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jueves, 7 de febrero de 2013

Memorias de Uruguay VI: De bufandas, pajaritos, diluvios y yonkis motorizados


El día 8 de diciembre, cumpleaños de mi tía, se suponía que íbamos a quedar con ella pero al final no se pudo, por lo que decidimos posponer la visita y, en su lugar, nos fuimos con mi mami a pasear por Carrasco.

Carrasco es el barrio más fashion de Montevideo así que eso de pasear entre mansiones siempre sienta bien, aunque más no sea por soñar, intentando que la envidia no te corroiga las entrañas. No cuelgo fotos porque en todas las que sacamos salen el churri, mi mami, o ambos y yo respeto mucho la privacidad ajena, que para exhibicionista ya estoy yo. Pero estuvo bonito, el paseo, con caminata por la playa incluída.

Total, que el encuentro con mi tía fue el día 10. Como habíamos quedado en el mismo barrio donde vive mi amiga S., aprovechamos para hacerle una visita exprés antes de quedar con mi tía, dado que, como teníamos la agenda apretadilla, no sabíamos si íbamos a poder quedar más veces. Me regaló una bufanda superchuli, de lo más calentita, que pasó a ser la segunda bufanda que me traje de Uruguay.

Fuimos al bar donde habíamos quedado con mi tía y, como hacía bueno, nos sentamos fuera. Por fin llegó mi tía y todo eran besos, abrazos, cuéntame qué tal te va la vida… Mi tía raja cosa mala así que la comida se alargó como por cinco horas. En tanto tiempo, la situación meteorológica de la ciudad puede cambiar drásticamente, por lo que se empezó a poner negro y a refrescar y yo iba con una camisetita de tirantes. Friolera como es una, empecé a pasarlo mal cuando cayeron las primeras gotas (estábamos fuera pero bajo techo, así que tampoco nos preocupamos demasiado). Como tenía frío, estrené una de las dos bufandas que me regaló mi tía (sí, ya llevaba cuatro), poniéndomela a modo de pashmina sobre los hombros. Me quedó ideal de la muerte. Las cuatro gotas que caían se convirtieron en cinco, seis… Y al final en una tromba de agua que aquello parecía el diluvio universal. El problema era volver a casa. Mi tía vive no donde Cristo perdió el mechero, sino donde se dio cuenta de que lo había perdido y a mí tampoco me seducía la idea de andar caminando hasta la parada del autobús y ponerme  a esperar. Había que conseguir un taxi, de manera que sobornamos al dueño del bar para que llamase por teléfono al Radio-taxi pero, con la que caía, aquello era misión imposible. El churri hizo una excursión a la siguiente calle a ver si, de casualidad, veía alguno. No vio ninguno pero salvó a un pajarillo de una muerte segura, que se había caído en un charco y no era capaz de salir. El churri es un héroe.

Había un yonki por ahí que creo que trabajaba de algo en el bar (o que conocía al dueño, no sé), que viendo que estábamos dispuestos a pagar propina, se fue hasta una calle más transitada a la búsqueda de un taxi (o de una canoa, o de un transatlántico; a esas alturas ya daba igual). Mientras tanto, el otro seguía llamando por teléfono sin éxito. Yo me congelaba. Llamé a mi madre para preguntarle a qué hora salía de trabajar, que como no le pillaba lejos lo mismo podía venir en el taxi desde su trabajo a recogernos a los tres. Salía súper tarde. Mami, descartada.

Cuando yo ya empezaba a plantear la posibilidad de volver nadando, aparece el yonki cual caballero andante montado en el taxi. No le di un beso porque a tanto no llego pero estaba que daba palmas con las orejas. Tuvo su propina, el chico. En qué la habrá usado, pues ya vete a saber…

Al día siguiente… Bueno, os lo cuento la semana que viene (donde sí habrá fotos, prometido)

miércoles, 6 de febrero de 2013

Anuncios Pesadillescos XXXVII: Arte líquido


Al parecer, cocinar un caldo con prisas es lo peor que se puede hacer en esta vida.

