En innumerables ocasiones os he comentado que el churri es
bastante desastre en lo que a mantener el orden de esta casa se refiere.
Os diré que en casa tenemos una habitación que se supone que
está ahí para las visitas. Como esto no es un B&B y no tenemos tantas
visitas a lo largo del año, ha sucedido con ella lo que suele suceder en estos
casos; que la habitación de invitados se ha ido convirtiendo paulatinamente en
un trastero, lo cual nos obliga, cuando efectivamente vienen visitas, a mover
todo donde buenamente podamos para que el invitado no sienta que está durmiendo
en un almacén. Pero el hecho de que utilicemos esa habitación para acumular
trastos no significa que los mismos deban ser abandonados ahí a la buena de
Dios. Hasta un trastero puede estar ordenado con un poco de buena voluntad.
Por poneros algún ejemplo de la haraganería del churri, os
cuento que el carrito de la compra tiene asignado su sitio en un rinconcito
tras el sofá cama. Pues bien, cuando el churri vuelve de la compra y le digo
que guarde el carrito, su concepto de guardarlo consiste en abrir la puerta del
dormitorio/trastero, soltar ahí el carrito y volver a cerrar la puerta,
siguiendo la máxima de “ojos que no ven, corazón que no siente”. Lo malo es que
sí hay ojos que ven (ayudados por gafas o, en su caso, lentillas): los míos. Y
claro, mi corazoncito sufre porque me toca dejarlo en su sitio para no correr
el riesgo de descalabrarme chocando con el carrito la próxima vez que entre. Sobre
el sofá cama se acumulan abrigos y chaquetas del churri porque es más fácil
dejarlos ahí tirados que guardarlos en el armario. El otro día compró una
cacerola y hasta eso estuvo un par de días sobre el sofá cama. Bueno, creo que
os hacéis una idea.
Tal es su vagancia en ese sentido que hay veces que prefiere
apelar a mi sentido del humor en busca de clemencia antes que hacer las cosas
como se debe y esto es lo que sucedió la semana pasada. Llego de trabajar y, al
entrar en dicha habitación a guardar mi abrigo (en el armario, como debe ser),
observo la colección de peluches que tengo sobre el sofá cama y me encuentro
con esto:
Me faltaron segundos para mandar al churri un mensaje
preguntando el motivo de este acto de vandalismo. Reproduzco a continuación la
conversación:
- ¿Por qué mi conejito parece un indigente?
- Lo ves todo… no quería dejar tirada la capucha… le he dado
uso.
- Que se la pongas al conejito no quiere decir que no la hayas
dejado tirada.
- Ya tienes una entrada bloguera. Y le puedes sacar foto.
- Pues me lo voy a pensar.
Y le hice caso. Me lo pensé. Y decidí que habría que sacar
algún provecho de mis ataques de nervios.
Ahora ya entendéis por qué cada día estoy peor de lo mío.
P.S. Os recuerdo que tenéis hasta el próximo martes para
votar por el ganador del PAPA 2017 pinchando aquí.
me ha molado la frase de "por qué mi conejito parece un indigente?". fuera de contexto puede resultar muy desconcertante. :D
ResponderEliminarllegar cansado de la calle y poner todo en su sitio ordenadamente requiere una gran voluntad...
besos!!
Yo lo hago siempre. Es algo automático. De hecho, me estreso si lo dejo todo tirado.
EliminarQué mal pensado con el conejito... Jajajaja. Besotes!!!
El chaval que pone una entrada a huevo y tú ni las gracias. Si es que no hay quien os entienda a las mujeres. Cuida ese santo varón, que ya no quedan como él.
ResponderEliminarBesos.
Ah, claro... Ahora resulta que la mala pécora soy yo. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarNuevo look del conejito jajaja
ResponderEliminarY ahí sigue con esa pinta de macarra. Besotes!!!
EliminarEso de la vagancia me suena... Y en mi casa son dos, mi marido y mi hija... Y cuando ya me harto de recoger, hasta yo misma...
ResponderEliminarEso sí, está mono el conejo con la capucha!
Besotes!!!
No está mono. Está hecho un homeless el pobre. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarHola! Jajajaja, la capucha está ahí de incógnito, jajaja. La verdad es que me recuerda un montón a cuando estábamos mi hermano y yo viviendo aun con mis padres y lo iba dejando todo por ahí, la rabia que me daba. Menos mal que mi novio es más organizado, jejeje.
ResponderEliminarBesos!
Yo en la vida he tenido un novio organizado. Y mira que lo he buscado. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarJajajaja, me ha encantado y la foto es lo más, tus peluches son muy cuquis.
ResponderEliminarY de paso me has recordado a una cosa de mi marido. Él es bastante ordenado(más que yo) pero no es meticuloso con las cosas.
Cuando iba a volver mi hijo del Erasmus decidimos limpiar un poco la habitación porque después de tantos meses...las cosas de mis hijos, con su edad las mantienen ellos, y mi hijo es ordenado, que conste. Pero en esos meses hicimos como vosotros, la habitación era un poco el trastero porque ya que no estaba íbamos dejando cosas en su cama y en su escritorio, así que mientras yo hacía no sé qué él se puso a ordenar un poco. El caso es que mi hijo tiene un peluche de un oso muy grande que le regalaron unos amigos y que es un trasto, jejeje.
