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jueves, 18 de mayo de 2017

Y otra vez

Hoy escribo poco nuevamente para anunciaros que me vuelvo a ir. Sí, estoy este año que no me quedo quieta pero, como ya os adelantaba, me voy a tomar otras dos semanitas de vacaciones blogueras porque tendré visitas en casa, que ya relataré exhaustivamente a la vuelta.

Como ya sabéis, mi modus operandi últimamente consiste en tomarme una semana de vacaciones en el trabajo y dos semanas de vacaciones blogueras para poder retomar convenientemente la rutina, debido a estos horarios maravillosos que tengo. Por tanto, estaremos de vuelta por aquí el lunes 5 de junio.

En julio me tomaré las de verano pero eso ya es otro cantar. De momento, esperadme en junio que por aquí andaremos. No me vayáis a abandonar, que a la vuelta pasaré lista.

¡¡¡Besotes!!!

miércoles, 17 de mayo de 2017

Anuncios Pesadillescos CCVII: Siendo un ogro asustaba menos

Pues una vez pasada la resaca de los PAPA 2017, ponemos el contador a cero y empezamos a coleccionar nuevas maravillas para la edición 2018.

Vemos una sala de juntas donde un jefe echa la bronca a sus empleados frente a  un gráfico que muestra el claro descenso de beneficios de la empresa. No escuchamos lo que dice pero no debe ser nada bonito a juzgar por las caras de terror de los asistentes a la reunión. Que digo yo que si tu empresa va como va, parte de la culpa la tendrás tú, no sólo tus empleados. Seguro que éste es de los típicos que luego, si la cosa va bien, pensará que es porque es un genio de la administración empresarial.

Bueno, a lo que iba, que el hombre les echa la bronca mientras una voz en off nos cuenta que el mundo está lleno de intolerantes “de la leche” (nótese el sutil juego de palabras). De repente, aparece una secretaria con gafitas que seguro que tiene carrera, un master y habla siete idiomas pero cuya función consiste en llevarle una botellita de bebida de soja a su jefe en una bandeja.

El ogro que tienen todos por empleador se lo bebe y, al final, lo vemos en la sala de juntas bailando con la botellita en la mano. Da vueltas, se retuerce como una serpiente, da saltitos con un solo pie mientras con los brazos hace como que toca la guitarra y rememora los pasos de baile de su juventud. Nos dicen que esta bebida da “subidón”. Yo creo que la secretaria, harta de tanta tiranía, le ha puesto algo en la bebida para que pierda el norte y así hacerse con el control total de la empresa. Seguro que ella lo haría mejor y, si no, pues siempre vendrá otro dispuesto a darle algún brebaje.

Lo que voy a contar a continuación no es crucial para el desarrollo del anuncio pero me ha llamado poderosamente la atención (detallista que es una). Junto al gráfico de los beneficios hay un mapamundi con chinchetitas clavadas, como si hubiésemos pillado a la plantilla en plena partida de Risk. Supongo que las chinchetas marcarán los emplazamientos de la empresa o, en su defecto, los mercados objetivos. Pues bien, a la derecha del todo (más o menos entre Rusia y Canadá) hay una chincheta que, salvo error u omisión por mi parte, está pinchada en mitad del agua. Soy muy exhaustiva y, por tanto, lo he comparado en Google Earth y todo y juraría que ahí no hay absolutamente nada. ¿Esta gente habrá dado con la Atlántida?

Por cierto, no me extraña que la sala de juntas se haya quedado vacía. Es mejor estar en el mismo espacio de un ogro predecible que con un loco irreconocible que no sabes por dónde te va a salir o si va a invitarte a salir a bailar en medio de la reunión.

Bien dicen que más vale malo conocido que bueno por conocer. 

lunes, 15 de mayo de 2017

Crónicas Felinas CCXIV: El paluego

Marrameowww!!

En alguna ocasión os he comentado que Munchkin y yo somos aficionados a pastar una hierba que el consorte y la bruja plantan en una especie de macetita de plástico y que se supone que trae beneficios para nuestra salud. A nosotros eso nos da igual pero está rica y nos entretiene. Aparte, si dejamos de pedirla dejarán de comprarla y eso sería conseguir que nuestros humanos ahorren en algo, cosa que no se puede consentir. Uno de nuestros principales objetivos en esta vida es conseguir que inviertan en nosotros lo máximo posible. Si conseguimos dejarlos sin vacaciones o sin comprar ropa para que tengan que ir por la vida estresados y cubiertos de harapos, mejor que mejor. Por tanto, no sólo es el entretenimiento lo que nos motiva sino la consecución de objetivos mucho más elevados. Sería lo que comúnmente se conoce como “no dar puntada sin hilo”.

