De pequeña nunca fui mucho de muñecas, he de admitirlo. La
gente me compraba cantidades ingentes de muñecas porque no hay nada más entrañable
que la imagen de una niñita rubia peinando una muñeca. Según el contexto,
tampoco puede haber nada más terrorífico pero en este caso nos quedaremos con la imagen entrañable.
Pues a mí no me gustaban mucho. De hecho, uno de los
juguetes que recuerdo con más cariño de mi infancia fue una cesta que me regaló
mi abuela llena hasta los topes de cochecitos en miniatura. La niñita rubia
salió un poco vikinga, qué vamos a hacerle…
No obstante, sí había algunas que me llamaban la atención. Las
Barriguitas me gustaban un montón (al punto de bañarme con ellas) y tuve unas cuantas señoritas de estas rubias
que viven mejor que yo y están siempre rodeadas de lujo y glamour.
Pero, de todas, las que más recuerdo son tres en concreto. A una se me dio por llamarla
Lina porque decía yo, desde mi tierna percepción infantil, que la cara me
recordaba a la de Lina Morgan. No estaba yo muy bien de lo mío desde edad
bastante temprana pero, ahora que lo pienso, sí que se daba un aire. Lina no
tenía nada de especial pero supongo que, al no tener cara de bebé rechoncho y
sí un poco más de niña, me daba menos grima que el resto. Mi instinto maternal
ya estaba bajo mínimos desde mi más tierna infancia. Lina paseó en su carricoche
y fue acunada por mis bracitos hasta decir basta. No durmió nunca conmigo
porque yo el colecho sólo lo practicaba con peluches. Las muñequitas a su cuna o, en su defecto, a su caja para no crear relaciones de dependencia.
Mi segunda preferida era la Bufy-bufy. Vale, era rara yo
poniendo nombres pero ahora os explico por qué se llamaba así. La muñequita en
cuestión tenía dos coletitas muy graciosas que, si le apretabas la barriguita
a la muñeca, subían y bajaban. Esto sucedía gracias al aire que movías en su
interior al apretarle la barriguita, no es que tuviera mucho misterio pero
cuando tienes cuatro años todo te parece magia. El caso es que, al moverse el
aire, hacía un ruidito de “Buf, buf” y de ahí su nombre. Toda la gracia de la
muñeca consistía en esas coletitas semi-autónomas pero a mí me eso me parecía tremendo. Bendita inocencia.
Un poco más mayorcita tuve una que, si bien era un puñetero
espanto, contaba con la ventaja de que me la compraron en USA y aquí no la
tenía nadie, por lo que todo el mundo flipaba con mi muñeca. Se hacía llamar “Baby
Alive” aunque, dado el elevado nivel de inglés que tenía yo a los seis o siete
años, fue rebautizada a “Baby Alivive”.
La “Baby Alivive” podía ser alimentada con unas papillas especiales que traía,
las cuales se preparaban en base a agua y unos polvitos mágicos que se
convertían en una especie de mermelada de colores al contacto con el líquido
elemento. Ponías la mermelada esa en su platito, se lo dabas con su cucharita
en una boca que permanecía permanentemente semi-abierta al mejor estilo muñeca
hinchable y luego, en el momento más ortopédico del asunto, accionabas una
palanca que tenía la muñeca en la espalda para que abriese y cerrase la boca
abriéndose camino hacia lo más profundo de su tracto digestivo. La niñita hacía
la digestión en dos nanosegundos y, en cuanto terminaba de comer, ya podías
cambiarle el pañal, rebosante de mermelada de colores. Escatológico y
surrealista a partes iguales. También podías darle agua con su biberón, con el
mismo resultado que la mermelada.
“Baby Alivive” llegó al fin de sus días el día que se me
terminó la mermelada porque aquí no vendían recambios (en USA sí, claro está) y
no conseguí convencer a mi madre de comprar potitos para un cacho de plástico.
