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miércoles, 30 de abril de 2014

Finalistas al Anuncio Más Pesadillesco del año

Hola, hola!!

Siento estar un poco desaparecida de vuestros blogs. Prometo que os leo desde el móvil pero he estado ocupadilla con otros temas y no he tenido el tiempo que me hubiese gustado tener para pasarme a comentaros. A ver si en estos días consigo ponerme más o menos al día. Siento si se queda alguna entrada vuestra sin comentar, que sé que vuestros blogs no son nada sin mis agudas reflexiones...

A lo que íbamos. Prometí publicar hoy los tres finalistas que optan al Premio al Anuncio más Pesadillesco del Año (acabo de bautizarlo como el PAPA, no digáis que no soy un genio del Marketing). El tema es que no ha habido muchos votos y, los que habéis votado, no os habéis puesto de acuerdo ni a la de tres, así que tenemos un total de diez votos para diez anuncios diferentes, de manera que tenemos diez finalistas. 

Y los nominados al PAPA de este año, son...

De productos de limpieza: Si es que me emociono… 

De desengrasante: Yo no me lo imaginaba, no 

De perfume: Si me invitan, yo no voy 

De desodorante: A ver si frivolizamos un poquito más 

De producto anticalvicie: Traído de los pelos 

De tampones: Mi mente no está preparada para esto

De pollo enlatado: Ése no es mi pollo

De chicles: ¿Cuánto se habrán gastado en esta chorrada?

De lotería de Navidad: Que vuelva el calvo, por favor

Otro de perfume: Qué rollooooo…

Pues lo mismico. Tenéis hasta 23:59 (hora peninsular) del martes 6 de mayo para votar al ganador. A ver si no hay empate...

martes, 29 de abril de 2014

Ustedes Dirán LXXXIII: ¿Tradicional o Revolucionaria?

Madre Desesperada me ha sugerido un tema cuasi filosófico. Al principio le dije que no me animaba, que cuánta profundidad para un blog tan chorra como éste pero como no sé deciros que no (y porque me gusta más meterme en un fregao que a un tonto un lápiz rojo), vamos a intentarlo. Lo he enfocado de una forma un poco sui generis pero es mi blog y hago lo que quiero, ea.

La cuestión era plantearme si me educaron para cambiar el mundo o para mantener el sistema vigente; ahí es nada. Le he estado dando vueltecillas y creo que ni lo uno ni lo otro. Mi madre es medio hippie medio bohemia medio mujer del siglo XXI. Quiero decir que no es, ni de lejos, la típica madre que horneaba bizcochos mientras remendaba calcetines. Ella era más bien de comprar los bizcochos ya hechos y de adquirir calcetines nuevos cuando éstos se rompían porque estaba ocupada terminando sus estudios universitarios, cosa de la que me alegro por ella, aunque me da rabia no poder tener la típica discusión marital acerca de qué madre hace las mejores croquetas del mundo. En mi casa las croquetas las hacía Findus y así salí yo que, cuando era soltera, las empresas de productos congelados ya se estaban pensando  hacerme accionista y en el supermercado me ponían una alfombra roja en la sección de comida precocinada.

Pero no he venido a hablar de mi fracaso culinario. Viendo cómo era mi madre, se podría pensar que me inculcó ideas revolucionarias sobre la liberación de la mujer y el papel que yo como ser humano podía desempeñar para cambiar el rumbo de la historia pero mi madre se tomó al pie de la letra eso de que somos espíritus libres y creo que si hoy en día yo fuese una abnegada ama de casa cuyo mayor subidón de adrenalina en la vida fuera descubrir un paño de cocina súper absorbente, ella se sentiría satisfecha si me viese feliz. Sin embargo, no soy tan tradicional como para dedicar mi vida entera a los quehaceres del hogar (que respeto a quienes así lo decidan, no nos pongamos ahora susceptibles) pero tampoco soy tan moderna o liberal como para irme a las manifestaciones a desgañitarme por mis derechos (que tal vez debería hacerlo, según está el panorama). Tal vez sea vaga, y punto. Me da pereza ser tradicional y me da pereza ser revolucionaria; vamos, que soy moderna para lo que quiero y para lo que me conviene y ¿sabéis qué? Pues que soy la mar de feliz así, por lo que supongo que mi madre tiene que sentirse de lo más realizada en esa formación personal que me dio (o no me dio, según se mire). Eso sí, recuerdo que me dijo que siempre me interesase por aprender cosas más o menos con estas palabras “El dinero irá y vendrá pero lo que tú sepas se irá contigo a la tumba”.

Y eso es algo muy grande. 

lunes, 28 de abril de 2014

Crónicas Felinas LXXXVIII: Encuesta popular

Marrameowww!!!

Estimados lectores:

Ahora que os tengo a todos aquí, aprovecho para plantearos una duda que me surge y que espero sepáis despejar sin que nadie se tenga que sentir ofendido.

Los humanos, muy listos no sois, ¿verdad? No me malinterpretéis. No lo pregunto con ánimo de crear polémica sino con un auténtico interés científico por el comportamiento de vuestra especie, ya de por sí misteriosa para nosotros.  

Mi duda comienza tras haberme percatado de que preguntáis cosas bastante tontas y es por ello por lo que quiero cerciorarme de si esto es algo inherente al ser humano o a mí me ha tocado convivir con los más pazguatos del planeta, que tampoco me sorprendería.

