Marrameowww!!!
De un tiempo a esta parte tengo una nueva manía. Ya sabéis
que a los gatos nos da por algo, lo repetimos hasta el cansancio y cuando vemos
que la costumbre adquirida deja de sacar de quicio a nuestros humanos,
cambiamos a otra para tenerlos siempre en vilo y que no se aburran.
Pues bien, mi nueva afición, hasta que mis humanos me cojan
el punto y ya sea complicado llevarla a cabo (momento que aprovecharé para fingir que eso ya no me interesa y que
ahora prefiero dedicarme a otras actividades) es darme a la fuga al rellano del
edificio cuando la bruja y/o el consorte, salen o entran de casa. Me gusta más
hacerlo cuando salen porque así les hago perder un poco de tiempo en atraparme
para volver a meterme dentro y, si van pillados de tiempo, pues es bastante
divertido. No obstante, si vienen de la calle con frío y están deseando entrar
al calor de casa, pues también tiene su punto.
Ellos lo intentan todo para que yo no me escape, como poner
un pie o el bolso (en el caso de la bruja) a modo de barrera pero se ve que son
muy tontos y olvidan con facilidad que siempre puedo colarme entre las piernas
o saltar, que se ve que piensan que uno es como una babosa y no va a saber
impulsarse con las patas traseras.
Una vez alcanzada mi libertad, lo primero que hago es bajar
un tramo de escaleras hasta el primer descansillo y ahí me revuelco por el
suelo preso del más profundo de los éxtasis. Cuando bajan a cogerme, vuelvo a
subir y me revuelco en el rellano. Todo esto, acompañado de diversos sonidos
guturales que los humanos aún no han sido capaces de descifrar. Los emito
cuanto más altos, mejor, con la intención de que todo el vecindario se entere
de que estoy ahí, de que esos son mis dominios y de que ya está bien de andar
fregando a cada rato para borrar las marcas de territorio que yo me ocupo de
dejar con tanto esfuerzo día tras día.
Yo los veo devanarse los sesos elaborando mil y una teorías
sobre el motivo por el que me da por revolcarme por los suelos (que si será que
friegan con amoníaco, que si por ahí pasará otro animalito…) y yo sólo lo hago
por fastidiar. No es que tenga otro tipo de motivación pero me divierte ver
cómo intentan dar con la solución al misterio.
Eso sí. En cuanto oigo la puerta del ascensor o algún ruido
sospechoso al otro lado de una puerta vecina, esponjo el rabo y salgo huyendo
cual alma que lleva el Diablo. Que uno es valiente siempre y cuando esté solo
pero, ante la presencia de demás representantes de la especie humana o, en el
peor de los casos, de algún cánido, no hay nada como ir corriendo a refugiarse
en la seguridad del hogar. Que uno será aventurero, pero no tonto.
Prrrrrr.
Nada mejor que la sensación de escapar a la libertad ehhhh jajajaa
ResponderEliminarMiaubesos :)
Lejos de la bruja todo sabe mejor.
EliminarPrrrrrrr.
Estás hecho un elemento, Forlán. Como sigas así tus dueños se van a acabar cabreando de verdad y poniéndote una correa, como a los cánidos. Yo solo doy ideas, que aquí malvados somos todos, muahahaha!
ResponderEliminar¿Una correa? ¿No serán capaces, no? Te toca bufido por desearme tanto mal.
EliminarPfffffff.
Manías de animales, mi perra monta un cristo de cojones cada vez que alguien llama al telefonillo, me pone de los nervios, no sé si lo harán por joder, pero debieras, querido Forlán, tener en cuenta que hay una cosa que se llama "restaurante chino", tú eres espabilado y sabes de sobra a qué me refiero.
ResponderEliminarCon los restaurantes chinos tienen más peligro los cánidos. Tú eres espabilado y sabes de sobra a qué me refiero.
EliminarPrrrrrrrrrrrr.
