Como os contaba aquí, la bruja y el consorte me compraron una fuente porque, según el veterinario, la
razón de mi leve deshidratación se debía al hecho de que sólo bebía agua del
grifo, a menos que ya fuera causa de fuerza mayor, en cuyo caso me resignaba a
beber del plato. Digo “me compraron” porque Munchkin sigue terne en sus trece
con eso de no aceptar los avances tecnológicos y continúa aferrado a las
tradiciones, bebiendo de su platito naranja de toda la vida.
Si os leísteis la entrada en su momento (y si no, os la
leéis ahora, ya que me he tomado el trabajo de enlazarla; a ver si os creéis
que voy a hacerlo todo por vosotros), recordaréis que comenté que el cacharro salpicaba
agua y, como consecuencia de ello, la cocina tenía un charquito constante en
las inmediaciones de la fuente. Como querían poner remedio a dicha
circunstancia, entraron a un famoso portal de venta por Internet (ese donde puedes
comprar desde un tenedor hasta una réplica a tamaño real del Apolo XIII) y
compraron una especie de alfombrita verde turquesa (no me preguntéis por qué
motivo; a la bruja le dio con que tenía que ser verde turquesa porque no hay
quien la aguante desde que ve programas de decoración) con huellitas de gato
estampadas. Muy mona, sí. Pero poco práctica.
Porque la alfombrita es así como “mullidita” y, por ende,
absorbe el agua. Sí, vale, ya sé que la idea era que absorbiera el agua para
que no se formara un charco en la cocina pero el tema es que, al quedar
ensopada de agua, yo decidí que ya no quería beber de la fuente porque me
negaba en redondo a estar apoyando las patitas en esa superficie tan
desagradable. Así que hicieron un pan como unas tortas y ahora tienen una
alfombrita abandonada a su suerte junto a otros trastos mientras piensan si le
pueden buscar alguna otra utilidad.
Como quitaron la alfombrita, yo he vuelto a beber de la
fuente y, además, he descubierto algo muy útil. Como la fuente salpica (cosa
que ya ha quedado sobradamente explicada en este post y el anterior), al beber
me mojo el pechito y, como el suelo está mojado, también el rabo. Por lo que he
llegado a la conclusión de que la tarea ideal a realizar después de beber es ir
a pedirle mimos a la bruja. Mimos intensos, de esos en los que me restriego
bien. Como ella es incapaz de negarme un
mimo porque está muy necesitada de cariño (supongo que el hecho de ser una
bruja sin sentimientos no ayuda a la hora de conseguir que la gente te quiera),
hace de tripas corazón y se aguanta el repelús cuando yo me restriego todo
mojado sobre su cara y su ropa. Pero le veo la cara y sé que, en el fondo, está
sufriendo cosa mala.
En verano le dará más igual pero ahora en invierno es un
entretenimiento maravilloso.
Prrrrrr.
bueno, la humana y la ropa que lleve puesta dudo que tengan características absorbentes óptimas, a menos que vaya con un albornoz de ducha. pero te divierte mojarla y eso lo compensa todo, verdad? ;)
ResponderEliminarPor supuesto que lo compensa.
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Como la alfombra habrá ido a parar al cuarto de invitados - trastero, alguien que se quede a dormir puede encontrarle alguna utilidad. Entonces seguro que te apetece tenerla.
ResponderEliminarDe momento eso no ha sucedido. Ya veremos cuando suceda.
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Hola! Como disfrutas haciendo el mal contra la bruja, jajaja. Ya sabes, en verano cuando te busque para refrescarse huye para hacerla rabiar más, jejeje.
ResponderEliminarBesos!
A esta no le gusta mojarse. Debe ser que finge ser más limpia de lo que es.
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Si lo que no se te ocurra...
ResponderEliminarBesotes!!!
Es que tengo mucho tiempo libre.
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Jajajaja, tu maldad no tiene parangón. Por si acaso no permitiré que mis gatos lean este post.
ResponderEliminarBesos.
Lo leerán. Aunque tú no te enteres.
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Te miman demasiado jajajaja pero en lo de la alfombra tienes toda la razón
ResponderEliminarEs que eso no es de recibo.
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Cuantas maldades que se te ocurren jaja
ResponderEliminarSoy muy imaginativo.
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La comprendo. Yo también aguantaría las patas mojadas.
ResponderEliminarEstá muy necesitada de cariño.
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El amor a los gatunos trae consigo retozos, rasguños e inconvemientes ^^... mira que valora eso es Amor
ResponderEliminarNo sé si será amor pero anda muy necesitada.
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Teneis más teclas que un piano. Qué barbaridad!!
ResponderEliminarSi no la vida sería muy aburrida.
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Forlán, deberías de tener más cuidado, no vaya a ser que en vez de absorber el agua la absorbas tú y acabes con los carrillos llenos.
ResponderEliminarNo tienes idea buena, jajajjaja.
Besitos felinos.
Yo soy impermeable.
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Pero que malo, tu con mis gatos te llevarías bien
ResponderEliminarsaludos
Yo me llevo bien con todos los gatos. Son imprescindibles para mis planes de dominación mundial.
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Juas juas!! Cuanta maldad!!! Yo no me dejaba: sólo leerte me ha dado repelús... jajajaja!!!
ResponderEliminar< •• >
Si es que ésta es tonta.
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Te entiendo perfectamente, poner las patas sobre algo mojado es horrible y asqueroso! Dx
ResponderEliminarSobre todo si tienes patas peluditas como un servidor.
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