Escríbeme!!!

¿Sugerencias? ¿Comentarios? ¿Quieres venderme algo o cyber-acosarme? Escríbeme a plagiando.a.mi.alter.ego@gmail.com

miércoles, 31 de julio de 2013

Anuncios Pesadillescos LXI: El anuncio combinado

Hacía tiempo que no publicaba anuncios de amigas criticonas, pero como sigue habiéndolos hoy damos paso a esta buena mujer, que está inocentemente echando limpiamáquinas en su lavavajillas mientras la amiga la observa desaprobatoriamente y le pregunta cómo puede usar una limpiamáquinas de marca blanca en un lavavajillas tan bueno. Vamos, que indirectamente le está diciendo que es una agarrada que no se quiere gastar los dineros en comprar un limpiamáquinas en condiciones. Si rizamos más el rizo, incluso podemos interpretar que le está queriendo decir que se compró un lavavajillas bueno para no desentonar con sus vecinas pero que en el fondo es una pobretona que no lo puede mantener, como quien se compra un Porsche y luego lo lleva a reparar a una cadena de talleres low-cost.

La pobre víctima, hasta ahora amiga de la otra mujer, dice en su defensa que usa el lavavajillas muy poquito así que con cualquier porquería que le eche ya van apañados.

Pero parece que no va a salirse con la suya en sus alegatos porque sale el experto, ese experto de las narices a quien nadie ha pedido opinión pero que es infaltable en esta clase de anuncios, a decir que el limpiamáquinas protege el corazón del lavavajillas y aunque lo utilices poco hay que usar uno muy eficaz porque, de otra manera, se llenará todo de cal y sufrirá un infarto de miocardio o algo chungo… No sé yo si deberíamos fiarnos mucho de este experto porque, si bien el cartelito reza que pertenece al servicio técnico, tiene unas manos perfectamente manicuradas que ya las quisiera yo para mí. No es la imagen que tengo yo en la cabeza de un hombretón del servicio técnico, con sus manos encallecidas, su barriguita cervecera  y su cigarro colgando de la comisura de los labios.

Y ya de paso, lo nunca visto. Como se ve que pagaron por un anuncio de 25 segundos y con esto se les quedaba escaso, aprovechan para ofrecernos un ambientador para lavavajillas que, al contrario de otros donde salta un limón gigante con un muelle al abrir el electrodoméstico, que se pone pocho enseguida, éste libera cientos de rodajitas de limón que flotan por tu cocina sin orden ni concierto. Vamos, como para estar horas limpiando después las salpicaduras de zumo. Lo que nos iba faltando ya; más trabajo. 

martes, 30 de julio de 2013

Ustedes Dirán XLIX: Que la fuerza me acompañe, tercera parte (sugerido por Big Blue)

En el capítulo anterior habíamos dejado a Luismi contemplando con desolación cómo su amada granja había sido reducida a polvo y Ensaimadillas estaba a punto de ser drogada por una aspiradora malosa.

Comprobamos que mis sospechas de la semana pasada eran ciertas. Al ver Luismi que en la granja ya no pinta nada, le dice a Obi-Wan “Ben” Kenobi (a partir de ahora, Juan Pardo, ya que Zum Schwarzwald me ha hecho caer en la cuenta del parecido) que se va con ellos en clara actitud de “Donde dije digo, digo Diego”, de manera que toman la chancla voladora y parten. En el camino los para la Guardia Civil espacial, que interrogan a Juan Pardo sobre la procedencia de Palurdo y Aspiradora, pero Juan, que es muy astuto, se libra de la multa manipulándoles la mente. A más de uno le gustaría tener esa habilidad, que lo sé yo.

En su búsqueda de un piloto que los lleve a Albarán, se meten en un garito alternativo donde una banda toca música de los años cuarenta, que en el futuro es lo que mola. El local se reserva el derecho de admisión y no dejan entrar a Palurdo porque dicen que es muy raro. Coincido en que raro es un rato pero se ve que ellos no se han visto.

Un fugitivo de la justicia con cara de cerdito busca camorra pero Juan Pardo le arranca un brazo sin pestañear, gracias a su espada de luz. A todo esto, aparece un ser grande y peludo al que nos presentan como Chewaka pero a quien llamaremos “Felpudo” en honor a Nieves quien lo bautizó así la semana pasada. Felpudo, a su vez, haciendo gala de una elocuencia inusitada, nos presenta a Hans Solo, capitán del “Halcón Milenario” (inciso 1: Tiene un apellido muy triste. Le llamaremos Hans “Más Vale” Solo. Inciso 2: Con todos los bicharracos extraños que hay por esos lares ¿saben lo que es un halcón o es que lo han visto en National Geographic?). Comienzan las negociaciones con “Más Vale” Solo y éste les pide a nuestros héroes un pastizal. Nuestros protas, que aprendieron a regatear en los mejores mercadillos de Marruecos, le ofrecen incluso más dinero. Muy bien todo. Por si no tuviésemos ya suficientes emociones con las fluctuaciones del mercado de valores aeronáutico, aparecen los malosos mientras suena una pandereta dando un background musical bastante desconcertante, la verdad.

Se suma a la fiesta una lagartija ojiplática que le dice a “Más Vale” Solo que el jefe de la mafia le ha puesto precio a su cabeza porque, al parecer, debe dinero por haber perdido un cargamento de contrabando durante el ataque de una nave imperial. La lagartija sigue con sus bravuconadas y mucho blablablá pero al final “Más Vale” Solo se lo carga de forma altamente chulesca.  

Mientras tanto, en la Estrella de la Muerte…

Ensaimadillas se resiste al control mental (no sé qué desayuna esta colega) por lo que sugieren otra forma de persuasión y también tiran para Albarán. A saber qué traman estas mentes perversas.

De vuelta con nuestros héroes…

“Más Vale” Solo se va a su nave y ahí está una babosa gigante que resulta ser el jefe de la mafia. Nuestro piloto preferido, que es más chulo que un ocho, le dice que a la próxima vaya en persona, que no hace falta mandar secretarios. La babosa le echa una bronca de parvulario y le pregunta qué pasaría si todos los contrabandistas tirasen la carga al ver un crucero imperial. Le falta añadir “¿Eh, qué pasaría? Así no se va por la vida, Hans”. Total, que la babosa le pide el 50 por ciento de lo que gane en la misión a Albarán para quedar en paz. Yo le hubiese echado encima treinta kilos  de sal ahí mismo pero justo llega la guardia imperial y se lían a tiros láser que van y vienen y hacen parecer aquello una discoteca digna de los mejores polígonos de extrarradio. Montan todos corriendo en la nave y parten (resulta que Felpudo es el copiloto). Los persigue un crucero imperial tan grande que debe tener piscina y casino dentro. Nuestro piloto macarrilla les pide que se pongan los cinturones porque van a superar la velocidad de la luz. En ese caso, yo también me lo pondría.

Mientras tanto, en la Estrella de la Muerte…

Llevan a Ensaimadillas en presencia del gobernador, quien amenaza con cargarse Albarán si no les da la localización de la base rebelde. Ensaimadillas se acobarda y canta. El gobernador, que es un político muy chungo y no cumple lo que promete, hace explotar Albarán igualmente, sólo por ver la cara que se le queda a Ensaimadillas.

