Marrameowww!!!
Soy un animal muy culto, eso ya lo sabéis de sobra. Y, como
animal culto que soy, estaba el otro día leyendo el poema “Walking Around” de
Neruda y el primer verso “Sucede que me
canso de ser hombre” me hizo tener una
revelación.
Y es que sucede que me canso de ser gato. No quiero decir
con esto que me canse de ser guapo, ni peludito, ni más listo que los humanos,
ni que esté agotado de pasarme el día tumbado a la bartola mientras la bruja y
el consorte se desloman en su trabajo para tener con qué rellenarme el platito
de pienso. No, de eso no me canso. Pero sí me canso de recibir elogios
constantes.
Me explico: Si fueran elogios normales, en plan “Tú sí que
vales, Forlán”, “Eres el p**o amo, Forlán” o, incluso, “Ese Forlán cómo mola,
se merece una ola, ueeeee” pues hasta los aceptaría pero no me parece de recibo
que, ante cualquier acto nimio que realizo, tenga dos seres bípedos babeantes
mirándome con cara de anime japonés y diciendo con vocecilla empalagosa cosas
como “Si es que es más ricoooo”, “Mira lo que hace, es súper listoooooo”,
“¿Quién es el más guapo de la casaaaaa?” y demás estupideces que deberían
avergonzar más a ellos que a mí, pero resulta que no noto el más mínimo
vestigio de pudor en sus voces gangosas.
Y, al contrario de lo que pueda parecer dado mi elevado
nivel de cultura, os prometo que no tengo nada de especial. O sea, hago cosas
de gato. De gato fino, eso sí, no como Munchkin que, como todos sabemos a estas
alturas, es más bruto que un arado. Y, como creía firmemente que se cazan más
moscas con miel, soy de modales más bien refinados. Pido que me abran las
puertas apoyando las patitas y mirando con ojitos de súplica, me acurruco por
las noches con mis humanos para que me rasquen entre las orejas y, para
tenerlos contentos les hago caricias con la pata… cosas así. Y parece que ellos
no se dan cuenta de que todas estas zalamerías son para llevarme el humano al agua,
no para que me traten como si fuese un peluche. A veces me gustaría ser un poco
más brutito, como el imberbe. Porque, ahora que lo pienso, él también suele
conseguir lo que quiere a base de ponerse impertinente y de soltar zarpazos o
tirar todo lo que hay sobre la mesa hasta que le hacen caso. Al final, por no
tener que soportarlo, le terminan dando lo que pide y se ahorra toda esa parte
de “Ayyyyy, qué monooooo”. A lo sumo, sueltan un “Pero mira que eres cansino,
hijo, anda, toma un trozo de jamón a ver si te estás quieto de una buena vez”.
Y ya. Lo dejan a su bola degustando el manjar mientras yo,
para ganármelo, he tenido que soportar cinco minutos de “uyyyyy, cuchi cuchi
cuchi”.
Tengo que pedirle que me enseñe a ser borde.
Prrrrrr.
Que te enseñe a ser borde....?? A ti???? Pero si no te cabe más bordería encimaaaaaa. Anda que no te gusta a ti ser gato y que te traigan ese pienso que tanto de gusta de diferentes sabores, y que te hagan todo hecho, anda, anda, a mí no me engañas :P
ResponderEliminarBesos, elemento.
Soy borde por escrito, pero de trato delicado. Un auténtico gentleman.
EliminarY no, ya he dicho que de esas cosas no me canso pero sí de esos cuchi cuchis.
Prrrrrrrr.
Ains Forlán.... Es que eres más mono.... (jojojo)
ResponderEliminarBufido, sin más comentarios.
EliminarPfffffffff.
Forlán, no quieras ser de otra manera, tü el borde lo llevas dentro y ahí es donde mejor está. No pierdas tus refinadísimos modales y sigue leyendo a Neruda, por favor.
ResponderEliminar¿Pero no podrías decirle a estos que paren ya con los comentarios empalagosos?
EliminarPrrrrrrrr.
Pues... esa estrategia es la misma del Umpa... Pero ten en cuenta una cosa... todo lo cansino acaba siendo odioso... Yo odio que el Umpa no sugiera... EXIJA absolutamente todo... Exige comida YA. que le abran el armario YA. Que lo mimes YA. Nada es postergable en su mundo...
ResponderEliminarCharlie... Charlie es que lleva un ritmo caribeño... él con tener comida de vez en cuando es medio feliz...
¿Pero a que el Umpa lo tiene todo YA?
EliminarFin del alegato del gato.
Prrrrrrrr.
Pues que injusticia, entiendo totalmente tu desdén.
ResponderEliminarPrefiero la zalamería a la brutalidad, pero mi experiencia me dice que a veces la segunda llega más que la primera...aunque todo depende del lado ingenioso, creo.
Besos.
Si yo ingenioso soy un rato largo. Lo único que pido es que no me traten con esa cursilería.
EliminarPrrrrrrrrr.
Hola! Cuando le hablo de esa forma a mis perras y se quedan mirándome, siempre creo que están pensando que soy tonta y por lo que cuentas, ahora sé que estoy en lo cierto, jajaja. Por cierto, por mucho que lo desees, sabes que no te puedes comportar como Munchkin, jejeje.
ResponderEliminarBesos!
Mis modales de lord inglés me lo impiden, sí. Pero tal vez con un poco de esfuerzo logre convertirme en un macarra.
EliminarPrrrrrrrrrrrr.
Gatito leyendo Neruda, jeje. Ya deberia tener su tira comica.
ResponderEliminarLo mío no es una comedia. Es un drama griego.
EliminarPrrrrrrrr.
