teletubbie en su primer día de trabajo, jaaaajajajajajaja! Aixx...que me seco la lagrimilla. Sigo. Pues mira, si yo tuviese que elegir, me quedaba con la primera segurísimo, porque creo que me agobiaría con una vecina tan cotilla...A no ser que se os eche el tiempo encima y tengas que decir algo ya, buscaría otras opcione. Eso si en la inmobiliaria os dicen que no se han decidido por vosotros...cosa que fijo que no pasa ;) Besotes!
ResponderEliminarHombre, yo estoy intentando no tener que decidirme por el piso de la Sra. Pepitoria pero en la inmobiliaria se están poniendo un poco cansinos, así que no sé yo... Besotes.
EliminarJa ja ja me he reído mucho con esta entrada que de anécdotas para una sola visita (hablo de la segunda) la verdad es que que la dueña de la casa os haya cogido tanta confianza, viva enfrente y sea un poco cotilla además, no atrae muchos, además si tiene solo dos habitaciones y el balcón es abierto, pues yo tb me quedaba con el otro piso, aunque claro tendría que verlo para poder opinar bien jejej,
ResponderEliminarque que no sepas nada de los vecinos y los dueños del otro no significa que vayan a ser mejores, pero como ya has conocido a estos, pues ya sabes lo negativo de este. En fin que risa con el pollo a la pepitoria y con el abrazo de la señora jajaja
Me has recordado cuando mi marido iba a buscar casa de alquiler para nosotros y me contaba a la vuelta de cada anécdota que para que, jejeje, cuando yo he ido a visitar casas siempre ha sido todo de lo más normal, aunque recuerdo una casa en la que el baño estaba dentro de la cocina, eso me pareció no sé, me dejó impresionada la verdad, encima todo de lo más antiguo.
Besotes ; )
Sí, yo sin duda prefiero el otro pero ya veremos a ver qué pasa...
Eliminar¿El baño dentro de la cocina? Qué porquería... Jajaja. Un besote.
Llevo tres días sin leerte, así que ahora todo de un tirón :)
ResponderEliminarLo primero, FELICIDADESSSSS!
Besitos :)
Muchas gracias, guapetona!!! Un besote.
Eliminarpor dios que subrrealista la visita con la señora jajaj me meo si esa va a ser tu casera, vamso a tener historias para ratos!! jeje
ResponderEliminarQue quería tener a los pobres gatos en jaula???pero de donde ha salido???lo de evitar tentaciones deshonestas me ha encantado jeje.
En resumen que el primero tiene mejor pinta pero el segundo da mas vidilla!! jeje besitos.
Sí, desde luego material para entradas no me va a faltar, no...
EliminarLo de la jaula me alucinó. ¿Cómo voy a tener enjaulados a los pobres gatos?
Más que vidilla me parece que me va a dar mala vidilla, jajaja. Besotes, guapa.
No sé porque pero me encantan las señoras "metiches" y confianzudas...siempre que no sean mis vecinas, jajaja. Suerte y ojala consigan el primero que suena bastante bien.
ResponderEliminarEso espero, aunque los de la inmobiliaria se están poniendo un poco pesaditos... Al final terminaremos con la señora metiche, jajaja. Besotes.
EliminarCon la buena visión de negocio que tu tienes, ésta vez me has decepcionado: Vete con la vecina cotilla, escribe un libro sobre "las aventuras y desventuras de la vecina del terror" y hazte rica!!!
ResponderEliminarJajajaja. Sí, como comentaba por ahí, lo único que sé seguro es que con Sra. Pepitoria nunca me iban a faltar entradas, jajajaja. Dios nos pille confesados... Besotes.
EliminarTodavía estás a tiempo... huyeeeee!!!
ResponderEliminarNada de pepitorias, ni de gatos enjaulados! Esta señora, se va a meter en vuestro hogar y no os va dejar ni a sol ni a sombra! Se aprenderá vuestros horarios, vuestras costumbres, os presentará al resto de la familia del edificio... definitivamente NO!!
Además, el otro es más moderno, tiene una terraza ideal para los gatos y la inmo imposible que os rechace.
Besos.
Que el cielo te oiga, Trax!!! porque en la inmo están un poco cansinitos. Cada vez nos piden más documentación... Ya veremos. Besotes.
