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lunes, 7 de octubre de 2013

Crónicas Felinas LXII: Y los raros somos los gatos

Marrameowww!!!

Cosas muy inquietantes están sucediendo últimamente en esta casa. Más inquietantes que de costumbre, tendría que añadir.

Andaba yo tan campante por el pasillo el otro día cuando, de repente, me topo con una silla. ¿Una silla en medio del pasillo? Me llamó poderosamente la atención y no es que sea yo mucho de sentarme en sillas pero, ya que estaba en un lugar poco habitual, aproveché para hacer uso de ella mientras oteaba a ver qué se cocía en el dormitorio.

En el dormitorio se cocía el consorte haciendo movimientos estrafalarios encima de la cama. Levantaba una pierna, levantaba otra, levantaba las dos y luego juntaba los piececillos y separaba las rodillas, adoptando una extraña pose de rana con la que tuve que aguantarme la risa (no está bien visto reírse de quien le da a uno de comer). Después empezó a subir y bajar y bajar y subir y yo no daba crédito. Los ojos como platos. Así, como os lo cuento.

Para colmo, la bruja entró al dormitorio a cambiarse de ropa y no le dio mayor importancia al asunto. No se sorprendió, ni le preguntó nada, ni se rió en su cara, oye. Impertérrita, la tía… Se puso a hablar con él tan campante mientras él seguía en su particular baile de San Vito.

Al rato me hizo levantarme de la silla y la empezó a usar él para mover el cuello en todas direcciones. Parecía que le habían dado cuerda al hombre.

Lo gracioso de todo esto es que yo acostumbro a tumbarme en el suelo con las patas traseras hacia arriba, las patas delanteras apoyadas en la pared y la cabeza hacia atrás y siempre me dicen que vaya pose, que parezco un renacuajo retorcido.

Pues éste parecía… Mejor ni digo lo que parecía, pero nada bueno. Yo tenía que averiguar a toda costa qué era lo que estaba pasando en esa casa para que el consorte se comportase de forma tan inusual. Y en una conversación que mantuvo con la bruja, por fin lo comprendí así que ahora paso a contároslo para que vosotros también estéis informados (soy el gato del visillo).

Resulta que el consorte llevaba un tiempo muy fastidiado con dolores en el cuello que le provocaban hasta mareos y, como no era plan de andar sufriendo por la vida, lo mandaron a ver a un especialista (fisioterapeuta, creo que le llaman, ahí es nada con el palabro…). Pues bien, el fisioterapeuta éste le dio unas cuantas pautas y luego le dio una “tabla de ejercicios”. No sé por qué le llaman “tabla” si se lo dieron en un papel, ni que fueran los diez mandamientos… En fin; el caso es que con esto quedó desvelado el misterio. Parece que con las tablas famosas se siente mejor y ya no anda palideciendo por las esquinas, que cualquier día se nos daba el trastazo padre y pa´chasco, que él es mucho de caerse, y así estamos más tranquilitos todos. Otra incógnita resuelta.

Prrrrrr.

viernes, 4 de octubre de 2013

Octogésimo octavo premio: Premio “Conóceme”


Parece que, tras el período vacacional, ha vuelto la entrega de premios a la blogosfera. Éste en concreto me lo pasa Eva, de Opiniones Incorrectas. Bueno, en realidad me pasó tres. Uno que ya tenía, otro que no sé si tenía porque es de estos que no tienen nombre, ni imagen y cuya única finalidad es acribillarte a preguntas y éste que hoy os presento, que no tenía y que pasa a engrosar mi vitrina.

Viene con una batería de preguntas más larga que un día sin pan así que, hale, al lío.

¿Cómo te llamas?: Dar mi nombre real así porque sí no tiene gracia. Es un privilegio que reservo sólo para los que desvirtualizo así que, ya sabéis.

Edad: 35

Color de ojos: Miel, aunque cuando lloro se me ponen verdosos. Soy así de peculiar.

¿Donde vives?: En Madrizzzzz.

Color preferido: Morado, aunque también me gustan mucho el fucsia y el turquesa.

Cosmético preferido: No sé si me preguntan por la marca o por el tipo de producto. Como no me gusta mucho dar marcas, diré que el corrector (o concealer, como dicen las egobloggers). Las maravillas que hace ese potingue, oye.

Producto de maquillaje: Juraría que acabo de contestar a esto.

Gloss o barra de labios: Soy más de barra de labios, aunque un gloss cuando sólo quieres llevar algo discretito también está muy bien.

Perfume o colonia: Por preferir, prefiero el perfume pero no lo puedo usar siempre porque, al par de semanas, me dan una alergia espantosa. No sé por qué. Así que aparco los perfumes para usar de vez en cuando y, a diario, uso colonia.

