La cámara hace zoom sobre la fachada de un edificio de
soluciones auditivas. A continuación, nos encontramos en el interior, donde dos
señores rememoran sus años mozos.
Uno de ellos indica que son amigos desde niños y que, cuando
cumplieron 16 años, ambos se compraron la misma moto. El otro acota que la
historia es cierta pero que la suya era más rápida. Noto aquí una gran
inexactitud o, al menos, un uso no adecuado del lenguaje. Si se compraron la
misma moto significa que sólo había una moto y la compartían, por lo que la
moto del Señor 2 no podría ser más rápida que la del Señor 1.
Supongo que la imprecisión lingüística hace en realidad
referencia a que se compraron el mismo modelo de moto. Y si era el mismo modelo
tampoco me entra mucho en la cabeza que una de ellas pueda ser más rápida. Tal vez
la moto del Señor 2 estuviera trucada porque el Señor 2 era un malote (no tiene
mucha pinta de malote pero vete a saber cómo era este hombre a los 16 años;
habría que investigar su pasado).
En fin, seguimos. El Señor 1 dice que, cuando descubrió que
el Señor 2 también tenía un problema de audición, lo acompañó al centro este,
por lo que ahora ambos llevan una solución auditiva. Ojo, que usa el verbo “descubrir”,
lo que quiere decir que hasta el momento nadie había dado aviso de que el pobre
Señor 2 no se enteraba de nada cuando le hablaban. Vamos, que sus hijos y
nietos andarían muertos de risa diciéndole tonterías para comentar entre ellos “¿Ves
cómo no se entera?”. Por ese motivo es que yo conservo a mis amigas de la
infancia. No se puede confiar en nadie más.
Bueno, pues el caso es que el Señor 2 vuelve a confirmar la
historia de Señor 1 pero matizando que la suya es más moderna y se conecta al
móvil. Vamos, que puede escuchar el
Carrusel Deportivo directamente con el aparatejo ese. Desconozco si, al
cumplir años, volvemos a esa costumbre que tienen los niños de competir por
todo o que estos siempre han sido así de cansinos toda la vida.
¿Vamos a acabar así todos? ¿Me acordaré de una muñeca que
tenía a los ocho años y les restregaré a mis amigas que la mía hacía popó? Porque
tenerla, la tenía, así que tendré que reservarme esa baza, por si acaso.
Ante el nuevo ataque de “Puesyomasismo”,
su amigo le palmea la espalda y, acto seguido, interviene una doctora (o no sé
si es doctora; una que se supone que trabaja ahí), diciendo que esta es la
nueva generación, que elige seguir disfrutando de su vida y ya nos cuenta las
bondades de estos centros auditivos y todas esas cosas que ya no tienen gracia.
Creo que los ha interrumpido antes de que se den de leches y
terminen montando ahí la de San Quintín, con lo feo que queda eso en un anuncio.
Hola! He visto el anuncio pero la versión corta, es decir solo cuando comparan los audifonos. La primera vez pensé “en serio se comparan estas cosas?” Ahora veo que la cosa viene de atrás, aunque siga sin entender el que se tenga que comparar todo, jejeje.
ResponderEliminarBesos!
Se ve que han sido así toda la vida, los pobres... Besotes!!!
Eliminaren el lenguaje corriente se te puede escapar decir "la misma moto" entendiendo que te refieres a otra moto del mismo modelo, pero resulta raro en un anuncio cuyo guión se ha preparado cuidadosamente, se supone.
ResponderEliminarhe leído el post del 'puesyomasismo', estoy de acuerdo contigo de principio a fin. :D
besos!!
Yo es que soy un talibán ortográfico y gramatical. Jajajaja.
EliminarHay mucho "puesyomasista" en la vida...
Besotes!!!
Esperemos que no, que cuando cumplamos años no nos dé por el "y yo más". No recuerdo haber visto anuncio.
ResponderEliminarBesotes!!
A saber. Habrá que vernos. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarPodría pasar lo de tener la misma moto, en las conversaciones no se habla con precisión.
ResponderEliminarY también puede pasar que se descubre que se tiene un problema de audición que no se sabía. No siempre son evidentes, a veces se necesita de audimetrias para saberlo. Y yo tengo experiencias con audiometrias, por lo del zumbido.
Pero eso de los amigos que se comparan quien tienen lo mejor de lo que sea es alarmante.
Se termina porque ese era el objetivo el aviso.
Por suerte.
Un abrazo
Es cierto que en las conversaciones no se habla con precisión y seguro que yo he dicho algo así alguna vez, pero me gusta sacar punta a todo.
EliminarEl asunto es que, quien descubre el problema de Señor 2 es Señor 1, no Señor 2. Lo que quiere decir que era algo que podía ser constatado por la gente pero nadie había dicho nada. Mala gente es lo que son todos.
Y sí, las comparaciones son odiosas. Besotes!!
jajajaja, ya me has pillado otra vez, este no lo he visto. Pero vamos leyéndote me parece bastante malo, como casi todos. No sé qué les pasa a las empresas de publicidad pero madre mía.
ResponderEliminarYo también conservo a mis amigas de la infancia y espero no acabar así tampoco, que poco alentador.
Besotes
Bueno, pues ya lo veremos si a los ochenta años conservamos los blogs. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarPues vaya imagen da de los viejos. Un beso.
ResponderEliminarPues sí. No los deja en buen lugar... Besotes!!
EliminarSi, si, resérvate la muñeca porque a lo mejor este anuncio es una metáfora y nos indica que en el futuro competiremos por el y yo más.
ResponderEliminarBesos.
Bueno, la muñeca ya pasó a mejor vida pero me lo apuntaré en algún sitio para que no se me olvide. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarOsea que ahora lo que se lleva es la chupicuadri que compra audífonos.
ResponderEliminarQuiénes compran audífonos permanecen unidos, ¿algo así?
De verdad que cada vez entiendo menos el mensaje de algunos anuncios. PRefiero cuando me tocan la patata con las emociones más puras.
Besos.
Uffff, a mí los anuncios sensibleros me ponen de mala gaita. Jajajaja. Besotes!!
EliminarAlgo deben de saber los publicistas de nosotros los humanos cuando tantas veces sacan la envidia a relucir. El vecino lo tiene y tú no. El de tu amigo es mejor...y así con casi todo.
ResponderEliminarSon pérfidos.
Besos!!
Las envidias son muy malas, sí. Pero no sé. Me niego a creer que con ochenta años vayamos a estar compitiendo por bobadas. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarAy, que lo he visto. Que presume de audífono conectado al móvil y me ha dado una tristeza.... he pensado, para eso vamos a quedar? para medirnos los audífonos?
ResponderEliminarDe verdad, qué deprimente
Besos
Llegaste a la misma conclusión que yo, por lo que veo. Jajajaja. Besotes!!!
Eliminares mejor desconectar el audífono antes que seguir aguantando a Señor 2... ¡es un amigo insoportable!
ResponderEliminarPues sí. Yo preferiría no oír nada. Jajajaja. Besotes!!!
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