EliminarTe voy a dar un consejo: nunca, nunca, nunca vivas cerca de tu casero. Yo al de antes lo tenía a la vuelta de la esquina y como eran amigos de el Futuro cada vez que venía por casa lo miraba todo, lo tocaba todo y criticaba lo que habíamos echo.
ResponderEliminarEl piso lo tenían en venta, asi que el Futuro sabía que si venían compradores había que enseñarlo pero yo no... menuda cara se me quedó cuando me llamó la señora diciendo que había quedado al día siguiente para enseñar el piso ¿perdón, y si yo no puedo? pues no importa, como tengo llave... ya desde el primer día se tomaron las confianzas, habían quedado en que nos iban a llevar la bombona de gas nueva, y como acababamos de llegar y solo teníamos dos maletas y a la bola de pelo le dije que si no estábamos que subieran....
¿tu como deshaces las maletas? porque yo las pongo encima de la cama y si se mancha la colcha pues se lava ¿no? pues bien, yo me fui con el Futuro y dejé mi maleta encima de la cama y la señora esta llegó, puso la bombona en el lavadero y se fue derechita a nuestra habitación y me cerró la maleta y la puso en el suelo, luego me llamó y me dijo: "es que la colcha es nueva y no quiero que se manche" Con esto te lo digo todo, si quieres intimidad evita a esa señora y si aún te queda tiempo sigue buscando o aunque te quedes sigue buscando otra cosa, no hay nada peor que un vecino tocapelotas y si encima es tu casero...
En fin, que va a ser más largo el comentario que el post jejeje, te deseo mucha mucha suerte para que la inmobiliaria te diga que si, porque como te vayas a casa de Dña. Pepitoria la llevas clara... Besitos.
Sí, a mí es lo que me está dando miedo, que se pase el día metida en casa. Espero que nos salga otra cosa porque el piso no está mal (a excepción de la cocina) pero si encontramos una opción mejor, la prefiero porque la señora me da terror!!! Un besote.
EliminarPor favor, huye de la señora y del pollo en pepitoria!!!! Que al principio te hacen gracia (lo he notado por tus comentarios; es que soy muy perspicaz, jijijiji) y después se convierten en una pesadilla tipo la pelicula: Para entrar a vivir!!!!!
ResponderEliminarPor cierto, ¿qué vió tu chico en ese piso de la señora del pollo para que le gustara tanto????
Ah, y me encantado eso de "... en capitulos anteriores", te lo agradezco porque ultimamente no tengo mucho tiempo de mirar entradas anteriores. Jjejejej
Besos y a cruzar los dedos por que la inmobiliaria os dé el visto bueno para el otro piso...
Suerte!
Pues al churri le gustó el piso en sí porque es amplio y demás (aunque tampoco sé muy bien por qué estaba tan entusiasmado, porque me parece más amplio el otro).
EliminarYa veremos qué dicen de la inmobiliaria, que nos están tocando un poco las naricillas....
Besotes.
El del lacónico, el del lacónico sin duda! En caso de que os digan que no pues seguid buscando, pero...tú te imaginas vivir en la casa de la cocina-Alcántara? con la escalera todo el día oliendo a pollo en pepitoria y la escalera transitada todo el dia por parturientas? y sobre todo...con la casera en frente!!! que no podrás hacer ni una cenita de amigos sin que se entere (por no hablar de los arrejuntamientos nocturnos con el churri, si es tan maruja tendrá la oreja puesta fijo!)
ResponderEliminarOtra cosa gorda: ¿Gatos en jaulas? ¿perdone?
Huyeeeeee!!!!! que esa te los hace en pepitoria!!
Jajaja. Sí, la verdad es que es todo muy surrealista. Yo también voto por lacónico. Besotes.
EliminarNada, nada, tú no te cortes, extensa pero entretenida, espero nueva entrega, si es que las casas, caseros y comunidades de vecinos dan mucho de sí.
ResponderEliminarMiedo me está dando... Besotes!!!!
EliminarPues si me guío por lo que te he leído, que no me aburrió nadita por cierto, yo rezaría para que los de la inmobiliaria me den el sí. Me ha parecido que la señora está deseando ocupar el piso para subir sus ingresos y ya, una vez seguro, ya criticará como hace con los de los demás pisos. Vamos, que me conozco y me agobiaría con una vecina así. Ese sería mi caso, espero que ustedes opten por lo que mejor se les adecúe ;)
ResponderEliminarBesos
Sí, yo también prefiero el de la inmobiliaria. En fin, a ver si hay suerte (o si en estos días encontramos alguna tercera alternativa). Besotes.
