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lunes, 13 de febrero de 2012

Nueve dedos y medio

No, no es un remake de la película erótico-festiva por excelencia de la década de los 80. Mi gato Luhay, que es un cachondo, ha optado por dejarme lisiada.

Ya comenté aquí que mi Gordi es muy bruto. Cuando quiere que le hagan caso, se pone insoportable. Te lanza mordiscos, arañazos y te mira amenazante. Como pesa mucho y tiene mucha fuerza, hace daño.

Estaba mi churri en la habitación del ordenador jugando al ídem y el Gordi andaba por ahí, fastidiando. A mi churri se le hincharon las narices y lo echó de la habitación, cerrando la puerta tras de sí. A él esto le importó más bien poco porque aún le quedaba otra víctima humana sobre la que descargar sus iras. Servidora.

Entra como quien no quiere la cosa en el salón, donde estaba yo con mi portátil rosa-super fashion-horterísima de la muerte que me tiene loquita de amor, se sube a la mesa y empieza con sus habituales artimañas de mordiscos y zarpazos (medianamente suaves para lo que puede llegar a hacer).

Me enfado, lo miro con cara de malas pulgas y le digo “Gordi, baja de la mesa o te echo fuera”. Se baja de la mesa. Yo me congratulo en vista de mis altas dotes de mando. Sibilinamente, la rodea y se coloca junto a mis pies, desde donde me mira aguardando el momento de atacar.

El momento llega. Y ataca. Lanzando sus zarpas contra una de mis indefensas piernecitas. Me pongo de pie demostrando mi superioridad y le digo “Pues te vas fuera”. Ja. Que me he creído yo eso. Se parapeta debajo de la mesa semi - oculto tras una silla (digo “semi” porque, dado su tamaño de gran felino, nunca consigue esconderse del todo).

A todo esto, mientras está él, digamos escondido, y yo convertida en Medusa, pasa desprevenido mi pobrecito Forlán y se lleva un bocado en una pata sin comerlo ni beberlo.

Aparto la silla, desbordando recursos y me dedico a intentar cogerlo escondiendo las manos en las mangas del jersey. Es evidente que, con las manos metidas en el jersey poco voy a conseguir coger así que opto por distraerlo con una mano oculta en jersey y, cuando la ataca con las pupilas dilatadas, pillarlo con la otra mano desnuda.

Es un truco que me suele funcionar pero esta vez debe ser que andaba yo baja de azúcar porque me pilló la cubierta y la desnuda, concretamente clavando su zarpa debajo de la uña de mi índice derecho, que comenzó a sangrar ipso-facto.

Mi aullido de dolor y mi insulto en uruguayo (yo, cuando me cabreo, insulto en uruguayo. No tengo idea de por qué ya que vivimos en un país con un amplio abanico en lo que a expresiones soeces se refiere pero a mí me sale mi vena charrúa en esos momentos) se deben haber oído en todo el edificio.

Pues ahí no nos hizo falta echarlo. Él solito se fue corriendo al dormitorio y se escondió bajo la cama, como diciendo “Ahora sí que la he liado buena”.

Le sacaré el lado positivo. El ataque de mi Gordi me ha dado para un post enterito. Qué brutito es…

18 comentarios:

  1. jajaja, en estos momentos me siento comprendida... jaja. Tengo un arañazo en el pecho que da auténtico pánico a la gente que lo ve...

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    1. Me arrepiento de haber dicho el otro día que mis gatos eran unos santos comparados con tu Umpitas.
      Yo tengo una cicatriz en un tobillo que me dura desde el verano... Son como heridas de guerra. Madre mía...

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  2. Ains,me vas a perdonar, pero es que a mi los gatos me dan un miedico, que me estaba poniendo en tu lugar y temblaba si hubiera tenido que ser yo la que se enfrentara a Gordi :S

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    1. Bueno, la verdad es que no cualquiera se atreve a enfrentarse a él. El otro es un cielete, jamás araña ni muerde, ni se enfada pero éste tiene mucho carácter y la verdad que hay que echarle valor para hacerle frente.
      Perdonada quedas. Sé que hay mucha gente a quien no le gustan mucho los gatos. Mi hermana entre ellos. Besos.

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  3. Tengo que probar a insultar en uruguayo... seguro que es super relajante!!

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    1. Jajajaja. Un dia de estos te paso una lista de insultos y tacos para todas las ocasiones... Besos.

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  4. Oye, no me malinterpretes, pero yo te veo un poquito masoquista. Te deja lisiadita perdia, que cuando te laves el pelo te vas a acordar de toda su familia y encima dices pobrecito...
    Tu Gordi me recuerda a un gato que tuvo mi tío, era negro gordíiiiisimo y enoooorme, parecía una pantera y el puñetero tenía la costumbre de que como no le cayeras bien te arañaba las piernas a lo bestia o te mordía, a mi madre le hizo sangre en la pierna de un mordisco y llevaba botas altas de piel... que bestiajo!!!

    Besazos.

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    1. Al que le digo "pobrecito" es a Forlán, mi otro gato. Que pasó por allí desprevenido y se llevó un bocado.
      A mí a tanto como hacerme sangre a través de las botas no ha llegado pero sí que dos por tres te manda un zarpazo o un mordisco bien guapo. Gajes del oficio. Besukis.

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  5. Jajaja si es que vivir sin un gato no tiene ninguna gracia xD

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    1. Es verdad, a ver de qué iba a escribir yo si no... Besos.

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  6. JE todavia me acuerdo yo de las pelis de Pajares y Esteso, y eso que tienes en casa en vez de un gato es un mini leon

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    1. Y sin el "mini". Un bruto, un auténtico bruto. Besos.

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  7. Divertida entrada. Me gustó mucho la experiencia de hoy, la registraste con mucha personalidad. Felicitaciones.

    Yo también amo a los gatos y tengo una gatita en casa, que se llama KIMBA.

    Te invito gentilmente a pasar por mi espacio.

    Fue grato estar aquí.

    Te dejo un abrazote desde PERÚ.

    www.nurinotas.com

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    1. Muchas gracias, Nuria!!! Bienvenida. Ya te he dejado un comment en tu blog. Nos leemos. Besitos.

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  8. Yo tengo una cicactriz en el brazo de un mordisco de gato. Estaba intentando demostrar que el gato no mordía (y lo conseguí, pero eso es muy largo de contar). Por suerte Mushu se nos ha quedado en gatito pequeño (1.900kg) y aunque lo intenta, ya no hace tanto daño...

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    1. Forlán pesa 2.500 y la verdad es que rara vez intenta mordisquear un poco cuando juega. Y, cuando lo intenta, no hace ni daño, porque en realidad no es que muerda, más bien te coge la mano con la boca. Besitos.

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  9. Ay, que mi gata es una santa!! Gracias por ayudarme a descubrirlo, jajaj!
    Por cierto, yo quiero una lista de insultos uruguayos!!
    Besitos.

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    1. No tientes a la suerte. El otro día dije lo mismo de los míos leyendo una entrada de Irene y mira...
      A ver si ahora voy a poner de moda insultar en uruguayo!!! Jajaja.

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