De vuelta con nuestros héroes…

Juan Pardo y Luismi juegan a los piratas con sus espadas de luz cuando, de repente, a Juan Pardo le da un flus porque siente la destrucción de Albarán en sus propias carnes, aunque no sabe muy bien qué es lo que pasa. Nosotros sí, porque somos espectadores omnipresentes.

Pasan un poco del tema para seguir jugando a los piratas, aunque deciden llevar el jueguecito un poco más allá y Juan Pardo le pone a Luismi un casco de moto con la visera pintada de blanco para que se enfrente con su espada a una bola de petanca voladora que dispara rayos láser.

Mientras tanto, en la Estrella de la Muerte…

Encuentran los restos de una base rebelde, pero no donde decía Ensaimadillas. Deciden que hay que matarla por tamaña desfachatez de engañarlos a ellos, que son tan honestos.

De vuelta con nuestros héroes…

Llegan donde el GPS de la nave dice que debería estar Albarán pero ahí no hay ná de ná. Aún están asumiendo su desconcierto (o pensando en llamar a Asistencia en Carretera Espacial) cuando se acerca un caza imperial. “Más Vale” Solo, que se ve que se aburre, se pone a perseguirlo, con tan mala fortuna que se precipitan a las mismas entrañas de la Estrella de la Muerte, que tiene una especie de campo magnético circundante. Aquí dicen los malosos que mejor no matar a Ensaimadillas porque puede ser útil (para limpiar la nave o algo…). Van a registrar el Halcón Milenario pero se lo encuentran vacío, por lo que se ordena barrida por doquier hasta que aparezcan los insurgentes, que están escondidillos. Los protas matan sin piedad a un par de guardias y se disfrazan para poder colarse, menos Aspiradora y Palurdo, que se quedan en un armario y Felpudo porque el traje no le cabe.

Y hasta aquí el capítulo de hoy. Si queréis conocer el desenlace de esta aventura sin igual, no olvidéis sintonizarnos la semana que viene. 

lunes, 29 de julio de 2013

Crónicas Felinas LIII: La pajita

Marrameowww!!!

Tengo un vicio muy particular con las pajitas (ya sabéis, estas cánulas de plástico que se utilizan para ingerir líquidos, no me seáis malpensados). Es ver una y perder los papeles. Se me hacen un juguete de lo más entretenido. Puedo sujetarlas con la boca y llevármelas por ahí de paseo o tirarlas al suelo y dedicarme a empujarlas con las patas persiguiéndolas sin descanso. A la bruja no le gusta que juegue con ellas porque es una madre castradora (en el sentido literal de la palabra) y sobreprotectora a más no dar y empieza con que me voy a hacer daño, o que la voy a romper y me voy a tragar cachos de plástico y mil tragedias más que pasan por su mente calenturienta.

Yo, no obstante, me las apaño muy bien para robarlas de los vasos o latitas cuando la bruja o el consorte se atreven a utilizar una, en un ataque de ingenuidad sin precedentes. Parecen olvidar que yo estoy ojo avizor y que, en cuanto se despisten un poco, voy a pegar el tirón del codiciado objeto sin preocuparme en absoluto si salpico sustancias pegajosas en los muebles o, incluso, si tiro el recipiente en el intento, con el consiguiente volcado de líquido sobre los muebles y/o el suelo.

El otro día sorprendí a la bruja de la manera más sibilina. Estaba yo durmiendo a pata suelta en el estudio, que queda al fondo del todo de la casa y la bruja estaba en el salón, que queda en el lado opuesto, escribiendo en el ordenador las tonterías habituales con las que os hace sufrir a niveles insospechados. Aprovechando la coyuntura, decidió que le apetecía una lata de refresco y, ya que yo estaba frito en la otra punta de la casa, se le ocurrió la temeridad de ponerle una pajita. Fue a la cocina, abrió la lata, le puso la pajita y volvió al salón. No contó con que tengo el oído muy fino y, en cuanto escuché el sonido de la lata apoyándose en la mesa de cristal, allí que me planté en dos nanosegundos, me subí a la mesa de un salto e hinqué mis dientes en mi ansiada pajita. La bruja sólo atinó a sujetar la lata para evitar un desparramo de refresco carbonatado y, como en el fondo es una blandita, hasta me dejó jugar un poquito con ella. Eso sí, bajo su estricta supervisión. El asunto es no dejarme trastear a gusto. Un rato más tarde, me la quitó y la tiró a la basura. No puedo explicaros el dolor de corazón que me provocó este hecho.

Así que en esas andamos, esperando que se presente una nueva oportunidad de hacerme con otro de estos objetos maravillosos.

Prrrrrrr. 

viernes, 26 de julio de 2013

Octogésimo tercer premio: Meu blog é uma fofura!!


El pasado 25 de junio, Madre Desesperada me pasó como chorrocientos premios con chorrocientas preguntas y demás. El tema es que ya los tenía todos menos uno y, como me dijo en los comentarios que podía publicar los que yo quisiera, pues le tomo la palabra y publico sólo éste. Según dice el premio, mi blog es una “fofura”, que no quiere decir que yo esté fofa ni que mi blog sea fofo sino que, en portugués, “fofura” es algo así como “ternura” o “ricura”.

Yo no sé realmente si mi blog podría catalogarse de “rico”. Si me hablan de un blog con esas características me daría por pensar en estos que tienen el fondo rosa y ositos de peluche con corazoncitos alrededor comiendo tarros de miel y cantando el espanto aquél de “Eres tú mi peluchito” pero oye, el caso es que el premio no lo tenía así que me lo agencio y encima no tiene penitencia, ¡¡toma!!

Lo único que hay que hacer es pasarlo a ocho blogs y, como no conozco tanto blog “tierno” ni “rico” ni que sea una “fofura” utilizo la psicología inversa y lo paso a los ocho que me parezcan la antítesis de esta descripción. Sí, soy perversa.  

And the winners are:

Inmagina (La primerica, te quejarás) 

Big Blue (Sé que detesta los premios a la par que la “fofura” pero estoy en plan vengantivo con lo de la Guerra de las Galaxias) 

Zum Schwarzwald (La conozco hace poco pero tiene pinta de ser poco amiga de la “fofura”) 

Naar (Porque Naar y “fofura” son antónimos, aunque me juego lo que sea a que en el fondo se oculta un peluchín) 

Nieves de Avernolandia (el nombre lo dice todo) 

Elvis, de Graceland (No, no eres una “fofura” pero yo te quiero igual) 

Eva, de Opiniones incorrectas (Sobre todo cuando le llegan sus cajitas con productos de belleza, es toda ternura) 

Liah, de Mi vida sin ti (A ver si vuelves, nena!!) 

Y sin otro particular, me despido atentamente hasta la semana que viene. ¡Buen fin de semana!

jueves, 25 de julio de 2013

Conversaciones absurdas

Yo tengo un humor bastante surrealista. Bueno, esto lo sabréis si habéis leído al menos dos veces este blog. Lo gracioso del caso es que el churri tiene un humor muy surrealista también lo que provoca que en ocasiones tengamos conversaciones tan absurdas como la que reproduzco a continuación (Churri en azul, servidora en rosita ñoño)

- Tú me cambiarías por unos Manolos, seguro.

- Estoooo. No, no.

- Por tres pares de Manolos, entonces.

- Estooooooooooo. No, no, no. Los zapatos sólo son zapatos. Tú eres…

- Yo también soy un zapato.

