Si a día de hoy alguien me preguntase si me gusta hablar por
teléfono, mi respuesta sería un tajante “No”. Supongo que haberme pasado largo
tiempo de mi vida en un departamento telefónico de atención al cliente me hizo
detestar el invento de Bell a límites insospechados.
Sin embargo, esto no ha sido siempre así. En mis épocas de
adolescente mi mayor afición era hablar por teléfono de todo y con todos. Aún
recuerdo estar despidiéndome de alguien a la salida del instituto y decir
“llámame luego”. Hoy por hoy me pregunto: ¿para qué? Qué cosa tan absurda.
Salíamos de vernos el careto todo el santo día y aun así teníamos ganas de
seguir hablando después. Claro que las conversaciones eran para grabarlas:
- Hola.
-Hola.
- ¿Qué haces?
- Nada. Viendo la
tele. ¿Y tú?
- Nada. Pensando a ver si me pongo con lo de Matemáticas.
- Ufff, qué rollo. Encima el profe es un cabrón.
- Ya ves.
- Pues sí.
Y así podíamos estar horas.
Pero peor aún era cuando tenías por ahí un medio noviete o
alguien que te hiciera tilín. Como te dijera que te iba a llamar, ya te podías
ir olvidando de hacer algo de provecho en todo el día. Te pasabas la jornada al
lado del teléfono, no fuera a ser que sonase y no lo oyeses. Si veías que iban
pasando las horas y el cacharro no sonaba, ya te empezabas a preocupar pensando
si habría línea, por lo que descolgabas el auricular para comprobarlo. Al
escuchar el tono, colgabas a toda leche, no fuese cosa que justo llamase en ese
momento y le diera comunicando… Al final te podían dar las tantas y ahí
estabas, sin comer, sin bañarte, sin haber paseado al perro (quien lo tuviera)
y con una angustia que no era ni medio normal, pensando “¿Por qué no llama? ¿Le
habrá pasado algo? ¿Le llamo yo? No, que va a pensar que me gusta”. Anda ya,
¿en serio le daría por pensar eso si te viera?
Ahora bien, si el muchachito llamaba y resultaba que tú
también le hacías gracia, la conversación ya tomaba tintes surrealistas, sobre
todo en la despedida, que era algo así:
- Cuelga tú.
- No, cuelga tú.
- Venga, los dos a la vez.
- Venga, va. Una, dos y tres.
- No has colgado.
- Tú tampoco.
Esta estupidez podía prolongarse hasta que alguno se quedase
frito o hasta que el progenitor de uno de los dos (casi siempre del que había
llamado) amenazaba con torturas varias o, directamente, desconectaba el cable y
ahí se terminó el romanticismo.
Por todos estos estadios de tontería he pasado. Mi madre llegó al
punto de llevarse el teléfono cada vez que salía de casa para que yo no me
liase a llamar a cada ser del planeta. Lo malo es que un día tuve la brillante
idea de decirle que para qué iba a andar cargando con el teléfono en el coche;
que se llevase el cable y listo.
Y coló.
Y me compré un cable.
Sí, mamá.
Jaja muy bueno lo del cable!!
ResponderEliminarYo no soy muy habladora y por teléfono tampoco. Pero pasé esa época también.
Fijate, que mi mejor amiga vivía en el mismo bloque dos pisos más arriba y nos llamábamos de continuo, ante el cabreo de nuestras madres!!
Ains y el drama cuando mi ed se fue a la mili, y estaba taaan lejos. Cuelga tú, no, cuelga tú... Jaja
Muaks
Jajaja. El mío a la mili no, pero dos por tres se iba al campo (porque tenía campo) y aquello era un sinvivir. Jajaja. Besotes!!!
Eliminarjajajajajajaja En mi casa había un teléfono en la cocina con un cable de esos como de cinco metros ó más, era lo más parecido a un inhalámbrico :P
ResponderEliminarPues yo lo cogía y me metía en el armario a hablar.... ¡¡¡A mi padre se lo llevaban los demonios!!!