¿Cómo sueles llevar el pelo?: Suelto. Más alborotado según avanza el día. Consecuencias de mesarme los cabellos de desesperación en el trabajo. Al final del día parezco el actor secundario Bob. Otras tendencias son llevarlo en la cabeza y, a ser posible, limpio. 

Lo más imprescindible que llevas en tu bolso: La cartera, las llaves, el tabaco y el móvil. Aunque llevo muchísimas más cosas como os contaba aquí.

Lo más imprescindible que llevas en el neceser: Suero y la cajita de las lentillas, por si me escuecen los ojos y hay que quitarlas…

Color de pelo: Ahora mismo, castaño rojizo. De nacimiento, una mezcla raruna entre rubio y pelirrojo imposible de describir.

No puedes salir de casa sin.. Ropa.

¿Eres "adicta" a algo?: Al tabaco, lamentablemente. Y últimamente también al blog. Voy sumando adicciones.

 Olores que más te gustan: Violeta, frambuesa y cuero.

¿Qué no soportas? Pagar los platos rotos.

¿Qué producto te ha decepcionado? Una prebase labial de Guerlain (hala, ya he dicho una marca). Me la vendieron como la gran maravilla y, en cuanto a relación calidad-precio, deja mucho que desear en mi opinión.

¿Qué producto te ha sorprendido?: Y me vais a hacer seguir diciendo marcas… El corrector de Shiseido. Es mágico.

¿Tienes algún apodo?: En Montevideo, mis compañeras de piso me llamaban “La Flaca” (por razones obvias). A día de hoy, Álter se ha convertido casi en un apodo (hay gente a la que he desvirtualizado y me sigue llamando Álter… y ¿sabéis qué? Me gusta)

¿Qué es lo que no puede faltar en tu maleta?: El neceser con los potingues. Bueno, y la ropa, por descontado.

La serie más reciente a la que te has enganchado: La vi en verano pero creo que es la más nueva que he visto. “Utopía”. Son sólo seis capítulos pero os la recomiendo si no la habéis visto. Últimamente también he visto "Hijos del Tercer Reich". Son tres capítulos pero de hora y media cada uno. Vamos, que hay que echarle eggs...

Un capricho cumplido: El churri. Jajajaja.

Mi prenda favorita de otoño: Las gabardinas. Me he comprado una divina en color mostaza a pesar de que ya tenía una blanca y otra negra.

Un objeto de deseo: Los Manolos. (Los zapatos, digo, no el grupo de música de “All my lovin´ Laiolailolaaaa”

Un diseñador: Valentino. Lo adoro… Ah, y mis niñas de VayaTelita (de nada, chicas…)

Un sabor: Chocolate…

Una fruta: No soy muy de fruta pero la chirimoya me chifla.

Un lugar para visitar: El Castillo Pittamiglio en Montevideo. Os lo contaba aquí

Una ciudad: Montevideo. A ver qué voy a decir, si no…

Un lugar para enamorarse: El lugar es lo de menos. Lo bonito es sentirlo.

Un complemento: Un colgante o anillo chulos.

Un plan para un domingo otoñal: Quedarme en casa, con la que estará cayendo, seguro…

Una cadena: Qué sé yo… ¿la del water?

La última canción que se instaló en tu cabeza: “Money for Nothing” de Dire Straits, pero porque la estoy escuchando mientras escribo esto. Creo que no vale.

Una actriz: Mi Angelina, mi Angelina…

Un actor: Mi Johnny, mi Johnny…

Una musa: La musaraña (pero qué genial soy, por Diorrrr). Por parecer un poco más culta podría decir que Terpsícore pero sólo porque me recuerda el genial sketch de Les Luthiers “Esther Píscore”. Buscadlo…

Una revista: Jara y Sedal. Es apasionante.

Un sueño: Poder trabajar desde casa.

Último vicio: El Twitter.

¿Con qué regalo siempre aciertas?: Con todos. Soy estupendísima regalando.

Mi postre favorito: Plátano con dulce de leche. Sencillo a la par que delicioso (y engordante)

Lo que te molesta: Los olores en el Metro, la gente que no sabe discutir sin gritar y la mala educación en general.

Blanco o negro: ¿Por qué elegir?

Tu mayor fobia: Las cucarachas. Ayyyy.

Actitud de todos los días: Sonreír, sin importar las circunstancias.

¿Qué es la perfección?: Un aburrimiento.

Animal preferido: Gatos, por supuesto.

Número favorito: El 8, creo…

Perfume que estoy usando: Ahora mismo, ninguno.

Última vez que usaste sombra: La última vez que lució el sol. Una sombra alargada, negra, que caminaba delante de mí por la acera... Qué recuerdos.

Días de la semana favoritos: El viernes. Es como comprar una libreta nueva…

¿Tienes las uñas pintadas ahora mismo?: Ahora no.

