Anuncios Pesadillescos XLII: ¿Delirios de grandeza?

Éste es un anuncio de cerveza. Pero no de cualquier cerveza. Una cerveza, tan, tan exclusiva que necesita una neverita individual dentro de la propia nevera, para no juntarse con la chusma de las demás cervezas.

Una cerveza tan, tan especial que, con su sola aparición, es capaz de ahuyentar a un tiburón famélico dispuesto a devorar a una inocente parejita.

Una cerveza tan, tan dura que consigue intimidar a un forzudo calvo descendiente de Mr. Propper.

Una cerveza tan, tan cool que paraliza una fiesta y logra que todos los asistentes se queden mirando embobados cómo otro con pinta de chulito llena un vaso con cara de “¿a que molo?”.

El anuncio finaliza informándonos que esta cerveza tan estupenda tiene más sabor y mucho carácter. ¿Sabor a qué? Pues no lo sabemos pero confieso que incluso a mí, que no me gusta la cerveza, me han dado ganas de probarla, una vez comprobada la personalidad y el carisma que tiene esa lata. Te dan ganas de acercarte a ella con ojitos azorados preguntando bajito “¿puedo ser tu amiga?”.

Esa lata es como la chica popular del instituto. Nadie sabe por qué todo el mundo le da coba pero ahí está ella, rodeada de aduladores, de babosos y de arpías que fingen ser sus amigas mientras planean en secreto el homicidio perfecto para que quede libre el puesto de chica más guay.

Ay, latita, latita. No te lo tengas tan creído, que vendrán otras latas que terminarán desbancándote. Nadie es la más popular del insti toda su vida… Disfruta mientras te dure.