El mayor problema que tengo al escribir entradas, no
es la entrada en sí. Es el título.
Yo me pienso mi temática y empiezo a desarrollarla con
primor hasta que el post alcanza la longitud deseada. Soy muy metódica e
intento siempre que las entradas tengan una extensión medianamente homogénea
para que no sean tan largos que aburran ni tan cortos que decepcionen.
Una vez que he terminado de desarrollar, releo. Dos
veces. No sea cosa que en la primera relectura se me haya pasado por alto
alguna vurrada burrada.
En cuanto quedo satisfecha con el resultado (o en
cuanto veo que eso ya no tiene más arreglo posible), llega el momento de
publicar la entrada.
Y ahí es donde empieza mi mayor dilema. Tengo que
titularla.
Puedo llegar a pasar más tiempo pensando el título que
planteándome la temática o desarrollando la misma. Tiene que ser un título
ingenioso pero descriptivo. Descriptivo pero no obvio. No obvio pero no
rebuscado. No rebuscado pero no simplón. No simplón pero no… y así hasta el
infinito.
A veces lo resuelvo releyendo una tercera vez y dando
con una frase que me gustaría destacar. En ese momento ya respiro tranquila y
publico. Pero ¿qué pasa si no encuentro ninguna frase digna de mención? Pues
ahí ya hiperventilo, me dan ataques. Pienso que jamás podré publicar la entrada
sólo porque no tiene nombre. Será una entrada sin nombre, expósita,
desamparada. Andará vagando en el limbo de las entradas por toda la eternidad,
esperando a que alguien se apiade de su alma y la bautice para no tener que
aparecer en el purgatorio de los posts.
Y, claro, yo me siento mal. ¿Qué paridora de posts
desnaturalizada sería yo si permitiese que mis criaturas acabasen en el
purgatorio? Así que pienso y pienso y pienso. Me devano los sesos. Me
deshidrato, me desespero, lloro, me da la risa histérica, le echo la culpa a
los gatos… No rompo a cabezazos mi portátil rosa super fashion horterísima de
la muerte que me tiene loquita de amor porque todavía lo estoy pagando. Por lo
demás, todo vale.
El método catártico debe tener ciertas repercusiones o
la musa se cansa de escuchar mis lamentos (o directamente teme por su vida) porque, al final, algo viene a estas pocas neuronas que me van quedando tras
tantos años de televisión. Al principio, es como una hilacha de pensamiento.
Pero la hilacha me gusta y empiezo a barajar posibilidades con ella. Le doy
vueltas, la miro, la remiro, la junto con otra hilacha, hago un nudito y,
voilà, tengo título.
Es difícil expresar ese momento de satisfacción suprema.
El bautismo ha costado más que el parto pero ha valido la pena el esfuerzo.
Y ahí, queda mi post, listo para ser publicado, tras
haber sudado sangre y derramado lágrimas de hiel. En qué horita dije yo “Voy a
abrir un blog, que me gusta mucho escribir y seguro que me relaja…” Ja! Digo
ahora. Si no fuera por vosotros que me leéis y le dais sentido a este calvario…
Porque, si algo tengo claro, es que escribo para vosotros (llamadlo afán de
protagonismo o altruismo puro y duro, lo que más os pegue) pero, si escribiera
para mí, lo guardaría en el disco duro y no me andaría preocupando por la
frecuencia, la métrica, el título… Por la temática, como habréis podido
comprobar, me preocupo más bien poco.
Cualquier chorrada es buena.
Puedes hacer como yo con algunas novelas que escribí y luego destruí: poner títulos no relacionados.
ResponderEliminarÓ sino, para llamar la atención: "Voy a enseñar una teta", "Mi primera vez", etc xD
Yo no puedo amenazar con que voy a enseñar una teta. Gasto una 34A. ¿A quién le va a interesar eso? Jajaja. Lo del título no relacionado me está gustando... Besos.
EliminarCualquier chorrada es buena, pero hay que encontrar la chorrada. Mira que a veces me salen antes los títulos que los textos... Pero cuando se atraviesan duele, duele mucho.. Besos guapa!
ResponderEliminarPues a mí a veces me cuesta también la chorrada pero el título nunca, y con "nunca" quiero decir "nunca", sale antes. Besotes.
EliminarAyyyy por Dios!!!!. Como no te voy a seguir si llenaste mi rostro con mas de una sonrisa :D.
ResponderEliminarAhaha a mi me cuesta mucho también titular mis entradas. Hasta me doy por vencida. Ahahaha también pienso ah no quiero ser tan obvia ahahah y esas cosas. Me encanto. un abrazo.
Bienvenida Xiom!!! Gracias por tus palabras. Y tienes toda la razón, titular es un infierno... Un besote.
Eliminarjeje En parte te entiendo... Aunque yo muchas veces hago al contrario. Desarrollo una entrada a partir de un título... =)
ResponderEliminarEso lo hace mucha gente y me da una envidia asquerosa... Besotes.
Eliminarjajaj estoy de acuerdo, hay que preocuparse por los titulos pero es dificil dar con el adecuado, yo soy malisima en eso!!! Te leo a veces, me gusta tu blog y por aqui seguire :) Besitos
ResponderEliminarYo no sé si soy mala o buena, lo único que sé es que me cuesta un triunfo!! Jajaja. Bienvenida serás cuando quieras pasar, Rocío!! Un besito.
EliminarA mi es lo que más me cuesta!!
ResponderEliminarA veces salen solos y desarrollo en función del título. Pero otras veces, ay! pienso y pienso y nada...
Alguna entrada incluso ha ido sin título.
Pero te seguiremos leyendo, jajaja
Besitos
Vale, gracias. Me congratula ver que me leeréis aunque mis títulos no estén siempre a la altura de las circunstancias... Besotes y suerte mañana!!!
EliminarComo me gusta tu blog!
ResponderEliminarEl título es difícil la verdad! Yo tengo muchas entradas en mente y por falta de tiempo y título nunca las publico!
Un besito, Olivia
Hola, Olivia, bienvenida!!! Qué bien que te guste mi blog. Me encanta que me regalen el oído (o el ojo, dadas las circunstancias), jajaja.
EliminarYo no puedo tener las entradas en mente. Como mucho un día pero, si no la escribo pronto, es como que se me desmadeja. Normalmente, según me vienen a la cabeza, las escupo. Luego ya les pensaré el título y las programaré para otro momento. Ahora me paso a conocerte. Un besito.
Pues yo además del drama del título, tengo el de las etiquetas. Tengo el blog peor etiquetado del mundo entero. Qué estresante es esto de tener un blog.
ResponderEliminarSí, lo de las etiquetas es un tema, también. Por eso yo intento tener más bien pocas, para no marear mucho la perdiz. El problema es que, a veces, ninguna de las etiquetas existentes sirven para lo que has escrito y, por narices, tienes que crear una nueva etiqueta que a lo mejor no vuelves a usar en la vida. Un beso.
EliminarJajaja, a mi tb me cuesta poner título a veces... Besos
ResponderEliminarEs una lucha constante. Besos.
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