Eso sí, siendo francos, Munchkin es mucho más adicto a la planta (pese a que yo soy el vegetariano de la familia) y, en cuanto termina de comer, reclama ansioso su ración de hierba (supongo que será porque se queda con hambre), no dudando en clavar ansioso las uñas en las piernas de la bruja mientras ella intenta alcanzar la maceta, que está siempre encima de un mueble para que no podamos atacarla a todas horas.

Nuestra forma de comer es bien distinta. Mientras yo doy un par de mordisquitos  sutiles como “podando” la planta y practicando con ella el arte del paisajismo, Munchkin mete unos bocados tremendos, arrancando de cuajo los tallos, sin importarle para nada la sostenibilidad. Es como Atila, que donde pisaba no volvía a crecer la hierba.

A esto hay que sumarle que, todo lo que tiene de bruto, lo tiene de torpe. Tanto es así que el otro día, tras meterse un atracón de “postre verde”, se le quedó una brizna entre los dientes. Bueno, digo una “brizna” por ser sutil y no decir que se le había quedado ahí algo semejante a una secuoya. Juzgad vosotros mismos:

Gato con hierba


Y, como es torpe, no paraba de sacudir la cabeza intentando librarse del objeto intruso que tenía en las fauces, a lo que la bruja (que es un ser perverso) se liaba a sacar fotos muerta de risa al tiempo que preguntaba “¿Pero para qué tienes patas? Porque para arañarme por las mañanas y no dejarme dormir bien que te acuerdas de que las tienes pero para servirte de ellas en tu propio beneficio parece que te olvidas de su existencia”. Munchkin la miraba y sacudía la cabeza. De repente se olvidaba de que la tenía ahí y se quedaba un rato mirando por la ventana con el “paluego” colgando entre los dientes. Por fin, la bruja se apiadó de él (o se aburrió de sacar fotos) y se la quitó.

Por si acaso os lo estáis preguntando, la respuesta es no, no se lo agradeció y supo usar convenientemente su pata a la mañana siguiente para despertarla.

Prrrrrr.

jueves, 11 de mayo de 2017

De limpiezas y broncas maternas

Como ya os adelantaba Forlán el pasado lunes, en este puente de mayo aprovechamos para limpiar ventanas.

Bueno, lo de que “aprovechamos el puente” es un decir. En realidad limpiamos las ventanas del salón el martes a última hora por acallar un poco nuestras conciencias, ya que la idea era haber limpiado todas las ventanas de la casa durante los cuatro días de descanso pero ya sabéis cómo son estas cosas. Que si un día te da pereza, que si otro día te surge un acontecimiento inesperado (esto es: que te habías levantado con energía pero, inesperadamente, te da pereza)… Os hacéis una idea, ¿no?

Y, aunque Forlán dijo que soy una guarra que no limpia nunca las ventanas tengo que decir en mi defensa que… vale, no puedo decir nada en mi defensa. Jamás limpio las ventanas. Me parece una tarea de lo más desagradecida. Nunca consigo que me queden sin marcas y, por norma general, un día o dos después de limpiarlas, llueve como si no hubiese un mañana y mi trabajo se va al garete.

Pero había que limpiarlas porque venían visitas de allende los mares (ya vinieron y planean volver; ya contaré porque esto se va a hacer muy largo) y resulta que las visitas son amistades de mi madre y, claro, no es cuestión de que le vayan luego con el chisme a mi madre de que vivo como una pordiosera o que en España es costumbre tener ventanas opacas. Ya sé que una bronca por Skype no es lo mismo que una bronca materna en vivo y en directo pero, aun así, prefería ahorrarme el trago, que una andará ya más cerca de los cuarenta que de la treintena pero una madre sigue siendo una madre y aún no olvido las broncas de “limpia tu habitación, que seguro que ahí estás criando bichos”. Sí, por increíble que parezca, cuando yo era adolescente vivía en un caos permanente y, por lo que recuerdo, no me importaba en absoluto. Hay que ver lo que cambia la gente.

Así que, despacito (suave, suavecito), hemos ido limpiando el resto de ventanas de a una por día. Lo que peor llevo, en realidad, son los rieles. Ahí se acumula polvo y guarrería de la calle que, con la contribución de las lluvias, termina convirtiéndose en un pegote imposible de quitar.