Pongamos por caso que hay un móvil encima de una mesa. Imaginemos también que yo me subo de un salto a esa misma mesa. Y supongamos, sólo supongamos, que me quedo un rato mirando el móvil y, de repente, le doy con la pata hasta que se cae al suelo con estrépito, cayendo la carcasa por un lado y la batería por otro. Porque sí. Porque me divierte.

Pues bien, en este caso hipotético, lo siguiente que se escucharía sería a alguno de mis humanos preguntando “¿Qué has hecho?”.

La respuesta obvia sería: “Pues tirar tu móvil al suelo. ¿Es que no lo ves, ameba con hipertrofia?”. De verdad, no entiendo qué clase de pregunta es ésa. ¿Cómo que qué he hecho? ¿Acaso no es evidente? ¿Tan mal cumplo con mis labores de destrucción que ni siquiera se dan cuenta? De verdad, me siento algo ninguneado en mi trabajo. A ver si os pensáis que es fácil estar todo el día pensando en nuevas formas de fastidiar a mis humanos para recibir eso por toda respuesta. Es muy humillante, en serio.

Y es por esto por lo que quería saber si es que a mí me ha tocado el Gordo con éstos o si sois todos por el estilo. Es que si resulta que he tenido mala suerte pues a lo mejor me voy buscando otro par de humanos que sepan apreciar mi esfuerzo a la hora de hacerles la vida imposible. Qué sé yo: Un insulto, unos saludos cordiales a mi madre felina, una zapatilla volando… cosas que me hagan ver que mi trabajo es valorado y que han sabido comprender el alcance de mis actos en toda su magnitud. Ahora bien, si resulta que sois todos iguales pues… no sé yo qué voy a hacer. No sé para qué nos han puesto en este mundo con la misión de haceros la pascua si no podemos llevarla a cabo con dignidad. ¿Dónde ha quedado eso de “Creced y multiplicaos. Pero multiplicaos mucho porque algún día dominaréis el mundo”? Viene en la Biblia Felina. Ya os hablaré de ella algún día (que no es hoy, aclaro por si no lo habéis entendido bien a la primera).

Bueno, pues a ver si alguien me puede resolver la duda. Diría que os estaré muy agradecido pero sería mentir.

Prrrrrr. 

jueves, 24 de abril de 2014

Crónica de un encuentro accidentado

Hace algunas semanas (sé que no son noticias frescas pero son tantas las aventuras trepidantes que vivo, que se me acumula el trabajo), el churri y una servidora habíamos quedado con mi amiga S. para ir a ver trapitos a un centro comercial. Realmente las interesadas éramos nosotras pero el churri se apunta a un bombardeo.

Me dice S. que quedamos en la puerta de un edificio del centro. El churri sentencia "eso está en Plaza de España" y yo, como creo mucho en sus dotes orientativas, confío en mi GPS humano y me dejo llevar.

Decidimos ir en bus, que estamos muy hartos de Metro. Perdemos el bus. A esperar 15 minutos. Cuando vamos a un poco más de la mitad del trayecto llamo a S. y le digo "oye, que llegamos tarde". Me responde que no hay problema, que va a aprovechar a entrar a la tienda de al lado para comprar una funda para la tablet.

Llegando al edificio de Correos, el autobusero nos dice que ahí nos deja porque no puede seguir por la manifestación. La del 22 de marzo, sí. ¿Había avisado antes el autobusero? ¿Había algún cartelito informando? Ni lo uno, ni lo otro. Genial, todo. Nos bajamos, vamos al Metro. Cogemos la línea 2. El churri vuela escaleras abajo y le pregunto "¿pero estás seguro que nuestro andén es éste?". "Sí, sí. Corre, que viene", contesta muy ufano.

Montamos en el metro a toda carrera. Intento recuperar el resuello cuando, al minuto, oigo "Ding, dong, ding. Próxima estación: Retiro". Muy bien, churri, ¿ves cómo el andén no era ése?

Bajamos en Retiro. Damos la vuelta para ir al otro andén. Montamos en el metro que sí va donde queremos. Transbordeamos, o como narices se diga eso y llegamos a Plaza España.

Llamo a S. : "Oye, que estamos saliendo del Metro. Sí, del Metro. Es una historia muy larga. Ya mismo estamos ahí".

Emergemos a la superficie. Me pregunta el churri que dónde está S. Le respondo que primero habrá que encontrar el edificio. Me dice que el edificio es el que tenemos delante. Lo niego rotundamente. Sé perfectamente que no es ése. Buscamos en Internet (¿Recordáis cuando nos preguntábamos cómo podíamos vivir antes sin móviles? La pregunta ahora sería cómo vivíamos sin Internet en los móviles). Nos percatamos de que, efectivamente, el edificio no sólo no es ése sino que, para colmo, está a unos buenos veinte minutos de Plaza de España, aunque, con el agobio, nosotros tardamos diez, mientras yo refunfuñaba y llamaba por teléfono a S. rezando para que no le pusiese precio a mi cabeza.

Y llegamos. La pobrecica mía estaba ya aterida de frío y aun así no se nos lanzó a la yugular.

En el centro comercial le compré un regalito a S., porque de alguna forma tenía que sentirme algo menos culpable. El churri lavó su conciencia regalándome dos vestidos monísimos que no veo la hora de estrenar.

A ver si se desorienta más a menudo.

