Vaya por delante que no me considero una persona
supersticiosa. Al menos, no extremadamente supersticiosa, aunque tengo mis
cosillas, como no pasar por debajo de una escalera (esto creo que es más por
miedo a que me caiga un bote de pintura o un cascote en la cabeza más que por
superstición, que bien dicen que mujer prevenida vale por dos), no dejar las
tijeras abiertas o echarme la sal por encima del hombro si se vuelca. Al final,
lo mismo, un poco supersticiosa sí que soy.
Pero bueno, la historia que vengo a relatar tal vez no tenga
tanto que ver con la superstición sino con el hecho de si se cree o no en las
señales. Me refiero a las señales cósmicas, claro, no a las de tráfico, que en
esas más nos vale creer si no queremos tener un disgusto. Yo, en lo personal,
no suelo creer en las señales y siempre he sido de la idea de que, cuando una
persona quiere ver señales, las va a ver por todas partes.
El caso es que este año decidí comprar el cupón de la ONCE
para el sorteo del día de la madre, que nunca se sabe cuándo la suerte puede
estar de mi lado y así poder pasarme el
resto de mis días tumbada en la playa bebiendo cocolocos. Sí, mi sueño es
convertirme en una vaga alcohólica; cada cual con sus aspiraciones.
Antes de comprarlo, iba yo un día caminito del trabajo soñando
con mi futuro enriquecimiento y posterior cirrosis cuando, en el trocito ese de
arena que suele haber al pie de los árboles que adornan nuestras calles, veo,
entre otro montón de porquerías, un naipe. Me pareció curioso encontrarme un
naipe tirado en la calle (aunque no tan curioso como la vez que encontré una
paloma con cascabel).
Acabo de ver una.paloma en medio de la calle con un cascabel al cuello. Es lo más surrealista que he visto en meses.— Mi Álter Ego (@Plagiando_Alter) 4 de agosto de 2014
Vete a saber qué azaroso destino condujo el naipe hasta allí
y, como justamente mis pensamientos versaban sobre el azar, me fijé en que se
trataba de un seis de tréboles. Con aquello que dicen de que los tréboles dan
suerte me dije “pues en seis va a terminar el cupón que me compre”.
Así lo hice y, curiosamente, en seis terminó. No acerté con
ninguno de los otros cuatro dígitos pero igual me dio subidón. Tendría que
haber seguido buscando naipes por la calle, a ver si en una de esas daba con la
combinación correcta. Lo malo hubiese sido si daba con una figura.
Aproveché el reintegro para canjearlo por un cuponazo y un
sueldazo pero ahí ya no me tocó nada porque no recibí más señales del más allá.
Debo haberme quedado fuera de cobertura o algo. Por lo menos me consuela saber
que mi dinerito fue destinado a una buena obra, aunque los cocolocos deban
esperar.
¿Creéis en las señales del destino? ¿Las cosas que nos pasan son casuales o causales? ¿Os habéis encontrado naipes tirados por la calle? ¿Y alguna otra cosa rara? Abiertos quedan el debate y la polémica.
¿Creéis en las señales del destino? ¿Las cosas que nos pasan son casuales o causales? ¿Os habéis encontrado naipes tirados por la calle? ¿Y alguna otra cosa rara? Abiertos quedan el debate y la polémica.
jajajaja, buenísimo!!! A ver yo ya dije en una entrada que creo más en la causalidad que en la casualidad. Supongo que no creo en las señales porque cuando era más jovencita (seguimos siendo dos pipiolas) las veía por todas partes y luego nunca significaron nada. La madurez por desgracia te va volviendo más escéptica en todos los sentidos. Y digo por desgracia, porque mola más se una loca soñadora que una escéptica de los cojones que acaba viendo la realidad, a veces, incluso cruda.
ResponderEliminarP.D. Yo también sueño con ser una vaga alcohólica jajajaja
Besotes
Pero cuando se es una loca soñadora los batacazos son más duros, ¿no? Besotes!!!
EliminarYo la primera vez que compre lotería fue porque un reflejo que pasó a través de mi anillo de la suerte le dio en la calva a un ciego de la once. Eso sí me toco un mojon pero cada vez que juego pienso que me va a tocar. Yo también sueño con esa cirrosis.
ResponderEliminarJajajaja. Es que eso era una señal clarísima...
EliminarUn besazo, guapísima!!!
Tú al encontrar el naipe asumiste que el destino te marcaba el rumbo, de haber creído fielmente en ello hubieras comprado más billetes terminados en seis. Otra persona al encontrar ese naipe de 6 de trébol hubiera supuesto que el destino le indicaba que iba a tener un posible viaje.
ResponderEliminarComo ves cada persona según sus pensamientos leería de diferente manera ese encuentro con el destino.
Por eso digo que quien viere ver señales, las ve. Besotes!!
EliminarUna vez me encontré una llave suelta sin aro ni nada y me pregunté qué abriría... Pues suelo creer y me gusta hacerlo pero no creas que por ello siempre se me cumple...
ResponderEliminar¿Pero la llave al final te valió para algo? Ya me he quedado intrigada... Besotes!!!
EliminarPara nada jajaja
EliminarVaya...
EliminarHola! La verdad es que nunca me he encontrado algo así por la calle, jajaja. Yo tampoco me considero supersticiosa, aunque mi hermano me ha pegado la manía de huir del número 12+1 (ves, ni lo digo, jajaja), pero la verdad es que si creo en las señales. Si me hubiese pasado a mi lo mismo, yo también habría ido a por el 6, jejeje.
ResponderEliminarBesos!
