La Madre Desesperada me ha mandado un correo con su aporte para esta sección.
En este caso, se trata de que os relate gamberradas que haya
cometido en mi infancia y/o adolescencia. Realmente, ella me pregunta por la
más simpática o graciosa pero, como todo lo hago con gracia y simpatía (que no,
que no tengo abuela) pues no sé decantarme por una en concreto así que relato
alguna que otra:
Cuando tenía unos cuatro o cinco años, recuerdo que vi un
par de películas de Cantinflas. Yo es que era muy vintage ya desde pequeña. El
caso es que parece que me hizo mucha gracia que en alguna película saliera con
los calcetines rotos en la punta por lo que yo, ni corta ni perezosa, un buen
día cogí unas tijeras y me dediqué a recortar las puntas de todos mis
calcetines, quedando de esta manera como una especie de homeless que podía haber
ido tranquilamente a pedir limosna a la esquina.
Mi madre, al ver el desaguisado, puso el grito en el cielo y
me dijo que no me iba a llevar al cine a ver Blancanieves. Me preguntó de dónde
me había sacado yo la idea de hacer eso con los calcetines. Creo que dejó de
ver cine mexicano en aquel momento.
Por cierto, sí fui a ver Blancanieves.
También más o menos a la misma edad, descubrí los milagros
de la comba. Cuando tenía seis años nos mudamos a una casa con jardín pero por aquel
entonces vivíamos en un piso en Argüelles, de manera que el salón de mi casa se
había convertido en mi circuito de salto particular.
El caso es que iba yo de un extremo del salón a otro, salto
va, salto viene, hasta que llegaba a la estantería y repetía el proceso a la
inversa. Peeeero en una de éstas, cuando llegué a la estantería, empecé a
pensar si tenía, o no, espacio para un salto más. Entre los adornos que mi
madre había colocado en la estantería se encontraba una inocente teterita con
el pitorro apuntando hacia afuera. Así estaba yo, inmersa en mis cavilaciones de “¿Engancharé
o no engancharé la teterita?”. Al final me decidí a comprobarlo empíricamente,
que es así como se hacen los grandes descubrimientos. Bye-bye teterita. Hello
bronca padre.
Ya de adolescente, recuerdo otra que, hasta donde yo sé, mi
madre aún desconoce. Madre, si lees esto, recuerda que te quiero mil…
Como toda adolescente, había entrado yo en la etapa “hablo
por teléfono día y noche aunque no tenga nada interesante que contar”. Al ver
las facturas astronómicas que habían empezado a llegar, mi mami me cerró el
grifo. Llegó al punto en que, si tenía que salir de casa, se llevaba el
teléfono en el coche. Pero, como dijo el Chapulín Colorado “no contaban con mi
astucia”. Un buen día, al ver que mi madre se disponía a llevarse el invento de
Bell nuevamente de paseo le dije “Ay, mamá. Todo el día con el teléfono para
arriba y para abajo. Llévate el cable, que será menos engorro”. Mi madre me
dijo que tenía razón y se llevó el cable. Según salía ella por la puerta salí
yo detrás a comprar un cable.
Mami, lo siento. Vale, soy una tramposa pero ¿a que soy la
mar de ingeniosa?
P.S. Esta sección no existiría sin vosotros así que, a
proponer temitas.
No se por qué, pero creo que todos suponían ya que de pequeña seguramente serías bastante trasto XDDD
ResponderEliminarUn besote.
Pues de mayor soy muy buenecita... Al menos cuando duermo, jajaja. Besotes!!!
EliminarQue graciosas tus travesuras! La de las medias muy divertida!
ResponderEliminarbeso
A mi madre no le hizo tanta gracia pero bueno... Jajaja. Besotes!!!
Eliminarjajaja! me han encantado. todos las hemos hecho parecidas, romper cosas, esconderlas, hacer estropicios con la ropa... lo que me ha matado es tu madre con el teléfono a cuestas de un sitio para otro, jajajaja. es genial!
ResponderEliminarSí, la pobre estaba desesperada. No veas lo que rajaba yo por teléfono (y ahora me aburre soberanamente hablar por teléfono). Besotes!!!