No tenía ni idea de la batalla campal que se montaba dentro de la olla pero, gracias a los documentos gráficos de estos insignes publicistas, hemos podido observar cómo, al hacerlo con el fuego fuerte, pasan cosas tan terribles como que el apio insulta al pollo, las zanahorias y los puerros parece ser que se enfurruñan y no se dirigen la palabra. Esto podría parecer que me lo he inventado yo en un arrebato de creatividad pero no, el mérito es exclusivo de los señores publicistas, que han sido capaces de visualizar alimentos peleándose…

Se masca la tragedia. Y mascar cualquier cosa en un caldo es algo muy feo.

Así que estos señores han decidido cocinar el caldito durante tres horas más. Mientras lo hagan ellos, no tengo nada que objetar. A mí me dicen que me tire tres horas haciendo caldo y no os cuento dónde los mando, que una todavía conserva algo de educación y de decoro.

El caso es que, al bajar el fueguito y tomarse su tiempo, lo que antes fue la Batalla de las Termópilas se convierte en un episodio de la Aldea del Arce. El pollo se abraza con las verduras; las zanahorias, que antes no querían saber nada con los puerros, ahora les escriben poemas (no especifican si son de amor pero en vista del corazoncito explicativo que forman los puerros en su meneo dentro de la olla, conteniendo a las zanahorias en su interior, esto tiene pinta de romance); las cebollas, que hasta ahora no habían hecho su aparición estelar en escena, parece ser que lloran de emoción (a estas alturas, hasta yo estoy llorando. No sé si de emoción pero no puedo con tantas sensaciones juntas. Soy de un sensible…).

Y entonces nos muestran una familia idílica con los sentimientos a flor de piel, donde la madre cierra los ojos al oler la cuchara de madera con la que remueve el caldo, el niño cierra los ojos también al degustar el exquisito manjar que se le presenta contenido en un tazón. Todos cierran los ojos, no sé si por lo excelso del momento o como una sutil manera de intentar pasar lo más desapercibidos posible y que, con un poco de suerte, sus parientes, amigos y vecinos, no les reconozcan.

Ya me contaréis si la próxima vez que probéis un caldo de Tetra Brik os embargan estos sentimientos de gloria y os sentís transportados a una dimensión paralela, donde lo divino y el pollo se convierten en sinónimos. 

martes, 5 de febrero de 2013

Ustedes Dirán XXV: Etiquetar es malo, a veces (sugerido por CreatiBea)


La fiebre de las instrucciones parece que no ha terminado. La gran CreatiBea del blog “vinividivinvi” me pidió muy amablemente que me animase con las instrucciones de una impresora.

He de aclarar que me ha costado infinito encontrar unas instrucciones que pudiera utilizar ya que la mayoría están protegidas contra copia (cuánto secretismo en el mundo de la impresión) y, como comprenderéis, os quiero mucho pero no tenía ningún interés en copiarlas a mano así que he encontrado una impresora marca “Nisu” que parece que no tiene unas instrucciones que haya que preservar tan celosamente. Aviso, es una impresora de etiquetas solamente pero ya estoy cansada de buscar. Sabréis perdonarme…

Pues bien, manos a la obra y a ver qué sacamos de aquí:

Capítulo 1: Bienvenida

Felicidades por la compra de una impresora térmica de etiquetas “Nisu”: Gracias. Estoy emocionada.

Esta impresora tiene una garantía de dos años, rendimiento de gama media y servicio de asistencia al cliente, y le proporcionará una impresión continua de etiquetas con un tiempo de espera mínimo y de la más alta calidad. El compromiso de “Nisu” es ofrecer al usuario una experiencia de alto rendimiento y confianza: Ya empezamos a marear la perdiz. Empezáis como muy modestos diciendo que el rendimiento es de gama media pero me decís que vuestro compromiso es ofrecer una experiencia de alto rendimiento. No se puede conseguir una experiencia de alto rendimiento con un rendimiento de gama media. Es como decir que puedo tener la experiencia de un deportivo viajando en utilitario. Va a ser que no… Por otra parte, si la impresión de etiquetas es continua, el tiempo de espera no debería ser mínimo, sino nulo. Me estáis liando cosa mala…

Configurar la impresora

Configurar una impresora “Nisu” es muy sencillo: A ver si es verdad.  