Pues te hubiese tocado. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarNo creo en esas cosas, aunque alguna vez me he considerado muy chulo por pasar debajo de una escalera. A continuación he pensado que si realmente no creyera no me parecería que era tan chulo por hacerlo. En fin, que me pasa un poco como a ti, que no creemos mucho pero que a veces pensamos que por si acaso... Por lo demás el destino no se habla conmigo, o no hablamos el mismo idioma porque no le he pillado ni una.
ResponderEliminarBesos.
Tú estate atento a las porquerías que te encuentres por la calle, a ver. Jajajaja. Besotes!!
Eliminaryo creo moderadamente en las señales del destino. si me pasa algo bueno por un cúmulo de casualidades, supongo que estaba predestinado.
ResponderEliminaren el cupón de la once nunca me ha tocado ni la última cifra. :D
está rico el cocoloco ese? habrá que probarlo este verano. ;)
besos!!
A mí me gusta pero, para gustos, colores. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarHola!!!!! Yo creo en las señales pero hasta cierto punto, sin pasarme la vida buscándolas aunque si hubiera visto una paloma con cascabel a lo mejor la buscaba porque vamos, qué surrealismo!!!!!
ResponderEliminarYo hace poco encontré un euro en la taquilla del super al ir a dejar mi compra, seguramente alguien al recoger sus cosas se le olvidó recoger el euro y lo invertí en una bonoloto, y me tocó el reintegro y eché otra y estuve com una semana con el reintegro premiado y jugando sin gastar hasta que dejó de tocarme, pero del reintegro no pasó, ainnnns.
A partir de ahora miraré en la arena de los árboles por si hay naipes.
Tú busca naipes, que ahí está la respuesta. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarSi existieran las señales sería indicación de que hay alguien que las deja, y no lo creo. Si que creo que a veces cuando estamos centrados en algo vemos indicaciones que nos condicionan, motivan, ayudan a tomar decisiones, a hacer cosas.
ResponderEliminarMuchas veces queremos tener un apoyo, un respaldo para nuestras cosas. Siempre he pensado que a mayor tendencia a ver señales, mayor necesidad de aprobación tiene la persona.
Pero esto no es más que una opinión, igual si que hay algo que nos quiere ayudar.
Como digo, yo también pienso que quien quiere ver señales, las va a ver por todas partes. Besotes!!!
EliminarQue pasada!!! Y te toco!! Que miedito. No? Yo casi prefiero llevarme sorpresas sin señales de aviso jajaja
ResponderEliminarNo, no me dio ningún miedito. Creo que fue casualidad, sin más. Besotes!!!!
EliminarYo no creo en esas cosas, aunque sí que tengo una foto curiosa del reloj del ayuntamiento de Oslo que si creyese en las señales sin duda diría que en ella las hay.
ResponderEliminarLas cosas están ahí objetivamente y las más de las veces casualmente, y las interpretaciones que queramos dar las vuelven subjetivas... dándole un sentido tamizado por nosotros con nuestros deseos o nuestros miedos...
Besos!
Me has dejado intrigada con lo del reloj de Oslo... A ver si va ser una foto paranormal de esas. Besotes!!!
EliminarCosas muy raras te tienes que haber encontrado para pensar eso. Jajajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarYo soñé con un número pero no tocó. Un beso.
ResponderEliminarOhhh. Qué desilusión... Besotes!!!
EliminarQue bueno!!! Bien por ese naipe! Nunca encontré uno tirado por ahi.. alguna vez he encontrado un billete en la calle, eso si..
ResponderEliminarSi, yo creo en las señales! beso
Sí, tú eres muy de esas cosas!!! Dinero alguna vez también me he encontrado. Aunque no mucho, todo hay que decirlo. Jajajaja.
EliminarBesotes!!!
Jajajaj que bueno, si que creo en las señales del destino, aunque siempre me equivoque con ellas, besos ;)
ResponderEliminarClaro, es que el tema luego es interpretarlas... Besotes!!!
EliminarOtra que sueña con ser una vaga alcohólica ;)
ResponderEliminarYo no soy supersticiosa, ni suelo creer en las señales pero hay veces que aparecen y todo cobra sentido.
Besotes!
Yo sigo pensando que fue casualidad. Una casualidad curiosa pero casualidad, al fin y al cabo. Besotes!!!
EliminarJajajaja. Lo de Garuda hubiese enriquecido sobremanera mi Tweet. Besotes!!!
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo con Anusca y contigo. Los batacazos de mi juventud soñadora fueron tremendos... jis!
ResponderEliminarBesotes!
Aunque también son divertidos, oye... Besotes!!!
EliminarYo no creo en las señales, aunque no por eso deja de haber momentos en los que tengo tanta suerte que me digo a mi mismo: 'Maldición, debería haber echado la lotería en vez de hacer esto...'
ResponderEliminarYa ves que, aún sin creer, pasan cosas raras en esta vida. Cosas vederes, amigo Holden.
EliminarBesotes!!!
Yo no creo pero a veces las veo, o sea que algo sí debo de creer. Será como tus supersticiones, que no pero que sí. Yo me apunto a lo de vaga como aspiración vital, a lo de alcohólica no, hasta eso me da pereza. Tú sigue atenta a las señales, por si acaso.
ResponderEliminarSí, no sea cosa que me encuentre los cinco dígitos y yo sin enterarme. Jajajaja. Besotes!!
EliminarYo no siquiera creo en el destino, me parece más una excusa para cuando algo no sale. El libre albedrío exige más, hay menos excusas, pero prefiero creer en eso.
ResponderEliminarAunque lo de las señales parece interesante. No creo haberme encontrado con alguna.
Saludos.
Yo es que no sé qué creer. Siempre he sido de pensar que las cosas suceden porque uno mismo ha hecho que sucedan así pero luego veo cómo hay veces en que el factor suerte influye tanto y ya no sé qué pensar. Jajajaja. Besotes!!!
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