Marrameowww!!!
La semana pasada la bruja fue a la peluquería, cosa que a mí
me fascina.
Ya lo sé. Vosotros estaréis pensando que he perdido la
cordura y he comenzado a desvariar, que se me ha pegado la locura humana
imperante en mi hogar y que ya no sé ni lo que digo, ¿verdad?
Pues no, nada más lejos de la realidad. Me encanta que la
bruja vaya a la peluquería pero no por los motivos en los que pensáis. No es
que la vea más bella ni más mona, ni siquiera un poco menos repulsiva. Sigue
siendo el mismo engendro que antes de pasar por chapa y pintura y, para colmo,
es un engendro más pobre tras pagar esos tratamientos que le crean la ilusión
de parecerse un poco a una persona; lo cual me afecta porque tal vez me rebajen
la calidad y/o la cantidad de las chucherías. Mi gusto por que vaya a la
peluquería tampoco es debido a que así me deje un rato a mis anchas sin tener que
soportarla y, encima, vuelva relajada y contenta (ya que ella sí se cree ese
cuento chino de que está más guapa). No porque, si bien es agradable eso de librarme
de su presencia por un breve lapso de tiempo, el problema es que, como vuelve relajada
y contenta, se pone insoportable y todo le cae bien, lo que significa que tengo
que esforzarme más de lo habitual para sacarla de sus casillas, con lo cansado
que es eso.
¿A que os tengo en ascuas y a estas alturas ya no tenéis ni
idea de por dónde voy a salir? Si es que tanto tiempo escribiendo me está
convirtiendo poco a poco en un maestro del suspense. Soy la reencarnación
felina de Alfred Hitchcock.
Venga, va. Os lo cuento porque tampoco os quiero hacer
sufrir tanto. Hoy me habéis pillado blandito. Me gusta que la bruja vaya a la
peluquería porque, cuando vuelve, puedo pasarme horas esnifándole la cabeza. Yo
no sé qué narices le echarán en esos cuatro pelos mal puestos que tiene pero el
caso es que vuelve con un olorcillo que dan ganas de meterle un bocado (y ya
sabemos que yo no soy de los que se quedan con las ganas de nada) así que, en
cuanto la bruja se sienta en el sofá, ahí que voy yo a tumbarme en el respaldo
cuan largo soy, olisqueando a más no dar y con la zarpa preparada para, si le
da por alejar demasiado la cabeza, poder rápidamente volver a acercarla y
seguir oliendo y mordisqueando, oliendo y mordisqueando en un bucle sin fin…
Si hay algún peluquero leyendo esto, que por favor me saque
de dudas y me cuente qué es ese producto que tanto me gusta y del que me estoy
volviendo fan incondicional y, ya de paso, si existe algún champú para gatos
con ese olorcillo, ya sé lo que me voy a pedir de regalo estas navidades.
Prometo que seré bueno.
Prrrrrr.
Que haya quedado lindo el peinado!
ResponderEliminarMi gato ni fu ni fa cuando voy a la peluquería, no se da por enterado jaja..
besote, buena semana
Dile que se venga a catar los productos españoles. A ver si va a ser eso...
EliminarPrrrrrrr.
Vaya, vaya! Asi que al señorito le gusta el olor de peluquería... Pues que sepas que a los humanos no nos gusta nada volver con quinientos mil pelos por debajo de la ropa y que olisqueeis nuestras cabezas. Desagradecido!
ResponderEliminarPero a nosotros sí nos gusta y somos tan monos... ¿Nos vas a negar ese gustito?
EliminarPrrrrrrrr.
¿Qué tono se ha puesto la bruja, Forly? Fotooooo
ResponderEliminarTengo algo para ti, a ver si te lo mando esta semana, que está muerto de risa en la mesita y con el embarazo estoy a uvas.
Yo qué sé. Creo que un marrón rojizo, que dijo el peluquero que para esta temporada era lo más. Aunque no le vemos mucho lo rojizo...
Eliminar¿Tienes algo para mí? Me alegro. No merezco menos...
Prrrrrrrrrrrr.
Joder Forlán, eres raro de narices. No tengo ni idea qué puede ser lo que le echen en la cabeza a tu ama, pero en cuanto la vuelva a ver se lo pregunto y si eso ya te lo comento. :P
ResponderEliminarBesazo y gracias por los ronroneos a mi gata, te envía saludos.
¿Mi ama? ¿Cómo que mi ama? Retira eso inmediatamente!!!
EliminarPfffffffffff.
Forlancito, conocía el final, porque yo hago lo mismo! Pero no hace falta que vaya a la pelu jeje. Me encanta acercarme por detrás en el sofá y olerle el pelo!
ResponderEliminarLamiditos
A mí en circunstancias normales no me da por ahí. Es sólo cuando viene de la peluquería que no sé qué pasa pero pierdo el sentío.
EliminarMás lamiditos...
Eres todo un yonqui de las lacas, o de lo que sea que le echen a tu dueña. Yo como a veces me corto el pelo en casa, viviendo al límite, me pierdo estos episodios fascinantes :P
ResponderEliminar¿Mi dueña? Anda que estáis finos, hoy. Dolega con "mi ama" y tú con "mi dueña".
EliminarToma bufido tú también.
Pffffffffff.
