Estoy escribiendo esto a la 1:37 de la mañana. Siempre
escribo más o menos a esta hora porque es cuando el churri ya se ha ido a dormir y me inspiro con la soledad y el silencio de
la noche. Soy así de gótica.
Sí, me habéis pillado. Programo las entradas para que se
publiquen siempre a la misma hora (21:30), de esta manera, se publican a una
hora decente para la gente normal y la frecuencia de publicación es siempre la
misma. Es que soy muy organizada para todo, no lo puedo evitar.
Pero bueno, no vengo hoy a hablar de mi organización. Eso lo
puedo dejar para otro post porque telita conmigo. El asunto es que, según
termine de escribir hoy, tengo que ponerme a planchar una camisa para que mi
churri vaya mañana decente a trabajar.
Mis días de lavadora son los miércoles y los sábados. Los de
plancha, los jueves y los domingos. Esos son mis días y son impepinables
(porque soy muy organizada). Entonces, yo me pregunto, si la frecuencia de
lavado y planchado es siempre la misma ¿por qué la frecuencia de uso de la ropa
no lo es? ¿Cómo puede ser, un suponer, que si he puesto la lavadora el
miércoles, el sábado me encuentre con cinco camisas del churri para lavar? No
me cierran los números, y eso que trabajo con ellos a diario. Me lío a hacer
tablas de Excel intentando cuadrar las cuentas de ropa usada – (ropa lavada + ropa
planchada) = ropa disponible pero oye, que descuadra por todos lados. ¿La ropa
desaparece sin previo aviso? ¿Se van las camisas de juerga a ligar con
pantalones y el sábado aparecen baldadas y de empalme en el cesto de la ropa
sucia? ¿Hay una dimensión paralela para la vestimenta? ¿Tengo un portal dimensional
o un agujero negro en la alacena?
Las más feministas me podréis decir que, si tanto necesita
la camisa, que se la planche él pero es que me ha dado penita. El pobre se
levanta super pronto y, por la noche, en vez de irse prontito a dormir, baja al
Metro a buscarme (porque soy una miedosa, de esto ya he hablado algo pero algún
día quizás amplíe el tema) y luego me hace la cena. También he de reconocer que
hoy con la cena me ha timado un poco. Plato precocinado para calentar en
microondas. Una camisa planchada vale mucho más pero en fin, diremos que lo
hago por amor y porque, el sólo hecho de meterme en la cocina, aunque más no
sea para calentarme algo al microondas, me da una pereza tremenda. Prefiero
planchar toda la ropa del mundo antes que ponerme a cocinar. Cuando vivía sola
lo llevaba fatal. Terminaba comiendo siempre cualquier guarrería con tal de
pasar el menor tiempo posible en ese averno. Las compañías de congelados me
hicieron accionista y todo. Lo más triste es que, realmente, no se me da mal.
Las cuatro chorradas (medianamente elaboradas, me refiero, que un huevo lo fríe
cualquiera) que sé cocinar me salen de rechupete. Pero sólo cocino en ocasiones muy contadas y
cuando tengo tiempo, mucho antojo y buen humor para ello; tres variables que
sólo coinciden cuando se alinean Júpiter y Saturno.
Bueno, os voy dejando que tengo que ponerme a planchar la
camisita. Mira, con la tontería he escrito una entrada enterita sin haber
contado nada ¿a que molo?
Yo prefiero morir antes que fregar los platos.
ResponderEliminarLos platos tampoco son santo de mi devoción pero los prefiero a cocinar. Besos.
EliminarOrganizada si que se te ve, puede que casi roces la perfección en cuanto a organización se refiere; pero para ser veraz del todo tendrías que decirnos cuantos calcetines tienes sin su pareja. Aquí es donde se ve la perfección total.Decir no tiene que un servidor desde hace mucho los lleva de igual color,pero de diferente marca. ¡Maniático que es uno!
ResponderEliminarPues la respuesta a tu pregunta, por increíble que parezca es... Ninguno!!! Aunque mentiría si dijese que alguna vez no se me ha perdido algún calcetín por ahí. Reaparecen en el próximo lavado y se reencuentran felizmente con su compañero.
EliminarPor lo de los tuyos, no te preocupes, si son del mismo color, nadie se fija. Un beso.
A ver, te propongo un trato. Contratamos un servicio de mensajería, yo te mando ropa para planchar y a cambio te lo pago con tuppers de comida rica, variada y casera cocinada por mi, te hace?? Yo aborrezco planchar, y adoro cocinar, podríamos haber sido buenas compañeras de piso!! jejeje
ResponderEliminarNo me lo digas dos veces que hacemos negocio pero ya!!!!
EliminarSi alguna vez el churri me deja, me planteo lo de compartir piso contigo. Besotes.
Las camisas de tu churri deben quedar con las de mi limón, porque en mi casa pasa lo mismo. Lo único que las nuestras deben pasarse de la raya, y no son capaces de llegar al cesto de la ropa sucia. Las pobres se quedan a pasar la resaca en cualquier rincón que encuentren, aunque sus preferidos son al lado de la ducha o frente a la puerta de la cocina. También he encontrado alguna haciéndose la sueca, metida en el cesto de la plancha (No quiero pensar como llegó hasta allí) Y mira que llevan años, eh, pero no aprenden. Criaturicas.
