Es curioso cómo, cuando hemos puesto mucha ilusión en algo, se nos queda en el subconsciente y luego soñamos con ello.
Un compañero mío llevaba dos semanas dando la barrila diciendo que se quería comprar una consola (no una cualquiera, una en concreto pero como no digo marcas…). Total, que se la compró este fin de semana. Pues anoche soñó que “desaparecía”. No que se la robasen, aunque era lo que él sospechaba en su fuero interno, sino que desaparecía sin más. Iba a su sitio de siempre, y el aparatejo ya no estaba. Había volado del nido.
Cuando abrí este blog (hace ya casi un mes, cómo pasa el tiempo), unos dos días más tarde me dio por soñar que me levantaba por la mañana, encendía mi portátil rosa - súper fashion - horterísima de la muerte que me tiene loquita de amor, y tenía como doscientos seguidores. Así, de la noche a la mañana porque yo lo valgo.
A veces no hace falta que hayas puesto mucha ilusión en algo para que sueñes con algo. Hace un par de noches ya fue la bomba. Soy pija hasta para soñar. A mi mundo onírico le dio por representar una tienda, en la que yo conseguía un polo de estos del cocodrilillo tirado de precio. Tan contenta estaba yo cuando me percato de que es falso, oh! Horror de los horrores y, claro, no me lo llevaba. Me desperté entre muerta de risa, avergonzada de mí misma por soñar semejante banalidad y, al mismo tiempo, sorprendida de que me diera a mí por soñar con el cocodrilillo porque ni tengo ropa con el ídem, ni ansío tenerla. ¿Qué me quiere decir mi subconsciente con esto? Me tiene confusa. ¿Será, acaso, un sueño premonitorio que intenta advertirme de que me van a intentar dar gato por liebre? No creo. Eso lo vivo a diario.
Si es cierto eso de que la vida es sueño, empiezo a comprender por qué siempre siento que a mí me engendró Almodóvar. Esto de vivir en un surrealismo constante no puede ser sano. Acabaré cortándome una oreja, como Van Gogh. Es lo que tenemos los genios, que un día nos aburrimos y decimos “pues me voy cortar una oreja”, o una pierna, o una mano. Lo importante es cortarse algo que venga a pares porque siempre te quedará el consuelo de que aún conservas el/la otro/a. Ya estoy divagando. Creo que la historieta terminó en el párrafo anterior, o quizás este post nunca mereció existir.
Jajaja qué bueno!!!
ResponderEliminarYo esta noche tuve una pesadilla que no recuerdo y me levanté disgustadísima.
Bueno, menos mal que no la recuerdas, entonces... Te mando un beso y me voy a los brazos de Morfeo, que hoy se me ha hecho tardísimo.
EliminarMorfeo es un cabrón, y a mi me las juega MUUUUY frecuentemente. Un amigo mio se parte, porque siempre me dice que es mi subconsciente, que me traiciona, y claro, me tiene calada porque soy tan subnormal que le sigo contando mis sueños.
ResponderEliminarBesos!
Mejor no cuento el que he tenido esta noche. Sólo diré que la trama giraba en torno a una obra de teatro y un bocadillo de jamón. Pero bueno ¿y las risas que nos echamos? Besos.
EliminarVaya tela con los sueños! No te cortes la oreja, chica, que luego vas a ir descompensada y medio sorda!!
ResponderEliminarYo hoy he soñado que salía a ver un desfile con mi gata y dos perritos, y si no se escapa uno, se escapaba el otro!! me he despertao estresáa!!
Un besote.
Uf, qué agobio. Para esta noche te decreto un sueño donde estés en Las Bahamas. Besos.
EliminarUfff, mejor no te cuento mis sueños surealistas... y el futuro lleva tiempo teniendo la misma pesadilla que no sé como atajar porque me meo cada vez que me la cuenta...
ResponderEliminarYo no suelo recordar los sueños, lo que sí que tengo claro es que como me acueste pensando en algo sueño con eso, la ultima vez fue el sabado, que entre mojitos y caipiriñas me aprendí media canción del michel teló y la estuve cantando toda la noche (con un puntazo increible) y todavía nos dura a los dos el síndrome....
Assim você me mata... Jajaja. Creo que nunca me ha dado por cantar dormida pero tiene que ser la caña, eso. Besos.
EliminarJajaajaja me has matado con lo del cocodrilo!! de imitación además... eso es dificilisimo de interpretar.
ResponderEliminarMe encanta tu surrealismo :-)
Pues me alegro que te guste, para eso estamos :)
EliminarYo le sigo dando vueltas a lo del cocodrilo. Hoy me he comprado unas botas. De piel buena, por si acaso las compro malas y luego sueño que me persiguen o algo...
Estate tranquila, mujer, lo de ser un genio no es cortarse una oreja, sino cortársela a otro. Vamos, que Van Gogh no se cortó nada, se la cortó Gauguin.
ResponderEliminarYo te voy a seguir, ¡porque tú lo vales!
Un beso.
Pues muchas gracias!!!! Ahora me paso a conocerte y bienvenido seas.
EliminarLo de Gauguin me ha gustado. Veré qué genio me encuentro por ahí para cortarle algo. Besos.