Este capítulo describe los requisitos de la impresora, los controles de la impresora, cómo cargar una cinta de transferencia térmica y cómo cargar materiales de impresión. También se describe la auto prueba de la impresora. Asegúrese de seguir todos los pasos en el orden indicado tal y como aparecen en esta Guía del Usuario para evitar descargas eléctricas o daños a la impresora “Nisu”: ¿Descargas eléctricas? ¿Y me queréis convencer de que configurarla es sencillo? Una trampa mortal, es lo que es. ¿Viene con guantes aislantes incorporados?

Conectividad HOST USB-A

La impresora C Series es compatible con hubs, teclados USB, teclados en cuña para escáner USB, y memorias flash USB: No le hace ascos a nada esto.

La memoria flash USB puede usarse para actualizar el firmware de la impresora y para cargar configuraciones y objetos: ¿Puedo cargar objetos? Qué ilu… Imprímeme en serie una colección de figuritas de La Guerra de las Galaxias, que al churri le va a hacer ilusión.

Conectar la impresora a la fuente de alimentación

El siguiente paso consiste en suministrar alimentación a la impresora “Nisu”.  

Conecte el cable de alimentación suministrado a la fuente de alimentación: Tiene su lógica. Una fuente de alimentación sin cable es como un jardín sin flores.

Conecte el cable de alimentación a la fuente de alimentación introduciéndolo con cuidado en el enchufe de la pared o a cualquier otra fuente de alimentación: A ver, ya me he perdido. Si lo enchufo a la pared no lo estoy enchufando a la fuente de alimentación, sino a la corriente. A la fuente de alimentación lo habíamos conectado ya, cabecitas locas…

Carga de la cinta de transferencia térmica

Ponga la cinta de muestra suministrada delante de la impresora, para cargarla: Delante pero dentro, supongo, ¿o es para que se conozcan?

Ponga la parte más grande del material mirando hacia la impresora, y el rollo más pequeño en la dirección opuesta: Ay, que tiernos… ponemos el rollo grande delante, para impresionar y así protege al chiquitín… ¿Se puede ver una escena más entrañable?

Retire con cuidado el adhesivo de la cinta para prepararla para su carga: Con muuuucho cuidadito.

Puede tirar el adhesivo que acaba de retirar: ¿Y para eso he tenido tanto cuidado? Pues ahora no lo tiro. Me gusta tener Síndrome de Diógenes.

Luego, extienda la cinta de manera que el texto esté hacia abajo. Asegúrese de que la cinta no puede caerse rodando de la mesa mientras la esté preparando: Ah, o sea, que al decir “delante de la impresora” hablábamos de forma literal. También podré apoyarla en otro sitio, entonces, supongo…

Luego, introduzca el rollo de cinta suministrado. Levante el rollo de cinta con una mano y el texto de “Nisu” mirando hacia fuera. Si examina los laterales del rollo de cinta verá unas muescas. Estas muescas encajan en la impresora: ¿Sí? ¿Encajan? Qué cosa más genial… Y yo que pensaba que ibais a poner muescas que no encajaran, sólo por fastidiar.

Hacer la auto prueba

La auto prueba comprueba la operatividad general de la impresora y muestra la configuración actual: Vale, pues vamos a ver si funciona… ¡Qué nervios!

¡IMPORTANTE! La impresora debe tener un material de impresión cargado, estar conectada a la corriente y encendida (ON): ¿Si está sin papel y desenchufada no imprime? Esta es una de las mayores desilusiones de mi vida. La de los Reyes Magos y después esta.

1) Pulse y mantenga el botón FEED (Alimentación-papel-).

2) Encienda la impresora (ON) mientras mantiene pulsado el botón FEED.

3) Suelte el botón FEED cuando la auto prueba comience a imprimir: Y ¿qué pasa si no lo suelto? Soy de naturaleza curiosona...

