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domingo, 1 de abril de 2012

El laberinto del Minotauro


Ayer tocó ir al Super a hacer la compra del mes.

El Super es un lugar extraño. Detesto ir. Vamos sin ganas, estamos deseando terminar para irnos a casa pero, aun así, siempre acabamos entreteniéndonos en cualquier chorrada.

Creo que en el Super hay un portal dimensional o algo. Tú sabes cuándo entras, pero nunca cuándo sales. Cuando entramos era plena tarde. Salimos siendo casi de noche.

Es en el Super donde uno deja de sentirse especial. Pasa como con el baño. Ahí convergemos todos. Ricos y pobres. Bueno, los ricos muy ricos no van al Super porque mandan a sus asalariados. Yo empezaré a hacerlo a partir de la semana que viene, que ya he dicho que me va a tocar el Euromillón. Me iba a tocar esta semana pero cedí el turno, que tampoco tenía tanta prisa.

Bueno, a lo que iba, que ahí no hay manera de sentirse diferente, oye. Vamos todos con carritos, al son de la misma música, comprando más o menos los mismos productos… aunque nosotros siempre pillamos algo de la sección internacional. Por probar cosas diferentes, por comprar algo que no lleve todo el mundo y porque nos gusta que nos sableen, supongo, porque hay que ver los precios de algunos productitos.

El asunto es que, aunque ya llevamos la lista hecha desde casa para poder ir rápido, comprar lo que necesitamos y pirarnos de una buena vez, siempre hay algo que nos llama la atención. Y, claro, vamos perdiendo tiempo, perdiendo tiempo…

Otro tema es lo de ir al Super en sábado. Si por nosotros fuese, preferiríamos ir entre semana que está medio vacío y es una gozada. Los niños están en el cole, la mayoría de la gente trabajando por lo que no hay parejas y los canis están en el Insti o haciendo pellas por ahí, pero no en el Super avituallándose para el botellón.

Pero el sábado es el único día que coincidimos para poder ir los dos. La verdad sea dicha, podría ir sólo uno, ya que la compra nos la llevan a casa por aquello de que nosotros no contamos con vehículo pero hay algo en eso de ir a hacer la compra que lo convierte en una tarea familiar. Algo para hacer en pareja como ir al cine o a pasear por el parque.

Para colmo de males, el Super al que vamos siempre nosotros, ha sufrido recientemente una reforma, por lo que nada está donde solía estar. Ya es la segunda o tercera vez que visitamos el Super con la nueva distribución pero, oye, que no hay manera. Eso como el laberinto del Minotauro. Damos más vueltas que una peonza, recorremos el mismo pasillo tres veces, hay cosas que se nos olvidan porque ni las vemos. En fin, un caos. Somos animales de costumbres, no hay más vueltas que darle. Yo opino (aunque mi churri insiste en que lo mío es mera paranoia de teoría de la conspiración) que lo hacen a propósito ya que, cuando uno se conoce el caminito, tiende a no desviarse del mismo. Va a los pasillos que le interesan y se distrae menos así que, de vez en cuando, hacen una reforma y lo ponen todo patas arriba para que te tengas que recorrer el establecimiento entero aunque sólo hayas ido a buscar un bote de aceitunas (sin hueso, por favor).

Menos mal que esto sólo pasa doce veces al año. Habrá que verlo desde ese ángulo porque, de otra forma, creo que no conseguiría reunir fuerzas para repetir la experiencia. 

18 comentarios:

  1. Oye, que no es tontería lo de que cambian los productos para despistar. Pues claro que sí!! Que si no das vueltas no picas en productos innecesarios!! Dile al churri que nada de paranoia, es la realidad. :D Muack!!!

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    1. ¿Sí, verdad? Yo tengo esa teoría, también. De vez en cuando, una buena redistribución para que compremos compulsivamente. Un besote.

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  2. ¿Sólo doce? Qué suerte!!!!
    A mí quien me trae loca es mi marido haciendo la compra, estoy por llamar al guiness porque dudo que nadie sea capaz de hacer la compra a su velocidad, supera la de la luz. Por supuesto que me mata ir con él, porque yo soy la que se lee, si es preciso, los componentes de un cartón de huevos.

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    1. Sí, sólo doce porque hacemos una compra tocha una vez al mes. Claro, hay que tener en cuenta que nosotros sólo somos dos. Después, los productos de uso más diario se van pillando según se necesitan.

      Yo no soy mucho de leer componentes pero las fechas de caducidad me las leo todas, toditas, todas. Un besazo.

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  3. No lo dudes, el Super lo reforman/redistribuyen cada poco tiempo para hacernos dar vueltas y que compremos más (siempre hay un algo que no necesitas y no sabes ni lo que es pero te lo acabas llevando porque no lo habías visto antes, esos productos y los "por si acaso" son los que nos dejan los bolsillos temblando cuando vamos a la compra).
    A mi particularmente me gusta mucho ir al súper, preferiblemente con el cari (que me pone freno porque soy como los niños, lo quiero todo!)
    Coincido contigo en que lo ideal sería ir entre diario (y si es por la mañana, la repera!) peeeero como no puede ser, toca aguantar a toda la troupe los sábados por la tarde, en fin, paciencia que efectivamente son 12 veces al año.
    Besos!

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    1. O sea, que tú también apoyas mi teoría de la conspiración.
      Entre diario por la mañana aquello es el paraíso.
      Un besote.