¡¡Llegó a arrancar el cable un día que me pilló como a las cuatro de la mañana hablando!! XD
Besazo
Jajajaja. Cable largo teníamos en el piso que compartí en Montevideo. Aunque a esas alturas ya nadie amenazaba. Jajaja. Besotes!!!
EliminarPuro ingenio lo tuyo y lo del cable...si señora.
ResponderEliminarIngenio y un poco de mala leche. Pobre, mi madre. Jajaja. Besotes!!!
EliminarJajajaja, bueníiiisimo!!!
ResponderEliminarAhora mismo me declaro en huelga de teléfonos... No me gusta hablar por teléfono, lo reconozco. Si hay que hacerlo se hace, qué le vamos a hacer, pero en general, prefiero el cara a cara o la comunicación escrita... Eso de escuchar la voz sin verse... no lo tolero (de hecho me mola más el skype si acaso que el teléfono... jaja)
Sin embargo... yo también he sido adolescente... Y aunque por entonces no era muy dada... Fue conocer al enanito y tirarnos HASTA 5 HORAS hablando por teléfono... ¿De qué? Ahora mismo es que lo pienso y más que ternura, me despierta sopor... jaja Qué empalago. Afortunadamente, superé la etapa y sólo llamo cuando es necesario =)
Mi record creo que está en ocho horas. Así, como te lo cuento... Yo, hoy por hoy, el cara a cara sin dudarlo. Ahí puedo hablar hasta que me sangre la boca pero tampoco soy de escribir mails interminables ni nada de eso. La tecnología la uso para lo estrictamente necesario. Un besote!!!
EliminarToooodos hemos pasado por esas fases. O yo al menos la pasé tal cual cuentas. Lo de llámame luego cuando nos habíamos visto todo el día y nos íbamos a ver el siguiente.... Pero era totalmente necesario!! Y siempre llegaba el padre o madre a regañarte a lo que contestabas "que me hab
ResponderEliminarQue me han llamado a mí!!! ( se cortó el otro comentario por hacerlo desde el móvil) total, era todo un ritual.
ResponderEliminarMuy hábil lo del cable por cierto :D
Un besazo!!!
Jajajaja. Sí, lo de "me han llamado a mí" era una excusa que solía funcionar. Qué paciencia han tenido que tener con nosotros. Jajaja. Besotes!!!
EliminarPor lo visto, algo pasa, pero no hay forma de que me pueda poner en contacto contigo, así que te diré lo que quiero a grosso modo y si aceptas me envías tú un correo y ya te explico de qué va la broma. Es Así, quisiéramos que formaras parte de un Grupo Elector de cinco personas para valorar las publicaciones de la sección que se estrena mañana en mi blog.
ResponderEliminarreylitema@hotmail.com.
Yo te he mandado dos correos y me contesta un mensaje devuelto de fallo.
Besos. por favor contesta lo antes posible, gracias.
Ahí te he mandado otro correo. A ver si hay suerte... y gracias por pensar en mí. Besotes!!!
EliminarCreo que casi todos hemos recorrido todas esas etapas telefónicas. Y eso que a mí nunca me ha gustado nada hablar por teléfono, era mucho más de messenger o de whatsapp ahora. Pero claro, cuando al otro lado estaba la chica que te hacía tilín, había que sacar el besuguismo a relucir.
ResponderEliminarBesotes!
Es que ahí está el quid de la cuestión... Cuando hay pececillos que nos gustan, todos nos convertimos en besugos. Jajaja. Besotes!!!
EliminarA mí tampoco me gusta nada, estoy encantadísima desde que existe el guasap xD
ResponderEliminarYo no gasto ni de eso. Hasta los mensajitos me aburren. Jajaja. Besotes!!!