EliminarReconozco que yo estuve tentada alguna vez de hacer lo de los calcetines pero no tuve el valor, no se porqué me gustaba lo de los tomates en los calcetines, a lo mejor se lo vi a Cantinflas porque a mi padre le gustaban mucho sus películas, y cuando se me hacía uno no se lo decía a mi madre para que no lo cosiera y llevar el dedo asomando jejeje
ResponderEliminarLa comba en casa estaba totalmente prohibida.
Pues sí, lo mismo también fuiste víctima de la nociva influencia de Cantinflas para los niños. Jajajaja.
EliminarBesotes!!!
Pues mira que casi cuadramos con la ocurrencia del telefono, solo que yo llamaba a todo lo que aparecia anunciado en el periodico, y alguna vez que me enganche a una linea donde contaban chistes, la factura se fue al cielo.
ResponderEliminarMi madre (ademas de hacerme pagarle el dinero años despues), me regalo un libro de chistes (para que asi ya no llamara), y al darmelo me lo estreno en la cabeza con tremendo "librazo" que me quito las ganas de volver a llamar XD
Me gustaron tus ocurrencias :)
Jajajaja. ¿Te dio con el libro en la cabeza? Qué crack... Hay que ver la paciencia que tienen las madres. Un besote.
EliminarQue peligro que tienes!!!!! jajajajajja
ResponderEliminarTodo es buenísimo pero lo del cable...que jodía!!! eras...o eres ¿?¿ un mini demonio!!!
La Alpaca se despide con:
Si le coges manía la vida, la vida también te la coge a tí
Autor: Película "La gran vida"
Mooogggaaaksrfff
Jo, un mini demonio es mucho decir... Traviesilla era. Ahora ya no tanto. Jajaja. Besotes!!!
EliminarVade retro niña bicho! fu! fu! A saber las que liarás todavía, si se te nota en la cara que lo sepas, cara de buena pieza tienes tú.
ResponderEliminarLuahyyyyyyy! a partir de ahora seré más comprensiva contigo
¿Tengo cara de buena pieza? Pues soy muy buenecita, en serio...
EliminarBesotes!!!
Recuerdo que una amiga...o sus padres, le onían un candado al teléfono, que era de rueda.
ResponderEliminarUn beso!!
Creo que al comentario anterior le faltaba un montón de letras, lo repito, para los que no sepan leer en bloque (jeje)
ResponderEliminarLos padres de una amiga bloqueaban el teléfono, que era de rueda, con un candado.
Ahora sí.
Pues solo le faltó la "p" de "candado". Jajajaja.
EliminarLo del candado lo he visto yo en las pensiones, hace como mil años... Besotes!!!
Excepto las trastadas típicas de un niño activo no hice grandes estragos, excepto quemar media terraza con aguarrás porque quería hacer un circuito de fuego, andar por los tejados, múltiples accidentes de bicicleta (sin romperme nunca nada), saltar de un árbol de espaldas emulando a vamos lo normal de un pequeño delincuente ingenioso.
ResponderEliminar:)
(creo que me estás inspirando para un post)
No, si ya veo que eras bastante tranquilito... Jajajaja. Un besote y estoy ansiosa por leer ese post.
EliminarQue ingenioso lo del cable, no se me hubiera ocurrido nunca (yo es que soy de inocentona como tu madre). ¿De pequeña vivías en Argüelles??? yo también!! creía que la zona no me gustaba nada hasta que me fui de Madrid, entonces lo echaba muchísimo de menos. Lo mismo eramos vecinas de pequeñas que fuerte! ("jo tía que fuerte" jajajaja)
ResponderEliminarBesitos!
Jo, super fuerte, tía... Viví allí hasta los seis años. En la calle Martín de los Heros. Un besote!!!
EliminarSolo estas gamberradas??? No me lo creo!!! Seguro que tienes muchas mas que contar!!!
ResponderEliminarJajajaja. No te creas que era tan trasto... De todas formas, seguro que algún día me acuerdo de alguna otra. Ya la cuento si me acuerdo. Besotes!!!
EliminarJaaaaaajajajaja! Lo del cable es brutal! Menudo bicho! Jajajaja!
ResponderEliminarMuas!
Adolescente alocada, que le dicen. Jajaja. Besotes!!!