ResponderEliminarA ver, que no he especificado quién las lleva al cesto de la ropa sucia. No suele ser el churri. Jajaja. Besotes.
EliminarMe alucina lo de los post programados, porque yo prácticamente los vomito, tengo que soltarlos en cuanto escribo. Creo que solo lo he hecho un par de veces, y estando aquí en Egipto, porque no me daba tiempo.
ResponderEliminarLo de planchar la camisa, pues hija, si tu churri es un cielo me parece guay. Que ni feminismo ni leches, si quieres a alguien haces cosas por el.
Lo de la ropa sucia... sin comentarios, la culpable es la prima segunda de Murphy, preguntaré cuando la vea. Besos!
Programo los posts más que nada porque publicar a las horas intempestivas en que me siento a escribir, me parece un poco raro... Aparte, así hay un post cada 24 horas exactas. Rozo lo enfermizo, lo sé.
EliminarY, por favor, pregúntale a la prima de Murphy. Desvélame este misterio!!!!
¡sí que molas!
ResponderEliminary para que te cuadren los números. Un tío prefiere meter una camisa que se ha puesto media hora y que puede volver a usar en la cesta de la ropa sucia antes que molestarse en colgarla en una percha....ya te digo
Mi churri no hace eso. Así que esa no es la respuesta correcta. Sigue participando!!! Jajaja. Besos.
EliminarMadre mía, eres organizadísima!!
ResponderEliminarYo detesto planchar, lo odio, no puedo!! Por suerte tengo a alguien que me echa una mano en casa (bueno, una mano no, las dos, pero a cambio de pasta...)
El misterio de la ropa sucia y la multiplicación de las especies a centrifugar! Creo que en todas casas hay un agujero negro, donde se esconden, para hacernos creer que ya está todo listo y de repente, darte cuenta que no, que todavía aparecen más y más camisas!!
Buen finde guapa!!
O sea que tú secundas lo del agujero negro. Se lo comentaré a Stephen Hawking, a ver qué me dice. Besos!!!
EliminarYo también me ofrezco a mandarte tuppers de comida casera, aunque en mi caso las camisas se las plancha el futuro, porque me harté de que las planchaba, las colgaba en el armario y luego iba al tendedero y se ponía la primera que pillaba... así que ahí está la mesa de plancha que me regaló mi madre, la he usado 2 veces en un año y medio...
ResponderEliminarAh! y las de mi futuro también se pierden en el camino al cesto de la ropa sucia...
Besos!!!
Uy, cuántas ofertas de tuppers recibo. Me voy a hinchar a comer!!! Jajaja. Me alegra saber que no soy la única a la que le desaparece la ropa en una dimensión desconocida. Besotes.
EliminarMolas mazo, jajajaja! Y por amor una hace eso y el pino puente si hace falta. Yo soy todo lo contrario en cuando a intendencia doméstica. No planacho casi nunca (no exagero si digo que dos veces al año si Mr. X necesita alguna camisa para un bodorrio o similar). Y adoro cocinar, lo que sea y cuando sea. Me pirra. Y lavadoras...Pues con Mr. X, Peque y los churumbeles de Mr. X a findes alternos, salgo a lavadora diaria más o menos...
ResponderEliminarBesos!
Ufff!!! Madre mía. Lavadora diaria... Eso implicaría plancha diaria y la ropa se reproduciría exponencialmente. No quiero ni pensarlo. Besos.
EliminarMadredelamor,yo confieso que también programo compulsivamente, pero doce horas después que tú. Y además, con el mismo orden temático aunque supongo que nadie se ha dado cuenta. Lunes "diccionario", martes y jueves "viñeta", viernes "saturday morning plan" y miércoles... tema libre: la vida del gremlin o similar.
ResponderEliminarPa que veas, las hay más maniáticas aún.
Yo sí me había dado cuenta. Entre nosotras nos entendemos. Besos.
EliminarMe encanta cómo os habéis organizado para convivir. Yo tengo ganas d irme a vivir con mi chico y hablamos sobre cómo será y tal. Sé q la convivencia es durilla y muchas parejas se rompen por no conseguir llegar a acuerdos y me rallo con el tema. A mí tampoco me gusta cocinar, no tengo paciencia pa eso, prefiero limpiar y ordenar trastos, que ya es, incluso me gusta hacer la compra. Pero mi novio me dijo que le gustaría que yo aprendiera a cocinar y no entiendo para qué, si él cocina de maravilla! No le convence la idea de que él se ocupe de la cocina y yo de lo demás. Incluso me parece que estoy siendo demasiado generosa con mi oferta.
ResponderEliminarPues a mí sí me parece una oferta generosa. De hecho, si hago cuentas, yo hago más tareas de la casa que el churri pero con tal de librarme de cocinar me vale la pena. Tendréis que hacer una lista con lo que más os gusta a cada uno y las tareas que no soportáis y repartir las tareas a partir de ahí. Espero que no coincidáis demasiado en los gustos de tareas domésticas... Besotes!!!
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