EliminarJajajajajaja Que mala eras tu también!!! Ahora hacemos lo mismo, que no? jejejeje
ResponderEliminarBueeeno. Yo quiero creer que esa etapa la tengo superada. Jajaja. Besotes.
EliminarPues supongo que será eso, como el tabaco, que si te pillaban fumando te hacían fumar un paquete entero seguido para que le pillaras asco, porque vaya, yo las mujeres que tengo más cerca siguen estando colgadas del teléfono todo el día.
ResponderEliminarSe ven y es llegar a casa y se llaman,supongo que para contarse el camino y las vicisitudes sucedidas, encima se cabrean porque si te llaman a tí intentas que la conversación dure lo menos posible :)
Jajajaja. El destino me castigó teniendo que hablar por teléfono todo el día hasta que lo aborrecí. Mándalas a trabajar de teleoperadoras, verás qué bien. Besotes!!!
EliminarMe matas!! Me voy a mear con semejante confesión, tu madre además un poco dramática llevar el teléfono, pero lo tuyo es una inteligencia pura.
ResponderEliminarYo nunca fui fan de hablar x teléfono porque no ser puede gesticular y yo eso no, aunque por ahí un par de novios y mi marido tuvieron su dosis de teléfono meloso con el colga, no vis, ya colga...jaja
No sé si lo mío era inteligencia o que tenía trucos propios de una adicta. Jajaja.
EliminarY con lo de gesticular, yo le gesticulaba al teléfono y me quedaba tan ancha... Besotes!!!
jajajaja y coló el cable...
ResponderEliminarAhora tienen el centro tecnológico aferrado a la mano así que es imposible separarles de ellos (salvo bronca previa...)
Yo también odio el teléfono, y no he trabajado en atención al cliente... pero es mi lado asocial jajaja
Besos ;)
Eso también cuenta. Me he vuelto más asocial con los años... Jajajaja. Besotes!!!
EliminarJajajajajaja me siento totalmente identificada con las conversaciones de adolescente, y digo yo, pá que nos llamaríamos después del insti? jajajaja supongo que molaba pasarse horas al teléfono como en la tele! Lo de los novios...también igual, que buena la juventud! En lo único que discrepo es en el presente, a mí no se me han pasado las ganas de hablar por teléfono, me puedo pasar horas (tendré un problema???).
ResponderEliminarLo del cable me suena que lo contaste en una ocasión, chica lista! cuando se entere tu madre va a flipar...jijiji
Buen finde!
Un besazo
Uffff. Yo ahora no soy capaz. Me da perezón sólo de pensarlo.
EliminarY tienes razón en que lo conté una vez de pasada en un post sobre gamberradas infantiles. Me acordé después de escribir esto. Si es que una ya está mayor y cuenta las mismas batallitas una y otra vez... Besotes!!!!
jajaja... Yo me acuerdo de mi madre pasando a mi lado y haciendo el gesto de las tijeras para que cortara...Aaaay, qué tiempos aquellos. Yo también le tengo un poco manía al teléfono ahora, por lo de pasar horas al teléfonos en algunos trabajos.
ResponderEliminarY te pido disculpas, llevo unos días sin pasarme por aquí...
¿Cómo me vas a pedir disculpas, muchacha? Aquí no hay que fichar. Jajaja.
EliminarLo de hablar mucho en el trabajo creo que nos ha valido de terapia de choque a unos cuantos. Un besote!!!
Jaja que lista la niña. Como ya sólo pasó por casa para dormir , o casi, intento comentar con el móvil. Un poco rollo. Un abrazo.
ResponderEliminarUffff. Comentar desde el móvil da pereza extrema. Yo sólo lo uso para leer las entradas y luego ya las comento desde el portátil. Besotes!!!
EliminarJaaaaajajajajaja! Qué bueno!!
ResponderEliminarYo al teléfono era un peligro...Sabía que había llegado la factura de teléfono por la cara de mala leche de mi padre al entrar en casa :D
Mua!