P.S. Recordad que podéis votar hasta las 23:59 horas (hora española peninsular) del martes que viene por el anuncio más pesadillesco del año pinchando aquí

miércoles, 23 de abril de 2014

Segunda entrega del premio al anuncio más pesadillesco del año

Esto lo tenía que haber publicado hace como tres semanas pero se me fue la olla, qué le vamos a hacer… No soy perfecta. Sólo casi.

No  sé si recordaréis que el año pasado hicimos entrega en sencillo pero emotivo acto del premio al anuncio más pesadillesco del año tras las votaciones del gran jurado, uséase, vosotros. Y los que no lo sepáis, pues os informo ahora. Este blog es popularmente conocido por organizar eventos absurdos sin más finalidad que la de echarnos unas risas.

Dado que el año pasado intenté realizar las votaciones mediante encuesta y aquello terminó siendo un fracaso estrepitoso porque, por alguna extraña razón, Blo no me computaba los votos, este año seré buena (y más práctica) y no os haré votar tantas veces. Con que me dejéis vuestro voto en forma de comentario aquí abajito, será suficiente. Tenéis una semana para esta tarea apasionante y, el miércoles que viene, publicaré los tres finalistas, de los cuales elegiréis al gran ganador mediante el mismo sistema.

Participan los destripamientos publicados entre el 3 de abril de 2013 y el 9 de abril de 2014. Y podría deciros que ahí tenéis la etiqueta “Anuncios Pesadillescos” para que las vayáis buscando vosotros, que ya estáis mayorcitos, pero como soy suuuuuuper maja, aquí os pongo los enlaces y una breve descripción del producto, por si ya tenéis una ligera idea. Os quejaréis:

De tienda de muebles sueca: Si es que se me encoge elcorazón 

De leche para el estreñimiento: La historia continúa 

De producto anticalvicie: Traído de los pelos 

De perritos calientes: Si es que esto es España 


De preparado para tarta: Lo que cualquiera hubiera hecho 

De alojamientos web: Si es que hasta me emociono 

De revitalizante: Pequeño pero matón 

De quesitos: La vaca flaca 


De rosarios electrónicos: La Iglesia también se moderniza 

De aparatejos para expulsar bichos: ¿Todo eso cabe en unacasa? 

De piojicida: Stop desahucios 

De leche ligera: Vuela cual grácil mariposa 

De tiendas de telefonía: El Cerdo Volador 

De jabón para el lavavajillas: El anuncio combinado 

De crema para las hemorroides: Ya hemos sufrido bastante 

De cerveza: La mano libre 

De refresco: No sé quién es peor 



De clínicas dentales: Da un poco de miedo 

De otro refresco: Te lo vas a tomar igual 


De créditos: Anuncio Serie B 


De complemento alimenticio: Indignada me hallo 

De crema de chocolate: El psicópata encubierto 

De pollo enlatado: Ése no es mi pollo 


De lotería de Navidad: Que vuelva el calvo, por favor 

De tienda de electrodomésticos: El ataque de loselectrodomésticos asesinos 




Otro de créditos: Tiquitiqui 

De máquinas de café: Mejor no tentar a la suerte 

De desengrasante: Yo no me lo imaginaba, no 

De antigripal: Que trabajen los enfermos 

De compañía de móviles: ¿Vamos a ir así? 


De pizzerías: Somos lo que comemos 



De productos de limpieza: Si es que me emociono… 


De papelitos con hierbajos para cocinar: La revoluciónculinaria 

Otro de perfume: Qué rollooooo… 

Otro de coches: Yo me mudaría 


Y ya. Por cierto, mientras me dejaba los dedos copiando y pegando enlaces me he dado cuenta de que no hay un gremio que se salve… Qué suerte, ¿no?


Hala, a votarrrrrrrrr. 

martes, 22 de abril de 2014

Ustedes Dirán LXXXII: De cómo no ligar. Nunca.

Mandarica, que es toda una experta en esto de encontrar canciones chorras (empiezo a tener serias dudas acerca de su gusto musical) me pidió que destripara la letra de esta canción de la que, como poco, debo decir que me dejó patidifusa.

El cantante es el mismo de vocecilla atiplada que ya nos deleitó con aquella maravilla de “No es amor, es una obsesión” y con “Hoy es noche de sexo”. Pero con esto hay que decir que ya se corona del todo. Os presentamos…

“Propuesta indecente”

El título hace honor a la temática. A mí se me acerca alguien con estas técnicas de seducción y os puedo asegurar que lo que menos se me va a ocurrir es caer en los brazos de semejante chalado. Veamos:

Que bien te ves,
te adelanto, no me importa quién sea él.
Dígame usted,
si ha hecho algo travieso alguna vez.

¿Primero me tuteas y después me tratas de usted? ¿No se supone que la cosa suele ir al revés? O sea, que te da igual que tenga pareja. Tú vas a por todas, machote…

¿Si he hecho algo travieso? Bueno, con una amiga tocábamos timbres y salíamos corriendo… a los veinte años. Ya ves, soy de lo más traviesilla. ¿Eso cuenta?

Una aventura es más divertida
si huele a peligro.

Me gustaría saber a qué huele el peligro. Es un misterio como el aroma de las nubes. Y, llamadme clásica, pero yo no le veo lo divertido. Una tiene ya una edad y no está para sobresaltos.

Y si te invito a una copa
y me acerco a tu boca.
Si te robo un besito,
al ver que no vas conmigo.

O sea, que te piensas que me vas a comprar con un cubata de garrafón y encima piensas darme un beso por la fuerza si no te hago ni caso ante tan magnánimo regalo. Eres un galán de los que ya no quedan.