Comenté en el trabajo que andaba en la campaña “limpieza de ventanas” y una compañera comentó que ella también tenía que hacerlo pero que iba a pedir prestada una aspiradora para limpiar los rieles. No os puedo explicar el disgusto que se llevó cuando le dijimos que la roña de los rieles no se quita con la simple acción de una aspiradora; que ahí hay que usar cepillito o bayeta y paciencia humana. Las técnicas de limpieza de ventanas se convirtieron en la conversación estrella de la mañana.

Por cierto, las del salón ya tienen huellas de las patitas de Munchkin. No haré comentarios al respecto. Sólo quiero llorar.

miércoles, 10 de mayo de 2017

And the PAPA 2017 goes to…

Y ya estamos aquí, con el momento más esperado del año. Hoy, por fin, vamos a conocer a los ganadores del PAPA Nacional e Internacional para este año 2017. ¿No estáis nerviosos? Pues no me lo explico, la verdad.

He de decir que este año ha habido menos participación que otros. No sé si la culpa la ha tenido el puente de mayo o que estáis más vagos de lo habitual, que estáis todos con la vista puesta en Eurovisión o que directamente os tengo hasta las narices con tanta votación pero el caso es que pensé que no desempatábamos nunca y que iba a entrar en un bucle infinito de rondas y más rondas.

Pero, pese a las vicisitudes, me complace anunciaros que tenemos ganadores y, para mantener la integridad de vuestras uñas y que no os queden sólo los muñones, paso a desvelar el misterio (que podrías desvelar solos simplemente contando pero en fin, yo ya os doy el trabajo hecho).

El ganador en la categoría Nacional ha sido:

 
Y, por primera vez en la historia de estos premios, he aquí el anuncio Internacional más pesadillesco:

De patatas fritas (México): La sexy-patata 

He aquí su galardón, que paso a colgar en las respectivas entradas originales:


Muchas gracias por vuestra participación y hasta el año que viene (si no me suplicáis nada en contrario).

lunes, 8 de mayo de 2017

Crónicas Felinas CCXIII: Redescubriendo el mundo

Marrameowww!!!

La bruja y el consorte limpiaron el otro día las ventanas. Esto no debería ser un gran acontecimiento en cualquier casa normal pero en la nuestra es todo un hito. No recuerdo cuándo había sido la última vez que lo hicieron. Ya os explicará ella los motivos en el entorno de lo que vamos a poder llamar “la semana de las ventanas”. Tampoco escatimará en detalles acerca de sus impresiones y los, según ella, múltiples escollos que tuvieron que salvar. Cuando una persona es vaga, todo son dificultades insalvables y desafíos dignos de una gesta heroica. Bien dicen que a perro flaco todo son pulgas.

El caso es que tal vez os preguntéis en qué puede afectarnos a nosotros que se limpien las ventanas. Se supone que la limpieza de una ventana no debería afectar a nuestro diario vivir cuando lo único que nos interesa es comer y dormir pero no sé si recordaréis (porque los humanos no sois especialmente memoriosos) que en algún momento os he comentado que Munchkin es la vieja del visillo de nuestra casa. A tal punto, que la madre del consorte siempre que lo ve mirando por la ventana comenta que parece que está viendo la tele. Para Munchkin, mirar por la ventana se equipara a ver programas de cotilleos para algunos humanos. Se entera de todo lo que pasa en el barrio, el muy cotilla. Cuando intento averiguar qué es lo que le parece tan interesante, se hace el misterioso y únicamente comenta que la información es poder.

Pues bien, imaginaos por un momento que toda la vida hubieseis tenido una tele en blanco y negro y un día descubrieseis la televisión a color, o una televisión a color de estas de culo que pesaban un quintal y que de repente os trajesen una pantalla plana con HD. O que tuvieseis una pantalla plana con HD y os la cambiasen por otra 4K. Bueno, os hacéis una idea. En resumen, el imberbe está descubriendo un nuevo mundo de luz y de color, que cantara Marisol.

Así que, si ya antes se pasaba las horas muertas viendo la vida pasar bajo nuestra ventana, ahora parece que no tienen nada mejor que hacer en todo el día. Los humanos le comentan cosas como “¿Has visto que bien se ve el mundo el Technicolor? ¿Qué te parece el Cinemascope?”  y demás tonterías que se les ocurren pensando que son muy ingeniosos.

Tengo que confesar que hasta yo, que no he estado nunca demasiado interesado en la vida de los vecinos, me he asomado a descubrir este mundo nuevo.  