EliminarNo te vayas al piso de la Sra. Pepitoria ni de coña, se la ve venir.
ResponderEliminarBuen día.
Sí, la verdad es que no tiene muy buena pinta la cosa con esta señora, no... Jajaja. Besos.
EliminarYo no lo dudaría, descartaría el piso de la señora en pepitoria, pero claro, si lo miro desde otro punto de vista, creo que nos lo vamos a pasar genial con las historias que nos cuentes de esa casera...
ResponderEliminarMantennos al tanto.
Besotes
Jajaja. Tú ahí, pensando en lo que te toca!!! jajaja. Un besote.
EliminarAins!!! Espero que puedas conseguirte el primero porque la Sra. Pepitoria da mucho, mucho miedo... Lástima que la cosa esté tan chunga porque te digo una cosa, yo no me iba a ese piso ni loca, con lo que me gusta estar tranquila y de repente tener a esa señora todo el día dando la bara. Quita, quita!!! jajajaja. Besotes
ResponderEliminarA lo mejor como vecina se comporta pero no tiene pinta... Creo que más bien va a ser de las que te están tocando el timbre todo el día con cualquier excusa (y encima tiene llave, claro, quién te dice que no le dé por entrar cuando no estemos...). Besotes.
EliminarAy, tienes que huir de la Sra Pepitoria como de la peste, que quiere enjaular a los peludos y encima ligarse a tu churri mientras finge enseñarle cómo es el pollo a la pepitoria. Esa lo que quiere es enseñarle SU pepitoria!! Ni hablar, tú a mirar por los niños, la terraza acristalada nena, y tras habitaciones. Pondremos una velita para que la inmobiliaria os elija, jejeje. Mil millones de besos!!
ResponderEliminarNo lo había visto yo desde el punto de vista de que la pepitoria puede ser una técnica de seducción encubierta... Mmmmm.
EliminarA ver si nos hacen caso los de la inmobiliaria, a ver... Besotes.
jajajjaaj, me meeeeeeeoooooo
ResponderEliminarLa verdad es que viviendo en frente... tiene que ser un horror...
Espero que en el otro sitio os digan que sí.
Para la próxima... quiero fotos!!! jajaja Así valoramos mejor... jaja =)
Jajaja. Va a quedar un poco feo liarme ahí a sacar fotos pero la idea me gusta. Jajajaja. Esto es un sinvivir. Besotes!!!!
ResponderEliminarNi se te ocurra alquilar ese piso!!!! esa mujer es la tipica metomentodo...uff que estres solo de pensarlo...
ResponderEliminarA nosotros nos paso algo asi y esa clase de personas son medio bipolares...una vez que te agarran cambian y de vieja loca agradable pasan a ser la reencarnación de chuki...corrreeeeee
un beso
Sí, eso también lo he pensado yo. Se me ocurre que ahora se comporta en plan abuelita cariñosa y, una vez que nos tenga en sus garras, nos criticará todo. Como la bruja de Hansel y Gretel, jajaja. Besotes.
EliminarLa Sra. Pepitoria!!!! Me ha encantado
ResponderEliminarPor casualidad no te contaría por qué se fueron los inquilinos anteriores? Dudo entre que hayan huido en plena noche, o sea la señora la que los hizo desaparecer. Te veo a lo Carmen Maura en "La Comunidad", perseguida por la vecina para hacerte pepitoria.
Te dejo, que la imaginación vuela, vuela!!
Besotes.
Jajajaja. Pues no me había dado por planteármelo pero tienes razón. Es un dato importante a recabar. Por cierto, ¿qué le ha pasado a tu blog? Se te echa de menos... Besotes.
EliminarPues hija, que una está entre perraca y atendiendo demasiados pucheros a la vez, y así no hay quien se centre y escriba, ni siquiera husmee por la red. Pero viendo que mi legión de fans se preocupa por mi ausencia (por ahora mi Limón y tú, ejem), y que voy cerrando cosas que no me llevaban a nada, prometo volver en breve. Todo sea por mis fans (léase con acento de lo más posh)
EliminarBesines, guapa.
Oyyyy. Qué bien te ha quedado lo del acento posh, o sea, tía, eres lo más, jajaja.
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