¿Qué dirías si esta noche
te seduzco en mi coche?
Que se empañen los vidrios
si la regla es que goces.

¿En tu coche con los vidrios empañados? A ver, repito, tengo una edad. La flexibilidad ya no es la que era así que creo que con los únicos jadeos con los que iba yo a empañar cristales sería con los provocados por mis últimos estertores al dislocarme todos los huesos. No tengo ganas de terminar la noche en urgencias víctima de múltiples luxaciones. Quita, quita.

Si te falto el respeto
y luego culpo al alcohol.
Si levanto tu falda,
¿Me darías el derecho
a medir tu sensatez?

Lo que te daría es una leche y una orden de alejamiento, pedazo de psicópata.

Poner en juego tu cuerpo,
si te parece prudente,
esta propuesta indecente.

En primer lugar, una propuesta indecente no debería ser prudente. Si es prudente pierde la indecencia. En segundo lugar, yo ya no pongo en juego nada. No estoy para trotes, querido mío.

A ver a ver,
permítete apreciar tu desnudez.
A la vez,
este Martini calmará tu timidez.

O sea, que pretendes emborracharme. ¿Por qué no me echas burundanga en la copa, ya que estamos? Ahí tienes el éxito asegurado. Lo dicho, un psicópata de manual.

Luego vuelve a repetir en bucle la misma sarta de sandeces y termina invitándome a bailar bachata y terminar con él en la cama, todo en una mezcolanza de inglés, castellano y un ligero toque de portugués, para que vea que es un hombre de mundo.

Lo que me ha hecho gracia es que en Tú Tubo todos los comentarios son en plan “Qué bonita”, “Qué canción tan romántica…”. ¿Nos hemos vuelto locos? Y que este hombrecillo se llame Romeo…


Yo soy Julieta y colapso.

lunes, 21 de abril de 2014

Crónicas Felinas LXXXVII: Volviendo a los ruedos

Marrameowww!!!

Con esto de que me asignaron los lunes como día para publicar, me ha tocado a mí venir a quitarle a esto las telarañas, sacudir el polvo y sacar la basura. La bruja parece tontita pero parece pura estrategia porque luego bien que me la juega diciendo “Ve yendo tú que ya me paso yo luego”.

Y es que esto de retomar la rutina después de varios días de hacer el vago no es nada fácil. Porque parece que uno siempre hace lo mismo pero no. Cuando los humanos están de vacaciones yo me acoplo a esa calma chicha y me paso el día durmiendo, comiendo cosas ricas y dejándome mimar. Básicamente igual que ellos, que no han hecho más que hacer el vago y comer. Así están ahora, que se han propuesto hacer vida sana y perder unos kilillos. Ya veremos cuánto les dura la tontería, que éstos nunca han sido precisamente constantes. El caso es que, con esta nueva bobada que se les ha ocurrido, seguro que termino adelgazando hasta yo, que de vez en cuando pillo algún cachito de jamón o de algo rico y, si bien soy muy fan de la verdura, donde esté un buen trozo de cerdo, que se quiten todos los canónigos del mundo. Me han arrastrado en su vorágine vacacional. De hecho, el día que por fin se decidieron a ir a la peluquería para intentar mejorar medianamente su aspecto, a mí también me tocó sesión de cepillado para eliminar pelos sueltos (que ahora que va empezando el calorcillo es cuando más me gusta ir dejando pelos por todas partes) y de cortado de uñas, que a mí no me hace ninguna gracia, dicho sea de paso. Eso de que me cojan las patas y se me acerquen con ese invento del demonio para deshacer el ímprobo esfuerzo que me supone tener mis garras bien afiladitas y con puntas mortíferas no es plato de buen gusto, no. Ahora, aparte de dormir, mi otra ocupación es ir constantemente al rascador a ver si consigo que estas extensiones romas de mis zarpas vuelvan a ser las máquinas de matar que otrora fueron.

Desde luego, no piensan en su seguridad. ¿Y si entra un ladrón cuando no hay nadie en casa? ¿Quién va a proteger las pertenencias del hogar con estos tocones absurdos? Bueeeeno, vaaale… Yo soy más bien de esconderme bajo el edredón en cuanto escucho el timbre pero como vea que alguien intenta llevarse mi platito de pienso o mis ratoncitos soy capaz de asesinar con mis propias uñas. ¿Acaso hay algo de más valor en esta casa? Lo mismo podría defender también el ordenador, que aunque es rosa y estoy empezando a convertirme en el hazmerreír del barrio, sin él no podría contaros mi apasionante vida y no quiero yo sentirme responsable de una ola de suicidios en masa al conocer la terrible verdad de que no volveréis a saber de mí jamás, que bastante tengo ya con lo que tengo. Pa´chasco.

Prrrrrr.

jueves, 17 de abril de 2014

And the winner is...

¡¡¡Hola, hola!!!

Hago un breve paréntesis en mi vagueo vacacional para informaros que ya tenemos ganador de nuestro ilustre sorteo. 

Enseño primero la foto de familia, para que veáis que estabais todos, con vuestro correspondiente número de participaciones a la derecha:





Antes de desvelar al ganador, quiero agradeceros nuevamente el haber participado, guapetones. El día que sea rica os compro algo para cada uno pero, de momento, quien va a poder elegir libro es...




¡¡¡Enhorabuena, Cecilia!!! Procedo inmediatamente a mandarte un mensajito informándote de esto que seguro que te alegra el día. ¿Qué mayor dicha en el mundo que ganar algo en tan insigne blog?

