En mi empresa hay, digamos, ciertos problemas de logística.
Concretamente, los ordenadores que usamos no son
suficientemente potentes para los programas que tenemos que usar. El mío, en
concreto, ya ha muerto tres veces. La tercera fue tan estrepitosa que pensé que
había perdido todo para siempre. Una noche, cuando cierro los programas para
irme a mi casa, me empezaron a saltar un montón de ventanitas con mensajes
ininteligibles. Yo, muerta de miedo, pensando que aquello iba a explotar. Con
un compañero pensamos que era un virus que había entrado en la red (que de eso
también hemos tenido). Cuando llegó al día siguiente uno de mis jefes (el jefe
de mi jefa, para que se entienda) estaba mi compañera de la mañana esperándolo
como agua de mayo, sin poder trabajar porque aquello no arrancaba ni a la de
tres. Como yo soy buena compañera, le había dejado un post-it informándole del
incidente y de nuestra sospecha del virus. Total, que nuestro jefe se pone a
trastear y dice “Qué virus de red ni qué niño muerto. Se le ha partido el disco
duro”. Estupendo, maravilloso. Yo ya me imaginaba mi trabajo de seis años
flotando en el limbo (eso del backup en mi empresa no se estila, somos unos
valientes). Contra todo pronóstico, consiguió arreglarlo y yo respiré aliviada.
Dado que, al parecer, abrir los ordenadores de mi empresa es
un pestiño, mi jefe lo dejó abierto, por si acaso. Utiliza esta misma técnica
cada vez que se escacharra un ordenador, así que puedes evaluar rápidamente las
bajas sufridas en los equipos en base a los que se encuentran abiertos,
enseñando las tripas sin ningún tipo de pudor.
Ayer bajé a fumar con unos compañeros y, cuando me acerqué
a su pasillo, vi que uno de los monitores había sido sustituido por una cosa
diminuta (no puedo imaginarme el escozor de ojos que tiene que dar mirar eso
durante ocho horas) y comenté “Ay, qué monitor tan chiquitito!!!”. Mi compañero
se troncha y me dice “Pues no veas, por la resolución que tiene, se apelotonan
todas las letras y, aparte, cuando hay que seleccionar según qué opciones en el
programa que usamos, hay que pulsar tabulador más espacio más…” (aquí ya me
perdí, me estaban doliendo los dedos de imaginarme la contorsión manual).
Ahí fue cuando comencé a pensar hasta dónde llegaría el afán
de nuestros empleadores por ahorrar en material informático. En cualquier
momento nos van a poner a currar con un Spectrum (Cian, rojo, verde,
magenta!!!). Dos horas de trabajo íbamos a perder todos los días en cargar los
programas. Ya me imagino la escena:
- Álter, ¿qué haces, que no trabajas?
- Estoy cargando el programa.
(Piiii, piiii, pi pi pi, piiii)
- Pues a estas alturas ya debería funcionar, hijita.
- Ay, calla, que es que he puesto un cassette de Chenoa…
El ordenador que tengo en el trabajo va a pedales, si te sirve de consuelo :(
ResponderEliminarMal de muchos, consuelo de tontos, dicen... Un besote!!!
EliminarPues yo he comprado una time capsule que salva vidas!
ResponderEliminarSí, estoy yo para invertir en implementos informáticos para la empresa, en eso estaba yo pensando, jajaja. Un besote.
EliminarEs un gusto leerte, saludos.
ResponderEliminarGracias, Boris. Un besote.
Eliminarpor ahorrar que no queden y con lo negreros que son los jefes no hace falta decir mas, nada tu sigue escuchando a la chenoa a ver si se te hace mas llevadero el curro
ResponderEliminarJajajaja. Nada, qué le vamos a hacer. Paciencia. Un besote.
EliminarJajajajaja madre mia! Que horror! Pideles un mac! Jajajaja
ResponderEliminarGracias a ti me descojono(siento ser tan fina pero esa es la palabra) todos los dias
Besos
Pues me alegro!!! Ya tengo cumplido mi compromiso con la sociedad. Jajaja. Un besote.
EliminarPiensa una cosa, no en todos los trabajos puede haber cambios de tecnología todos los meses como en el gobierno si no.. que arruíne! Aunque tu empresa podía ponerse a pedir las sobras de allí cuando hagan actualización, seguro que os cae algo. Un besoo
ResponderEliminarNo, si eso lo sé. Pero pedir por lo menos que funcionen como deberían creo que tampoco es tanto pedir ¿o sí? Me ha gustado la idea de recoger los desechos. Lo tendremos en cuenta. Jajajaja. Un besote.
ResponderEliminarMenos mal que al menos vais tirando de apaños, que no serán los más cómodos pero bueno, funcionan... jajaja. Besoteeees
ResponderEliminarSí, funcionar, funcionan. Hasta que un día dejen de funcionar y verás qué risa... Un besote.
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