Madre desalmada donde las haya. Mamá, si lees esto, que sepas que me
traumatizaste de por vida. Mi pobre “Baby Alivive” habrá muerto de inanición.
Espero que esto pese sobre tu conciencia, mala abuela.
Hola!
ResponderEliminarjajajaja! ¿yo hice eso????
¿yo hice que feneciera una muñequita tan "limpia"? No me lo puedo creer, porque ahora sería incapaz de hacer tal cosa!
Me he acordado también de aquellas dos muñecas con partida de nacimiento y no sé qué otros papeles oficiales que recibiste en herencia de tu prima-madrina. Hay que ver las cosas que inventaban y que seguirán inventando, digo yo...
Chaucín!
Sí, dejaste que muriese de hambre, la pobre... No sé si ahora serías capaz pero siendo más joven ya te digo yo que lo fuiste.
EliminarLas que dices eran las muñecas repollo. Qué feas eran, las pobrecicas. Jajaja.
Besotes!!!
jajaja,
ResponderEliminarYo sí que he sido de muñecas la verdad. Las adoro incluso ahora. Aunque no soy coleccionista, sí que tengo alguna de colección.
Se me siguen yendo los ojos detrás de los vestidos.
Pero soy fan de muñecos de bebés no de anoréxicas tetonas.
Pues a mí las anoréxicas tetonas me gustaban, ya ves tú qué cosas... Jajajaja.
EliminarLos peluches sí que me han gustado siempre mucho y todavía tengo unos cuantos que me regala la gente. Besotes!!!
Jolines, con la Alivive hubiera flipado en colores!!!
ResponderEliminarAun me veo capaz de hacerlo si la tuviera...
Todo el mundo flipaba con esa muñeca aunque, si lo piensas bien, era un poco espantoso eso de darle a una palanca para que abriese y cerrase la boca. Jajaja. Besotes!!!
EliminarYo no tenía muñecas pero sí le cogía a mi prima las suyas para ver qué tenían. Ni de pequeños podemos pensar en otra cosa.
ResponderEliminar:P
Jajajaja. A las chicas nos pasaba eso con el Ken y el Nenuco. Don´t worry... Besotes!!!
EliminarSi yo hubiera pillado tu Baby Alivive... Que feliz hubiera sido!! Yo apuntaba maneras y tuve la July Mama, una muñeca con cara de viejales a la que se le abría la barriga y se le metía un bebe. Pero a mi que lo que me gustaba del asunto era el momento "parto natural", aquello me dejaba muy insatisfecha!! :)
ResponderEliminarAy, me acuerdo de esa!!! No la tuve, por suerte... Jajaja. Era como un homenaje a Alien la muñequita XDDD. Besotes!!!
EliminarQué asco la muñeca digestiva, Alter....pero seguro que a los niños les mola...que mi hija no me pida una así, por dios....A mí me encantaban las barriguitas y de hecho, ahora mi hija juega con una de ellas
ResponderEliminarPues ahora fijo que hay algo parecido porque la que yo tenía era en los ochenta y aquí parecía venida del futuro pero ahora segurísimo que hay algo así. Las Barriguitas eran una monada ¿Siguen existiendo o ya son piezas de colección? Besotes.
EliminarJajajaja! Que chunga te pones con tu madre, pobrecilla! Si lo hacía por tu bien, mujé, que a ese paso ibas a finiquitar a Bab Alivive de un empacho!
ResponderEliminarYo si fui de muñecas, pero lo que más me gustaba era construirles casitas con cartón, plastilina...
Besos!
Ya ves que anda por ahí arriba diciendo que hoy por hoy sería incapaz de dejar morir de inanición a mi muñeca. Se ve que ahora es una persona más tierna. Jajajaja.
EliminarO sea, que tú eras más bien una arquitecta para las muñecas, más que una madre. Jajaja. Besotes!!!
Saludos y besos, mami de Álter!
EliminarSí, yo iba para arquitecta por lo visto, jajaja!
Muas!
Saludada y besada queda... Besotes!!!
