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domingo, 4 de marzo de 2012

Patas arriba

¿Nunca os ha dado por preguntaros por qué no vivimos cabeza abajo? Ah, no, que vosotros sois normales. Yo sí me lo he preguntado y estas son mis conclusiones, que estoy segura que os van a aclarar mucho el panorama y veréis la vida con otra perspectiva a partir de hoy.

¿Qué pasaría si viviésemos cabeza abajo?:

1- Habría que coser los bolsillos al revés. En caso contrario, todo se nos caería y no habría forma de recuperarlo porque caería hacia el cielo.

2- Como consecuencia del punto 1, volar en avión sería un peligro mortal porque los pilotos tendrían que andar esquivando monedas, llaves, sonajeros y mil cosas más. El espacio aéreo estaría aún más contaminado de lo que ya está.

3- Habría que tenerlos muy bien puestos para usar una falda acampanada. O eso, o lencería muy cara que nos apetezca lucir.

4- Llevaríamos siempre los pelos como si nos acabaran de dar un susto o como si nos hubiésemos quedado estancados en la etapa punky de los 80.

5- La sangre se nos bajaría a la cabeza y andaríamos todo el día colorados, como si nos fuera a dar un soponcio o estuviésemos muertos de vergüenza.

6- La ventaja que le veo es que, todo aquello que la gravedad se empeña en hacer que se nos baje, nos subiría y nos sentiríamos super jóvenes y lozanas.

7- Los toboganes serían el nuevo bungee-jumping .

8 – El bungee jumping sería la nueva tirolina.

9 – La tirolina perdería toda la gracia.

10- Caerse supondría precipitarse al vacío.

Nota: Partimos del supuesto de que el campo gravitacional se mantendría como hasta ahora y caminaríamos por el techo o calles puestas al revés simplemente porque estaríamos dotados de ventosas en los pies. Echadle un poco de imaginación, que este no es un blog científico y, si nos ponemos rigurosos, la entrada pierde todo su encanto surrealista. 

16 comentarios:

  1. A mí ya me duele la cabeza caminando al derecho, como para hacerlo cabeza abajo, ¡me moriría! xD

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    1. Jajaja. Tranquila que no creo que vaya a suceder. El alcalde no me acepta el proyecto... Besos.

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  2. Ja,ja,ja... muy divertida nota. Te comento que mi hijita mayor, ahora de 16 años, nació de pies, y tenía el cordón umbilical enredado en su cuellito, fue un parto algo difícil, pues venir de pie, era complicado.
    Sería chévere que aunque sea sólo por un día, viviéramos esa experiencia, así el mundo sentiría que los problemas, deberían caerse hasta el fondo de las profundidades y que en la vida para todo hay solución.

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    1. Uf, no lo había pensado de una manera tan filosófica. Era solo un delirio momentáneo. Jajaja. Besitos.

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  3. jeje, pues supongo que las monedas seguirían cayendo al suelo, ¿no?, pero seguro que las veríamos antes, con los ojos más cerca del suelo...uy, y las cacas de los perros también....pues no, para andar los pies en el suelo oiga.

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    1. Es que seguiríamos teniendo los pies en el suelo. Abajo habría cielo. Es difícil imaginárselo sin ser yo, lo sé. Jajaja.

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  4. Pues mira, no lo había pensado nunca, pero tendría su gracia, y como habría que coserse los bolsillos para que no se cayera nada, imagino que las cosas que hay por los suelos también caerían al cielo ¿no? entonces no habría cacas de perro en las calles ¡¡¡bieeeeeeen!!!
    Oye ¿y qué pasaría con el agua de fregar?mmmm piensalo y me cuentas. Besos.

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  5. Lo del agua de fregar sería una historia. Supongo que habría que limpiar con agua a presión y un cepillo. No sé, me pones en un dilema... Besos.

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  6. ...y yo que creía que a veces iba de cabeza.
    :)

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  7. Jajajajaja! Pues mira, yo lo pensaba de pequeña, cuando alguien mencionaba la gente de las antípodas, me los imaginaba cabeza abajo, caminando dicharacheramente, y me preguntaba: "¿Cómo es que no se caen?". Ahora ya tengo la solución: ventosas. Jajaja! Besos!

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    1. Sí, yo es que no he madurado. Jajaja. Aunque, ahora que lo pienso, yo viví en el hemisferio sur mucho tiempo y no llevaba ventosas, asi que la explicación debe ser otra... Jajaja.

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  8. Yo sigo de pie, pero el mundo está boca abajo.

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  9. Los domingos te sientan fatal, nena!
    Yo moriría de las jaquecas producidas por la acumulación de sangre en mi cabeza, así que no lo veo, jajaj.
    Un besito.

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    1. Es lo que hace el aburrimiento de los domingos. Mi cabeza va por donde quiere, la pobre... Besotes.

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