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  4. Pues yo voy a la compra todas las semanas (no, no estoy loca) me encanta pillar las ofertas y voy de super en super, ahora en coche, antes con el carrito de la compra y el Futuro de la manita. Tambien vamos el sábado porque es el único día que me puede llevar (tengo carné pero no conduzco SU coche) y hay veces que me parece que no he comprado nada, miro el carro y va vacío... el otro día la cajera me miró raro, llevaba una pizza (que las de ese super son buenísimas pero más caras) y una bolsa de zanahorias que se me antojó en el ultimo momento (al futuro no le gustan y las meto de contrabando jejejeje)
    Besos.

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    1. Jajaja. Ya me gustaría a mí tener tu entusiasmo para ir al supermercado.

      Un besote.

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  5. Pues a mi me encanta hacer la compra, mirar productos nuevos, buscar, comparar... jajajj.
    Y lo de cambiar los pasillos, no es paranoia, es así, lo sé de buena tinta. Y lo hacen, justamente por lo que tú has dicho. Porque si no, vamos todos a tiro fijo, y no picaríamos. Igual que te ponen en línea visual, las golosadas y ofertas para que piques.
    Un besito.

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    1. Otra que disfruta con el super. Al final, la rara voy a ser yo (qué novedad, jajaja).

      Lo de la distribución de las estanterías sí lo sabía. Lo ponen de izquierda a derecha y de arriba a abajo porque es como tenemos acostumbrado al ojo por la lectura. En países árabes, por ejemplo, está puesto de derecha a izquierda y, en Japón, de abajo a arriba y de derecha a izquierda. Son muy listos... Dicen, incluso, que mientras estás caminando entre los pasillos, la frecuencia de parpadeo disminuye hasta alcanzar un estado semi-hipnótico debido a esa sensación de poder coger todo lo que quieras y echarlo al carrito. ¿Adivina cuándo vuelves a tu frecuencia de parpadeo normal? Exacto, en la caja. Un besote.

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  6. Pues dile a tu churri que de paranoias nada, que el cambio de lugar de los productos está estudiadísimo y se hace para que veas el resto de productos y piques. Además de la colocación e infinitas cosas más...
    Marketing.

    Odio ir a comprar (comida, aclaro). Normalmente va mi chico, y si no puede ser, compramos online. Me ha sorprendido también lo de las 12 veces... menuda organización ufff.

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    1. Sí, es todo estudio de mercado, como le comentaba a Trax en el comentario anterior.

      Ir a comprar comida es un rollo macabeo. La ropa mola mucho más ¿por qué no seremos polillas? Jajaja.

      Un besote.

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  7. Qué ingenua que soy...y yo que creía que las remodelaciones eran para ganar en espacio, luz, y esas cosas...Estoy vendida, vamos, ¡jajajaja! Es como lo de la musiquilla, movidita cuando quieren hacer hueco y lentorra si sólo hay cuatro clientes. A mí el momento Super me mola, no sé por qué, de pequeña destestaba ir a la compra...(algo me habrán metido en alguna bebida para que ahora sea fan del consumismo). Bien pensado, me mola porque adoro cocinar, y mientras me paseo por ahí voy elucubrando los manjares que prepararé, ñam...Besotes!

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    1. Jajaja. Es cierto, lo de la música también se nota un montón. Somos como ratitas en una jaula.

      A lo mejor yo no lo disfruto porque no cocino, no sé... Un besote.

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  8. Me atrapaste con el t'itulo porque es uno de mis cuentos favoritos! Al igual, aunque con retardo, de la gatita con el lazo.... has visto el nuevo look que se ve de lo mas gafapasta?
    A mi, los supermercados me encantan, aunque es verdad que va por pa'ises. Un supermercado en USA es la polla, sinceramente me puedo quedar ahi embobada pasillo tras pasillo...pero bueno, en general, me gusta la experiencia de ir al super...aqui en Irlanda casi todo te viene en bandeja y jam'as encontrar'as en un super una charcuteria donde te hagan las cosas en el momento como en Espa;a... por supuesto, la celebre y extrana medida de cuarto y mitad, aqui no se usa. Un beso.

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    1. Es que el cuarto y mitad creo que sólo se usa en España. Medida extraña donde las haya...

      Lo del nuevo look me ha dejado descolocada... No sé muy bien a cuál te refieres.

      Yo detesto los supermercados de USA (bueno, los de USA y todos en general).

      Un besote!!!

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  9. Holaaaaa... me ha encantado tu entrada de hoy. En mi caso cuando voy al super, me desespero cuando me hija de 04 añitos, me pide todo lo que ve, porque no me deja comprar, de todas formas, siempre termino comprándole alguna golosina y tengo que subirla al carrito, porque sino es capaz de llevarse todas las golosinas y juguetes que encuentre.
    Me fascinó lo del Euromillón, espero que sea así y prontito, ja,ja,ja.
    Te dejo un abrazote desde mi Perú. Gracias por tu visita de hoy, me estoy recuperando del susto.

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    1. Yo de pequeña era igual. No sólo con cuatro años. Bueno, ahora que lo pienso, sigo siendo caprichosa hasta hoy así que mejor me callo... Jajaja.

      El Euromillón me va a tocar. Es un hecho. Ya me dirás qué quieres que te regale.

      Un besote y me alegro de que vaya pasando el mal trago.

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