Hablaba con mi madre por Skype el otro día y, no sé por qué
razón, nos pusimos a conversar acerca de restaurantes modernos (y caros). No
preguntéis por qué. Nosotras somos muy de divagar y tal vez lo que originó esa
conversación fue el precio del transporte público o el nivel de lluvias de la
última semana a ambos lados del charco o cualquier otra cosa no relacionada con
la hostelería.
El asunto es que mi madre juraba y perjuraba haber leído
algo de un restaurante que tiene una sola mesa, de tal manera que tú reservas y
el restaurante abre solo para ti. A mí eso de tener a todo el personal del
restaurante pendiente de mí me da un poco de agobio. Cualquiera lo diría, con
lo fan que soy yo del protagonismo pero lo que me gusta es que me rían las
gracias, no que estén pendientes de si me falta un dedo de vino en la copa.
Creo que sólo iría si me prometen que me van a poner una pared de ladrillo y
una banqueta para que yo pueda soltar ahí un monólogo y no tengan más remedio
que reírse de mis chistes porque para eso estoy pagando.
A raíz de eso yo recordé otro que te sirve (y te cobra)
aromas. Sí, aromas. Te traen algo que dicen que es, por ejemplo, aroma de
bosque, que supongo que consistirá en un montón de hierbajos y un cacho de
madera ardiendo para que tú huelas el humito, con el consiguiente tufo a
barbacoa en el pelo. Tú hueles eso, pagas a precio de oro y después te vas a un
Burger porque algo habrá que cenar.
Y luego mi madre me habló de otro que, cree recordar, está
en Grecia y que está completamente a oscuras para que disfrutes al cien por
cien del placer sensorial de la comida en tu paladar. Esto sí me pareció un
buen negocio. Puedes saltarte a la torera las normas de bromatología. Nadie se
va a quejar de que había un pelo en la sopa o de que te han dado las sobras del
comensal anterior. Todo el mundo saldrá encantado porque ojos que no ven,
corazón que no siente.
Ya me imagino al maître comentándole al chef “Me han dicho
los de la mesa seis que les ha parecido sublime el efecto crocante en la salsa
de fresas del postre”. El chef, con un guiño cómplice al maître, le revelaría
que en realidad se trataba de cucarachas bebé.
La siguiente escena sería el maître llevando la cuenta en
una bandejita de plata, con lágrimas en los ojos de intentar contener la risa y
diciendo para sus adentros “Hay que ver cómo es este Jean-Pierre”, al tiempo
que movería la cabeza de un lado a otro.
Así que me he propuesto abrir un restaurante de estos. Todo
son ventajas. Puedes hacer el guarro a placer y las risas están aseguradas.
¿Qué más puedo pedir de un puesto de trabajo?
Por aca yo se de algún restaurante en donde se come en completa oscuridad y cuya idea es sentir con los otros sentidos, degustar, tener presente los aromas, etc. Nunca fui, aunque me parece sería una experiencia interesante.
ResponderEliminarLo que también existe es lugares que abren su casa para que se vaya a comer. Una especie de restaurante exclusivo, aunque nunca supe de uno que sea solo para una mesa. Me imagino que es para los que conocen de su existencia, y han hecho la correspondiente reserva. Pero nuevamente es algo que toco de oídas, nunca he ido.
Hoy en día hay muchas tendencias nuevas. Quien sabe, es cuestión de encontrar el nicho apropiado para tu negocio! Jaja
beso
Pues no sé yo si a mí me molaría comer a oscuras. Me daría desconfianza eso. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarAy nena a mi me vas a perdonar pero yo no iría a ninguna de esas picadas eh? Si ya lo paso mal en las BBC cuando tienes al camarero pendiente de ti para rellenarte la Copa...
ResponderEliminarYo soy más de comer, beber y ya, si quiero algún plus o extra ya si acaso me lo busco yo jaja.
Un besito
Yo igual, la verdad. O sea, no descarto ir a un restaurante guay si tuviera el dinero para eso pero todo tiene un límite. Besotes!!!
Eliminaryo alguna vez he comido fuera sobre la una del mediodía, y me sentía un poco como en ese restaurante que abre sólo para ti, porque aún no había nadie. en otros países de europa, comer a esa hora es normal.
ResponderEliminary tener toda la atención para mí todavía puede estar bien si hay una camarera monísima, pero si encima es un maromo... :P
besos!!
A mí eso me ha pasado alguna vez pero a la inversa. Vamos, que he ido muy tarde y me han odiado mucho. También acaparé mucha atención. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarJajajajaja, si es que hay cada idea...yo al de Grecia, si algún día vuelvo al país no pienso ir que tengo pánico a la oscuridad.
ResponderEliminarPor cierto hoy vi con mi madre el anuncio de ayer y menuda risa, primero porque me dio un ataque de risa que no podía controlar acordándome de lo que ayer contabas y mi madre flipaba porque no le veía la gracia y luego porque no quise que me creyera una loca que se reía de absurdeces y le resumí tu post, reto de capoeira a la vecina incluido, jejeje.