Huy, yo me escapo y corro escaleras arriba como si me fuera la vida en ello. lo que pasa es que luego llego al final de las espaleras y no sé muy bien qué hacer... lo de revolcarme no se me había ocurrido, fíjate tú.
ResponderEliminaren fin, es divertido ver a los humanos correr detrás tuya maldiciendo su suerte :D
Un cabezazo, colega, RON. prrrrr
Es de lo más divertido, sí. Y prueba a revolcarte. Es la bomba.
EliminarPrrrrrrrrr.
Jajaja como sois los gatos jejeje no les hagas rabiar hombre
ResponderEliminarPero es que si no les hago rabiar me aburro...
EliminarPrrrrrrrrrrrr.
jajajajajaaj Tus amigos serranos también tienen actividad nueva. Se sientan en el capó del coche de cara al cristal. Así que cuando voy a arrancar el coche los tengo ahí mirándome y sentaditos en el capó. ya les he dicho que como sigan así los pongo de adorno como en los Jaguar. El mío es un Corsa, pero me da lo mismo. :D
ResponderEliminarBesazo
Eso va a ser que han leído "Cementerio de animales" y quieren ver si te asustan. Pero tú eres muy dura de pelar, por lo que veo...
EliminarPrrrrrrrrrr.
jajajaja, a los felinos simplones les atrae MUCHO la lejía. Por eso no se recomienda fregar con lejía los sitios donde no quieres que vaya un gato...
ResponderEliminarPor otra parte... se me ocurre decirle a la bruja... que igual cuando vaya con el consorte, uno puede quedarse en la escalera mientras que el otro abre (ya que tú te vas a escapar de todas maneras) y así cuando te dispongas a bajar... ZAS... aparece la bruja y huyes al hogar...
La verdad es que es bastante gracioso... pero a mí me fastidiaría bastante, así que esta vez me solidarizo un poco con la bruja... jaja
Por eso barajan la posibilidad de que lo haga porque el suelo lo frieguen con amoniaco o con lejía.
EliminarLo de esperar en el rellano ya lo han intentado pero la bruja entre el macrobolso y el macroabrigo tiene una movilidad más bien reducida (parece el grano de café de Humor Amarillo) por lo que es aún más divertido vacilarla.
Y nada de solidarizarse con la bruja. A ver si estamos a lo que estamos.
Prrrrrrrrrr.
Ferny y Perfidita a veces salen al portal y suben cuatro o cinco escaleras en dirección a casa de la Espe. Alguna vez, las menos, echan a correr hasta el último piso, sobre todo Perfi, sólo para que yo la pille arriba del todo.
ResponderEliminarSi lo hacemos por vuestro bien, que tenéis que hacer ejercicio...
EliminarYo sólo me quedo en ese tramo. Una vez me dio por subir más y oí un ruido. Con el susto que me metí, no me daban las patas para volver a mi casa.
Prrrrrrrrr.
Decía Einstein que había dos cosas infinitas: la estupidez humana y el Universo. Yo añado una: tu capacidad para la maldad....Forlán, eres único, majo!!!
ResponderEliminarBesicos.
Bueno, es que Luhay era un buen maestro. Y uno va depurando técnicas y añadiendo cosas de su cosecha.
EliminarPrrrrrrrrrrr.
Jajajja, el mío hace exatamente lo mismo desde que lo traje a casa, hace cinco años. Si te sirve de algo lo sigue haciendo, y eso que le hemos dicho lo que te imagines y más para que deje de salir corriendo al abrir la puerta. Ni te digo cuando entramos con las bicis que las tenemos que ir a guardar a la terraza, más de una vez lo hemos encontrado en otro edificio que está unido al nuestro a través de un larguísimo pasillo. Es abrir la puerta y él se va, y no hay manera de que no lo haga.
ResponderEliminarPerdón, debería haberle contado esto a Forlán que es quien escribió el post.
Un beso
Da igual. La bruja esto no lo lee porque no le gusta sentir mermada su autoridad.