EliminarA mí las muñecas que más me gustaban eran las barriguitas, qué recuerdos...
ResponderEliminarNosotras, somos tres hermanas, nos decantábamos siempre por las muñecas como juguete y básicamente era eso lo que le pedíamos a los "Reyes".
Un besito y feliz fin de semana
Las Barriguitas molaban un montón. Eran una ricura. Yo creo que la única que pedí una vez fue como con cuatro años. La Nancy Selene. Un ser diabólico al que se le iluminaban los ojos cuando le tocabas el pecho con un medallón. Ichhhh. Jajaja. Besotes!!!
EliminarA Lina Morgan? me has dejado muerta que lo sepas!! jajajaja, y levantaba la pierna igual??? (fíjate esa es la imagen que tengo).
ResponderEliminarNo tenias la Rosaura? esa muñeca gigantesca a la que le tirabas del pelo y le salían coletas y que era más grande que tú??? era horroroso cuando se me caía encima porque menudos zapatitos llevaba.
Yo si tenia muñecas pero como me pasaba media vida en el dentista me gustaba porque casi todas tenían una especie de pito en la boca que le sacaba con unas tenazas, después de anestesiarla, evidentemente. El sufrimiento compartido se hace menos, ya sabes, así que todas sufrían de problemas de dentadura.
Y luego cuando me aburría de las muñecas jugaba con patas de pollo (así que no se quien estaba peor), sí, sí con patas de pollo...eran mis amigas...
Alpaquilla se despide con:
De que sirve confesarme, si o me arrepiento?
Autor: Al Pacino
Mooogggaaaksrfff
Jajaja. A ver, que no sé por dónde empezar a contestarte...
EliminarLina no levantaba la pata igual, aunque hubiese sido un puntazo.
La Rosaura no la tenía pero sí me acuerdo de haber visto algún anuncio suyo. Menudo monstruenco de muñeca. Jajaja.
Me has matado con lo de las intervenciones maxilofaciales a tus muñecas y ni qué hablar de las patas de pollo. ¿Qué hacías con ellas exactamente? Eso merece un post.
Qué grande, Al Pacino!!! Besotessss.
jajaj, lina?? Sí que traias el "toque" de serie eh? jajaj
ResponderEliminarA mi me encantaban las barriguitas, las tenía de todos los colores y su armarito con sus miniperchas y su mini ropa. Mi madre las hizo desaparecer un día, es lo malo que tiene ser la mayor entre un montón de primos. Ahora las han vuelto a sacar, pero ya no es lo mismo.
También tuve un muñeco, que le dabas de comer y manchaba el pañal en el acto. Pero sin manivela, le dabas en la barriga y se activaba un mecanismo, que le hacía masticar y miccionar todo en uno! Creo que también murió de inanición.
Buen finde guapa!
"El toque" Bonito eufemismo. Jajaja.
Eliminar¡No me acordaba del armarito de las Barriguitas! Yo también lo tenía. Qué monada...
Pues mira, tu muñeco era como mi "Baby Alivive" pero en plan cólico. Jajaja. Besotes!!!
Yo creo que las tuve todas, pero las que me encantaban eran las Dulcelinas, que eran magdalenas con un olor riquísimo que se convertían en muñecas.
ResponderEliminar¿Cómo? Jajajaja. Tengo que googlear eso pero ya!!! Besotes!!!
EliminarGoogleado queda. No había visto eso en mi vida. Son un cupcake con sombrero. Jajajaja. Me troncho. Qué cosas inventan... Besotes!!!
EliminarJa ja, muy bueno, me has recordado a mi hija, que jamás ha querido una muñeca, sólo animales, familias de animales y a ellos los biberones, y los cuidados, las pocas muñecas que ha tenido solo sirvieron para hacer de público espectador cuándo como no, montaba circos con animales.
ResponderEliminarMuchos besos, me gustas!
Jajaja. Yo era más de coches y cosas así. El instinto maternal debo tenerlo en la planta del pie...
