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jueves, 6 de septiembre de 2012

Reorganizándome


Seguramente os hayáis percatado de que éste mi espacio ha sufrido una especie de descontrol en la última semana, cosa que debe llamar la atención sabiendo lo metódica que es una.

El motivo es el siguiente: De un tiempo a esta parte vengo experimentando una especie de “agobio blogueril”. Cada vez son más los blogs que sigo y últimamente no me da la vida para leer, comentar, escribir mis chorradas, contestar los comentarios a las chorradas… A lo mejor soy una quejica, que ya sé que muchos tenéis muchísimos más seguidores que yo y seguís más blogs y todo pero a mí, lo que es a mí mismamente como persona humana, se me está yendo un poco de las manos. Esto está derivando en que se me suelen acumular las entradas que tengo que leer y voy un poco como una loca por la vida, sin orden ni concierto, intentando poner un poco de organización en el caos 2.0 en el que me he visto inmersa.

Es por ello que, muy a mi pesar, he decidido darme los fines de semana libres para publicar. Así aprovecho para ponerme al día con vuestros blogs, me dedico también a mi vida hogareña y vagueo un poquito, que no me viene nada mal. Al principio pensé someterlo a votación, que una es muy democrática, pero me dio mucho miedo que ganase la opción de continuar con la entrada diaria y tener que cumplir lo prometido (porque la Álter siempre cumple) así que he preferido dar un golpe de estado en toda regla y anunciarlo así, en plan decretazo.

Es así que hoy anuncio oficialmente que este blog pasará a publicar entradas de lunes a viernes, dejándoos un poco tranquilos los fines de semana, que ya bastante tenéis con lo que tenéis, a ver si así puedo organizarme mejor y retomo un poco las riendas de mi vida, que hasta voy agobiada al súper cuando me toca ir los sábados si aún no he escrito la entrada porque me da miedo de que me den las nueve y media de la noche y todavía no haya publicado nada…

Septiembre es un buen mes para estos cambios. Empieza el año escolar y se pueden hacer modificaciones en los horarios sin que nadie sufra, así que el organigrama para este nuevo año lectivo será, a partir de esta semana, el siguiente:

- Lunes: Dejaremos a Luhay que me siga poniendo a caer de un burro, que a los gatos cuesta mucho sacarlos de la rutina.

- Martes: Seguimos también con el “Ustedes Dirán” porque ya tenía su día asignado y no es plan de cambiarlo ahora.

- Miércoles: Como ya habéis comprobado, aquí mudamos los “Anuncios Pesadillescos”

- Jueves: Espacio libre para chorrada aleatoria, como mismamente puede ser ésta que os cuento hoy.

- Viernes: Cerramos la semana con un premio, que eso siempre da subidón.

Y el sábado y el domingo los dedicaré a preparar tranquilamente lo de la semana para poder ir llevando vuestros blogs al día y todos tan contentos.

Espero que este nuevo año que comienza sea provechoso para todos y que no suspenda nadie. 

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Anuncios Pesadillescos XIX: Lecciones prácticas para comer galletas


Que sí, que hoy es miércoles, que esto lo tendría que haber publicado el domingo. I know it… Mañana os lo explico, no me seáis ansiosos y sentaos a disfrutar de esta magna obra.

El anuncio del que voy a hablar hoy no es que me moleste tanto por el argumento en sí sino por la niña que han elegido para el papel principal. Me pone nerviosita perdida.

El escenario es una especie de asentamiento ilegal formado por palos y telas en el medio del salón. Una niña rubita hace que su padre se meta a horcajadas como buenamente puede en ese espacio diminuto para enseñarle a comerse una galleta, que parece que es muy complicado.

Todo lo que va diciendo la niña a continuación va como con “soniquete” o “canturreo”. Los pasos para comer correctamente estas galletas son los siguientes:

1) Empieza diciendo que primero la aaaabres. El padre intenta coger una de las mitades de la galleta pero ella, muy chulita, aparta la mano diciendo “pa pa pa pa pa”.

