Como ya viene siendo costumbre en este blog, comenzamos hoy
con las crónicas vacacionales porque ya son un clásico.
Este viaje ha sido diferente a otros que os he relatado.
¿Por qué? Pues porque, sinceramente, estaba yo tan agotada que le dije al
churri que pasaba de más viajes que consistieran en estar todo el santo día
pateando ciudades y/o parques de atracciones. Que quería tumbarme a la bartola
y descansar. No hacer nada. Que mi mayor estrés fuese elegir qué bikini ponerme
o si bajar a la playa o a la piscina. Así que la elegida fue La Gomera y
permitidme que os diga que, si buscáis un sitio donde disfrutar de paisajes
preciosos y hacer el vago, este es vuestro sitio.
El primer día no es que haya sido muy relajado, la verdad,
partiendo de la base de que tuvimos que levantarnos a las cuatro de la mañana
porque el vuelo salía tempranito. Recuerdo que uno de mis primeros pensamientos
fue que mandaba narices tener que madrugar más que un día de trabajo para irme
a descansar pero en fin, todo esfuerzo tiene su recompensa.
Durante el trayecto al aeropuerto el pobre churri venía
comentando que no se sentía bien del estómago y al final cayó rendido por culpa
de un corte de digestión que empezó en el aeropuerto y no terminó hasta tocar
suelo canario.
Recuerdo que estábamos en la puerta de embarque que nos
habían asignado y allí ni aparecía nadie ni anunciaban en el panel sobre la
puerta nuestro número de vuelo (ni ningún otro). Dado que en Barajas siempre
dicen que no se avisa por megafonía y que hay que estar atento a los paneles,
fui a dar una vuelta por ahí buscando paneles informativos pero a mí que me digan
dónde están los dichosos panelitos en la T2 porque no vi ni uno. Al final le
pregunté a la de la puerta de embarque de al lado, que llevaba horas llamando a
pasajeros rezagados de un vuelo a Bilbao, y me dijo que habían cambiado la
puerta de embarque y nos dirigimos a la que nos dijo la muchacha donde, esta
vez sí, estaba puesto nuestro número de vuelo y había cola de gente para
embarcar. Se ve que éramos los únicos pavos que no se habían enterado del
cambio de puerta (ellos sí habrían encontrado los paneles misteriosos).
Con todo ese estrés acumulado nos subimos al avión pero creo
que se me empezó a pasar cuando, al llegar al aeropuerto de Tenerife, tuvimos
nuestra primera interacción humana con un canario; el chico de la agencia que
tenía que llevarnos al puerto para coger el Ferry. Qué cosa más maja de
muchacho, oye. El churri le preguntó si le daba tiempo a ir a comprar una
botellita de agua y el muchacho dijo que sí, que habíamos llegado incluso antes
de la hora y que así él aprovechaba para pedir un cafecito. El churri, que se
vio en racha, le dijo “pues ya si nos podemos echar un cigarrito, sería
estupendo” y el chico dijo que entonces comprábamos el agua, el café y nos
fumábamos el cigarrito en el aparcamiento. No nos dejó pagar ni nuestra agua.
Qué cosa más maja de muchacho. Durante la hora que duró el trayecto hasta el
puerto, nos estuvo contando muchas cosas con ese acento tan divino que sólo los
canarios tienen y nos recomendó esperar el Ferry cómodamente tomando un café en
una terraza que está en la planta de arriba.
Dejamos las maletas en los carricoches de equipaje que suben
posteriormente al Ferry y nos fuimos a la famosa cafetería. Al ver las vistas
desde allí, se me pasó todo el estrés y creo que hasta el estómago del churri
volvió un poco a su ser, pudiendo tomarse su cafecito. Aproveché para mandarle
a mi madre la foto que ilustra el post (está sacada con el móvil en vertical,
lo siento por eso y por el cubo de basura que se aprecia en primer plano pero
aun así ni lo uno ni lo otro desmerece el paisaje).
Finalmente, embarcamos en el Ferry…
El Puerto de Los Cristianos desde el Ferry |
También el puerto, pero para el otro lado |
Yo, meditando (o muerta de cansancio) |
Dejando Tenerife |
Y, cuarenta minutos más tarde, habiendo visto delfines y todo, llegábamos a San Sebastián de
la
Gomera donde otro taxista nada hablador nos llevó por una carreterita llena
de curvas hasta Playa Santiago, que era nuestro destino final. El pobre churri
durmió toda la tarde mientras yo deshacía el equipaje y nos dedicamos a
descansar. No habíamos empezado con muy buen pie pero yo estaba segura de que
al día siguiente todo mejoraría.
Llegando a San Sebastián de la Gomera |
Y así fue, palabrita de Álter.
Esas vacaciones de hacer el vago, en las que puedes permitirte el lujo de dejar el reloj en el cajón de la mesilla, tienen también mucho encanto.
ResponderEliminarBesos.
Vaya que si lo tienen... Me he quedado con ganas de más. Jajajaja. Besotes!!
EliminarQue bien! Me gustan los relatos vacacionales!
ResponderEliminarjaja.. es cierto que el tacho de basura ha quedado en primer plano en esa foto! Pero se nota igual que el paisaje es fantastico..
En el viaje a Europa nosotros tendremos un par de vuelos que son asi bien temprano, habrá que madrugar..