Por cierto, el sorteo lo he realizado a través de la web de Sortea2. Normalmente me daba una opción para guardar el sorteo y que pudieseis acceder al mismo para comprobar que no ha habido tongo pero no sé si lo han cambiado o si yo he hecho algo mal con esta cabecita vacacional que tengo pero el caso es que no me ha dado opción. Tendréis que fiaros de mi palabrita. Que me dé ahora mismo un ataque de viruelas locas si se me ha ocurrido hacer trampuja. Sé que me creéis. Creedme, por piedad... 

¡Un besote a todos y hasta el lunes!

jueves, 10 de abril de 2014

Lista de participantes del sorteo

Una vez cumplido el plazo de rigor, aquí tenéis la lista de participantes del sorteo. Recordad que tenéis hasta el próximo miércoles 16 de abril a las 23:59 hs. para comunicarme incidencias y ponerme a caer de un burro y el sorteo se realizará el jueves 17 de abril. 

Lo he puesto por orden alfabético, para que no digáis que no os facilito la vida. Muchas gracias a todos por participar. Sois unos soles. 


Pues lo dicho. Si observáis algún error, me lo decís, pero sin montar un escándalo, que tampoco hay necesidad de perder las formas...

Dicho sea de paso, me voy de vacaciones esta semana, que mi cuerpecito ya me lo está pidiendo, así que andaré desaparecida aunque entraré a publicar comentarios y críticas a mi mala gestión como organizadora de sorteos y, por supuesto, a comunicar el ganador.

El lunes 21 de abril ya estaremos de nuevo con nuestro ritmillo habitual. Un besote a todos!!!

miércoles, 9 de abril de 2014

Anuncios Pesadillescos XCV: De cómo una tablet puede cambiar tu vida

Drew pilló este anuncio antes que yo y le faltó tiempo para pedirme que lo destripara. El año pasado ya se lucieron con un spot en el que acunaban un fresón. Parecía que la cosa ya no podía dar más de sí pero este año se superan a sí mismos y, en dibujitos animados, vemos lo siguiente.

Un teléfono suena en una mesita sobre la que también hay colocada una caja de fresones. Vemos una mano que se acerca a la zona pero, lejos de contestar el teléfono (porque a esas horas seguro que son los de alguna compañía de ADSL intentando convencerles de que tienen la mejor oferta existente en el mercado), coge un fresón y se lo lleva a la boca. Aquí comprobamos que la mano pertenece a un hombre que, al tiempo que se deleita con el fresón, lee algo en su tablet. Mira hacia su izquierda y, vemos a su mujer, que también lee algo en su propia tablet. Ella también mira hacia su izquierda y descubrimos a un niño y una niña que miran también sus cosas en sendas tablets mientras comen ansiosamente fresones de un cajón que descansa sobre el sofá entre los dos. Sí, tienen un cajón de fresones sobre el sofá. Se me abren las carnes sólo de pensar en cómo puede llegar a quedar la tapicería con ese juguito rezumando a sus anchas sobre el tejido. Menos mal que el sofá es rojo. Los he visto hábiles ahí.

Y de aquí deducimos dos cosas. Una, que son tan adictos a los fresones que les importa un pimiento el estado de sus muebles y dos, que en esa casa la comunicación brilla por su ausencia y son capaces de estar todos juntos ignorándose mutuamente mientras cada cual está a sus historias. Eso sí, lo que es discutir, no discuten. Punto para las tablets que han conseguido mantener la armonía familiar.

Cuando nos dicen que la marca de fresones sortea trescientas tablets, llegamos a la conclusión de que, aparte de comunicarse poco y ser unos dejados, constituyen la familia más suertuda del mundo. Cuatro de trescientas es un buen ratio (aunque también hay que reconocer que han comprado fresones como si temieran la escasez mundial, porque vemos que en la mesita de centro tienen más. No quiero imaginarme la alacena). Yo que ellos me dejaba de tanto fresón y me dedicaba a echarle al Euromillón, que por lo que veo están en racha y estas oportunidades no deben dejarse pasar así como así, que luego se les terminará el golpe de suerte, verán que nos les sale premio bajo la tapa de los yogures y vendrán los lamentos y los “Ayyy, ¿por qué no nos hicimos millonarios cuando los fresones nos estaban dando indicios tan claros de que éste era nuestro momento?” Y se angustiarán y discutirán y se romperán las tablets en la cabeza y adiós armonía familiar.

Eso sí, parece que han recuperado la comunicación. Ahora ya no se guardan nada. 

P.S. Recordad que tenéis hasta las 23:59 de hoy para apuntaros a mi sorteo pinchando aquí

martes, 8 de abril de 2014

Ustedes Dirán LXXXI: Yo es que era joven e inocente… (sugerido por Suguspiña)

Mi muy querida Suguspiña, que nos ha tenido muy entretenidos con su concurso “Adivinamos?”,me sugirió que compartiese con vosotros alguna anécdota de mi infancia.

Quienes lleváis leyéndome un tiempo, ya habéis conocido unas cuantas, porque yo era una niña más bien rarita imaginativa y tenía ideas de bombero muy creativas, así que vamos a compartir hoy unas cuantas.