2) Luego la chuuuupas y dices “mmmm”. Ah, no, no digas “mmmm”. Esto sólo puede decirlo la niña. El padre intenta decirlo y por poco  le cuesta la vida. La niña alega que él no tiene que decirlo pero ella no lo puede evitar. Esta niña es una dictadora en potencia ¿por qué no dejará que el pobre hombre diga “mmmm” si le da la gana?

3) Luego vuelves a juntar las dos mitades chupeteadas y “que se den un besito”. Vale, aparte de dictadora es cursi a más no dar.

4) La metes en la leeeeeche. ¿Después de haberla chupado? Estoy hiperventilando.

5) Y te la comes.

Al llegar a este último punto. El padre que ya está salivando porque parece que le llama mucho la atención eso de comerse una galleta babeada pregunta si puede probar. La niña, que es una sádica, le contesta que no y, ante la protesta, aduce que su padre no está preparado y le mete un bocado a la galleta con sonrisa pérfida.

Yo tampoco estoy preparada. La sola idea de esa galleta toda chupada entrando y saliendo de la leche hace que me den arcadas. Para ti todas, nenita… A ti sí que te daba yo galletas. Qué repelente eres…

martes, 4 de septiembre de 2012

Ustedes Dirán VII: Al corro del gabinete, comeremos purpurina con tenedor (sugerido por Porfinyomisma)

El tema de hoy lo propone “Porfinyomisma” (nena, me vas a tener que dar comisión o algo porque últimamente vivo enlazándote). Me sugirió por mail (como está mandado y no miro a nadie…) que analizase canciones de nuestra infancia. Miedo me da lo que pueda salir de aquí pero estoy segura de que me lo voy a pasar bomba con esta entrada.

Una, dola…

Yo debo ser muy corta de entendederas porque me costó años caer en la cuenta de que “una, dola, tela, catola, quila, quilete” era una forma original de contar hasta seis. Cuando era pequeña creo que pensaba que era un conjuro y siempre estaba esperando que sucediera algo especial pero nunca pasaba nada. La reina estaba en el gabinete (no sé muy haciendo qué porque tampoco explican si era un gabinete de prensa, el gabinete del dentista o un baño) hasta que viene Gil, apaga el candil, candil candilón y nos dedicamos a contar hasta veinte. Y ya. Nadie nos cuenta si alguien vuelve a encender el candil o si se quedan ahí a oscuras para siempre o si Gil apagó la luz a propósito porque quería liarse con la reina o secuestrarla para pedir rescate. Falta mucha información.

Tengo una muñeca

Esta me da mucho miedo. Una niña canturrea que tiene una muñeca vestida de azul con camisita y canesú (va hecha un cuadro la muñeca) a quien saca a pasear y se le constipa, de manera que la tiene en la cama muerta de dolor, porque se ve que no existía el Dalsy en aquellas épocas (¿cómo aprendo, eh?). En lugar de Dalsy, el doctor le receta jarabe administrado por vía oral (o eso espero) con un tenedor. ¿Con un tenedor? Este doctor es un sádico. O quiere que la muñeca se termine clavando las púas en las encías o que a la niña-madre le termine dando un ataque de ansiedad tras tirarse siete horas dándole jarabe a  la muñeca.

Debido al delirio que sin duda le ha provocado a la niña-madre el tiempo perdido con el tenedor, empieza a decir que dos y dos son cuatro y cuatro y dos son seis, seis y dos… Bueno, esto os lo sabéis. Cuando llega a treinta y dos dice “Ánima Bendita, me arrodillo en vos”. Siempre pensé que sería mejor decir “Ante vos” porque arrodillarse sobre un ánima tiene que dar una sensación de inestabilidad apabullante.