Un besito y feliz finde.
Jajajaja. No, si al final el mío va a ser un blog para toda la familia...
EliminarUn besote!!!
Lo malo del oscuro es que se te vayan sin pagar. O que te paguen lo que les dé la gana, con la excusa de que no se ve.
ResponderEliminarBesos.
Para eso seguro que llevan una linternita. Menudos son... Besotes!!!
EliminarCreo que de esos a oscuras hay uno en Madrid... Tengo que mirarlo, pero juraría que vi la "noticia" hace un tiempo. Y pensé algo parecido, además. Me gusta ver lo que como. Y la cara del otro comensal. Y lo que me quieren cobrar. Llámame desconfiada, pero yo necesito la vista. De todas formas, si montas en negocio, me apunto. Hacer el mal y no ser visto suena a villano de cómic y me mola muchísimo la idea.
ResponderEliminarUn beso!!
A mí no me molaría nada tampoco eso de no ver lo que como. Ya sin pensar en guarrerías, imagínate que pides pescado y te llevas a la boca una espina kilométrica. Quita, quita...
EliminarPero si es por hacer dinero saltándome las normas de sanidad, bienvenido sea. Muahahahaha (risa de villana)
Besotes!!!
Hola! Inocente de mi, de los tres restaurantes que habías hablado me gustaba el de Grecia pero después de caer en todo lo que podría pasar al comer algo a oscuras me he dado cuenta que no había reflexionado bien mi elección, jajaja. Me quedo con los de toda la vida, jejeje.
ResponderEliminarBesos!
Yo también me quedo con los de toda la vida. Que ahí, por lo menos, si hay cucarachas las ves. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarVa a ser que yo también !
EliminarQué panda de cobardes somos. Jajajaja. Besotes!!
EliminarBuenísima idea, jajajaja. La verdad es que hay mucha "tontería" en la hostelería hoy en día! Pero bueno, al parecer acudir a estos restaurantes te dan cierto caché, pero a mi lo que me sigue encantando son los chipirones que te sirven en el chiringuito de la playa!!!! Soy muy plebeya y tampoco me gusta el exceso de atención!!!! Más que bien servida, te sientes vigilada!! jeje
ResponderEliminarFeliz finde!
Yo reconozco que a mí sí me gusta comer pijadas. Pero una cosa es eso y otra cosa es que ya se pasen de snobs. Besotes!!!
EliminarA mí no me gustan ninguno de esos, en especial el último, porque la comida entra por los ojos. Biquiños!
ResponderEliminarSe supone que justamente la idea es que prescindas de ese sentido para potenciar los otros pero nada. Yo prefiero ver, aunque sea con mis dioptrías.
EliminarBesotes!!!
A mi no me pillarían en ninguno de los dos, además, creo que también se come con los ojos. La vista ayuda a disfrutar de la comida, o al menos a mi me pasa.
ResponderEliminarY a mí, pero se ve que piensan que potencias los otros sentidos si prescindes de la vista. Yo prefiero no prescindir de nada. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarQué horror. Se me ha quitado el hambre. Un beso.
ResponderEliminarA mí me han dado ganas de un bocata de chorizo o algo así. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarPues ya nos contarás si tu plan sigue para adelante, jajajaja :)
ResponderEliminarBesos!
Ya tuve la idea de los jelly-beans de fabada y aquí sigo, sin llevar a cabo mi idea. Jajajaja. Besotes!!
EliminarYo también he visto uno en el que cenan o comen colgados de una especie de andamio, por darte otra idea. Y creo que en Nueva York hay otro en el que no se permite hablar.
ResponderEliminarNo digo más.
¿Colgados de un andamio? Eso es capaz de sentarte mal al estómago y todo.
EliminarLo de no permitir hablar no lo veo tan mal. Hay veces que hay que oír cada chorrada, que mejor calladitos todos. Jajajaja. Besotes!!!
Juas! La gente se 'atreve' a probar cualquier cosa. Yo no podría ni aunque me pagarán.
ResponderEliminarAbrazos!!
Bueno, a mí si me pagan, lo mismo sí. Está muy malita la cosa. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarMe ha encantado la forma en que tu madre y tú encontráis temas para hablar y divagáis hasta llegar a cualquier tema, mi madre y yo somos igual jajajaja. Oí hablar de ese restaurante a oscuras....no lo veo yo eh (nunca mejor dicho jaja) mira que si en vez de comerte lo que toca terminas comiendo otra cosa (y no pienses mal) no sé, casi prefiero un restaurante con luz íntima pero con luz jajajaja, que eso de meterme en la boca cosas que no veo (joder que cabeza más calenturienta tengo yo hoy)
ResponderEliminarBesossss
Jajajaja. Ya, si a mí como cliente no me convence tampoco. Pero como empresaria lo veo, pese a la oscuridad. Siempre habrá alguien lo suficientemente snob como para ir y no tengo que andarme preocupando por la presentación de los platos ni por las normas de sanidad. Jajaja. Besotes!!!