Y mi hija, por su parte, había ido dejando algunas cosas de los cosplays(sabes que somos algo frikis) en su habitación. Pues mi marido no sabía que hacer con la peluca morada de Hit girl(tengo una foto de ese cosplay por el blog) y se la puso al oso, que además, no sé porqué, cambió de sitio. No me dijo nada y cuando fui a poner unas sábanas y entré a oscuras casi me da un infarto. Noté algo a mis espaldas, grande y tétrico y al encender asustada vi una sombra muy rara, uffff....lo peor es que a mi hijo le hizo gracia y lo ha dejado así, por lo tanto yo ahí no entro.
Besos y perdona el rollo pero es que al ver tu foto he tenido un deja vou.
Jajaja. Tienes que sacarle una foto al oso!! Besotes.
Eliminartodo lo que hace por ti y aún te quejas xDDD
ResponderEliminarOtra que pretende hacerme quedar mal a mí.
EliminarBesotes!!!
Que considerado el churri pensando en darte material para el blog jajaja..
ResponderEliminarPasa, los hombres a veces no comprenden el concepto del orden. Mi amorcito la vez pasada hizo unos arreglos y quedó la caja de herramientas una semana tirada en el living.. finalmente y luego de haberselo pedido unas cuantas veces la volvió a su lugar. en fin..
Mi habitación de invitados está bastante vacia y tampoco tiene mucho uso en ese sentido. Pero esa cama la adoptó Ciro, la usa todo el tiempo.
saluditos, buen finde!
Pues cuidado o terminaréis usando la habitación como trastero. Te lo digo por experiencia. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarPor lo menos es creativo y tiene sentido del humor.
ResponderEliminarAdemás, el conejito está muy guapo.
Mi apoyo al Churri.
Besos!!
Pero qué malos sois. Deberíais apoyarme a mí. Besotes!!!
EliminarJajajajaja. Lo de la capucha es muy creativo, tienes que reconocer que fue buena idea!.
ResponderEliminarUn beso
Claro, es que apela a mi sentido del humor y así pierdo autoridad. Besotes!!!
EliminarEso de ojos que no ven... les pasa a muchos churris solo que nosotras si que vemos ahaj besotes.
ResponderEliminarVemos más de lo que se piensan. Jajaja. Besotes!
EliminarAl menos tiene iniciativa.;) Un beso.
ResponderEliminarEso no es iniciativa. Es vagancia pura y dura. Jajaja. Besos!
EliminarAprovecho para votar ¿Qué saben las vacas? y La sexy patata. Besos.
ResponderEliminarMuy bien, pues quedan anotados tus votos. Besotes!!!
EliminarJo, me siento identificada. Yo también soy un desastre, pero en mi caso Raúl ha tirado la toalla jajajaaj
ResponderEliminarOjalá yo pudiera tirarla pero es superior a mis fuerzas. Jajaja. Besos!
EliminarLos churris son así, hija jaja, pero tampoco vas a cambiarlo ya por otro peor :) un saludo
ResponderEliminarNo, ya tendré que aguantarlo así. Jajaja. Besotes!
EliminarCoincido con comentarios anteriores, la capucha le queda bien al conejito. Y siendo desordenado, se tomo tiempo en ese detalle.
ResponderEliminarYo soy un tanto desordenado y a la vez detallista, en algunos aspectos.
Un abrazo
No le queda bien, pobrecito mío... Y ya se podía haber tomado el tiempo en dejarla en su sitio, digo yo... Besos!
EliminarJuas! Pues a mi me parece que tiene un aire muy neoyorquino, muy hipster. Yo le dejaría con la capucha, a fin de cuentas, se puede considerar "sitio".
ResponderEliminar^^
Cualquier sitio se puede considerar "sitio". El matiz está en que no es SU sitio. Jajaja. Besos!
EliminarCualquier lugar en el que un día dejes que algo entre "hasta que tenga tiempo de colocarlo" se convierte automáticamente en una especie de almacén. Es terrible.
ResponderEliminarPobre conejo, no se quitará la gorra jamás
Besos
Va a haber que quitarlo porque ahora sí vienen visitas. Jajaja. Besotes!
EliminarTenemos que poner a Marie Kondo en la vida de tu churri. :)
ResponderEliminarPero hay que reconocer que ha dejado al conejito monísimo. XD
Muas!
Y dale con que está monísimo... Vaya gustos tenéis. Besotes!
EliminarQué paciencia tienes... yo ya le habría hecho desaparecer alguna de las cosas tiradas en el sofá. Que las busque. Que luego nunca encuentran nada... y a que voy yo y lo encuentro :P
ResponderEliminarYa he probado la técnica de la bordería y al final solo sirve para que terminemos los dos de morros. Jajaja. Besos!
EliminarSi yo tuviera una habitación extra en casa creo que no podría ni entrar del montón de cosas que metería ahí. Pero lo de los hombres es caso aparte. La cacerola sobre el sofá cama no tiene perdón... aunque una vez hubo una sartén unas dos semanas encima de una silla porque me negué a colocarla yo y el Ross se olvidó de ella. En fin, el conejito estaba bien mono con su capucha :D
ResponderEliminarUn beso!
Pues oye, sartén, cacerola... Tanto monta, monta tanto. Jajajaja.
EliminarBesotes!!!
JAJAJA
ResponderEliminarEn esta ocasión debo decir que muy fan del churri, ¿eh? A ver, yo es que tengo la misma habitación y ¿sabes lo que pasó?
Que la última vez que la recogí me dije: 'joder, de una vez por todas.' Y oye, que trastos no hay, pero que se convirtió en La habitación de los gatos es innegable. Ahora tienen su propio escritorio, su propia cama, su propia mesilla, su propio armario... los muy malditos.
Jajajaja. Nuestros gatos es que directamente son dueños de toda la casa.
EliminarBesotes!!!
Con tatuaje parecerás más malote.
ResponderEliminarBesotes!!!!