- Una alpargatilla.

- Eso, soy una alpargata.

- Bueno, pero eres mi alpargata y yo seré tu pie.

- ¿Eres un pie? Espero que limpito, por lo menos.

- Eso por descontado. Limpito y lustroso.

- Ah. Pero es que yo soy una alpargata maloliente y sudada.

- ¿Me estás diciendo que no eres una alpargata a estrenar?

- Tengo treinta y cinco años, ya me he pateado unos cuantos veranos, hijita.


Visto lo visto, lo mismo sí que lo cambio por unos Manolos. Nuevecitos. 

miércoles, 24 de julio de 2013

Anuncios Pesadillescos LX: El Cerdo Volador

Desconozco si aquí en España estuvo de moda hace muchos años la canción de “El Gato Volador”. En Uruguay fue una auténtica pesadilla que me crispaba los nervios veintisiete veces al día. No obstante, si no tuvisteis oportunidad de deleitaros con semejante obra de arte, no sufráis. Ha llegado El Cerdo Volador.

Éste, por lo menos, no tiene musiquilla enervante pero eso es lo único que se puede sacar de bueno de este despropósito.  

El anuncio es de una tienda de telefonía pero realmente tanto podían anunciar esto como jamones de jabugo o cualquier otra cosa porque no tiene sentido alguno. Como se supone que es una promoción de verano, nos muestran un cerdito tirándose en picado al agua desde un acantilado (de ahí lo de “volador”. A continuación, una cerdita en bikini retozando en la arena, que hasta se anima a hacer topless y se quita la parte de arriba mostrando sus marcas blancas con gran orgullo. Luego ya nos enseñan las superofertas que tienen, mientras un cerdito con traje baila al lado de los  productos algo parecido al Gangnam Style.


Menos mal que se trata de dibujos animados porque ya como me hubiesen puesto cerdos de verdad a mí me da un ataque. No es que pueda contaros mucho más del anuncio porque, gracias al cielo, es cortito. Algo bueno tenía que tener este engendro. Así que el post de hoy no da para mucho más (tal vez así compensamos el neverending post de ayer y os doy un respirito para que no me odiéis tanto). Sólo me queda agradecer a Dr. Moriarty, del blog “El Expreso a Thule” quien me dio el chivatazo por Twitter. Sin su inestimable ayuda me lo hubiese perdido y os hubiese privado a vosotros de conocer la existencia de esta maravilla. 

martes, 23 de julio de 2013

Ustedes Dirán XLVIII: Que la fuerza me acompañe, segunda parte (sugerido por Big Blue)

Por segunda semana consecutiva, continuamos destripando el cuarto capítulo de La Guerra de las Galaxias a solicitud de Big Blue.

La semana pasada habíamos dejado a Palurdo y Aspiradora siendo vendidos por unos chatarreros intergalácticos a Luke Skywalker. A partir de ahí, entran a la granja, donde Palurdo se da un relajante baño de aceite (de motor, que no de aceites esenciales) mientras raja de lo lindo y va contando con pelos y señales la misión que tenían encomendada y su función como especialista en protocolo. En protocolo no sé, pero en cuanto a confidencialidad tiene las mismas carencias que la doctora de la que os hablé el pasado jueves. A todo esto, Luke está arreglando a Aspiradora, a la que de repente parece que le da un chungo y saca un Cine Exxin que traía incorporado, que proyecta en bucle a Leia con sus ensaimadas diciendo una y otra vez “Ayúdame, Obi-Wan Kenobi. Eres mi única esperanza”, así como diez veces porque se ve que había que rellenar metraje en la cinta. Luke empieza a relatar que conoce a un Kenobi pero que se llama Ben (un nombre mucho más de pueblo llano) y que no sabe si será el mismo o si estarán emparentados. Parece que el Ben éste es una especie de eremita. Pues vamos apañados… como si no hubiesen vagabundeado bastante estos pobres. No nos cuenta más porque le llaman sus tíos para comer y presenciamos durante la comida una disputa familiar donde Luke se queja de que quiere irse a estudiar a una academia de pilotos especiales pero sus tíos le dicen que qué academia ni qué niño muerto, que en la granja plantando lo que sea que comen ahí se está de lo más bien y que tiene que ayudar en la cosecha (no sé de qué. En el desierto no se me ocurre nada. Tendrán un invernadero).

Aspiradora, que está como una cabra, se da a la fuga y nadie sabe dónde ha ido. Luke va con palurdo a buscarlo en un vehículo con pinta de chancla voladora. Para darle más emoción a la cosa, les acechan unos encapuchados con una especie de máscaras antigás pero con dientes, muy monos ellos. Van montados en dragones chinos con cuernos de carnero. Parece ser que se llaman “Moradores de las arenas”, vamos, que viven ahí mismo. Los moradores estos apresan a nuestros protagonistas y comienzan a saquear la chancla voladora pero aparece un monje franciscano que les hace huir. Ah, no… No es un monje franciscano. ¡Es Obi-Wan Kenobi in person! ¡No me lo puedo de creer!

A nuestro Palurdo le han descuajaringado un brazo los moradores así que, una vez bajo techo, lo atornillan mientras el eremita cuenta que fue un caballero Jedi, igual que el padre de Luke, a quien hace entrega de la espada de luz de su padre en sencillo pero emotivo acto. Juraría que en una fiesta de pueblo me regalaron una igual. Parece ser que antes del Imperio que hoy les somete, aquello era una República (no quiero comparaciones) y los Jedis eran los guardianes de la paz. Obi-Wan, Ben o como sea que se llame, le cuenta a Luke una trola tremenda y le dice que su padre murió a manos de Darth Vader. Juas, juas. (Supongo que esto no es spoiler, digo yo que todo el mundo sabe quién es el padre de Luke)

Consiguen reproducir íntegra la famosa grabación de Leia que antes no pudimos contemplar y vemos que la princesita le ha encasquetado a Obi-Wan un marrón tremendo, pidiéndole que lleve a Aspiradora al planeta Albarán para que el padre de Leia le saque los planos (no sé si por la fuerza o destripándolo o cómo).  A todo esto, en un plano que hicieron aquí del careto de Luke, se me hizo parecidísimo a Luis Miguel de joven. A partir de aquí se llamará Luismi. Luismi dice que pasa de todo y que no se quiere ir a ningún sitio. No hay quién le entienda. Antes estaba deseando salir de la granja ¿y ahora qué? Hay que mandarle un orientador vocacional o algo.

Mientras tanto, en la Estrella de la Muerte…

Los malosos están convencidos de que ya no quedan rebeldes o que, si queda alguno, ya no va a estar tocando las narices. Uno de los allí reunidos tacha de fanático religioso a Darth Vader, quien comienza a ahogarle con una fuerza invisible por haber cuestionado su fe. No se anda con tonterías, como vemos.

De vuelta con nuestros héroes…

Nuestros amigos se encuentran a los chatarreros muertos en una vil carnicería y Luismi se va con cuidadín a ver qué ha pasado en la granja. ¡Oh, Tragedia! La granja ha sido devastada, lo que seguramente le haga cambiar de opinión sobre su negativa a irse a Albarán.

Mientras tanto, en la Estrella de la Muerte…

Darth Vader interroga sin éxito a la princesa de las ensaimadas acerca del paradero de los planos, por lo que decide pasar a métodos más drásticos y le suelta sin más preámbulos una aspiradora negra con jeringuilla incorporada. La cosa pinta chunga.