Tendría unos cuatro años. Estábamos con una amiga de la familia y le relataba que me encantaba que mi madre me llevase a los caballitos del Parque del Oeste (caballitos de éstos a los que les echas una moneda y hacen un monótono movimiento sin moverse nunca del sitio. Vamos, todo lo contrario a lo que hace un caballo de verdad pero que a los niños, por alguna extraña razón, les fascina) pero que no me gustaba que cuando más a gusto estaba montada en el caballito, se nos terminaba la moneda y me quedaba sin caballito. La buena mujer, intentando solidarizarse conmigo, me respondió “Anda, mira qué gracia”, a lo que respondí muy seria “Pues a mí no me hace ninguna gracia”. Fue el año que me coronaron Miss Simpatía.

En otra ocasión, más o menos con la misma edad, vi una  película de Cantinflas y decidí rendirle mi particular tributo cortándome la punta de absolutamente todos los calcetines. Mi madre me amenazó con no llevarme a ver Blancanieves pero al final fui. Mamá: Si lees esto, que sepas que eras muy pusilánime. A decir verdad, no estoy muy segura de si esto ya os lo he contado. Lo mismo estoy como las abuelillas contando mis batallitas una y otra vez. Si ya lo habéis leído, sed buenecitos y no me lo digáis, que me voy a sentir fatal.

Hubo una vez en que me dio por querer andar en zancos y, como zancos no tenía, no tuve mejor idea que coger unas macetas del jardín y pasarles una cuerda por el agujerito de abajo para atármelas a los pies (vale, unas macetas no pueden considerarse zancos pero cuando mides un metro veinte hasta el bordillo de la acera te parece de una altura vertiginosa; todo es cuestión de perspectiva). Total, que me puse las macetas-zanco y, como podréis imaginar, dejé a mi madre sin macetas al primer paso.

También recuerdo que me inventaba las historias más inverosímiles y disfrutaba mil viendo cómo todo el mundo me creía. Me viene a la mente que una compañera relató que había soñado con una bruja y que lo había pasado muy mal. Minutos más tarde, yo juraba y perjuraba haber visto a la misma bruja sobrevolando el tejado del colegio montada en su escoba. Ponía hasta cara de susto y todo; yo no sé cómo no me vinieron a buscar de Hollywood, pues hubiera sido ideal para decir en Poltergeist aquello de “Ya están aquí”. Mi actuación fue tan magistral que tendríais que haber visto la expresión de pavor de mi compañera diciendo que sus sueños se hacían realidad, mientras yo me veía rodeada de niñas curiosas queriendo que les explicase mi experiencia paranormal. Yo lo contaba con lujo de detalles, al borde de la crisis nerviosa mientras, en mi fuero interno, me revolcaba por los suelos de la risa. Sí, era un ser perverso y deleznable. No estoy orgullosa de ello. Bueno, un poco sí.

P.S. ¿Qué tema os gustaría proponerme? ¡¡Aprovechad ahora que estoy generosa!!

P.S.2. Recordad que tenéis hasta las 23:59 de mañana miércoles para apuntaros a mi sorteo pinchando aquí

lunes, 7 de abril de 2014

Crónicas Felinas LXXXVI: No hay falsa pasión

Marrameowww!!!

Por increíble que parezca, yo también tengo mis momentos tiernos de gatito mono y bien educado y no siempre estoy a la gresca con la bruja. Lo hago, más que nada, para que esos momentos de ternura compensen los momentos de desparramamiento de café y otras lindezas, y de esta manera la bruja continúe alimentándome a diario, que ya sabemos que buscar comida en la basura es una cosa muy mala.

Pues bien, no sé si yo, o quizás la bruja en alguno de estos momentos “Cuenta siete cosas sobre ti” inherentes a la recogida de muchos premios, hemos comentado en algún momento que la bruja se pasa el día canturreando. Es algo que le chifla. Y le da lo mismo ocho que ochenta. Suene lo que suene en la radio, ella lo canta; los jingles de los anuncios de televisión, también y, si no tiene encendido ninguno de esos dos cacharros, canta a capella creyéndose una diva del bel canto. Y le da a todo, la tía, desde coplas a rock, pasando por alguna chorrada que haya escuchado por ahí y que, aunque le horrorice, se le ha quedado grabada a fuego en la memoria. Dos por tres le entra la vena patriótica y canta el himno de Uruguay con tanto fervor que sólo le falta ponerse una mano en el pecho y mirar en lontananza con lágrimas en los ojos. Vamos, digo yo que os podréis imaginar el panorama; es lo que viene siendo un hartazgo de ser humano.

Y preguntaréis qué tiene que ver este rollo macabeo con la ternura, si estoy poniéndola verde como ya es mi costumbre. Vamos a la explicación, que parece que no, pero la tiene. Por norma general, cuando ella canta o desafina o invoca a la lluvia o lo que sea que hace cuando se desgañita por la casa, yo paso de ella mientras intento disimuladamente esconder la cabeza bajo un cojín del sofá, a ver si la superficie mullidita amortigua los alaridos dentro de los límites de lo posible. Pero (siempre hay un pero) hay una canción con la que no. Hay una canción que, cuando escucho en labios de la bruja, me suena a música celestial  y me quedo embobado mirándola mientras ella entona las notas de la melodía. En esos momentos, me olvido de la tirria que le tengo y me convierto en su mayor fan. El mundo se me desdibuja y soy feliz. Extremadamente feliz. Cualquier cosa que esté yo haciendo en ese momento se ve interrumpida para prestarle toda mi atención, por una vez.