EliminarMe alegro de gustarte XDDDD (Ahora que no nos lee nadie, tú también me gustas...)
Besotes.
Qué bonita entrada!... Mis muñecas y compañeras fieles, siempre fueron Ceci y Raquel. Confidentes de tantas travesuras.
ResponderEliminarMe gustó conocer las tuyas.
Besitos!!!
Las mías no eran confidentes de nada... Eran bastante pavotas. Jajaja. Besotes!!!
EliminarYo tenía muñecas porque me las regalaban, pero a mi las muñecas no me gustaban, eso de decir que era la mamá me daba vergüenza, y esos ojos infernales me causaban terror por las noches, yo prefería patines, avalanchas, bicicletas pero en casa era muñecas o juegos de té o nada, no es que mi madre fuera villana, es que lo demás era demasiado caro. Sólo recuerdo haber estado loca por uno, un "muñeco pelón" como le decíamos mi hermana y yo,nunca lo tuve, se convirtió en ropa, porque una tia (muy linda ella) convenció a mi madre de no desperdiciar en eso y mejor comprarnos ropa, aún recuerdo la cara de decepción de mi hermana al tiempo que decía "yo quería un pelón", siempre que veo a un calvo, se lo recuerdo, xD.
ResponderEliminarJajajaja. Pues sí, mira, ahora tiene la oportunidad de tener su "pelón" si quiere. XDDD.
EliminarQué manía tiene la gente con presuponer que, como eres niña, lo que más ilusión te va a hacer es una muñeca. Besotes!!!
Para variar, he disfrutado mucho leyendo este post!
ResponderEliminarQué recuerdos aquellos los de las muñecas preferidas....
A tu Baby Alive la conozco porque la tuvo una vecina y tienes razón que una vez acabadas las papillas y los pañales de acabó su encanto!
Me ha hecho gracia eso de que ya de pequeña no tenías muy desarrollado el insitinto maternal, lo mismo me pasó a mi... lo mío era las barbies para cambiarlas miles de veces de ropa y conjuntarlas con zapatos de taconazo, bolsos y sombreros.
En fin hija que todo pasa verdad y las muñecas se han quedado ya tan lejos...
Si es que toda gracia de la Baby Alive residía en eso. Tenía un poco de cara de endemoniada. Jajaja.
EliminarLas Barbies me encantaban. Han hecho de mí lo que soy. Una adicta a los trapos (pero con menos tetas).
Pues sí, se han quedado lejos pero ahora tenemos otras cosas. Todas las etapas de la vida tienen su encanto. Besotes!!!
Que post tan gracioso!! Me encantó tu historia con las muñecas, y lo que cuentas de la Baby Alivive para morir de risa!!
ResponderEliminarQue bonitos recuerdos infantiles!
beso
No sé cómo no he tenido pesadillas con esas muñecas, la verdad... Jajaja. Besotes!!!
EliminarYo tenía la Nancy con su armario y mucha ropa, me encantaba. Y las barriguitas!! tenía la noria de las barriguitas y varias muñequillas incluída la negrita.
ResponderEliminarLa única anoréxica tetona que tuve era la de la playa, con su toallita, sobrilla y bikini.. con el bikini parecía más anoréxica y tetona, claro.
Pero mi favorita fue un muñeoco pepón de esos, que claramente era un chico, con pilila y todo (no sé por qué me regalaron el niño) y como no me gustaba que fuera niño le vestía de niña y le clavé literalmente unos pendientes en las orejas.. le ponía un gorrito de cuando yo era bebé y parecía niña total!! Tenia un capazo de esparto que mi madre visitió con una sabanita y ahí me tenías.. orgullosa de ser madre de un ... hermafrodita???
Besotes muñeca ;o)
Ay, yo también tenía la noria y la Barriguita negra.. Qué recuerdos. Nancy sólo tuve la Selene, que daba mucha grima.
EliminarLa anoréxica playera no la tuve. Ya me has creado un trauma, aunque supongo que no tanto como a tu muñeco pepón. Jajaja.