¿Conseguirán llegar a Albarán? ¿La princesa de las ensaimadas seguirá impertérrita o cantará? ¿Emitirá Telecinco un documental?

La respuesta a éstas y otras incógnitas, la semana que viene. 

lunes, 22 de julio de 2013

Crónicas Felinas LII: Si es que todo lo tienen que tocar

Marrameowww!!!

El viernes pasado no gané para sustos. Ya de por sí estaba yo con  los nervios a flor de piel porque llevaba dos semanas aguantando a estos seres (por suerte hoy ya se han reincorporado a la rutina y he podido disfrutar de un poco de tranquilidad).

Ya el jueves la cosa había sido un poco rara porque salieron por la mañana y no volvieron hasta bien entrada la tarde. Ya me extrañaba a mí que estuvieran fuera tantas horas si no era porque tramaban algo. Y lo tramaban. Vaya si lo tramaban.

El viernes sonó el timbre y yo corrí a esconderme debajo de la colcha, que es lo que hago siempre cuando viene gente a casa. Me di cuenta de que no era una visita porque el intruso se fue enseguida (o eso, o era una visita inteligente que no es capaz de aguantar a este par de dos demasiado tiempo). Me aventuro a salir al pasillo y ¿qué es lo que me encuentro? Montañas de cajas de cartón. Ya empiezo a sospechar. Esto no augura nada bueno. Y empiezan a sacar montones de cosas informes que van ensamblando. Bueno, el consorte ensamblaba, la bruja leía un papelito y le iba pasando tornillos a la vez que le decía cosas como “eso lo has puesto al revés”, “eso no está bien cuadrado”. Demasiada paciencia tiene el consorte. Yo le hubiese soltado ahí todo el material y le hubiese dicho “pues lo montas tú, lista, que eres muy lista”.

Ya el colmo fue cuando vino Telita (la de Vaya Telita) a traerle un vestido que fue el último caprichito de la bruja (que se cree que por mucho vestidito monísimo de la muerte que se compre va a cambiar esa cara, con la que hace años la hubiesen condenado en Salem) y va la tía con sus santos ovarios y dice que se baja a tomar algo con ella y ahí que deja al consorte sudando la gota gorda mientras ella se va a la terracita a tomar refresco marrón carbonatado. Manda narices la colega.

Cuando por fin terminaron, vi que en esta mi casa no hay uno ni dos sino tres muebles nuevos. Me siento como desorientado. No digo que no aprecie yo el tener nuevas superficies sobre las que tumbarme y esparcir mis pelos pero no reconozco mi casa como mía. Será todo cuestión de acostumbrarse, digo yo pero hay que ver qué manía tienen con eso de redecorar sus vidas. Ni que nosotros redecorásemos los callejones.      
Para colmo de males, se me pegó una tira adhesiva en mis partes nobles y me la tuvieron que despegar. No dolió pero no quiero ni recordar tan bochornoso momento.



Prrrrrrr.

viernes, 19 de julio de 2013

Octogésimo segundo premio: Liebster Award versión sello oficial


Pues mira, otra versión del Liebster que no tenía. Me lo hizo llegar Irene de “Mis Tortuguitas” el pasado 29/05/13. Muchas gracias, guapa!!!

Las normas son responder a las once preguntas planteadas, formular otras once y pasar el blog a once blogs que estén empezando. Como no conozco blogs que estén empezando, lo pasaré a la vieja usanza a blogs de toda la vida, que es lo que hizo Irene. Y como ella no cambió las preguntas iniciales, pues yo tampoco. Si es que no tengo personalidad y hago lo que veo.

Las preguntitas son las siguientes:

1.- Blog, vocación o profesión.

Ya quisiera yo que fuera una profesión y poder pasarme los días en mi casa con el gato mientras plasmo mis chorradas online y encima me pagan por ello. Es vocación y creo que siempre lo será.

2.- ¿Cada cuánto debemos publicar los post?

¿Debemos? Cuando nos salga del gorro. Lo bueno de tener un blog no remunerado es que cada uno lo gestiona a su manera. Sí que es cierto que hay algunos que enganchan mucho y a lo mejor nos gustaría que publicasen más a menudo pero aquí no hay jefes así que me parece bien la frecuencia que cada uno tenga a bien llevar.

3.- ¿Cuáles son a tu juicio las herramientas más útiles para promocionar el blog?

Yo no es que sea precisamente un hacha en lo que a redes sociales se refiere. Tengo una fanpage en Facebook que me hace la ola cuando entro a quitarle las telarañas y me he enganchado a Twitter pero más porque me mola comentar cosillas varias que para autopromocionarme. Como digo, no vivo de esto, así que prefiero invertir el tiempo en escribir más que en andar de promoción todo el día.

4.- ¿Temática única o multicontenidos?

En mi caso particular, prefiero leer blogs multicontenido porque se me hacen más amenos pero también soy muy fan de algunos con temática única. Lo importante, como digo siempre, no es tanto a veces lo que se cuenta sino cómo se cuenta.

5.- ¿Por qué iniciaste el blog?

Me dio mono de escritura y me dije “Pues voy a abrir un blog”. Me lo planteé como propósito para el 2012 y en esas andamos.

6.- ¿Por qué elegiste el tema?

Todavía no he elegido el tema y así nos va…

7.- ¿Es necesario añadir contenidos multimedia a los post?

Necesario, no. Queda más bonito y más ameno. Eso sí que es cierto pero yo soy muy vaga y muy negadilla para esas cosas así que generalmente termino decantándome por el texto plano.

8.- Querrías mejorar...

El look del blog. A ver si un día me pongo las pilas y pido a alguien con más habilidad que yo para que me cree una plantilla personalizada que me identifique más (pobre ser humano al que le toque encargarse de esa tarea).

9.- ¿Qué es lo que te gustaría conseguir?

Hablamos del blog, supongo. Pues no me lo he planteado. Siendo realista,  no creo que vaya a conseguir mucho, salvo seguir conociendo a otro montón de gente estupenda como la que llevo conocida hasta ahora. Si se trata de soñar, pues me gustaría ver mis posts publicados pero no soy tan importante…

10.- ¿Hasta cuándo?

Hasta que me canse, si es que llega ese momento.

11.- Gracias a....

La vida, que me ha dado tanto. Bueno, y gracias también a todos por estar siempre ahí; por reíros conmigo (o de mí, que me da igual) y por haberme apoyado también en momentos no tan divertidos.

Venga, el premio va para:












Feliz fin de semana a todos!!!

jueves, 18 de julio de 2013

Burrocracia 2 (El retorno)

Como recordaréis por esta entrada el churri y yo nos hemos cambiado de centro de salud.

Como, por suerte, una anda bien y los achaques propios de la edad aún no han hecho mella, no había tenido oportunidad de estrenarlo hasta la semana pasada. No iba por nada especial. Únicamente quería un volante para hacerme una analítica y otro para una citología. Vamos, lo que viene siendo la ITV de todos los años.

Cuando me di de alta en el centro de salud, pedí que me pusieran médico de mañana, ya que como trabajo de tarde prefiero que no interfiera (responsable y educadita que es una). Cuando vi el nombre del médico en la tarjeta le comenté al churri que tenía pinta de ser joven (el nombre me sonó a hombre joven. No preguntéis por qué).