El punto culminante de la canción dice así: “Ya me sé la tabla de multiplicar. Dentro de muy poco me podré casar”. En las épocas en que fue compuesta esta joya daba un poco más o menos lo mismo que supieses multiplicar. Si sabías coser y cocinar ya ibas que chutabas. Se ve que la niña-madre tenía inquietudes en esta vida, más allá de buscar un padre para su muñeca. ¿Feminismo encubierto, quizás? Cuánta subversión…

El corro de la patata

Es una de las letras con menos sentido de las que he escuchado en mi infancia. Haces un corro de la patata para comer ensalada ¿De patata? No. “De lo que comen los señores” ¿Caviar y Bogavante? No. “Naranjitas y limones”. ¿Ensalada de naranjitas y limones? Eso parece. “Achupé, achupé” (si alguien sabe lo que significa esto, por favor que me lo explique que estoy que no vivo). “Sentadita me quedé” y aquí me quedo porque para bailar este sinsentido…

La ratita presumida

Alucinante. Partiendo de la base de que se lavaba la cara con purpurina porque era muy fina (más bien era una cabaretera), ya vamos viendo que la cosa promete. La madre le dice que se quite eso de la cara (¿a quién no le ha dicho eso una madre?) pero no porque parezca una prostituta de carretera, no. Porque va a venir Felipe a darle un beso ¿Desde cuándo una madre promueve que su retoño se ande besuqueando por ahí? La ratita le contesta que pasa de quitarse nada porque, total, Felipe no la quiere porque es muy pobre (Felipe es un clasista, ya me ha caído mal). La madre le rebate el argumento diciendo que la cigüeña, que vive en la torre, es más pobre. Yo prefiero torre antes que alcantarilla pero allá cada uno. La cigüeña se ha visto inmersa en esta trifulca sin comerlo ni beberlo. Trax debe estar feliz. Para colmo de males, parece que la cigüeña ahora es homeless porque la torre se ha caído (ahora entiendo que dijeran que es más pobre la cigüeña. Estas ratas son súper perversas, riéndose de la desgracia ajena. También me están cayendo mal, casi tanto como Felipe). La culpa de que la torre haya sido reducida a escombros parece que la tienen los estudiantes, que son unos revolucionarios con letreros de “Viva el Tabaco” en el zapato. Si te descuidas, seguro que llevan otro letrero de “Viva la Anarquía” en los gayumbos. Los estudiantes son seres abyectos, a quienes les da por pensar y esas cosas. Las señoritas de bien, no obstante, parece que llevan un letrero en la sombrilla que reza “Viva Sevilla”. Pues que viva.

Yo es que seguiría porque me estoy acordando de cada cosa… Pero bueno, lo vamos a dejar por aquí que lo bueno, si poco, dos veces bueno.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Crónicas Felinas X: El despertar


Meowww a todos!!!

Para los que no os hayáis dado cuenta (que los humanos siempre andáis a vuestras cosas y no os percatáis nunca de lo más obvio) han bajado las temperaturas. El otoño anda golpeando a nuestras puertas y yo no puedo estar más feliz. La bruja, no tanto, pero qué me importa.

Forlán y yo hemos pasado todo agosto reptando por los suelos, con la lengua fuera, comiendo menos que de costumbre y en un letargo permanente. Qué calores, madre mía. Ahora que las temperaturas empiezan a ser más agradables para nosotros, que nos pasamos el año con abrigo de piel, hemos recuperado energías y nos dedicamos a trotar, correr y hacer trastadas a placer. Esto es vida.

El otoño y la primavera son las estaciones que más nos gustan porque también tenemos que reconocer que el frío del invierno nos obliga a andar siempre buscando los rincones más calentitos de la casa o, en su defecto, los pies de nuestros compañeros de piso humanos. No llegamos a hibernar como los osos pero casi, hay que hacer acopio de grasas para cuando venga el verano y no tengamos ganitas de comer pero el otoño y la primavera son otro cantar. No hace demasiado frío ni demasiado calor así que estamos en nuestra salsa para molestar lo más que podamos. Somos como mariposas emergiendo de nuestra crisálida. Estamos en todo nuestro esplendor.

Es de esta manera que, igual que se nota que la ciudad en la que vivimos ha despertado tras el verano y la bruja ya empieza a refunfuñar con que ha dejado de encontrar asiento en el Metro, nosotros también volvemos a la actividad y el nuevo año lectivo arranca con fuerza en este nuestro hogar. Lógicamente, seguimos echándonos nuestras diecisiete siestas diarias, que una cosa es estar activos y otra muy distinta no reponer energías. Tened en cuenta que cada maldad supone un desgaste considerable.