EliminarJo, yo no tengo otro edificio unido al mío por un pasillo. Eso tiene que molar mucho.
Prrrrrrrrrrr.
Forlán, cuando a una de mis dos gatas ya la veo que va a ir a investigar el terreno antes de irme o en cuanto abro la puerta, toco el timbre del piso para avisar al mundo que pá'llá vá, pero en cuanto lo hago, no sé porqué pero decide quedarse dentro de casa. La otra gata se restriega por folios clorados, por los muebles cuando echas espray quitapolvos, encima de las olivas y por todo aquello que le huela a lejía y se pone de mala baba si la quitas de su éxtasis. Vaya, que hacen cosas normales porque los gatos sois la mar de normales, los raros somos los humanos que no os dejamos hacer nada.
ResponderEliminarEs que la lejía nos chiiiifla. Lo que no me mola nada es el timbre. Me mete unos sustos....
EliminarPrrrrrrrrrr.
Ay Forlancito! Qué osado eres!!
ResponderEliminarPues yo una vez salí al descansillo, y papi salió detrás de mi y nos quedamos los dos un buen rato, porque no tenía llaves, allí esperando a mami. Te aseguro, que no he vuelto a escaparme ni ganas que me quedan!
Así que por favor, ten mucho cuidadito mi amor!
Lamiditos
Éstos se aseguran bien de llevar llaves cuando salen tras de mí. Aunque siempre hay una primera vez...
EliminarSi sucede, ya os contaré.
Prrrrrrrrr.
Bravo Forlán en eso tenemos los mismos gustos y es que no pueden comprender lo rico ,sabroso,cuchi y deleitoso que es revolcarse contorsionando el cuerpo en los descansillos de la escalera por donde pasa todo el mundo y que tiene olores del mundo exterior.En mi caso te diré que como vivimos en un primer piso y hay unos huecos de ventilación que dan a un techito me salgo por ellos y me revuelco en el techo fuera del alcance de Fidel y de mama Gisel y hay que ver como me ruegan para que regrese porque no hay acceso al techo ,estoy sospechando de papa porque justo cuando estoy disfrutando haciéndome rogar se oye el ruido del ascensor (que casualidad) así que entro a escape para el apartamento por si acaso.Saludos cariñoso colega de tu admiradora Merlina.PD.si te ocurre otro truco avísame.
ResponderEliminarLo del ruido del ascensor me suena...Creo que a mí me lo han hecho alguna vez.
EliminarJo. Yo quiero huecos de ventilación de ésos. Tienen que molar.
Prrrrrrrrrr.
Jajajaja, es el Gran Houdini en versión gatuna, cerrarle la puerta y pegarle un susto.
ResponderEliminar:P
Ya me la cerraron una vez. Y la verdad es que me asusté pero como vi que al poco la abrían pues me he seguido escapando al rellano.
EliminarPrrrrrrr.
Jajaj, jo, me entra nostalgia! Tuve un gato pero cuando cumplí 4 años murió. Recuerdo que mi madre lo había adoptado para que espantara los ratones que se colaban por la terraza, pero nuestro querido animalito tenía más miedo de los ratones que nadie. Por cierto, se llamaba Miau. Mi madre dice que le pusieron ese nombre porque cuando le preguntaban cómo se llamaba contestaba eso, Miau.
ResponderEliminarSeguro que se habrían caído muy bien entre ellos. Ais.
Besos!
Pues seguro que Miau ya habrá conocido a mi desaparecido compañero Luhay. Andarán por ahí haciendo trastadas y comiendo cosas buenas.
EliminarPrrrrrrrrrr.
Ay Folancito, que maquiavélico eres jaja, que bueno que Dina no puede leerte porque si le da por imitarte....
ResponderEliminarRascaditas
A lo mejor me lee a escondidas y no lo sabes...
EliminarPrrrrrrr.
Pero qué manía, Forlán!!! Mi perra Greta hace lo mismo. Se me escabulle entre las piernas y sale como una tromba hacia la calle. Pero si en casa tiene un jardín enorme para revolcarse y divertirse? Claro, nada como salirse con la suya, no? Jajaja!!! Y está muy bien!!!