Lo malo es que es un poco tonta y no sabe sacarle suficiente provecho a la situación, ya que como no es de sus canciones preferidas, la canta de pascuas a ramos. Debería cantarla más a menudo, y pedirme cualquier cosa con ese soniquete. Seguro que obtenía mejores resultados.

Ah, que queréis saber de qué canción estamos hablando… Ya decía yo que no ibais a aguantar la intriga. Seré bueno; pinchad aquí.

Prrrrrr.

jueves, 3 de abril de 2014

Cuando marzo mayea, se te pira la pinza

¿Recordáis la ola primaveral que tuvimos allá por principios de marzo? ¿Qué lejana parece ahora que nos volvemos a pelar de frío, verdad? No es por dármelas de pitonisa, pero ya sabía yo que esto iba a pasar. Y es que cuando el tiempo nos tiende una trampa haciéndonos creer que el buen tiempo ya está aquí, es porque se guarda un as bajo la manga. Espera a que saquemos la ropa de entretiempo para reírse de nosotros al vernos tiritar. La Madre Naturaleza es malvada. De algo de eso, creo, estuvimos hablando en mi trabajo cuando vivíamos aquel extraño fenómeno meteorológico. Hoy os traigo otra de esas fantásticas conversaciones que supongo que sólo pueden darse en mi oficina o en el patio de un psiquiátrico. Juntarme con este tipo de gente me hace plantearme seriamente qué criterios buscan los de selección de personal cuando hacen las entrevistas.

Álter: Uf, pues me da a mí desconfianza este clima tan bueno. Ya veréis cómo en nada estamos muertecitos de frío otra vez.

A.J.: No creo, a estas alturas de marzo será que se nos ha adelantado la primavera.

Álter: No, no. Ya lo dice el dicho. “Cuando marzo mayea, mayo marcea”.

A.J.: No, mujer. En mayo suele hacer bueno.

Álter: Pero eso es porque hay años en que mayo julea.

J.: ¿Julea? Vaya cosa más rara.

Álter: Claro, cada mes puede agostear, novembrear…

A.V.:  A ver si te atreves a conjugarlo.

Álter: Yo novembreo, tú novembreas…

A.J.: Pues ahora lo declinas.

Álter: Noviembre noviembreae. Y no sé más porque como hice el instituto en Montevideo me libré del latín. Nos daban italiano, que supongo que es más útil.  

A.V.: ¿Italiano? Mi piace molto… Cuando estuve en Italia me enteraba de todo si me hablaban despacio.

Álter: Mira, como el del chiste del taxi en Londres.

J.: ¿Qué chiste?

Álter: Cómo se nota que eres jovencillo… Ese chiste es más viejo que la tos. Recuerdo que me lo contaron cuando iba yo al colegio, que anda que no ha llovido desde entonces. Éste que iba a Londres y se ponía a decirle al taxista dónde quería ir en castellano a cámara lenta. El taxista le responde igual de despacito y, cuando descubren que uno es de Cuenca y otro de Dos Hermanas, se preguntan qué hacen hablando en inglés.

A.V. (que sigue a lo suyo): El problema era leer. Hubo un folleto que tuve que leerlo en inglés porque en italiano no me enteraba de nada.

Álter: ¿Y si lo leías despacito?

A.J.: No; se lo tenía que haber dado a alguien para que se lo leyese despacito. Ahí seguro que se enteraba.

J.: Oye, ¿y si curramos en vista de que ya se nos está yendo demasiado la olla?

Álter: No fastidies… ¿En serio es necesario?

Necesario no sé si era, pero al final tuvimos que ponernos a ello. Una pena. Si nos pagasen por tener conversaciones surrealistas seguro que nos llevábamos un plus todos los meses. Lástima de talento desaprovechado.


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miércoles, 2 de abril de 2014

Anuncios Pesadillescos XCIV: Yo me mudaría

Estamos en lo que parece ser un típico barrio americano de estos de casitas con su jardín, donde la gente es gustosa de plantar una bandera en el porche y regalar cestas de fruta a los vecinos recién llegados para ir pidiendo perdón por adelantado si mañana en el instituto sus hijos asesinan a los nuevos vecinos con una recortada.

Un hombre con unas gafas protectoras que le confieren un cierto aspecto de mosca se dedica a cocinar carne en una barbacoa tamaño industrial que despide fuego como si fuese un dragón de cuento de hadas. Interrumpe sus quehaceres para observar con atención y asombro algo que está circulando por la calle y que aún no nos desvelan (estos creativos traviesos, que quieren mantenernos en tensión hasta el final…).

En la casa adyacente, otro hombre se queda igual de pasmado mientras segaba el césped con un cortacésped que, por su dimensiones, debería ser arrastrado por una yunta de bueyes más que empujado por este pobre hombre, al que de seguro su mujer tiene esclavizado mientras ella está limándose las uñas o preparando muffins.

Por la acera, un niño en un triciclo tan grande que imagino que debe de ser un Transformer de esos y en cualquier momento se va a convertir en un robot con mala leche y va a liar ahí la de San Quintín, también se queda obnubilado ante la visión de aquello que circula con la calzada  y que a estas alturas ya nos tiene en ascuas.