Pues bien, aprovechando las vacaciones pedí cita (yo disfruto las vacaciones a tope) y ya me sorprendió que me la dieran a las 15:25 pero me dijo el churri que a lo mejor el turno de mañana era hasta las 16:00. Nunca había ido al médico a esas horas así que la franja horaria quedaba para mí en una especie de limbo en el que no tenía yo muy claro si era de mañana o de tarde.

Total, que llego al centro de salud y pregunto dónde es la consulta del Dr. XXX. Me dicen que se ha jubilado (ole yo y mis intuiciones) y que ahora me toca con la Dra. YYY que está en la consulta 123 (por decir algo). Allí que me encamino y, cuando sale a pasar lista ya me cae mal. ¿No os pasa que  hay gente que os cae mal sólo con verla? Pues eso me pasó con esta mujer.

Me toca mi turno. Entro. Le digo a lo que voy y me dice “¿Quién te atendía antes?” a lo que contesto que nunca había estado en ese centro y que antes iba a otro. Me contesta que sí, que estuve con la Dra. Tal y la Dra. Pascual. Le digo que no pero debe pensar que soy esquizofrénica porque no me hace caso y sigue a lo suyo.

Le comento lo de la citología y me dice “pero tú has estado embarazada hace poco”. La miro con cara de asombro y le digo que no. Entonces se corrige y me dice: “Ah, no. Eso fue en 2002 y 2005 el segundo. “No he estado embarazada en mi vida”, contesto ya al borde del colapso. Por si eso no le daba suficientes pistas acerca de que probablemente estaba mirando el historial de otra paciente, en lugar de preguntarme mi nombre, me suelta “¿Tú no eres Pepita Pulgarcita?”. Hala, si conozco a Pepita ya me sé su historial médico en profundidad. Eso es secreto profesional y lo demás tonterías. Al darse cuenta de que no soy yo, deja ahí el volante para la citología que le ha hecho a Pepita y me hace a mí uno nuevo. Había que rellenar la fecha de la última citología pero ella puso la fecha de mi último periodo porque le molaba más.

Menos mal que cuando fui a pedir las correspondientes citas comprobé que esta doctora está en turno de tarde (porque al jubilarse mi jovencísimo doctor hicieron un reparto a lo loco) y conseguí que me cambiaran a una de la mañana que espero que esté en sus cabales y no ventile a los cuatro vientos la información confidencial de los pacientes.


Por cierto. El volante lo imprimió con el encabezado en la parte de abajo. 

miércoles, 17 de julio de 2013

Anuncios Pesadillescos LIX: Vuela cual grácil mariposa

Por todos es sabido que hay gente a la que la leche de vaca le sienta mal o le cae pesada. Tal vez tenga algo que ver con que nuestro organismo realmente no está preparado para seguir tomando leche una vez alcanzado el destete (y mucho menos de vaca) pero como somos así de testarudos, en vez de pensar que a lo mejor la solución pase por prescindir de beber leche, dedicándonos a otros productos lácteos y como se ve que caló hondo aquello de que es imprescindible para crecer y estar fuertotes, preferimos buscar alternativas en cuanto a leche que nos resulten más ligeras.

Pues bien, han sacado al mercado una leche muy ligera que no sé yo qué tal sentará al estómago pero parece que al tomarla nos saldrán alas de mariposa. Así, como lo leéis. Te tomas un vaso de esa leche y te surgen dos alas descomunales que parece que vas vestido para actuar en la función del colegio. (A mí nunca me tocó ponerme alitas pero he visto unas cuantas que tuvieron que pasar por aquello).

Es así como vemos una mujer con alitas de mariposa en la cocina, un jubilado con alitas de mariposa corriendo por el parque, una niña con alitas de mariposa subiendo al autobús escolar y un ejecutivo con alitas de mariposa montando en bicicleta.

Todo como muy romántico. Luce el sol y no parece que haya smog ni delincuencia ciudadana ni nada. Es un mundo ideal con gente que revolotea feliz al realizar sus tareas. Aunque, todo hay que decirlo, en el anuncio nadie levanta el vuelo así que no sé yo si las alitas son cien por cien efectivas o si vienen con algún defecto de fábrica. Con la suerte que tengo yo, seguro que pruebo la leche en cuestión y me salen alas de polilla. Ya me imagino a Forlán relamiéndose de gusto al verme aparecer. Miedo me está dando.

Como soy mala malosa, me hubiese gustado incluir en el anuncio a los siguientes personajes luciendo sus alitas de mariposa: un mecánico, un fontanero (pitillo en comisura incluido), un albañil, Manolo el del Bombo, el dueño del bar de la esquina de tu casa, un camionero (aunque tendría serias dificultades para sentarse en la cabina con las alitas), los ultras de cualquier afición deportiva, Bárcenas haciendo la peineta (no digáis que no hubiese quedado mucho más mono en las fotos), los de Sálvame en pleno poniéndose a caldo todos con sus alitas (aunque a lo mejor se las arrancaban a mordiscos) y un largo etcétera de los que, sin duda, se os ocurren muchos ejemplos.


Vamos a reírnos un ratito. ¿A quién más le pondrías alitas de mariposa?

martes, 16 de julio de 2013

Ustedes Dirán XLVII: Que la fuerza me acompañe, primera parte (sugerido por Big Blue)

Hace un tiempo publicaba yo el destripamiento de un anuncio donde, al comentar cierto dato, confesaba que nunca en mi vida había visto Star Wars. El amigo Big Blue, con un rato largo de mala milk, me mandó ipso facto un correo instándome a ver el largometraje para poder publicarlo en esta ilustre sección.

El primer paso fue convencer al churri de que bajásemos la película y la viéramos, ya que tras casi seis años de relación yo seguía negándome en redondo a verla y, claro, le sentó un poco mal que porque me la pidan para el blog esté dispuesta a hacer el sacrificio. Pero como en el fondo es un trozo de pan, accedió a mis súplicas y me hizo jurar que, en ese caso, también publicaría Star Trek a petición suya (próximamente en sus monitores). Así que, Big Blue, me debes una y bien grande.

Bueno, a lo que vamos. La pieza elegida por Big Blue fue el episodio IV ("Una nueva esperanza"), o sea, el primero que se emitió. Esto de empezar una historia de seis capítulos en el cuarto y terminarla en el tercero ya es freaky de por sí pero parece que no había pasta para hacer las tres primeras.

Después de las letritas de rigor, ya clásicas en esta saga, vemos en contrapicado una nave chiquitita perseguida y bombardeada por una especie de transatlático espacial que parece no tener fin. En los pasillos de la nave pequeñita aparece un androide dorado, otro plateado y algo parecido a una aspiradora semoviente. Por ahí se ven también pseudo soldados con cascos de ciclista.

Se cuelan en la nave otros soldados (los malosos) que van de blanco e intercambian rayos láser a tutiplén con los de los cascos de ciclista. Se monta ahí una escabechina digna de mafia siciliana y entra Darth Vader pidiendo a gritos un Ventolín y caminando entre los cadáveres como si tal cosa.

En este punto, pregunto al churri que de qué planeta se supone que es toda esa gente. Parece ser que cada uno es del suyo. Aquello es un crisol de culturas.