Noto el miedo en los ojos de la bruja, que nos mira como pensando “¿Qué estaréis tramando ahora?”. Yo la miro y me parto de risa. Ayyy, alma cándida, si tú supieras… ¿Le tendrá mucho aprecio a la figurita esa que le regalaron hace como veinte años? ¿Lo compruebo? El otoño me ofrece tantas posibilidades que hasta me da vértigo.

Prrrrrrrr.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Trigésimo primer premio: Siete cosas sobre mí





No, no me he equivocado de día. Sé que hoy es domingo y  que el premio lo tenía que haber publicado ayer pero no tuve tiempo y esto me ha llevado a debatirme hoy en un duelo interior diciéndome “Hoy tendría que publicar anuncio pero ayer no publiqué el premio, ¿qué hago?”. He optado por el premio porque, si me lo salto, retraso toda la lista de premios que tengo pendientes de publicar y una es muy metódica.

El que nos ocupa hoy me lo entregó Porfinyomisma el pasado 14 de agosto. No ha vuelto a publicar desde entonces así que, vaya desde aquí un tirón de orejas. Vale, está de vacaciones pero tanto me da, que publique desde la playa o mediante paloma mensajera, que no es justo que estemos aquí echándola de menos.

La penitencia de este premio consiste en contar siete cosas sobre mí. Me ha costado un esfuerzo sobrehumano encontrar esas siete cosas, dado que mi blog, básicamente, consiste en contar absurdeces sobre mi persona así que, ¿qué contar que no sepáis ya? Espero no defraudar:

1) Mis primeras mascotas fueron dos tortugas de agua que dieron en llamarse Tor y Tuga (yo tenía como siete años, así que no vale reírse). Las pobres duraron poco porque pasaban de comerse la comida que les daba. Creo que eran anoréxicas o algo.

2) Estudié griego moderno un par de años. Iba a clases con mi mamá, que fue más constante que yo y ha continuado a lo largo de los años. Como yo soy muy veleta lo abandoné y no paso del “Kaliméra”, “Kalispéra”, “Kaliníjta” y, en un arrebato de verborrea “Pos se léne”. (Traducción: Buenos días, buenas tardes, buenas noches y cómo te llamas). Soy una crack. Puedo irme tranquilamente a vivir a Atenas.

3) Esto es muy friki pero allá que voy. ¿Recordáis un anuncio de cuando éramos peques donde salían dos niños con la palabra QUESO escrita en los dedos de la mano? Todavía me acuerdo de cómo se hacía la coreografía “dedil”, sin necesidad de escribirme las letritas. Así, de memoria. Lo dicho, soy una crack. Puedo irme tranquilamente a vivir a un circo.

4) No soporto el café frío. Con hielo ya ni digamos y el café frappé me parece una aberración. Me da igual que estemos a cuarenta grados. Los brasileños tienen este dicho: El café tiene que ser como un hombre: Fuerte, caliente y sabroso. Pues eso.

5) En materia musical soy, digamos, “ecléctica”. En mi colección de CD´s puedes encontrar desde Dire Straits hasta Deee-Lite, pasando por Enigma, Metallica y lo mismo encuentro algo de Martirio por ahí. No le hago ascos a casi nada.

6) No leo nada por obligación. Si un libro no me ha enganchado al llegar a su cuarta parte, lo abandono sin miramientos. Será por libros en este mundo como para andar sufriendo intentando llegar al final de un libro que me parece un bodrio.

7) Como se me enfríen los pies, ya tengo frío todo el cuerpo. Los pies son mi termostato particular y, una vez que se enfrían, es muy difícil hacer que entren en calor, por lo que ya me quedo aterida para los restos.

Pues estas han sido mis siete cosas. Toca pasar el premio a siete blogs, que serán…




Jesús de “Instantes” 

CreatiBea de “Vinividivinvi

Tequila, limón y sal de “…Y apaga la luz…” 
A disfrutarlo y a contarnos cositas!!!