No te lo tomes a mal, es que los gatos finos os merecéis toda clase de elogios finos como vosotros, con cara de anime japones y voces empalagosas, es lo que toca.
ResponderEliminarComo le digo yo a los míos, no os quejéis que con este frío hay muchos gatos en la calle y en albergues que darían una pata y el rabo por vivir como vosotros.
Besos.
No, si yo no digo que me quiera ir a la calle, pero que me traten con algo de dignidad, por favor.
EliminarPrrrrrrrrr.
Es que los gatos como los bebés tenéis encima un hechizo de encantamiento. Por mucho que nos toquéis las narices, luego hacéis una gracia o ponéis cara mona y se os perdona todo. Y esto no lo digo yo que lo dice Neil Gaiman en una de sus novelas. Así que no te quejes que vaya escudo protector tenéis. Fantasma ayer se asustó con el viento y no veas la que nos lió en casa. Y lo maté, nooooo. Lo cogí con mimo y dije pobrecitoooo, que monoooo.... Ainsss
ResponderEliminarSi es que mira que sois ñoños los humanos.
EliminarPrrrrrrrrrrrr.
Los tienes hipnotizados! Ji! Entiendo que sea cansino pero genio y figura...
ResponderEliminarRascaditas!
Si es que no se puede tener tanto encanto como yo.
EliminarPrrrrrrr.
Cómo te comprende mi gatito. El pobre está harto de ser tan mono. Un beso.
ResponderEliminar¿Y también le hablas con voz de dibujito animado?
EliminarPrrrrrrrrr.
Hola. leer a Neruda es muy enriquecedor. Se nota que tienes tu corazoncito y te pones una coraza para protegerte de lo que pueda venir. No tengo dudas que eres un gatito adorable... seguimos en contacto
ResponderEliminarPero es que no quiero ser adorable. He ahí el dilema.
EliminarPrrrrrrrr.
Cuchi cuchi cuchi... jajajja.
ResponderEliminarNo sé si aprender clases yo también de cómo ser borde... Que nunca está de más ;)
BEsitosss
Le diré a Munchkin que monte una academia.
EliminarPrrrrrrrr.
ya decía perfidita en una de las obras de teatro gatuno de eva (en la que salías también tú) que los gatos de la blogosfera sois aristogatos.
ResponderEliminarah, la onomatopeya que usas como despedida es un ronroneo, ahora ya lo pillo. los humanos creemos que lo hacéis cuando estáis contentos, aunque quién sabe... ;)
Lo hacemos por múltiples causas. Cuando estamos contentos, cuando queremos atención, para tranquilizarnos, cuando nos duele algo... Somos seres misteriosos.
EliminarPrrrrrrr.
Jaja.. cuchi, cuchi, pero mira que eres lindo Forlancito…
ResponderEliminarYo no puedo evitar hablarle asi al mio, es tan adorable (aunque sea loquito..) que se lleva todo ese tipo de elogios también..
Relajate y disfruta…
Habría que preguntarle a Ciro qué opina.
EliminarPrrrrrrrr.
Vamos que te gusta que te den caña...vas a tener que hablar con Timón, más caña que le meten a él. Ese pocos cuchi cuchi ha escuchado en su vida.
ResponderEliminarYo creo que te quejas de vicio eh...
No me quejo de vicio. Prueba a que alguien te hable todo el día con voz empalagosa y me cuentas.
EliminarPrrrrrrrrrr.
Cada uno es como es. Tú eres un "señor" y nunca podrás ser vulgar, aunque lo intentes.
ResponderEliminarEso es cierto. Yo es que soy muy fino.
EliminarPrrrrrrr.
Cuidado Forlán... en mi casa también hay uno de maneras sedosas y uno bruto. Uno duerme todas las noches bien enroscadito en la cama, el otro a veces encerrado en la cocina.
ResponderEliminarQue no todos los homínidos somos tan permisivos como tus inquilinos, ojo.
Pero los míos sí. Y lo que veo es que Munchkin consigue lo mismo y no anda escuchando tanto cuchi cuchi.
EliminarPrrrrr.
Tú eres un auténtico caballero, no te veo dando bordes zarpazos. Sigue con la miel...
ResponderEliminarBesos
Anoche volví a sucumbir y le hice caricias a la bruja en la cara. Es que si se las hago me rasca entre las orejas...
EliminarPrrrrrrrrr.
Ese Forlán cómo mola, se merece una ola, ueeeee!!!
ResponderEliminarAhí le has dado.
EliminarPrrrrrrrrr.
Nunca he tenido un gato pero con esta entrada he podido descubrir lo que es serlo y tenerlo, todo de una vez jajajaja.
ResponderEliminarUn abrazoo!
Para saber cómo es ser gato hay que nacer gato, privilegio no apto para humanos.
EliminarPrrrrrrrr.
Me encanta Forlan..me encantaría tener un gato como él, pero mi alergia no me lo permite. Besos.
ResponderEliminarVaya, con lo bonito que es poner un gato en tu vida...
EliminarPrrrrrrr.
que bah! ya ser mas borde no se puede pero, en realidad ser borde es el estado natural de los gatos :P
ResponderEliminarlos dueños que se aguanten
si quisiera yo algo mas sencillo tendria pájaros o perros.
:P
Nosotros somos incomparables.
EliminarPrrrrrrrrrr.
Me encanta Forlán! Igual algún día escribo algo sobre el gato de mi novia, Manchis.
ResponderEliminarLos gatos tenemos ese je ne sais quoi que los humanos nunca alcanzaréis.
ResponderEliminarPrrrrrrrrrr.
Admítelo, el bicho es más listo que tú.
ResponderEliminarA ver a ver gatito ¿quién es el gato más mono? Cuchi cuchi cuchi.
Bastaaaaa. Ay, qué tortura...
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