Seguimos: Vemos asomar tímidamente a la Virgen María con un peinado de ensaimadas en la cabeza. Parece que es la princesa Leia, que mete un artilugio dentro de la aspiradora semoviente y al poco la capturan. Los malosos se ponen a buscar unos planos mientras la de las ensaimadas acecha entre las sombras. Pero la ven y la dejan KO con un flash de magnesio.
Mientras tanto, la aspiradora ha forzado la cerradura de una cápsula de escape e intenta convencer al androide dorado de que se vaya con ella. El androide se niega pero, al asustarse con una explosión, accede como Sir Robin el Valiente de los Monty Python.

Darth Vader, que continúa con serios problemas de asma, pregunta a Leia por los planos. Ella lo niega todo y les dice que son unos abusadores, que ellos están en misión diplomática hacia un planeta que se llama Alderaan (pero como esto es complicado, le llamaremos “Albarán”). Pues bien, Leia es una vil mentirosilla ya que realmente son unos rebeldes ladronzuelos de planos que quieren cargarse una estación espacial de forma esférica conocida como “La Estrella de la Muerte” pero esto, en una hábil maniobra, no se lo cuenta. Lógicamente, los planos no aparecen porque eso fue lo que metió Leia en la aspiradora. Qué chica más lista…

La aspiradora  y el androide llegan  a tierra. A mucha tierra. A un desierto, concretamente. Mientras caminan, el androide dice “Estamos hechos para sufrir”. Desconozco si esta frase estaba incluida en el guión o si fue una improvisación del actor al ver que tenía que caminar por el desierto con todas esas latas encima. La aspiradora quiere ir para un lado. El androide, por otro. Discuten y cada cual tira para donde le sale de las narices. Mientras la aspiradora va por la sombrita que le proporcionan unos pedruscos, el androide se va torrando al sol. El androide pasa a llamarse Palurdo a partir de este momento.

Palurdo ve acercarse un vehículo y agita sus brazos metálicos como si no hubiera un mañana. Mientras tanto, a la aspiradora le observan unos ojitos rojos que hacen unos ruiditos extraños. Cuando se lanzan a su captura, vemos que son como una especie de monjes tibetanos diminutos que atizan a la aspiradora con un táser y cae redonda (básicamente porque lo es). Lo meten en algo así como una apisonadora gigante de cuatro pisos de alto y ahí recupera el conocimiento, viéndose rodeado de modelos obsoletos de sí mismo. Juraría que vi el prototipo de “Cortocircuito” que haría nuestras delicias en los ochenta. También hay una especie de hormiga gigante plateada que no conseguí saber qué pintaba ahí. Entre toda esta fauna, aparece Palurdo (ya sabemos a quién le estuvo haciendo autostop, cada vez se gana más el apodo) que celebra con júbilo el reencuentro, aunque dudo que la aspiradora esté igual de contenta.

Mientras tanto, vemos hordas de malosos buscando a este par de dos, montados en reptiles gigantes.

La apisonadora llega a una granja raruna de la que sale, al fin… Luke Skywalker. Ahora nos enteramos de que los monjes tibetanos diminutos ni son monjes ni son tibetanos, aunque siguen siendo diminutos. Son chatarreros, chacho. Luke compra a Palurdo y otro modelo de aspiradora que no es nuestra aspiradora. Palurdo y nuestra aspiradora protestan. La aspiradora adquirida parece tener un defecto de fábrica y es así como exigen un cambio de producto y volvemos a tener juntos a nuestros héroes.

Y como veo que esto me está quedando más largo que un día sin pan, continuamos esta trepidante aventura la semana que viene. Hala, os dejo con la intriga. 

lunes, 15 de julio de 2013

Crónicas Felinas LI: ¿Es un pájaro? ¿Es un avión? Es las dos cosas

Marrameowww!!!

Las emociones en lo que a pajarracos se refiere no terminan en esta santa casa. De seguro recordaréis mi historia con el gorrión que me había echado por vecino allá por abril (podéis leerlo aquí si os perdisteis este apasionante capítulo de mi vida).

Pues bien, con el verano, los gorriones han dejado paso a los aviones (me refiero a los aviones plumíferos, no a estos aparatejos ruidosos y contaminantes).

Todas las mañanas, bandadas y bandadas de estos seres emplumados pasan rozando la ventana del salón de mi casa. Y, cuando digo rozando, lo digo literalmente. Más de uno ha dado un golpe contra el cristal haciéndome creer que estábamos siendo atacados por misiles tierra-aire.

Pero hubo uno, uno en concreto, que hará cosa de dos semanas rebasó todos los límites de la torpeza alada. Se ve que iba tan imbuido en incrementar sus horas de vuelo que, sin darse cuenta de que la ventana de la terraza estaba abierta, se precipitó en su interior con el consiguiente porrazo contra el suelo. Estos animales (que a mi entender tienen unos cuantos desperfectos) no saben aletear, sino que planean, por lo que una vez que tocan suelo les resulta muy difícil (si no imposible) volver a remontar el vuelo.

Pues hete aquí que estaba yo tan tranquilo a mis cosas, tumbado en el sofá lamiéndome una pata, cuando escuché un estruendo en la terraza y me precipité a toda velocidad a la puerta con cristalera. Detrás de mí vino la bruja, que es más lenta de reflejos. Y ahí que lo vimos, al fondo de la terraza con las alas abiertas y dando tumbos intentado subir nuevamente hacia la ventana. Yo, en mi desesperación por hacerme con semejante trofeo (lo más grande que he cazado en mi vida ha sido un saltamontes) no hacía más que darme de leches contra el cristal en plan polilla palurda a ver si conseguía derribar la puerta haciendo de ariete. El pájaro, dando saltitos, llegó al lado de la puerta, donde me encontró delante de sus morros. Yo pensé “Vale, si no se ha matado con el golpe, ahora le va a dar un infarto”. La bruja se estaba planteando cómo hacer primero para sacarme a mí del salón en mi estado de histeria y segundo para coger el ave y lanzarlo sin piedad por la ventana. Recordó que el consorte se había visto inmerso en una situación similar y no dudó un momento en coger el móvil para llamarlo al trabajo (la bruja eso de las prioridades lo maneja cuando quiere). Según estaba marcando, el pajarraco, consiguió escalar a la ventana dando saltitos apoyándose en lo que buenamente podía y consiguió lanzarse al vacío consiguiendo así su libertad y mi más absoluta decepción al ver escapar una presa tan jugosa.

Desde ese día vigilo la terraza con atención, a ver si los hados se acuerdan de este pobre felino y deciden obsequiarme con otro avión torpe y jugosito.


Prrrrrrr.

viernes, 12 de julio de 2013

Octogésimo primer premio: El premio librero al feedback



El 28 de mayo, María de “Minino y Ary” me pasó este premio cultureta de los que me molan a mí.

Hay que contestar unas preguntitas y pasarlo a cuatro blogs que suelan contestar los comentarios. Vamos al lío:

1.¿Hay algún libro que no seas capaz de terminar?: Muchos. Ya lo he comentado alguna vez; si un libro no me engancha, lo dejo sin ningún tipo de remordimiento. Recuerdo que nunca he podido con “El Quijote” ni con “El cazador de sueños”. Sé que hay muchos más pero, por lo que veo, mi mente ha hecho por olvidar.