EliminarNinguno me convence, pero no hay cosa que me de más rabia que comer a oscuras jajaja odio la luz apagada para todo!
ResponderEliminarBesis
Yo también necesito luz para todo. Por cierto, ¿los camareros cómo llegarán hasta la mesa sin tirarlo todo? Jajajaja.
EliminarBesotes!!!
Lo bueno de esos oscuros es que puede ir con una fea y nadie te critica
ResponderEliminarBesos
Los feos también tenemos derecho a comer con luz...
EliminarBesotes!!
Jajajaja, pues a mí lo de a oscuras me mola...Se dejan de tonterías de presentación de platos... mira tú.
ResponderEliminarMe recuerda a esa atracción de los parques acuáticos (black-hole) que no sabes en qué momento vas a caer ni hacia dónde... jajaja Factor sorpresa...
A mí es que no me molan los parques acuáticos pero sí, entiendo el símil. Y me da mucho miedo. Jajajaja.
EliminarBesotes!!!
Lo primero sería hacerme con un jardín pero lo mismo en el parque de abajo de casa puedo abastecerme. Jajajaja.
ResponderEliminarBesotes!!!
Buena idea, yo no faltaría en ese restaurante :)
ResponderEliminarTen cuidado con lo que deseas. Jajaja. Un besote!!!
EliminarBienvenida al mundo del emprendedor!!! jajajjaja
ResponderEliminarDeberías poner un terrario con las cucarachas bebé para que el cliente las elija, como en las marisquerías XDDDD
pero eso sí, lo del restaurante sensorial, lo veo, a oscuras, pero lo veo XDDD
Besotes!!!
Si las dejo a la vista me parece que no voy a triunfar. Lo importante es el factor sorpresa. Jajajaja. Besotes!!!
Eliminarjajajajjajajajjajajaja por cierto, pon cámaras nocturnas, para ver sus caretos tanteando por la sala, sería brutal jajajajja
EliminarHombre, eso por descontado. De otra forma, mi trabajo no tendría razón de ser. Por cierto, ¿cuándo nos tomamos algo? Sin cucarachas, de ser posible...
Eliminarchica, yo de ti me fio.. iría sin dudarlo! jajajaj
ResponderEliminarDemasiada confianza tenéis depositada en mí...
EliminarBesotes!!!
Seguro que te forras.
ResponderEliminarEl de una sola mesa, a no ser que cobre a precio de oro no tardará en cerrar. No tiene sentido a no ser que cobres 200€ ,si no ya me dirás. Qué locura.
Besotes.
Es que imagínate cuánto cobrarán. Alta cocina y encima sólo para ti. Eso tiene que costar un fortunón. Vamos, que con un cliente ya cubres gastos para todo un mes. Besotes!!!
EliminarJajajaja yo no sería capaz de comer a oscuras, soy muy mal pensada
ResponderEliminarA mí creo que me daría grimilla también. Y más después de toda la película que me he montado...
EliminarBesotes!!!
Y caro, que se mucho más caro aún de lo proyectado. Es la pera lo de los restaurantes
ResponderEliminarLa pera
Besos
Ah, sí. Yo sólo por las risas no me lanzo a emprender. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarJajajaja yo después de lo que has contado no sñe si iría, que a mí las cucarachas me dan un asco horribleeeee
ResponderEliminarMe has recordado que una vez, en un hotel chateau, decidimos quedarnos a cenar en el mismo hotel y nos metieron en una habitación de museo sólo para nosotros. Venían a servirnos como en las pelis. Que palo daba. Yo no comí tranquila con tantas atenciones. En la habitación de al lado, oíamos a un grupo de personas comiendo. Se ve que metían a cada comensal en una habitación comedor porque les sobraban y así le daban un must a su restaurante, pero yo prefiero charlar con quien vaya y pasar más desapercibida... Encima los camareros hablaban en francés. Uy que tela...
Uffff. A mí también me da mucho palo eso de que estén tan pendientes de mí. Aparte, uno no puede hablar de sus movidas porque estarán ahí con la oreja parada enterándose de tus miserias. Quita, quita...
EliminarBesotes!!!
Aquí hay uno de esos de comer a oscuras y nos llama la atención, pero somos unos cobardes!
ResponderEliminarLo que sí nos pasó es ser los únicos huéspedes un fin de semana en un hotel campestre... todo el personal estaba por nosotros, tanto que no tuvimos que ir ningún día al restaurante sino que nos llevaban la comida a donde estuviéramos xD
Bueno, a mí si me traen la comida y después se van, no me importa. El asunto es que estén ahí pendientes...
EliminarAl restaurante deberías ir, que tú eres más osada y así nos lo cuentas.
Besotes!!!
Jajajajajajaja! Jean Pierre, me meo!!
ResponderEliminarPor aquí ya hay uno de esos, pero no le veo la gracia. :)
Muas!
Eso me estaba contando Remorada. Yo no es que no le vea la gracia, es que me da miedo. Además, a oscuras lo mismo no me encuentro la boca...
EliminarBesotes!!!