Continuamos con la historia comenzada el jueves pasado y que
podéis leer aquí.
Como soy una aprovechada, le di a J. mi bolsa con la ropa y
le dije que me la llevara, que ya me pasaría por su habitación a recogerla.
Preguntó al compañero que sí iba a viajar, a quien llamaremos C., que si se
llevaba también su ropa. C. respondió
que tampoco era cuestión de cargarlo como un sherpa. Guardó la bolsa con la
ropa en el maletero de un taxi y nos fuimos todos menos J.
Llegamos y alquilamos el coche. Al abrirnos el maletero para
que comprobásemos lo espacioso que era, tuve un flashback y le dije a C. “Oye,
¿y tu bolsa de la ropa?”. Ponerse blanco es poco. Creo que estuvo a punto de desmayarse al
darse cuenta de la cantidad de prendas que iba a tener que comprar. Mi jefa dijo
“Yo creo que se la ha dado a J.”. Yo opinaba que no. C., al principio quiso
aferrarse a la idea de mi jefa pero fue atando cabos y se dio cuenta de que
llevaba razón yo. Nos llevamos el coche y, durante todo el camino, mi jefa
llamaba por teléfono al hotel para preguntar cómo podíamos hacer para localizar
a un taxista. La chica del hotel, que era muy amable (y casualmente uruguaya,
no digo más), le preguntó a mi jefa si tenía el ticket del taxi. Lo bueno de
viajar por trabajo es que uno pide ticket de todo, así que lo tenía. De ahí
pudimos sacar el número de teléfono de la compañía y el número del vehículo. La
uruguaya maja le dijo a mi jefa que le diera el número, que iba a intentar
encontrar al taxista.
Llegamos al hotel, aparcamos y la uruguaya nos dijo que
había localizado al taxista y que iba presuroso a nuestro encuentro con la ropa
de C. Justo estábamos hablando en el
lobby cuando vimos aparecer al taxista, triunfal, con la bolsa de C. en la
mano. C. daba palmas con las orejas y vi cómo recuperaba el color en su
semblante. Estábamos deshaciéndonos en agradecimientos hacia el taxista y la
recepcionista cuando, de repente, aparcó otro coche en la entrada del hotel y bajó
corriendo el hombre que nos había alquilado el coche, con el mismo tono lívido
que le había visto a C. minutos atrás. Nos encontró a todos allí y también lo
vi recuperar el color. Nos explicó que había venido corriendo (o conduciendo
rápido) a ver si nos encontraba porque en la guantera del coche que nos había
alquilado se había dejado unas llaves de otro coche que tenían para alquilar.
Tanto mi jefa como yo nos acordamos de las películas de
Almodóvar (las de los ochenta, se entiende), donde siempre había gente
persiguiendo a otra gente que a su vez perseguía a más gente y nos dio la risa
tonta.
Y, una vez recuperada la ropa y las llaves, pudo volar cada
mochuelo a su olivo.
De Almodóvar o una españolada de las de toda la vida.
ResponderEliminarBesos.
Sí, pero nos recordó más a Almodóvar. Jajaja. Besotes!!!
Eliminares verdad, en los viajes de trabajo siempre se conservan los tickets de comidas y desplazamientos. menos mal que pudisteis localizar al taxista, porque si no, a ver qué hacéis, y en una ciudad desconocida. da miedo pensarlo...
ResponderEliminarlo importante es que terminó bien. ;) besos!!
Bueno, yo sí tenía mi ropa. No sé qué hubiese hecho C. Jajajaja. (qué mala soy...). De todas formas, en una ciudad desconocida también se puede comprar ropa... Besotes!!!
EliminarMe lo he leído del tirón, chica, no sé que me hace más gracia, si tus aventuras, o las relaciones que se te ocurren (ojo, que he entendido perfectamente lo de las pelis) jajaja
ResponderEliminarBesos
Jajajaja. Pues en realidad creo que fue mi jefa la primera que dijo lo de Almodóvar. Ya ves, Dios los cría y ellos se juntan.
EliminarBesotes!!!
Jajaja, esto es una mezcla entre una peli Almodóvar y una que me encanta que se titula Qué me pasa, doctor, donde hay unas confusiones de maletas y se persiguen unos a otros.
ResponderEliminarY claro, la chica amable tenía que ser uruguaya, no falla.
Besos y feliz fin de semana.
Me suena que la he visto pero no lo juraría. Es que algo de una maleta me suena.
EliminarYa sé que tú tienes más devoción por los uruguayos que yo. Jajajaja. Besotes!!!