Mi pasión: Cantar.

Eva se lo pasó a siete personas, así que allá vamos… Muahahaha.

- Ses


- Mukali.

- Guille.

- Sylvia.



 ¡Buen fin de semana para todos!

jueves, 3 de octubre de 2013

Los cutrerianos

Como ya os relató Forlán, un par de días antes de irnos a la Feria de Albacete con gato y todo, pasaron por casa el hermano del churri y su señora novia, que viven en el Norte de las Españas, para aprovechar a hacer algunas compras en la gran capital antes de partir los cinco (gato incluido) a disfrutar de unos días de descanso y esparcimiento.
Pues bien, llegaron tal que un jueves y optamos por ir a cenar a una conocida cadena de comida, digamos, "americana". Vaya por delante que fuimos bastante tarde, más aún siendo un día entre semana pero considero que si un local tiene un horario, tendrán que atenderte con la misma calidad si vas cuando apenas han abierto que cuando ya no falta tanto para que cierren.
No suelo ser quejica pero lo que allí nos aconteció fue de traca. Al pedir las bebidas, mi cuñado pidió una cerveza de marca Pepito y yo un té frío sin hielo. Pues bien, la cerveza la trajeron de la marca Jaimito y mi té no sólo vino con hielo sino que tuve que andar pidiendo que trajeran un abridor porque la muchacha de las bebidas abrió todas las botellas menos la mía.
Más tarde durante la cena, el churri, que ya se había tomado su cerveza (a él sí se la habían traído bien en un principio) pidió una botella de agua. Le trajeron otra cerveza porque para qué vamos a escuchar lo que nos piden...
Por suerte, los platos sí los trajeron bien y, una vez que habíamos dado cuenta de ellos, vinieron a preguntar si íbamos a querer la carta de postres. El churri, la novia y yo estábamos hasta las patas pero mi cuñado se ve que aún conservaba algo de hueco en el estómago y le dijo que sí, que trajera la carta.
Al medio minuto se ve que se arrepintieron de tanta proactividad y vinieron a decir que, ya que no íbamos a pedir postre, que si nos molestaba que trajeran la cuenta. Sin comentarios.
Para colmo, sobre la mesa nos habían dejado un formulario para pedir la tarjeta de clientes frecuentes. Supongamos que el restaurante en cuestión se llame “Cutre´s”. Pues el folleto rezaba algo así como “Hazte Cutreriano”. Como si de una secta se tratase. A mí ya me dio la risa floja y descubrí también por ahí un cuestionario para evaluar la calidad del restaurante. Porque me frenaron, que si no…
Repito que no suelo quejarme yo mucho pero es que en otros restaurantes de esta cadena ya he visto cosas tales como tirar una bandeja llena de bebidas encima de los comensales o cruzar los pedidos a domicilio de los clientes. Tal vez deberían ponerse un poco las pilas y ofrecer mejores sueldos, que así seguro que pueden exigir más a sus empleados sin sentirse unos tiranos por ello.
Me lo voy a pensar muy mucho antes de volver. Si es que no escarmiento y doy demasiadas oportunidades. 

miércoles, 2 de octubre de 2013

Anuncios Pesadillescos LXIX: Novedades en pruebas de amor

El de hoy va de condones. No de cualquier tipo de condones, no, sino de unos que, al parecer, son muy fáciles de poner.

El anuncio comienza con una advertencia. Dicen que como no se puede mostrar por la tele a un hombre poniéndose un preservativo, harán la demostración con caballeros medievales. Se ve que utilizar un plátano o algo así les parecía soez y prefirieron recurrir a la creatividad in extremis.

Vemos un enorme castillo medieval y a una damisela, suponemos que princesa o miembro de la nobleza, al menos, flanqueada por dos caballeros que le besan la mano de rodillas pretendiendo su amor.

Desde que éramos pequeñitos hemos leído toda clase de cuentos donde los caballeros pretendientes a optar a la mano de una fémina poderosa y/o acaudalada tenían que realizar muchas pruebas absurdas como matar dragones, cruzar pantanos infestados de ogros o hacer una maqueta de la Catedral de Notre Dame con palillos para los dientes. Aquí la prueba es más sencillita.

Desenvainan sus espadas y, el primero, intenta envainarla nuevamente sin éxito, quedándose la espada ahí atascada, mientras la princesa o lo que sea le mira con cara como de asquito y él la observa de reojillo intentando en vano disimular el absoluto ridículo que está haciendo. Intenta envainar la espada un par de veces más pero, al no conseguirlo, la princesa o lo que sea frunce el morrito reprobatoriamente, con una expresión que a las claras indica que está pensando "pobre inútil".

