Seguro recordáis, porque sois personas memoriosas, esto que
os contaba. Lo malo es que a mí siempre se me riza el rizo y no escarmiento con
eso de que siempre hay un peor.
La cosa sucedió así.
Anoche, cuando salí del trabajo, me monté como cada noche en
el Cercanías para volver a mi casita. Suelo buscar sentarme donde no esté sola
pero donde no haya gente rara (por lo miedoseta que soy). El problema es que
tendría que ser más específica cuando busco gente “no rara”.
Elegí sentarme en las inmediaciones de un señor con maleta
que parecía bastante normal y un chico trajeado con pinta de comercial de
aspiradoras. Generalmente, huyo de los comerciales pero, oye, yo también he sido
comercial de cosas de lo más extravagantes y soy norm… Bueno, que me senté por
ahí cerca.
Con el señor con maleta acerté (al menos en lo que a
comportamiento en un tren de cercanías se refiere, habría que ver cómo se
desenvuelve en su vida cotidiana).
El comercial de aspiradoras ya era otro cantar, y nunca
mejor dicho.
Las comisiones de las aspiradoras no debían haberle llegado
para comprarse un móvil high technology para deleitar al resto de viajeros con
su selección musical pero, lo que le faltaba en comisiones, lo compensaba con
ingenio. Llevaba puestos los auriculares del MP3, sí, pero eso no iba a ser
impedimento para dar a conocer al mundo entero su excelente gusto en lo que a
materia musical se refería.
El muchacho se puso a cantar (o eso creo) a grito pelado una
canción que hablaba de gente que moría todos los días. Ruego a quien haya que
rogarle que la melodía no fuese como él la interpretaba porque, de serlo,
aquella masacre no merecía alcanzar la categoría de canción. No sé si la tenía
puesta en modo bucle o que la cancioncilla era más larga que un día sin pan
porque aquella tortura no tenía fin.
De repente, se calló y preguntó, en voz igualmente alta,
destripando al mismo tiempo el rico idioma de Garcilaso “¿Ka pasao?”.
Yo no cabía en mí de gozo. Se le había roto. Se le había
roto!!! Mis rezos habían surtido efecto. Prometí ser mejor persona a partir de ese
momento.
Mi promesa duró menos que una promesa electoral porque, a
los dos minutos, se ve que consiguió poner nuevamente en marcha el aparatejo y
la gente siguió muriendo cada día.
Me pregunto si morían porque se les reventaban los tímpanos.
jo, qué pánico ¿no? no sólo por la canción si no por el tipo en sí...Si hubiera estado yo me cambio de vagón :{
ResponderEliminarLo pensé pero a saber qué me encontraba en otro vagón. Esas horas son muy malas!!! Besotes.
EliminarJajajaja, poco ojo clínico tuviste eligiendo al enchaquetado!! xD
ResponderEliminarPues sí, me falló el instinto!!! Un besote.
EliminarDios, qué horror. Hay que tener los huevos cuadrados para ponerse a darle el coñazo a la peña cantando en alto, y encima mentando calamidades.
ResponderEliminarJajajaja. Ya te digo. Estos comerciales de aspiradoras... Un besote.
EliminarPara raro yo que no tengo ni móvil; y por más cosas también.
ResponderEliminarUn beso.
Si no das la lata en el cercanías, te elegiría sin dudarlo como compañero de vagón. Un besín.
EliminarLa gente no tiene vergüenza???? O es que yo tengo mucha??? Alucino...
ResponderEliminarLos comerciales de aspiradoras, no. Están hechos a todo.
EliminarYo siempre he sido muy artista pero a mí que me pongan mi escenario, mi vestuario, mis luces... Vamos, lo que necesitamos las divas para brillar. El vagón del cercanías no es el mejor marco para un espectáculo.
Un besote.
Lo mismo con el ruido de las aspiradoras se ha quedao pelín sordo y por eso gritaba tanto (eso, o que no se había tomado la medicación, a saber...jajaja) El próximo día ponte al lado de un chulazo, que lo mismo también está loco pero por lo menos te recrearás la vista :D
ResponderEliminarBesos!
Este no te creas que era feo... Pena esa vocación frustrada de cantante. Jajaja. Un besote.
Eliminarjajaj, me parto con el comercial de aspiradora!! No tuviste ojo esta vez! Pero os leo, y la de historias que salen del transporte público!
ResponderEliminarBesitos.
Uy, no lo sabes tú bien. Un besote, guapa!!!
EliminarPues hoy he ido a sellar el paro y me ha pasado algo parecido, estaba en la cola esperando para entregar el papel y había muchisima gente, cuando justo al lado de mi oreja escucho un estruendo muy heavy y me veo a un tío con un transistor (lo juro, con su antena y todo) pegado a la oreja... se vé que no le llega el presupuesto para los auriculares enormes que se ha echo con élsolo, el más cool jajajajaja.
ResponderEliminarAunque como todo en esta vida es muy relativo confieso que mi abuelo es uno de los que van con el transistor pegado a la oreja, pero el pobre tiene 87 años, creo que está en todo su derecho de hacer el ridículo, ah! y su hermano sí que lleva auriculares con la mini radio jejejeje.
Besos.
¿Todavía existen los transistores? Yo pensaba que eso ya era una pieza de museo... jajaja.
EliminarY tienes razón, a los abuelos se les perdona todo. Un besote.
Pues hoy he ido a sellar el paro y me ha pasado algo parecido, estaba en la cola esperando para entregar el papel y había muchisima gente, cuando justo al lado de mi oreja escucho un estruendo muy heavy y me veo a un tío con un transistor (lo juro, con su antena y todo) pegado a la oreja... se vé que no le llega el presupuesto para los auriculares enormes que se ha echo con élsolo, el más cool jajajajaja.
ResponderEliminarAunque como todo en esta vida es muy relativo confieso que mi abuelo es uno de los que van con el transistor pegado a la oreja, pero el pobre tiene 87 años, creo que está en todo su derecho de hacer el ridículo, ah! y su hermano sí que lleva auriculares con la mini radio jejejeje.
Besos.
Mira, dos veces. Si es que eres de un vehemente... jajaja
EliminarPero donde se mete esa gente tan simpática?? :( Aquí vas en el autobus o te mueres de aburrimiento o te mueres de las ganas de meterles de ostias a la mitad del autobus jaja Jo de verdad que suerte.. por lo menos vas entretenida y una cosa no tiene que ver con la otra seguramente era muy buena gente jajaja
ResponderEliminarSí, tengo una suerte loca. Qué ser tan afortunado soy, tralalalala. Jajaja.
EliminarNo, si buena gente sería el muchacho pero si piensa abandonar las aspiradoras por el canto, le aconsejaría que se lo piense bien. Un besote.
Ja,ja,ja... qué divertida anécdota. Me he divertido mucho, tus rezos surtieron efecto, me imagino tus oídos.
ResponderEliminarUn abrazote!
Me alegro de que te haya gustado pero no, por lo visto no surtieron efecto, jajaja. Un beso.
EliminarYo cuando me encuentro este tipo de especímenes lanzo mi conocida mirada "alucino contigo, tío!", pero, o no la tengo bien perfilada, o los sujetos en cuestión son inmunes a ella...Besotes!
ResponderEliminarYo es que no miro a nadie, no vaya a ser que sea un psicópata o algo, lo que no me sorprendería dado la canción tan alegre que cantaba y la falta absoluta de remordimientos al atronar los oídos de los demás... Besos.
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