ResponderEliminarUn apapacho para tí, pequeño demonio bello!
Yo no tengo jardín. Tengo terraza pero no me hace mucha gracia. Prefiero revolcarme en el descansillo, más que nada porque a la terraza sí me dejan salir y así no tiene gracia.
EliminarPrrrrrrrr.
Es que los humanos no lo entienden. Ellos creen que todo debe hacerse por alguna razón, y hay alguna mejor que simplemente tocarles los cataplines?
ResponderEliminarBesos!!
Eso digo yo. El fin último siempre es ése.
EliminarPrrrrrr.
Que aventurero eres Forlán ! A Minino le encanta salir pero no consigue escaparse por gordo jajaja cuando hace bueno si le dejamos salir.Por cierto, Forlán para cuando un blog propio ?? Anímate!!
ResponderEliminarLuhay también estaba gordo pero cuando le daba por correr no había quién lo pillara...
EliminarUn blog propio, no. Que seguro que me llevaba todos los seguidores de la bruja y no me iba a dar latita nunca más. Además, no sé si iba a tener tiempo con mis diecisiete siestas diarias.
Prrrrrrrrrrrrr.
Forlán de mis entretelas, espero que lleves una buena identificación para poder volver al hogar si llegas demasiado lejos en tus aventuras. De lo contrario...¿cómo demostrarás que Álter and Co son tus legítimos padres adoptivos? Mira que con las trastadas que les haces son capaces de repudiarte. Y a lo peor acabas en una familia de origen asiático. Y ya sabes lo que hacen ellos con los gatitos...
ResponderEliminarMuas!
Nunca me voy lejos. Me quedo ahí, en el rellano. De todas formas, están ellos ojo avizor intentando pillarme para volver a meterme en casa. Medallita colgada no llevo pero tengo una especie de habichuela metida en la nuca. Creo que me dijeron que era por si me perdía. No lo entiendo mucho pero en fin...
EliminarPrrrrrrrrrr.
Pues cuidado, Forlán, porque donde la bruja le ponga una app a su telefono que suene a ladrido de perro furioso, y lo reproduzca cada que llegue a casa, me da que te llevará ventaja por aquello de la tecnologia del hombre blanco.
ResponderEliminarCalla, no le des ideas...
EliminarPrrrrrr.
Como un día te dejen fuera te vas a enterar de lo que vale tu bruja. Que te veo muy crecidito últimamente...
ResponderEliminarBesos
Crecidito no, es que soy superior (visto de una forma objetiva). Y no creo que me dejen fuera. Son unos pusilánimes.
EliminarPrrrrrrrr.
Sí, y ensuciarme el lomo con la mugre que traen ellos y sus amigotes en los zapatos. Ni que estuviera loco...
ResponderEliminarPrrrrrrrrr.
jajajaja... lluvia de ideas para la bruja que me da penita: un cartón grueso para impedirte la huida, una chuche rica para traerte de nuevo a casa, un susto gordo para que huyas hacia el sofá... ji!
ResponderEliminarTú te estás buscando la desgracia. No digo más...
EliminarPffffffff.
Ains Forlán, te arriesgas a que un día la Bruja y el consorte se harten de perseguirte y te dejen fuera, con este frío no mola nada dormir en el rellano así que ten cuidado... ;)
ResponderEliminarUn beso
No tienen lo que hay que tener para que eso suceda.
EliminarPrrrrrrrrrr.
Es lo que me vuelve loca de ustedes los felinos, cuando una se ha adaptado a sus rarezas y locuras y piensa que todo está bajo control y que puede vivir con eso, van ustedes y se ve que se aburren e inventan una nueva, y a mí que me gusta lo predecible me descolocan.
ResponderEliminarLo hacemos para que no os aburráis. Si es que no agradecéis nada...
EliminarPrrrrrrrr.