2.¿Cuál es tu género literario favorito?: Sobre todo policial, novela negra y cosas así. El terror, si es bueno, también me va mucho (sobre todo terror psicológico).

3.¿Cuál es tu novela favoritisima del mundo mundial?: Para quien no lo sepa todavía “La insoportable levedad del ser”, aunque hay otras muchas que me han encantado.

4.¿Y esa peli que no te cansas de ver?: De pequeña me dio con Chorus Line y la vi unas treinta y cinco veces. A día de hoy, siempre que las echan veo “El Mago de Oz”, “Lo que el viento se llevó”, “Cantando bajo la lluvia” y “La naranja mecánica”. Soy súper moderna.

5.¿Por qué te hiciste un blog?: Me apetecía escribir y me dije “Pues a ver qué sale de aquí”.

6.¿Cual es tu novela distópica favorita?: “1984”, sin duda. Aunque, como sabéis, aún no he conseguido hacerme con “Los juegos del Hambre”.

7.Verano o invierno?: Verano. Siempre verano.

8.¿Te gusta la lluvia ?: Para nada. Un día, me molesta un poco. Si se prolonga más de dos días empiezo hasta a entrar en depresión.

9.Tus mejores vacaciones: ¿Que haya vivido o como “desiderata”? Si son vacaciones ya vividas, las que pasé en diciembre pasado con el churri y mi mami en Montevideo. Si son las que me gustaría tener, pues en Maldivas comiendo langosta en un trozo de playa privada.

10.Dulce o salado: Comer es un placer en general (salvo cuando lo haces porque hay que hacerlo) pero soy más de salado.

11.Escritor favorito: Stephen King ha sido mi preferido de siempre aunque últimamente le estoy siendo bastante infiel con John Katzenbach.

Venga, y el premio va para:

Saramaga de “A tientas” 




Muy buen fin de semana a todos.  l  siguiente:

jueves, 11 de julio de 2013

Visto y oído

Hace tiempo que le vengo dando vueltas a varias cosillas que escucho o leo por ahí y nunca sé si twittearlas, facebookearlas o contarlas por aquí.
Con el Twitter es que me pasa una cosa muy curiosa. A veces veo cosas por ahí que me hacen muchísima gracia, las twitteo y no recibo ni una respuesta. No sé si es que soy tan pava que hay cosas que sólo me hacen gracia a mí o que hay horarios que no son los adecuados para twittear nada. Tengo que empezar a sondear diferentes franjas horarias para comprobar cuál es la que produce mayor impacto porque aún me acuerdo del día que conté en Twitter que el menú del bar de mi barrio ese día ofrecía “Vichisuá” y ni un “jajaja” de compromiso recibí como pago.
Bueno, a lo que iba, que hoy os cuento cositas que se me han ido quedando en el tintero de las redes sociales.
Por todos es sabido que Yahoo Answers es una fuente inagotable de sabiduría pero me quedé a cuadros un día que, buscando no sé qué cosa de un medicamento, di con una pregunta al respecto en la dichosa página y había una chica que contestaba una auténtica sandez y en el apartado “Fuente” indicaba: “Tengo un pariente que estudió Medicina”.
Como el que tiene un primo en Cuenca. Ahí, con un par. El hecho de tener un pariente que haya estudiado Medicina (ni siquiera aclara que la persona en cuestión haya llegado a terminar la carrera) ya te ha habilita para opinar sobre fármacos. Ya me imagino los próximos anuncios de medicamentos: “En caso de duda consulte a su médico, farmacéutico o a alguien que tenga un pariente que haya estudiado Medicina”.
Otro día me topé con un debate sobre la actitud que habían tenido los habitantes de la casa de Gran Hermano (yo es que a veces me informo sobre los temas más inverosímiles) con la participante transexual de esta edición. Los ojos como platos se me quedaron con una opinión que decía más o menos así: “¿Dónde está la plataforma de derechos humanos y gays? Estos chavales son unos xenófobos!!”. Y se quedaba más ancha que larga con esa reflexión tan profunda. A lo mejor es que se piensa que en esta España mía, esta España nuestra, no hay transexuales autóctonos y los tenemos que importar.
Y ya la última la escuché en la radio. Dentro de contexto no es que a la frase le pase nada en particular pero son estas oraciones que dices sin pensar y que, si te diera por ponerlas por escrito, editarías sin dudar. Era algo como “Estos grupos que arrasaban en la década de los ochenta y se pinchaban por las noches”.
Ya sabemos que los años 80 fueron bastante locos en lo que a consumo de estupefacientes se refiere pero alguno habría que arrasara y no tuviese necesidad de recurrir a sustancias psicotrópicas, digo yo.
Pues éstas son las que tenía apuntadas por el momento. Me ha molado el ejercicio así que tendré abiertos los ojos y los oídos para hacer un nuevo recopilatorio en cuanto tenga oportunidad.  

miércoles, 10 de julio de 2013

Anuncios Pesadillescos LVIII: Stop desahucios

El de hoy es cortito, y menos mal. Se trata de un anuncio de piojicida, que por lo visto dan para mucho porque es ya el tercero que os destripo. Y yo que pensaba que nunca sería capaz de escribir una trilogía. Creo que con esto ya puedo darme por satisfecha y, si me muero mañana, sabré que he dejado un legado importante tras de mí.

Los creativos han recurrido, una vez más, a los dibujitos animados para dar un aire desenfadado y alegre al hecho de tener parásitos acampando en tu cuero cabelludo.

Al inicio del anuncio vemos una panda de piojos provistos de un radiocassette (sí, un radiocassette. Eso no tiene espacio para CD´s y mucho menos puerto USB). Ponen una música machacona y siguen el ritmo a base de “M, mm, mmm”, lo cual es comprensible porque si me ponen un piojo cantando ya colapso del todo.

A continuación vemos una niña pelirroja con pinta de ser un auténtico trasto a la que le están aplicando un ungüento mágico en la cabeza. Se presenta con mucha formalidad. Da su nombre, apellidos y nos dice a qué colegio va. Ah, no. Su única carta de presentación es una voz demasiado cascada para una niña de su edad que nos anuncia a voz en grito: “Teeeeeengo pioooojos”. Ahí, haciendo amistades.

Las imágenes  muestran las gotas de preparado farmacéutico cayendo cual napalm en la cabellera de la chiquilla que dejan un halo de destrucción mientras los piojos caen fulminados a su paso. Hay momentos de extrema crueldad en los que hasta llegamos a ver las almas piojiles abandonando los cuerpos que otrora les sirvieron de continente. Una auténtica tragedia que se desarrolla en nuestras pantallas  y nosotros ahí, indiferentes, sin mostrar un mínimo de sensibilidad ante un bombardeo tan sanguinario.

Según nos cuenta la niña que, dicho sea de paso, lleva unas greñas que no me extraña que los parásitos estén haciendo ahí su agosto, con “Piojicín” va a conseguir el desalojo del piojo. 

El desalojo del piojo. Muy bonito. Me imagino a los pobres piojos con pancartas de la plataforma “Stop Desahucios” saliendo en las noticias y declarando que tienen liendres que alimentar, que dónde van a ir ahora. Que la niña ésta no sólo los expulsa de su hogar sino que encima se cachondea cantando cancioncitas mientras sostiene en su mano el bote de piojicida a modo de micrófono improvisado. Yo esto lo hago con el cepillo de pelo, más que nada porque, de momento, no he tenido necesidad de tener piojicida en mi casa.

martes, 9 de julio de 2013

Ustedes Dirán XLVI: Las series que nos marcaron (sugerido por Naar)

Ya que la semana pasada tuvimos momento remember tanto con cancioncitas de dibujos animados como con anuncios, la querida y nunca bien ponderada Naar me pidió que destripase alguna que otra serie de nuestra infancia.

