Marrameowww!!!
Las emociones en lo que a pajarracos se refiere no terminan
en esta santa casa. De seguro recordaréis mi historia con el gorrión que me
había echado por vecino allá por abril (podéis leerlo aquí si os perdisteis este apasionante capítulo de mi vida).
Pues bien, con el verano, los gorriones han dejado paso a
los aviones (me refiero a los aviones plumíferos, no a estos aparatejos
ruidosos y contaminantes).
Todas las mañanas, bandadas y bandadas de estos seres
emplumados pasan rozando la ventana del salón de mi casa. Y, cuando digo
rozando, lo digo literalmente. Más de uno ha dado un golpe contra el cristal
haciéndome creer que estábamos siendo atacados por misiles tierra-aire.
Pero hubo uno, uno en concreto, que hará cosa de dos semanas
rebasó todos los límites de la torpeza alada. Se ve que iba tan imbuido en
incrementar sus horas de vuelo que, sin darse cuenta de que la ventana de la
terraza estaba abierta, se precipitó en su interior con el consiguiente porrazo
contra el suelo. Estos animales (que a mi entender tienen unos cuantos
desperfectos) no saben aletear, sino que planean, por lo que una vez que tocan
suelo les resulta muy difícil (si no imposible) volver a remontar el vuelo.
Pues hete aquí que estaba yo tan tranquilo a mis cosas,
tumbado en el sofá lamiéndome una pata, cuando escuché un estruendo en la
terraza y me precipité a toda velocidad a la puerta con cristalera. Detrás de
mí vino la bruja, que es más lenta de reflejos. Y ahí que lo vimos, al fondo de
la terraza con las alas abiertas y dando tumbos intentado subir nuevamente
hacia la ventana. Yo, en mi desesperación por hacerme con semejante trofeo (lo
más grande que he cazado en mi vida ha sido un saltamontes) no hacía más que
darme de leches contra el cristal en plan polilla palurda a ver si conseguía derribar
la puerta haciendo de ariete. El pájaro, dando saltitos, llegó al lado de la
puerta, donde me encontró delante de sus morros. Yo pensé “Vale, si no se ha
matado con el golpe, ahora le va a dar un infarto”. La bruja se estaba
planteando cómo hacer primero para sacarme a mí del salón en mi estado de
histeria y segundo para coger el ave y lanzarlo sin piedad por la ventana.
Recordó que el consorte se había visto inmerso en una situación similar y no
dudó un momento en coger el móvil para llamarlo al trabajo (la bruja eso de las
prioridades lo maneja cuando quiere). Según estaba marcando, el pajarraco,
consiguió escalar a la ventana dando saltitos apoyándose en lo que buenamente
podía y consiguió lanzarse al vacío consiguiendo así su libertad y mi más
absoluta decepción al ver escapar una presa tan jugosa.
Desde ese día vigilo la terraza con atención, a ver si los
hados se acuerdan de este pobre felino y deciden obsequiarme con otro avión
torpe y jugosito.
Prrrrrrr.
Oooooh!!! A eso se le llama "quedarse co la miel en los labios"
ResponderEliminarSufro mucho.
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Jajajaja deben de ser los días de los pájaros, porque ya conoce tu madre lo que me pasó a mí en días pasados.
ResponderEliminarSin embargo, tengo un pajarraco permanente, que es Homero (Bombero para los amigos), que ese te da unos picotones...
Ya quisiera yo tener pajarraco permanente. Se iba a enterar de lo que vale un peine.
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Uffff... a mí me pasó lo mismo con Ron, pero lo que cayó era un pajarito que estaba aprendiendo a volar. y el jodío gato se consiguió escapar a la que salía yo a ayudar al pobre ave y lo enganchó por el cuello. por suerte, a fuerza de montar un escándalo considerable, pude quitarle el pajarito de las fauces sano y salvo, aunque un poco asustado. lo dejé en el tejado de al lado y vino su mamá pájara a por él. Ron se hizo en enfadado conmigo y puso su cara de frustración, pero bueno, me perdonó cuando le dí una bolsita de trocitos de pollo con salsita :)
ResponderEliminarUn beso!!!
También hay que reconocer que comer una bolsita es mucho menos trabajoso. Si me dan a elegir, no sé con qué me quedo...
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Jajajajaja Que momentazo "darme de leches contra el cristal" Me has arrancado una carcajada, que yo cuando leo imagino y veo muchos videos de gatos y al gato de mi cabeza le he puesto tu cara y... pues eso, que momentazo!
ResponderEliminarUn beso hermosa y gracias!!!!
Desquiciadito perdido andaba yo. Pero no conseguí derribar la cristalera a pesar de mis ímprobos esfuerzos.
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Qué mala pata, oye!! menudo manjar te ibas a zampar!!.
ResponderEliminarMe acabas de recordar la anécdota de un pajarillo que píaba en la puerta de mi casa, pero en este caso mi gata si que lo cazó...pobre pajaruelo!! no pudo reaccionar, me dio una pena...
Besos felinos.
Que no te den pena. Nosotros somos más importantes.
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jaja.. menos mal que el pajarito pudo salvarse!! que travieso..
ResponderEliminar¿Cómo que menos mal? Me quedé sin piscolabis...
EliminarPffff.
Pobres pajaritos, si agarras uno ¿quien le dira a su familia que te lo has zampado?
ResponderEliminarNo me planteo esos dilemas morales, la verdad.
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Ya sé que vuestro instinto os hace enloquecer frente a un pajarillo indefenso, pero Forlancito, no te da ni siquiera un pelín de penica??? Pobrete...;)
ResponderEliminarMuas!
Pues no.
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Jajaja imagino la escena y todo!pero Forlán no me digas que te ibas a zampar el pajarito! Ary lo mas que ha conseguido cazar es un mosquito de patas largas XD
ResponderEliminarYo por lo menos lo iba a intentar. Aquello era todo un desafío.
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A mí se me metió una vez una hurraca en casa y no veas para sacarla. Se le enfrentaba a los dos gatos, muy fuerte.
ResponderEliminarBesazo
Las urracas son terribles... Sé de un gato de siete kilos que se metió bajo la cama al ser amenazado por una.
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Que grima si lo pillas Forlán... mira que no están ni desparasitados... jajaja...
ResponderEliminarPero yo sí. Soy inmortal. Muahahahaha.
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Jaja, pobre Forlan. Ven para casa, aquí de vez en cuando nos entra algún tonto por la ventana del salón directamente.
ResponderEliminarMi rovelló está desvirgado, cuando vivimos en la casa en pleno monte, se hinchó a traernos topillos y pajarillos a la puerta de entrada. No se los comía, los mataba y nos los dejaba allí como trofeos.
Besitos, guapo
Eso hacía la gata de la madre de la bruja (la Bruja madre). Asesinaba por puro placer...
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Huohohohoho, vaya vaya.... por mi ventana también pasan, de echo tengo nidos en las caJas de las persianas del salón, lo bueno es que no las subo tanto y la ventana del dormitorio tiene mosquitera asi que....
ResponderEliminarSuerte con tu proxima caza.
Besotes.
No sé si habrá próxima caza. Estas oportunidades se dan una sola vez en la vida.
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Querido Forlán, eres un narrador extraordinario. Seguro que como cazador tampoco tendrías precio.
ResponderEliminarMmm. No sé yo... Es que nací artista.
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