Y probablemente estéis pensando que la bruja es una espesa que no limpia nunca. Permitidme que os diga que estaréis pensando bien, aunque estas palabras no han salido de mi hocico. Sois vosotros los que estáis sacando vuestras conclusiones y yo únicamente me dedico a corroborar vuestras sospechas mediante lo que podríamos llamar un silencio administrativo.

No sea cosa que después tome represalias. En el fondo me da miedo.

Prrrrrr.


P.S. La bruja, que para ser cansina no conoce la vagancia, dice que os recuerde que hasta las 23:59 de mañana martes aún podéis votar por el ganador del PAPA 2017 pinchando aquí.

jueves, 4 de mayo de 2017

Me hizo gracia, pero que no se sepa

En innumerables ocasiones os he comentado que el churri es bastante desastre en lo que a mantener el orden de esta casa se refiere.

Os diré que en casa tenemos una habitación que se supone que está ahí para las visitas. Como esto no es un B&B y no tenemos tantas visitas a lo largo del año, ha sucedido con ella lo que suele suceder en estos casos; que la habitación de invitados se ha ido convirtiendo paulatinamente en un trastero, lo cual nos obliga, cuando efectivamente vienen visitas, a mover todo donde buenamente podamos para que el invitado no sienta que está durmiendo en un almacén. Pero el hecho de que utilicemos esa habitación para acumular trastos no significa que los mismos deban ser abandonados ahí a la buena de Dios. Hasta un trastero puede estar ordenado con un poco de buena voluntad.

Por poneros algún ejemplo de la haraganería del churri, os cuento que el carrito de la compra tiene asignado su sitio en un rinconcito tras el sofá cama. Pues bien, cuando el churri vuelve de la compra y le digo que guarde el carrito, su concepto de guardarlo consiste en abrir la puerta del dormitorio/trastero, soltar ahí el carrito y volver a cerrar la puerta, siguiendo la máxima de “ojos que no ven, corazón que no siente”. Lo malo es que sí hay ojos que ven (ayudados por gafas o, en su caso, lentillas): los míos. Y claro, mi corazoncito sufre porque me toca dejarlo en su sitio para no correr el riesgo de descalabrarme chocando con el carrito la próxima vez que entre. Sobre el sofá cama se acumulan abrigos y chaquetas del churri porque es más fácil dejarlos ahí tirados que guardarlos en el armario. El otro día compró una cacerola y hasta eso estuvo un par de días sobre el sofá cama. Bueno, creo que os hacéis una idea.

Tal es su vagancia en ese sentido que hay veces que prefiere apelar a mi sentido del humor en busca de clemencia antes que hacer las cosas como se debe y esto es lo que sucedió la semana pasada. Llego de trabajar y, al entrar en dicha habitación a guardar mi abrigo (en el armario, como debe ser), observo la colección de peluches que tengo sobre el sofá cama y me encuentro con esto:

Conejo de peluche


Me faltaron segundos para mandar al churri un mensaje preguntando el motivo de este acto de vandalismo. Reproduzco a continuación la conversación:

- ¿Por qué mi conejito parece un indigente?

- Lo ves todo… no quería dejar tirada la capucha… le he dado uso.

- Que se la pongas al conejito no quiere decir que no la hayas dejado tirada.

- Ya tienes una entrada bloguera. Y le puedes sacar foto.

- Pues me lo voy a pensar.

Y le hice caso. Me lo pensé. Y decidí que habría que sacar algún provecho de mis ataques de nervios.

Ahora ya entendéis por qué cada día estoy peor de lo mío.


P.S. Os recuerdo que tenéis hasta el próximo martes para votar por el ganador del PAPA 2017 pinchando aquí.

miércoles, 3 de mayo de 2017

Los PAPA 2017: Segunda fase

Pues comenzamos hoy con la segunda y última fase de esta edición de los PAPA. De aquí saldrá el ganador que ostentará el título durante todo un año (qué gran responsabilidad).

Como no estoy segura de haberme explicado bien en el post inicial, os recuerdo a aquellos que aún no hayáis votado por el anuncio internacional más pesadillesco, que aún estáis a tiempo de hacerlo. Es decir, cada persona emite un voto para el anuncio nacional y, si quiere, otro para el internacional.

Pues bien, dicho esto, vamos con los finalistas en la categoría nacional:


De antihistamínicos: ¿Alergia o posesión? 

De arroz para preparar en microondas: ¡Ding! 

De bebida para las defensas: ¿Qué saben las vacas? 