Reconozco que vi unas cuantas y que, en aquellas épocas, dada mi escasa edad tenía poco ojo crítico así que no era capaz de separar lo bueno de lo malo. Ahora tampoco, pero es porque voy perdiendo neuronas a un ritmo vertiginoso. Así que no voy a entrar ahora en si me gustaban o no, sino que voy a recordar algunos argumentos que ahora, vistos desde la distancia y con la sabiduría que brindan los años vividos (ejem) me parecen, cuando menos, “curiosos”.

Miami Vice

Lo reconozco, no me la perdía pero si viese  hoy en día algún capítulo seguramente colapsaría. No se sabía quién tenía más pinta de narco, si los supuestos facinerosos o quienes les daban caza, con esos trajes blancos con chaqueta remangada que gastaba un Don Johnson de reloj de oro, camiseta ceñida y mechas californianas. Horterada Level Extreme. Su compañero era más de traje a rayas con corbata rosa como quien va de boda a un polígono industrial. Les faltaban las cadenas de oro y ya no sabríamos quién es quién.

El Equipo A

A quien no le faltaban cadenas de oro era a M.A., que se ve que había decidido que ser mercenario en un grupo paramilitar de chiflados era mucho más rentable que el mundo del hip-hop, que empezaba a saturarse en aquellos momentos. Le acompañaban en esta serie de muchas explosiones pero ninguna muerte otros tres veteranos de la guerra de Vietnam: Uno que no hacía más que fumar puros y ser sarcástico (probablemente a consecuencia del síndrome de estrés postraumático), otro que se había vuelto definitivamente chalado y aun así tenían las santas narices de dejarle pilotar aviones y otro que sólo sabía ser guapo y conseguir implementos raros para hacer artilugios dignos de nuestro siguiente protagonista.

MacGyver

No era una hamburguesa. Era un tío capaz de fabricarte una bomba con un chicle, una hoja de lechuga medio mustia y un número atrasado de la revista “Diez Minutos”. O bien era un manitas o bien, como servidora, había jugado muchas aventuras gráficas en esta vida y tenía claro que, aunque a simple vista dos objetos puedan parecer completamente incompatibles, tal vez tienen usos ocultos inimaginables para aquellos que no tienen el ingenio aguzado. Conducía un jeep que no estaba mal pero, para vehículo de categoría, el siguiente:

El coche fantástico

Yo creo que fue mi serie favorita con diferencia. Desconozco por qué motivo, ahora que lo pienso, pero se ve que me flipaba eso de tener un coche que era como una mascota y venía cuando lo llamabas. El coche hacía de todo, oye. Conducía solo, hablaba, tenía climatizador bizona y creo que hasta mechero incorporado de serie. Una pasada. No se lo contéis a nadie pero yo solía sentarme delante del reloj del horno de la cocina esperando que pasasen los minutos hasta que daba la hora  de comienzo de “El Coche Fantástico”. Algo mencionaron de un trastorno obsesivo compulsivo pero ahora creo que ya estoy bien…


ria,staba mal pero, para vehcompatibles, tal vez tienen usos ocultos inimaginables para aquellos que no tienen el

P.S. A pedir, a pedir. Que tal vez un día esta sección no exista y os arrepentiréis. l  siguiente:

lunes, 8 de julio de 2013

Crónicas Felinas L: Quiero fugarme

Marrameowww!!!

Hoy, precisamente hoy, ha sido el primer día de vacaciones de la bruja y el consorte. Esto no estaría del todo mal si hicieran como en diciembre y se fueran allende los mares dejándome a mí en la residencia sin tener que soportarlos (aunque hay que reconocer que como tu sofá y tu cajón de arena no hay nada en este mundo). El problema es que parece que no se van a ningún sitio. O sea, que los voy a tener aquí día y noche durante dos semanas y eso es demasiado para este pobre cuerpecito felino.
 La buena noticia es que parece que va a venir unos días la madre del consorte, lo cual siempre me llena de algarabía porque viene cargada de productos cárnicos y para congratularse conmigo se dedica a cebarme. Eso mola. Pero por lo demás, tiemblo sólo de pensar en no tener ni un ratito de libertad. Pesadillas estoy teniendo con esos cuatro ojos pendientes de mis movimientos del amanecer al ocaso. 
No quiero decir con esto que no vaya a dedicarme a hacer trastadas. Claro está que las haré de todas formas pero siempre me resulta una tarea más fácil hacerlas sin tener al Gran Hermano (el de verdad, que yo soy un gato muy culto) vigilando cada uno de mis movimientos. Burlar la autoridad siempre me supone un esfuerzo mayor y qué queréis que os diga: Estamos en verano, hace calor y yo soy muy peludo. Vamos, que ganas, lo que se dice ganas de esfuerzos extra, tengo más bien pocas. 
Así que tal vez esta sea la oportunidad que estaba esperando para cruzar la frontera gabacha y reunirme con mi amada Trax, que se me anda quejando de que tiene estrés y yo le hago poco caso y no voy a visitarla. No es eso. Es que para ir corriendo a su encuentro y cubrirla de atenciones necesitaría que la bruja me llevase y ya se sabe que ella es más vaga todavía que yo y no se mueve del sofá salvo que la casa salga ardiendo en llamas (esto me ha dado una idea… bueno, mejor no, que a ver dónde iba a ir a parar yo luego con mis huesos). Así que yo creo que voy a pasar de la bruja, voy a preparar el hato con un poco de pienso y mi pelotita preferida y me subiré de polizonte a algún camión de reparto de…  No sé de qué. ¿Qué exportamos a Francia? A ver si me voy a colar en el camión equivocado y voy a terminar en Alemania, que allí cada día nos quieren menos y si eres un gato negro sin papeles qué os voy a contar… Pa´chasco. 

Pues lo dicho. Que primero me voy a asesorar sobre los productos que se exportan al país de las baguettes y después ya me lanzo a la aventura, que eso de ser intrépido está muy bien pero un intrépido que se organiza primero es mucho más efectivo. 

Prrrrrrr.

viernes, 5 de julio de 2013

Octogésimo premio: El liebster award versión zen


No sé ya en qué cantidad de versiones tengo este premio pero he de reconocer que éste, que parece sacado de una revista de decoración New Age, no había llegado a mis manos hasta que el pasado 24 de mayo, mi adoradísima Inmagina me lo hizo llegar.

La penitencia se supone que es contar 11 cosas sobre ti, responder 11 preguntas, formular otras 11 y pasarlo a 11 blogs. Como Inmagina es más chula que un ocho, pasó de todo menos de nominar, así que yo voy a hacer lo propio, no vamos a intentar quedar por encima de ella, que luego parece que voy de estrellita y no es la intención (¿cuela?)

Bueno, pues lo dicho, que si ella pasa yo también así que vamos directamente a las nominadas, que serán:











- Mo 

A disfrutar del fin de semana (Yo lo disfrutaré mucho porque empiezo mis vacaciones).