Por fin lo vemos. Es un coche. Así, sin más. Un coche que pasa junto a un carrito de helados del tamaño de un camión de bomberos mientras los niños se quedan boquiabiertos al contemplar el coche con sus cucuruchos que le llegan desde la cintura hasta por encima de la cabeza. Una madre que pasea un cochecito de bebé que podría perfectamente participar en una competición de Monster Trucks no da crédito a sus ojos; un obrero de la construcción perfora el suelo con una máquina que tiene siete pinchos de esos para taladrar (el ruido que tiene que meter ese cacharro… válgame el cielo) y una mujer con pantaloncito corto y camisita a cuadros atada a la cintura (no es un tópico, no, qué va…) riega el jardín con una manguera que podría acabar en décimas de segundo con un incendio forestal  y derriba un buzón al girarse a mirar el vehículo que pasa por delante de sus morros.

Y nos preguntan “¿Aún crees saber lo que es un gran coche?”.

Eso no lo sé pero lo que sí sé es que en ese barrio están todos fatal y yo paso de vivir en un sitio donde todo es tan grande. Yo soy canijilla y no quiero que la vida se me complique más de lo que ya está… Así que casi mejor me quedo en las Españas, que parece que no pero oye, estamos acostumbrados a nuestras cosas de tamaño estándar y de dimensiones ibéricas, más manejables.


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martes, 1 de abril de 2014

Ustedes Dirán LXXX: Empalagamiento supremo (sugerido por Mukali y Tomate)

Esto de las cancioncillas se ve que os ha hecho gracia. Tomate me pidió que destripase más canciones chorras, así, en general. Mukali fue un poco más concreta y se refirió directamente a alguna canción de Paquirrín (o Kiko Rivera, que parece que suena más maduro). Así que, para darles gusto a las dos y viendo que la canción de Paquirrín que se convertirá hoy en nuestra protagonista cumple tanto con los requisitos de Mukali como con los de Tomate.

¿Preparados? Vamos con los momentos estelares de este pedazo de obra maestra que da en llamarse:

ASI SOY YO (Ah, pensabais que iba a hablar de la de que se quite el top. Pues no. Ésta tiene más sentimiento).

Kiko Rivera
Cantándole al amor
Esto va directo tu corazón
Dedicado para ti
Princesa de mis sueños
Esto se llama
Así soy yo

Me ha molado esto de ahorrarle trabajo a los locutores de radio. Él solito ya se presenta y nos dice el título de la canción. No diréis que no es solícito, el muchacho. Por cierto, ¿lo de “Princesa de mis sueños” no lo había usado ya Bisbal? Y ahora que lo pienso, OBK lo había usado incluso antes… ¿Qué pasa con estos artistas que nadie demanda a nadie? Tanto buenrollismo de golpe me está dando miedo.

Tú amor me lleva al cielo
Y tú me haces volar
Si me dices te quiero
No dejo de soñar

Lo de “me haces volar” me ha recordado a este hombrecillo. Toda la estrofa en su conjunto juraría haberla leído alguna vez en la carpeta de alguna compañera cuando íbamos al insti.

Para ti el mundo entero
Te voy a regalar...
Quiero decirte que:

Que así soy yo
Complicado y aturdido
Yo por ti me siento vivo
Déjame tener tu amor

¿Aturdido? Se ve que quiere parecerse a Dinio. A mí me escriben algo así y os prometo que pongo una orden de alejamiento para no tener que soportar estas cursiladas.

Y así soy yo
Quiero detener el tiempo
Pa' decirte lo que siento
Y entrar en tu vida, amor
Así soy yo

Que necesita detener el tiempo, dice. Se ve que teme que dadas sus dificultades para expresarse nos terminemos volviendo viejos esperando a que termine.

Sigue con más ñoñeces adolescentes que paso de reproducir por miedo a que las moscas, ávidas de azúcar, acudan en tropel a mi blog y concluye sus alegatos con un:

Oye nena, por favor
No lo pienses

No. Es que como se pare un momento a pensarlo… Después vuelve a explicarnos cómo es con su aturdimiento y sus ganas de parar el tiempo y demás y acto seguido, sin anestesia, se pone a rapear lo siguiente:

Yo sueño con sentarme contigo
A ver las estrellas
En llamarte preciosa
Aunque por dentro eres más bella

Qué bonito eso de que la belleza está en el interior, ¿no? Espero que nadie me diga nunca que sueña con sentarse conmigo a ver las estrellas porque, conociéndome, seguro que le suelto algo como que yo prefiero sentarme a ver la segunda temporada de Orange is the New Black.

En darte un beso
Cuando se ponga la luna

¿Por qué? ¿Por qué a lo oscurito ves mejor la belleza interior?

En decirte te quiero
Y como tú ninguna
Que te me pegues
Cuando yo esté aquí
Que me digas te extraño
Si no estoy junto a ti

Éste no quiere una mujer. Quiere una lamprea. Qué yuyu… Y bueno, luego siguen más pasteladas y nos vuelve a repetir eso de lo aturdido que está y que así es él (ahora me explico muchas cosas, la verdad). Después dice una frase que me parece sublime:

Son tantas cosas que te quiero decir
Pero que se me quedan aquí adentro

O sea, que todavía no lo ha dicho todo. Se guarda más frases hiperglucémicas en la manga… Que se queden dentro. Por favor, por piedad. No hace falta que las exteriorices, majo, de verdad.

Nos vuelve explicar cómo es él y, en la última estrofa de la canción, dice lo siguiente:

Al escribir esta canción
Supe que estaba enamorado de ti
Simplemente...
Así soy yo

Vamos, que le pasa un poco lo que a mí. Se pone a escribir a lo loco sin saber ni cómo va a acabar el asunto y luego pasa lo que pasa…

P.S. Proponedme lo que gustéis. Ya estoy curada de espanto…

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