Jajajaja. Ese momento era mejor no estar en casa... Besotes!!!
EliminarYo tuve novio a distancia cuando aún no había móviles y me gastaba una tarjeta de telefónica de las cabinas de 1000 pelas semana sí semana no ya que nos turnábamos una semana cada uno. Vivía el en el extranjero.
ResponderEliminarTambién tuve la época con una amiga que veíamos juntas pero al teléfono un concurso de televisión en el que al final acabamos concursando ( escribí una entrada sobre ello)
Que tiempos aquellos sin movil!!!
Jajajaja. Las parejas a distancia sacan dinero a lo bruto... Yo también he pasado por eso... Por lo de ver la tele con otra persona al teléfono creo que también lo he hecho alguna vez. Besotes!!!
EliminarJajjajajaja, pero qué lista eres Alter!!! A mí no me ha gustado nunca hablar por teléfono, pero nunca nunca. Aunque ahora estoy acostumbrada porque me toca por trabajo. Biquiños!
ResponderEliminarUffff. Pues si no te gustaba antes, ahora que lo haces por obligación lo odiarás aún más. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarJajajaja que lista!!!!!!!
ResponderEliminarPero tendrías que salir del País cuando llegaba la factura, no?
Un besazo
Jajajaja. Pues no se notaba la diferencia. Se ve que estando ella en casa llamaba lo mismo... Besotes!!!!
EliminarJajajja, que recuerdos!! Las conversaciones interminables con las amigas del insti cuándo te acababas de despedir, y volverías a verte al día siguiente ;) y lo de descolgar el teléfono para ver si había línea... por dios, creo que por ahí hemos pasado todos.
ResponderEliminarMe ha encantado este post!!
Besos guapa!
Aquello era de lo más patético... Menos mal que no tengo grabaciones de mí esperando junto a un teléfono. Jajaja. Besotes!!
EliminarHe vivido muchos años por telefono.
ResponderEliminarPero he vivido lo de las llamadas de mas de cinco horas ¡¡desde un locutorio!! se me iba el sueldo.
Lo uso poco, lo necesario para confirmar.
Lo del cable todo un puntazo.
Mi record telefónico creo que está en ocho horas. Desde casa, eso sí. Yo también lo uso sólo cuando tengo que comunicar algo y punto. Ya no me llama nada eso de estar horas al teléfono. Besotes!!!
Eliminarjajajaja, muy bueno lo del cable... La verdad es que a mi tampoco me gusta hablar por teléfono, lo que se dice "hablar por hablar". Lo utilizo si tengo que comunicar algún mensaje importante y listo, no suelo tardar más de medio minuto.
ResponderEliminarBesos.
Yo también tengo conversaciones super cortas hoy en día. Pero antes. Ay, antes... Jajaja. Besotes!!!
EliminarJajajajaja que mente maas perverrrrrrsa maja.
ResponderEliminarEso es lo bueno de hacerte mayor, que puedes contarle a tus padres las cosas que hacías de peque con (cierta) impunidad y encima se sorprenden, se ríen y dicen ¿en serio? pues que imaginación hija, la podrías haber utilizado para estudiar un poquito más ¿no?
Besotes.
Jajajaja. Sí, la verdad es que no hay como confesar las trastadas cuando ya eres adulto. Da mucha paz. Jajaja. Aunque, en mi defensa, diré que también estudiaba además de hablar por teléfono. Multitasking, que le llaman. Jajaja. Besotes!!!
EliminarJajajajaja eres le pera Alter! Imagino a tu madre con la factura de telefono sin entender nada ya que el problema contigo lo haba "resuelto" y las facturas no bajaban de importe. Si ahora fuera se le podria echar la culpa a alguien que "igual nos ha pinchado la linea y telefonea a costa nuestra". Un besote.
ResponderEliminarSí, ahora hay todo otro mundo de posibles excusas. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarMe lo vas a decir a mí, con cuatro hermanas.