4) Apague la impresora (OFF) y luego vuelva a encenderla (ON) para volver al sistema de impresión normal.

¡IMPORTANTE! DESPUES DE REALIZAR LA AUTO PRUEBA LA IMPRESORA ESTARÁ EN MODO DE VACIADO HEXADECIMAL Y NO IMPRIMIRÁ CON NORMALIDAD HASTA QUE SE COMPLETE EL CICLO DE ALIMENTACIÓN (APAGAR Y VOLVER A ENCENDER): No tengo ni idea de lo que es el modo de vaciado hexadecimal pero suena chungo que te mueres. Lo de apagar y volver a encender es un truco muy manido. Y casi nunca funciona, por cierto.

Si esto ha funcionado bien, ya sólo nos queda instalar el CD. Esta parte es un tostón salvo por el detalle donde nos indican que pasemos olímpicamente de Windows cuando nos pregunte si queremos que se conecte para buscar Software. Je je je.

Hala, pues ya sabemos instalar una impresora de etiquetas. El saber no ocupa lugar…

P.S. Si quieres ser como CreatiBea y figurar en esta insigne sección, puedes mandarme tus sugerencias. 

lunes, 4 de febrero de 2013

Crónicas Felinas XXVIII: Quiero más…


Marrameowww!!!

Tengo un nuevo vicio. Como si no fuera suficiente con mi adicción a las aceitunas, ahora he descubierto un nuevo placer terrenal. Hablo de la valeriana.

No tenía ni idea de que ese hierbajo pudiese desatar en mí semejantes sensaciones pero el otro día, cuando el consorte destapó un bote de olor, para los humanos, nauseabundo, yo entré en un estado de éxtasis total. Maullaba como si no hubiese un mañana, como poseído por un espíritu sesentero y empecé a restregarme con cuanta cosa se me ponía por el camino.

Ellos no se fían de que dicho psicoactivo sea bueno para mi salud mental ya de por sí perjudicada (o para la suya, ya puestos), por lo que no han transigido a mis súplicas por una nueva dosis.

Una lástima, porque la verdad es que da un subidón que no os imagináis. Estos humanos no comprenden mi nueva etapa hippie. Quiero expandir mis horizontes, quiero abrir mi mente, quiero alcanzar el nirvana a través de la exploración sensorial y ellos ahí, inmutables, pobres víctimas del sistema en el que nos pretenden encasillar. Me prohíben la valeriana porque tienen miedo de que alcance el conocimiento supremo y termine destronándolos y convirtiendo esta casa en lo que siempre debió haber sido. Un imperio felino conmigo como único líder. Tienen pavor a terminar con el statu quo al que hemos estado sometidos.

Así que, sabed que a partir de ahora sólo me regiré por un lema en esta vida. El Valeriana Power.

Si alguien quiere ejercer de camello y mandarme de estrangis un sobrecito de valeriana, contará con mi eterno agradecimiento que, en el caso de los gatos, consiste en un par de restregones zalameros hasta que nos cansamos y nos vamos a nuestra bola pero, en fin, menos da una piedra…

Mientras tanto, voy a ver si me agencio una diademita de flores, que me va a quedar ideal.

Prrrrrr.

viernes, 1 de febrero de 2013

Quincuagésimo quinto premio: Premio Burbujita


No. La cosa no va de anuncios de cava ni vais a ver un vídeo mío dando botes vestida de condón dorado. Siento decepcionaros.

El 9 de noviembre, Amagic Mother me obsequió este premio tan bonito que sólo trae una penitencia. Sólo una. Hay que llenar la burbujita de lo que tú quieras y pasarla (no se especifica a cuántos blogs).

La burbujita de Amagic venía llena de: “Buenos deseos, de cariño, de tardes de chocolate y churros y de muchos ánimos virtuales intercambiados en nuestros comentarios”.

Yo voy a llenar la mía de buen humor, de muchas risas, de mañanas de sol y de un par de zapatos fashion, que no todo va a ser tan bucólico.

Y lo paso a:

Katrina de “Una Más…” 



Sed buenos (o malos, que tampoco os voy a estar vigilando) y hasta el lunes.