Y seguimos con colaboraciones. En esta ocasión el anuncio
nos llega desde México, de la mano de Avecilla .
La cosa es así: Una voz en off nos informa que nos va a
presentar la evolución del hombre. Lo primero que vemos es a un cavernícola
persiguiendo mamuts. Pone cara de salvaje fuera de sí mientras blande su lanza
en pos de tan preciada carne (¿a qué sabría la carne de mamut?). Da un salto tremendo a cámara lenta y, en
pleno salto, nuestro protagonista se convierte en un espartano luchando por…
bueno, lo digo: ¡por Espartaaaaaaa! El hombre suelta espadazos y puñetazos como
si no hubiera un mañana mientras luce sus pectorales y mira desafiante a la
cámara. Mientras el ejército avanza, por arte de birlibirloque nos encontramos
en plena revolución zapatista. Aguerridos mexicanotes de tupido mostacho
disparan al aire sus pistolas en clara actitud belicosa y revolucionaria. Lo
curioso es que no tienen enemigos delante, por lo que todo es más bien un
desperdicio de balas sin sentido pero ellos tienen cara de estar en el pleno
fragor de la batalla.
Y ya, por fin, vemos a un… ¿chico moderno? No sé cómo
describir a este ser. Lleva mallas azules, chaleco amarillo, unos cascos verdes
más grandes que su cabeza para escuchar música y se para a hacerse un selfie
con el móvil mientras hace “running” (lo que antes era “footing”, antes era “correr”
y antes era “me persigue alguien”). Está muy concentrado poniendo una cara como
de pantera salvaje frente a la cámara del móvil cuando, de repente, aparecen
frente a sí los tres personajes antedichos. El zapatista, indignado, pregunta
si ha valido la pena tanta evolución de sus ancestros para llegar a este punto
y le enseña un desodorante.
Acto seguido vemos al chico moderno poniéndose desodorante
en el baño mientras la voz en off nos habla de lo bien que huele volver a ser
hombre. Miedo me da plantearme a qué se refiere exactamente con el olor de
volver a ser hombre porque hay cosas en las que, sinceramente, no me gustaría
involucionar. El maravilloso desodorante ofrece 48 horas de protección, lo que
me hace preguntarme si es que este personajillo piensa pasarse dos días sin
ducharse y, textualmente, también brinda “aromas intensos masculinos” e insta a
los hombres a volver a ser hombres. Oh, my God. Qué pavor me está dando todo
esto. ¿Con volver a ser hombres y oler con intensos aromas masculinos quieren
decir que los representantes XY del género humano van a volver a oler como
cavernarios o espartanos tras la batalla o zapatistas en plena campaña? Porque
lo de las feromonas está muy bien pero, al menos yo en lo personal, no me
ofendo si las camuflan un poquito.
Y, ya que estoy aquí, quiero incidir en el tema de la
protección durante 48 horas. Que no hagan esto, de verdad, que luego hay gente
que se lo cree y se monta en agosto en el Metro.
Hay que ducharse diariamente.