ResponderEliminar¡Qué bruja eres!
Besos.
Jajajaja. Las mujeres somos muy perversas... Besotes!!!
Eliminarjajaja... que fuerte lo del cable!! Yo viví también esa adolescencia... juas!
ResponderEliminar¿Y quién no lo ha vivido? Era la sal de la vida, aquello. Jajaja. Besotes!!!
EliminarPero claro que he vivido lo mismo que tú... y peor como bien dices cuando estaba medio ilusionada con un chico de mi barrio. Mi madre me lanzaba unas amenazas que eran para salir corriendo, pero yo siempre me salía con la mía, hasta que un buen día el recibo salió con un saldo fuera de lo normal... tuve que hacer hasta tortas para vender en la universidad y apoyar con la cuentaza del fono. Mi Dios, tiempos aquellos, pero gratísimos para recordar. Jijijiji.
ResponderEliminarBesotes.
Jajajaja. Mira, eso de ponerme a trabajar no se le ocurrió a mi madre... Menos mal que no conoció a la tuya. Jajaja. Besotes!!!
EliminarYo nunca fui una loca del teléfono y ahora vivo de ellos, qué cosas, no? Bssss
ResponderEliminarEs lo que tiene. Mi trabajo me hizo detestarlos. El karma, que le dicen... Besotes!!!
EliminarJajaja. Golfa, no. Picaruela, solamente... Síiiii. Ahora es mucho más fácil, dónde va a parar... Jajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarLa cantidad de dinero que habré gastado en mi adolescencia, me has hecho pensar y reír, principalmente con eso de 'corta tú, no tú', qué inocencia bella.
ResponderEliminarUn beso grande.
HD
La verdad es que eran épocas bonitas, más allá de la tontería propia de la edad... Un besote y gracias por la visita!!!
EliminarJajajajajaja pues mira, me he reído! Y me compré un cable jajajajaja
ResponderEliminarChica, eres la pera. Me ha encantado, de verdad!
Por cierto que yo cada vez que me decían bueno... colgaba pensando que era una despedida.
Besos
El "bueno" era como una excusa para que pareciera que nos estábamos despidiendo pero luego no... Jajajaja. Besotes!!!
Eliminarjajaja muy buena la reconstrucción de las llamadas XD
ResponderEliminarSi es que todos hemos estado ahí... Jajaja. Besotes!!!
EliminarJa jaja que entrada más graciosa XD, creo que todos hemos hecho lo de cuelga tu alguna vez : )
ResponderEliminara mí si me gusta hablar por teléfono, por lo menos con ciertas personas, con otras estoy deseando colgar.
Un Besico
A mí me cansa y me aburre en general. Sea con quien sea...
EliminarBesotes!!!!
Hola guapa...
ResponderEliminarMe he sentido muy identificada porque yo de adolescente era igual, vamos que tenía una cuerda la lengua que no vas. Y los cuentones de recibo ya ni te cuento... LOL.
Hoy por ya no me gusta nada, lo mínimo e imprescindible. No cabe duda que cambiamos y mucho.
Un excelente post. De paso aprovecho para darte las gracias por tus amables visitas a mi blog, por tu apoyo y estar siempre allí. Un beso!
Tú te lo mereces, guapa!! Jajajaja.
EliminarY sí, yo creo que en la adolescencia casi todos hemos sido así. Más en nuestros tiempos, que no había whatsapp, ni messenger, ni cosas de esas.
Un besote!!!!
Jajaj q ingenio el tuyo con lo del cable y que bobas son a veces las mamis!! Jajajaja
ResponderEliminarYo me gaste una pasta en teléfono porque me enamore de un chico que estaba lejos y entonces no había otra forma más q esa y las cartas. Por suerte aquello término antes de acabar con las reservas de mi tarjeta!!jajsjaja
Ufffff. Los amores a distancia son como las tragaperras. También he pasado por eso. Jajaja. Besotes!!!
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