Pero bueno! Tú eres un yonkiiii jajajajaja. A ti lo que te gusta es colocarte con esos químicos, pillín. A mí en cambio, me gusta meter el hocico cuando abren la nevera y adivino lo que hay en la encimera de la cocina solo por el olor. Cosas sanas y prácticas, minino, sanas y prácticas.
ResponderEliminarEstá claro que somos de diferente especie. Yo siempre olisqueo a mi compi cuando vuelve a casa, así sé dónde ha estado y si ha visto a "La otra". Y luego me pongo panza arriba para que me consuele. Porque le estoy haciendo creer que lo paso mal. Pero realmente ya me estoy acostumbrando. No ha resultado tan engorro y además me deja comer de su comida. Lo dicho, costumbres sanas y prácticas pillín.
Gruñiditos de Lluna
Oye, que yo también meto el hocico en la nevera. Lo cortés no quita lo valiente.
EliminarY no soy yonki, sólo tengo especial afecto por algunos olores.
Prrrrrrrr.
Jajajaja, me estaba riendo yo sola imaginándote en el sofá oliéndole la cabeza a la pobre Alter :) Que vale que tu tengas paciencia con ellos, pero ellos también la que tienen que tener contigo....
ResponderEliminarA mi lo que me gusta es cuándo se pone la crema hidratante después de la ducha. Le pego unos lametones en la piernas que se tiene que volver a poner...
Lametones!!
Ellos conmigo no tienen que tener ninguna paciencia. ¿No ves que soy adorable?
EliminarOtra cosa que me gusta es el Vicks Vaporub. La bruja se tiene que andar con ojo cuando está acatarrada porque, si se descuida, se lo lamo.
Prrrrrrrrr.
Te he leído a lo Forlán-Baptiste Grenouille XD
ResponderEliminarLo tomaré como un cumplido ya que en esta casa es un personaje muy querido.
EliminarPrrrrrrrr.
jajajajajajajja me parto!!!!!!
ResponderEliminarYo no sé qué tiene mi pelo... pero el GorrUmpa es una constante cuando me acuesto... y Charlie es un yonki de mi pelo... en cuanto me ducho viene a por su dosis de "chupar pelo"
La bruja, que es una listilla, apuesta a que es por el amoníaco del tinte.
EliminarPrrrrrrrr.
Pregúntale a la chica del territorio, que estas cosas de los pelos no tienen secretos para ella.
ResponderEliminarPues anda contestando por ahí abajo y no es que me haya dado una explicación muy científica...
EliminarPrrrrrrrrr.
Extracto de sardina o vete a saber qué. A las chicas les ponen cualquier cosa, les cobran una pasta que, en condiciones normales las dejaría tiesas, pero como es la pelu, pagan hasta contentas. No intentes entenderlo y sigue destrozando su peinado. En el fondo te lo agradecerá, no lo dudes.
ResponderEliminarArrumaco, enano.
Ella nunca paga contenta. Es una agarrada.
EliminarPrrrrrrrrrrrr.
Pues el mío es aún más especial. Le gusta el olor a lejía, así que tengo que tener cuidado de que no la lama. Un beso.
ResponderEliminarLa lejía nos gusta a todos los gatos y es bastante peligrosillo porque algunos colegas peludos se han quemado por andar oliéndola...
EliminarPrrrrrrrrrr.
Jajaja, te estoy imaginando perfectamente, Rovelló también lo hace y sin necesidad de peluquería previa. Él huele, se refriega y pega cabezazos.
ResponderEliminarDe verdad que sois raros de narices, nunca mejor dicho.
Besos, loco
Me dijo Macondo que me ibas a sacar de dudas con tu respuesta pero parece que para ti también es un misterio...
EliminarPrrrrrrrrrrrr.
Pues yo que tu tenía cuidado... eso de andar metiendo la nariz donde huele a química.... no sé, imagina que te afecta y un día te caen bien del todo.
ResponderEliminarNo sé
Besos
Eso tiene su peligro, sí. Me andaré con ojo.
EliminarPrrrrrrrr.
Jaja Forlán
ResponderEliminarLo sé. Soy adorable...
EliminarPrrrrrr.
Mi Cloe es tan drogadicta como tú!!! Miaauuuu
ResponderEliminarNo somos drogadictos, somos curiosones...
EliminarPrrrrrrrrrr.
Pues mi Manolito ni se inmuta, si acaso que levante la cabeza como diciendo: "ah eres tú".
ResponderEliminarPD: Me encanta como lo cuentas, me pasaré por aquí a menudo. Besotes!!
Me alegro de que te encante pero desde ya te advierto que si has empezado leyéndome a mí, lo que escribe la bruja te va a parecer como ir cuesta abajo.
EliminarPrrrrrrrrrrrrrr.
A ella no le gusta nada ir, tampoco. Pero al menos luego vuelve contenta con el resultado y se le pasa un poco la mala leche inicial.
ResponderEliminarPrrrrrrrrrrrr.
Jejeje Forlan, cada uno con sus secretillos. Un abrazo.
ResponderEliminarAyyyy, pero es que quiero saber... La curiosidad me corroe.
EliminarPrrrrrrrrrr.
Jajajaja... vaya punto débil!!! Deberías mantener el secretillo oculto!!! Juas!!!
ResponderEliminar¿Por qué? ¿No debería fiarme de vosotros? Prrrrrrr.
EliminarMmmmm... es verdad, no tienes razón para desconfiar... los humanos nunca tendremos ese caracter y habilidad felina...
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