La princesa o lo que sea se gira hacia el segundo caballero y, ya antes de que él haga su demostración, contempla con admiración la espada enhiesta que porta en su mano, con los ojitos en blanco por la emoción. Él hace unos malabares previos con la espada que no vienen a cuento pero que valen muy bien para chulear y hacer espectáculo antes de dejarla caer en la funda sin el menor esfuerzo. La espada se desliza de una forma limpia e impoluta, provocando que la princesa o lo que sea baje la mirada, azorada ante tantas habilidades. Se lleva, incluso, una mano a la sonriente boca, tímidamente, tal vez pensando en la noche que la espera pero sin atreverse a comentarlo en voz alta, que ya se sabe que las princesas (o lo que sean) medievales tienen que mantener en público las buenas formas. Tenemos hasta un Replay a cámara lenta del momento en que la espada alcanza su objetivo sin ningún tipo de problema.

Total, que la prueba, cómo no, la gana el segundo caballero, que se retira con la princesa o lo que sea mirando por encima de su hombro a la cámara en actitud triunfante y, por qué no decirlo, bastante chulesca. Se dirigen al interior del castillo seguidos de la guardia del castillo mientras el primer caballero sigue intentando envainar su espada, el pobre. Le ha faltado ingenio, ahí. Tenía que haberle dicho a la princesa o lo que sea que su espada es demasiado grande y no hay ninguna vaina que le valga. Ya ibais a ver cómo la princesa cambiaba claramente de actitud y de preferencias.

Si es que a veces vale más tener chispa que una espada juguetona. Ayyy, estos caballeros medievales, que no escarmientan...

martes, 1 de octubre de 2013

Ustedes Dirán LVII: Lost in translation (sugerido por Dibujos de Nube)

A raíz de un post retro que escribí sobre las series de nuestra adolescencia, Dibujos de Nube me sugirió que compartiésemos por aquí títulos de películas o series que hubiesen sido desafortunadamente traducidos.

Voy a centrarme en las películas porque suelen tener un alcance más universal, aunque confieso que he tenido que tirar de documentación en Internet porque mi memoria no da para tanto. Vamos allá con unas cuantas:

Ice Princess (Soñando, soñando, triunfé patinando): Se ve que no le querían poner “La princesa del hielo” porque podía parecer que la peli iba de una mujer malvada y sin corazón, como la bruja de Blancanieves. Con el título en español nos dan una clara pauta de la pastelada que vamos a ver. Por lo menos, no engañas a nadie.

Braindead  (Tu madre se ha comido a mi perro): Confieso que no  la he visto pero me da a mí (por el título en inglés) que esto debe de ir de un zombi o algo así. El título en español creo que da demasiadas pistas.

Nacho libre (Super Nacho): Traducir al castellano algo que ya está en castellano tiene su miga, no os creáis. Es como el famoso “Sayonara Baby” de Terminator. En la versión original dice “Hasta la vista” pero, claro, no tenía gracia.

The Sound of Music (Sonrisas y lágrimas): Claro, es que la música te puede producir todo tipo de sentimientos y con el título original no hubiésemos sabido qué tal lo íbamos a pasar con la peli. Con la traducción al castellano nos dejan claro que vamos a tener de todo.

Die Hard (La jungla de cristal): Por lo menos en Latinoamérica se llamó “Duro de Matar”, que está un poco mejor. Recuerdo que de pequeña, cuando escuchaba este título, imaginaba a alguien perdido en una lámpara de araña o algo… No sé, muy raruno todo.

Beverly Hills Ninja (La salchicha peleona): ¿La salchicha peleona? ¿En serio? ¿No se os ocurrió nada más? ¿La salchicha peleona?

Rosemary´s baby (La semilla del Diablo): Los títulos que son un spoiler en sí mismos deberían ser prohibidos por ley. “Lo que el viento se llevó” podía haber tenido la coletilla “Y mira que se lo lleva todo, ¿eh? Con decirte que se queda hasta sin marido… aunque se lo tenía merecido, la muy pelandrusca”.

Harold & Kumar Go To White Castle (Dos Colgaos Muy Fumaos): Se ve que tenían miedo de que, al traducirla como “Harold y Kumar van al Castillo Blanco” no se pillara bien el concepto de que lo que vamos a ver es la peli de dos tíos haciendo el chorra. Así queda mucho más claro.

The naked Gun  (Agárralo como puedas): Es que lo de “La pistola desnuda” podía dar lugar a muchos dobles sentidos. En Latinoamérica se ve que no son tan puritanos porque así se quedó. Aquí podríamos incluir “Acampa como puedas”, “Aterriza como puedas”, “Espía como puedas” y, ya que estamos, “Haz la declaración de la Renta como puedas”

He encontrado muchas más pero creo que con éstas ya vamos servidos, al menos de momento.


P.S. Proponedme cositas, que me hace una ilusión…