EliminarPero si eras una niña muy buena. Esas gamberradas eran "accidentes" totalmente ajenos a tu escasa mala idea. A ver: ¿A quien se le ocurre dejar unas tijeras a tu alcance a tan tierna edad, la tetera estaba pidiendo a gritos "rómpeme... rómpeme..." y a que inocente madre le da por fiarse de su hija adolescente. Son las circunstacias que se aliaron contra ti. Claramente. Eso sí, lo que me he podido reir con tus peripecias. Espero que tu mami sepa apreciar la broma del teléfono (seguro que alguna regañina a posteriori te cae :S)
ResponderEliminarPues de momento no me ha dicho si lo ha leído (y por aquí no ha comentado nada, que a veces comenta) pero bueno estaría que me caiga la bronca veinte años más tarde. Jajaja. De traca... Besotes!!!
EliminarJajaja yo lié una grandísima en el colegio con 11 años junto con mis amigos. Creo que todavía se acuerdan de éso...
ResponderEliminarAh, no. Esto no puede quedar así. Si empiezas la historia, la terminas así que... a postear. Besotes!!!
EliminarPor lo que me cuentan, yo fui una niña "algo" traviesa... con lo buena que soy ahora, no lo entiendo... :-)
ResponderEliminarBesos!!
Yo realmente creo que no fui tan trasto. Hice de las mías pero creo recordar que tampoco era indomable. Soy peor ahora, jajaja. Besotes!!!
EliminarJejeje eras de armas tomar...
ResponderEliminarYo, la verdad no tengo anécdotas del estilo que contar, snif, snif
Besitos guapa
¿Ninguna? Seguro que alguna hay... Besotes!!!
Eliminarjajajaja. me ha encantado lo del cable... y lo de los calcetines es tremendo!! Que pillina.
ResponderEliminarUn besote
Jajaja. Era un poco bicho pero, ahora que lo pienso, tampoco he sido tan mala, creo... Jajaja. Besotes!!!
EliminarQuerida Alter, más que gamberra yo te encuentro traviesilla.
ResponderEliminarMe encanta lo del teléfono en la adolescencia. Debe ser como el acné, hay que pasarlo (aunque yo me librara de él. Ni un granito, oiga!)
Recuerdo que mi amiga llamaba, y a la media hora colgaba y llamaba yo, total para decirnos nada. Y respecto al candado, un amigo confesó hace tiempo que a él le pusieron uno en su casa, y se lo quitaban cinco minutos al día, para cada hermano.
Qué tiempos!!
Besotes casigatos.
Yo tampoco tuve acné. Una maravilla, oye!!!
EliminarMi teléfono es que era de botones, no se le podía poner candado, por suerte para mí. Jajajaja. Un besote!!!
Si se dio cuenta prefirió callarse. No lo sé... Creo que todavía no ha leído el post porque no me ha dicho nada. Jajaja.
ResponderEliminarSí, la verdad es que Bell sólo la patentó, aunque ya estaba inventado. Las cosas como son. Pero para mí siempre será el invento de Bell. Que Meucci hubiera estado al loro. Jajaja. Besotes!!!
Leo que retraso, que llevo unos días algo ajetreados, pero me mondo! A mí me pasó algo parecido con el teléfono cuando pasé por esa msima fase de hacer más horas al teléfono que una teleoperadora.
ResponderEliminarPues ya lo estás contando... Jajaja. Besotes!!!
EliminarNo se por qué no me ha sorprendido nada el hecho de que de pequeñas fueras algo "movidita" jajaja. Hay cosas que se vislumbran de lejos ;bb
ResponderEliminarBesos
No era tan "movidita". La verdad es que no he hecho tanta trastada. Los he visto mucho peores. Jajaja. Besotes.
EliminarJajajajaj...si que lo eres, sino que se lo digan a los publicistas. Buena tecnica, el señor bell, era el señor bell. Mi madre tambien penó con alguna factura en mi adolescencia. Me has rescatado ese rinconcito donde soliamos tener el telefono y los buenos momentos enganchada a él.
ResponderEliminarUn beso, preciosa.
La mitad de las veces para no decir nada, pero ahí pasábamos las horas. Cómo se nota que en aquella época no teníamos facebook ni messenger ni ná de ná. Jajajaja. Besotes!!!!
EliminarJajajaja, lo del cable del teléfono es lo más. Un besito y voy a por las otras anécdotas.
ResponderEliminarNo aprendía nada bueno. Jajajaja. Besotes!!!
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