De gominolas: Pues yo no reconecto 

De pegamento para dentaduras postizas: La surfista dental 

De producto descongestionante: La juerga padre 


Sí, sé que, como de costumbre, al final han pasado demasiado a esta etapa final. Es que sólo había dos que hubiesen recibido dos votos y el resto había recibido uno. Como hacer una final sólo con dos finalistas quedaba muy sieso, pues es lo que hay.

Tenéis desde ya mismito hasta el próximo martes 9 de mayo a las 23:59 (hora peninsular española) para votar por el que más horror os cause. Aclaro que, aunque hayáis votado en la primera fase, podéis (y debéis) volver a votar en esta segunda fase por uno de los finalistas. Si tenéis la suerte de que el que hayáis votado en el post anterior se encuentre en esta etapa final, podéis volver a votarlo y, si no está, podéis ser unos chaqueteros y votar ahora otro de los que sí hayan llegado a esta etapa. También admito que alguien que no haya votado por ninguno en la primera fase, vote ahora en la segunda (si bien eso es de vaguncios a los que ya les han dado la mitad del trabajo hecho, y no señalo a nadie…)

Y seguimos buscando el anuncio internacional más pesadillesco. Os recuerdo los nominados:

De desodorante (México): Yo no quiero esa evolución 

De patatas fritas (México): La sexy-patata 

De antiácido (Argentina): De alimentos karatekas 

De productos de limpieza (USA): 50 sombras más limpias 

El próximo miércoles desvelaremos el flamante ganador de cada categoría. No sé vosotros, pero yo estoy que me muerdo las uñas. 

lunes, 1 de mayo de 2017

Crónicas Felinas CCXII: De fríos y calores

Marrameowww!!!

Sé que la bruja anduvo hace poco quejándose del tiempo y, aun a riesgo de que parezca que estoy de acuerdo en algo con ella y de que este blog termine convirtiéndose en algo que pueda utilizarse como referente a la hora de explicar el clima en Madrid, yo también lo voy a hacer.

Vaya por delante que la coincidencia de opiniones no está generada por los mismos motivos. A ella lo que le gusta es poder salir a la calle sin abrigo y lucir sus trapitos primaverales, como si con eso fuese a estar más guapa o algo. De verdad os digo que le hace un favor al mundo cuanto más se tape pero bueno, allá ella con su sadismo hacia el resto de la humanidad. Cada cual utiliza sus técnicas de tortura hacia el mundo que le rodea como mejor puede. A ella le toco ser fea, así que está bien que lo explote, digo yo.

En nuestro caso, tengo que decir que el calor no nos gusta demasiado porque en esta santa casa, cuando hace calor, hace calor de verdad y eso nos obliga a pasarnos el día despatarrados en el suelo y obligados a hacer un esfuerzo únicamente para respirar y mantenernos con vida.

Pero estos días en los que, una vez más, ha vuelto a bajar la temperatura, tampoco nos agradan demasiado. El motivo es que el descenso térmico no nos deja más opción que acurrucarnos junto a los humanos, con el asquito que eso nos supone. También a veces nos acurrucamos entre nosotros pero hay que reconocer que los humanos son una buena fuente de calor si somos capaces de tolerar la repugnancia y sus consiguientes náuseas, lo cual no es nada fácil pero, con el paso de los años, uno va haciendo callo.

A todo esto hay que sumarle el viento. No sé a otros felinos que habiten en vuestros hogares pero, en nuestro caso, el viento nos afecta en gran medida. Escuchamos ese ulular constante y ese temblequeo de ventanas y nos entra un ansia irrefrenable de correr y dar saltos por toda la casa, intentando tirar la mayor cantidad de cosas posible en nuestra carrera. Y eso, como os podréis imaginar, es muy cansado. Desconozco el porqué de esta reacción (a veces debo admitir que no soy tan listo) pero es algo inevitable para nosotros.

Como siempre hay que verle el lado positivo a todo para no querer colgarnos de los bigotes, me consuelo pensando que, cuando nos acurrucamos junto a (o sobre) los humanos, limitamos en gran medida su capacidad de movimientos, consiguiendo una incomodidad sin precedentes o, en el mejor de los casos, el adormecimiento de algún miembro. Es muy gracioso cuando los ves intentando liberar el miembro aprisionado sin molestarnos “porque estamos tan monoooos”.

Por otra parte, nuestras carreras y saltos por el hogar, consiguen ponerlos bastante de los nervios, lo cual también es de agradecer.

No se consuela el que no quiere. Será que me hago mayor.

Prrrrrr.


P.S. Dice la bruja que, si no habéis votado aún en la primera fase de los PAPA 2017, tenéis hasta las 23:59 de mañana martes para hacerlo pulsando aquí.