Esta bueno tomarse dias en lugares donde todo lo que tienes para hacer es relajarte. A mi me gusta salir y conocer, pero también es lindo alternar con vacaciones bien tranquilas.
beso
Llevaba mucho tiempo con vacaciones de caminar y caminar... Necesitaba vaguear. Jajajaja.
EliminarY la foto es que la saqué así mientras me tomaba el café y ni cuenta me di del cubo de basura en ese momento. Jajajaja. Besotes!!!
Qué buena pinta La Gomera!!!
ResponderEliminarEs una gozada. Besotes!!!
Eliminarlas islas canarias tienen una magia especial. yo estuve en lanzarote en el viaje de fin de carrera.
ResponderEliminarel acento canario es muy simpático.
el viaje en ferry de una isla a otra debió ser muy relajante. si estabas cansada, seguro que diste una cabezadita. ;)
besos!
No, no di ninguna cabezadita. Me pasé los 40 minutos de pie asomada mirando el mar. Jajajaja.
EliminarBesotes!!!
La Gomera es una isla preciosa!
ResponderEliminarMe alegro que lo hayais disfrutado!
Muaks!
Mucho, mucho. Ya iré contando. Besotes!!!
EliminarYo solo he es raro en Tenerife y estoy deseando volver. Un beso.
ResponderEliminarYo me quedé con ganas de recorrer un poco Tenerife pero bueno, lo dejo para otra vez. Besotes!!!
EliminarAyyyy muero de amor con el acento canario.
ResponderEliminarUnas fotos preciosas, has hecho bien en coger vacaciones para descansar, de vez en cuando se necesitan, y te lo dice una que quiere ver, ver y ver pero oye, hay que parar.
Besos.
Yo es que necesitaba algo así. Me han venido de perlas. Besotes!!!
Eliminarhola alter! que lindo lugar, magnificas fotos y con tu relato quedan espectaculares. te acompañamos y compartimos! saludosbuhos.
ResponderEliminarMuchas gracias. Me alegra que os guste. Besotes!!!
EliminarYo no conozco las islas pero tienen buena pinta así que me quedo a leer tu crónica.
ResponderEliminarUn besito
Tú léetela y ya verás cómo te lo piensas para las próximas vacaciones. Besotes!!!
EliminarPues mira que he estado en todas las islas menos esa y el Hierro, igual me animo!! Que bonitas fotos!!!
ResponderEliminarAnímate, que mola mucho!! Besotes.
EliminarHola! Bueno mi tlf me trolea y esta es la tercera vez que empiezo mi comentario cuando ya casi lo tenia, así que resumo, jejeje. En fin... te decia que aunque me encantan los viajes de patear y conocer lugares nuevos, este tipo de vacaciones también dan vida, jejeje.
ResponderEliminarMe encantan las islas y hace tiempo que no voy así que espero con ganas que me pongas los dientes largos, jejeje.
Besos!
No veas las ganas que tenía de no hacer nada. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarMe encantan las Islas Canarias. Todas. Y una parte de su encanto es lo amable que es la gente. Eso sumado al clima, las playas, paisajes etc.
ResponderEliminarYa sabes que hace años que voy todos fin de año, y ojalá pueda seguir haciéndolo.
A la espera del resto de tu relato.
Besos
Yo me he pensado seriamente emularte e irme algún fin de año también, huyendo del frío. Jajajaja. Pero sí, tienen algo que enamora.
EliminarBesotes!!!
Parece que la pasaste bien, descansando de los avisos pesadillescos y de tu gato, que ya maullo que sus crónicas son más interesantes que las tuyas.
ResponderEliminarMe gustaron las fotos que sacaste.
Estar sin hacer nada puede ser un buen plan para unas vacaciones.
Besos.
Para mí este año era el plan ideal. Lo necesitaba como agua de mayo.
EliminarLos anuncios, como te digo en el post anterior, seguían estando. Es imposible escapar al cien por cien de ellos. Besotes!!!
Porque sé que esto va a mejorar, porque el primer día no prometía nada bueno. Qué lastimita el churri, pobrecico.
ResponderEliminarSí, daba un poco de pena, el pobre, pero se le pasó (y se libró de deshacer el equipaje; a ver si va a ser que lo hizo a posta...). Besotes!!!
EliminarDespués de la tormenta siempre viene la calma, e imagino que ha merecido la pena.
ResponderEliminarSuena genial vacaciones y no hacer nada todo junto debe ser la bomba.
Con ganas de leer la segunda parte...
Besos
Pues el jueves que viene, más (y con el churri ya recuperado). Besotes!!!
EliminarSi es que en cuanto nos dejó en el puerto le dije al churri "Este chico ya se ha ganado un huequito en el blog". Jajajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarAy, el pobre churri. Es la ley de Murphy...
ResponderEliminarMenos mal que todo mejoró.
La Gomera es la única Isla Canaria que no he visitado y le tengo muchas ganas. Espero ansioso tu siguiente post :D
¿Ah, no? Pues tienes que hacerlo, es una monería. Jajajaja.
EliminarPues este jueves más. Besotes!!!
Que alegría volver a leer estas aventuras, como echaba de menos sentarme a hacerlo, yo no nunca he estado en la Gomera, leeré al detalle para pillar todos los consejitos que des
ResponderEliminarUn besico y abracico guapis
Pues tú que estás cerca no te lo puedes perder!! Un besote.
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