Jajajaja... pues sí, todo muy loco y muy Almodovar!! falta la drag queen, el taxista tendría que haber sido una y lo clavais...jjjj
ResponderEliminarBesis wapi
Jajajaja. Hubiese sido un puntazo. Besotes!!!
EliminarJajajaja me he quedado blanca yo de leerlo!! Pobre C¡ menos mal que hubo solución
ResponderEliminarBueno, solución había pero a mí me daría un pasmo si tengo que comprarme ropa para tres meses. Besotes!!!
EliminarMenos mal que todo se arregló. Un beso.
ResponderEliminarY nos llevamos la anécdota para el recuerdo. Jajaja. Besotes!!!
EliminarQue historia, si parece de ficción.
ResponderEliminarA mí me recordó a Los Simpsons.
Un abrazo.
Jajajaja. Sí, también podría ser. Como aquel capítulo donde te cuentan el día de Homer, de Lisa y de Bart. Cuando Homer se corta un dedo y Lisa tiene que presentar un robot en clase. Besotes!!!
EliminarVaya tela, totalmente almodovariano, jajajajaja.
ResponderEliminarBesos y feliz finde.
Si es que cualquiera puede ser chica Almodóvar. Es la vida misma. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarPues si. Almodóvar total. Yo creía que los coches de alquiler los revisaba bien antes de darlos pero va a ser que no... jis!
ResponderEliminar;)
Bueno, un error humano lo tiene cualquiera. A lo mejor era la primera vez que le pasaba. Besotes!!!
EliminarJajaja
ResponderEliminarNo muy seguidor de Almodóvar me recuerda a las comedias de equivocaciones o series cómicas muy inocentes como por ejemplo "Tres son multitud" en la cual pasaba cada cosa.
Sí, también podría ser una comedia de situación, sí. Hasta en Modern Family pasan cosas así. Besotes!!!
EliminarHace tiempo que no me pasaba por aqui.
ResponderEliminarSaludos
Hola!! ¿Qué tal? Besotes!!
Eliminarcreo que es una de las pocas historias tuyas en las que no te pasa a ti algo.. jajajajjajajaja
ResponderEliminarJajajaja. Visto así, es cierto... Yo en esta ocasión sólo fui testigo. Besotes!!!
EliminarVamo uruguay?. Ja tuvo divertido
ResponderEliminarUruguay, que no ni no!!!
EliminarBesotes.
Menos mal que todos recuperaron sus pertenencias.. si, medio de novela todo esto..
ResponderEliminarsaludos! buen finde
Dicen que hay veces que la realidad supera la ficción. Jajajaja. Besotes!!
EliminarANECDÓTICO CAPITULO. FULLL, MUY FLUIDO.
ResponderEliminarABRAZOS
Me alegro que te haya gustado!! Un besote.
EliminarHola! Madre mía cuantas persecuciones, jajaja. Menos mal que todo el mundo pudo recuperar lo que quería, jejeje. Entiendo vuestras risas, era una situación totalmente surrealista, jejeje.
ResponderEliminarBesos!
Si es que me pasan cosas muy raras aunque, por una vez, en ésta fui sólo testigo y no protagonista.
EliminarBesotes!!!
Di que sí una película de Almodovar en toda regla. Me ha gustado.
ResponderEliminarBesos.
Menos mal que terminó bien porque si no, ya me veía haciendo colecta para comprarle ropa al pobre C. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarEstas anécdotas surrealistas y Al modovarianas, alegran las conversaciones posteriores y los blogsss!!! Así que vivan y vivan!!!
ResponderEliminarPues la verdad es que sí. Siempre me pregunto por qué me pasan a mí estas cosas pero luego pienso que, si no fuera por ellas, me quedaba sin blog. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarAlmodovariano a full! A ver si te lee el susodicho y se inspira pa alguna trama. :D
ResponderEliminarMuas!
Ah, pues entonces que me pague derechos de autor, que no es plan. Jajaja. Besotes!!!
EliminarBueno, hubo un par de taxistas que me intentaron estafar también. Hay de todo en la viña del señor. Jajajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarUalaa!! Vaya pedazo de aventura :O
ResponderEliminarJajajaja. Para el recuerdo, sin duda.
EliminarBesotes!!!
jiji, una historia divertida, pero habrías podido ponerte en toalla junto al limpiaventanas y ya estaban todos xD
ResponderEliminarJajajaja. Te ha dado fuerte con el limpiaventanas... Y yo que sigo sin acordarme de cuándo te lo conté. Vaya intimidades saco a relucir. Jajajaja. Besotes!!!
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