Hoy toca anuncio viejuno. Estamos en momento remember total,
lo sé, pero andaba con este anuncio en la lista de posibles desde el año pasado
y decidí que ya venía siendo hora de darle un poco de caña. Hace tiempo que no
lo veo así que espero que no les dé por repetirlo pero como a veces vuelven
para quedarse, vamos a darle un repasito para que no nos pille desprevenidos si
eso sucede.
Nunca hubiese imaginado que, cuando en una pareja hay
problemas de impotencia, la mejor solución es subirse a un árbol y esperar a
que vengan a ofrecer ayuda. Vamos, que si la cosa no funciona, te subes con tu
pareja a una rama (si puede ser con el pijama de tu abuelo, mejor que mejor) y
ves pasar voluntarios de lo más variopintos y pintorescos.
El primero en aparecer será un helicóptero de rescate, de
donde cuelga un hombre con camilla y todo. No aceptéis su ayuda. Esperad a ver
quién más se aparece por ahí.
Al poco rato, aparecerá un grupo de acróbatas rusos que se
subirán unos a hombros de otros hasta alcanzar vuestra rama preguntando si todo
va bien. Esto se pone mejor por momentos.
¿Quién podía faltar por aparecer? Pues un tío con una mochila
voladora. No sé si alguna vez habéis jugado al Worms. Si sois igual de freakies
que yo, sabréis a lo que me refiero. Si no, pues imaginaos una mochila con unos
tubos que expulsan “nosequé” comprimido de manera que te elevas en el aire. Lo que
cualquiera espera encontrarse por ahí.
Hasta que llega el salvapatrias. Un médico como está
mandado, con su estetoscopio y su bata blanca que, en vez de andar dando saltos
a lo Tarzán entre los árboles, opta por arrimar una escalera al tronco e
invitaros a bajar y dejaros de tonterías.
Diréis que tengo poca sensibilidad artística pero yo no
termino de cogerle el punto a la alegoría de subirse a un árbol en caso de
disfunciones eréctiles. Llamadme atolondrada, si eso…