Os estaréis preguntando (o no, pero os lo voy a contar igual
porque para eso este es mi blog y escribo de lo que me da la gana) quién es esa
señorita que da título a mi chorrada aleatoria de hoy.
Las que sois madres tal vez sepáis por experiencia que los
niños son muy dados a tener amigos imaginarios. Este amigo imaginario suele ser
un niño o niña de su misma edad con quien comparten juegos, confidencias,
travesuras y demás cosas divertidas de las que hacen los niños y que pagaría
por poder repetir. En las películas de miedo el amigo imaginario suele ser el
espíritu de un antiguo habitante de la casa que los insta a cometer toda clase
de maldades pero no suele darse el caso en la vida real.
Pues bien, la Señorita Kengsingpop no pertenecía ni a una ni
a otra categoría pero era mi amiga imaginaria. Yo la imaginaba de unos treinta
años aproximadamente, vestida de negro (qué gótica era yo, ¿no?). Era como una
especie de niñera o institutriz o vete tú a saber qué era. Lo mismo sí que era
un fantasma que vino a darme un mensaje importantísimo y se debe haber ido ya
harta de que nunca la tomase en serio y me pareciese divertidísimo tenerla
pululando siempre por ahí. Ya sabemos que yo de normal nunca he tenido mucho
así que tampoco me iba a conformar con un amigo imaginario del “Todo a 100”.
Era buena, eso sí. Yo le tenía cariño y no recuerdo en qué
momento decidió dejarme abandonada a mi suerte, considerando que yo ya estaba
suficientemente bien adoctrinada para irse a disciplinar a algún otro niño
díscolo.
No molaba tanto como Mary Poppins. No volaba con un paraguas
ni tenía un bolso donde cupiese de todo (aunque esa habilidad sí que he
conseguido desarrollarla yo misma con los años) pero tampoco era un hueso como
la Señorita Rottenmeier. Estricta a la par que cariñosa. Era perfecta para su
trabajo.
Pero se me fue. Y así me quedé yo. Sin rumbo ni nada en esta
vida. Me desvié de la buena senda que ella con tanta dedicación me había
marcado y pasé por épocas oscuras de confusión adolescente (y no tan
adolescente, lo confieso). ¿Dónde estaría mi queridísima Señorita Kengsingpop
en aquellos aciagos momentos? ¿Por qué no volvió a aparecer para iluminarme el
camino con su amorosa disciplina?
Por más que he intentado buscarla en Facebook, en Twitter, e
incluso (por si ella también se dejó llevar por la mala vida en algún momento) en
Tuenti, en Badoo y hasta en el Yahoo Answers, no he dado con ella así que os suplico que si alguien la ve
alguna vez, le haga saber que a veces la echo de menos.
Debe de tener unos sesenta años y viste siempre de negro. Agradeceré
cualquier información que podáis facilitarme al respecto. No, no ofrezco recompensa. ¿Dónde ha quedado el altruismo?
Y se llamaba así?? Vamos, que hasta poner nombre a tus amigos invisibles eres original!
ResponderEliminarYo he sido tan sosa, que ni amigo invisible he tenido!
Descuida que si la veo por aquí, te aviso.
Muaks
Pues sí, así se llamaba. No tengo ni idea de por qué le puse ese nombre ni cómo llegó a mi vida. Un besote!!!
EliminarOído cocina. Si la veo por ahí te lo digo. Últimamente me encuentro con gente de lo más extraño, así que lo mismo un día de estos le toca el turno a ella, pero... ¿y si me pregunta por ti?...
ResponderEliminarBesos.
Pues me la mandas. Sería bueno tomar un cafecito después de tantos años... Jajaja. Besotes!!!
Eliminarcoñe, qué rara eres hija. aunque igual la rara soy yo, que nunca tuve un amigo imaginario. Yo tenía un perro real y un hámster real también. y me bastaba con ellos, porque nunca me dio por imaginar nada. eso, o que soy de mente corta y no soy para más. meditaré al respecto. :(
ResponderEliminarUn beso!
Yo de pequeña no tenía mascotas. A lo mejor era por eso que me daba por ver institutrices imaginarias... Y sí, soy rara. ¿Para qué negarlo? Besotes!!!
EliminarMi amigo invisible se llama Spike y todavía lo tengo. Muchas veces la gente trata de sentarse en la silla en la que está él y me llevo unos sustos...
ResponderEliminarJajaja. Pues pregúntale si conoce a la Señorita Kengsingpop. Lo mismo se han visto en el sindicato o algo. Jajaja. Besotes!!!
EliminarBueno, por lo menos te acuerdas de ella, yo ni siquiera recuerdo al mio pero mi madre dice que si, que solía irme a jugar solita y hablaba con alguien, yo digo que es porque ya desde pequeñita le hablaba a la chica en el espejo o a mi voz en off que no es otra cosa que mi blanquísima conciencia, jejeje. Por cierto ¿de donde sacaste ese nombre tan complicado para un amigo imaginario?
ResponderEliminarEso me gustaría saber a mí. La verdad es que no tengo ni idea de dónde salio el nombre, pero la verdad es que mola. Un besote!!!
EliminarLlamaremos a Lobaton para qué la busque... Desde luego mira que irse es que no hay derecho, ni los amigos imaginarios nos son fieles
ResponderEliminarSí, un poco desagradecida sí que fue. Ni una nota de despedida me dejó... Besotes!!!
EliminarQué señorita más mona, oye...yo no tuve nadie así!! pero te dejó en la peor época...quizás lo hizo por tu bien...
ResponderEliminarBesos.
Habrá que creer eso, que ella de cosas pedagógicas sabía mucho... Besotes!!
EliminarEsos casos no suelen darse en la vida real dices, pero es que conoces alguno probado? xddd! La señorita esta está bebiendo malibú con piña en el Caribe, se ha dado cuenta que la vida es muy corta y que ya hecho su trabajo ;) Biquiños!
ResponderEliminarO sea, ¿que no piensa volver? Jo, qué depresión me ha entrado... Besotes!!!
Eliminaryo pedi una amiga visible, me dijeron que no, que ya crecería para eso.
ResponderEliminarEntonces pedí una amiga invisible y me dijeron que no, que tenia que ser amigo
Ya de pequeño me di cuenta que el mundo no me entendía.
Jajaja. Se podría escribir hasta una novela con esa temática... Besotes!!!
Eliminar0_° jooo... vaya imaginación!!! Yo no tuve ningún amigo imaginario... pero me fascina esa capacidad de los peques!!!
ResponderEliminarBesitos!!
La verdad es que es curioso. Les pasa a muchos niños aunque nadie me ha contado nunca que tuviese un amigo invisible mayor de edad... Besotes!!!
EliminarCon ese nombre... ¿Pero tú que clase de niña eras? Vale, te prometo que si me la encuentro te aviso, pero creo que no tienes muchas oportunidades. Con ese nombre... :P
ResponderEliminarBesazo
Yo era una niña rara... qué le vamos a hacer. Así salí. ¿Se habrá cambiado el nombre y es por eso que no doy con ella? Besotes!!!
EliminarYo tenía un perro invisible llamado Twister (es en serio XDD). No estás sola en este mundo :)
ResponderEliminarAy, Twister... A saber qué peli viste. Jajaja. Ya veo que no estoy tan mal.
EliminarAunque pensándolo fríamente lo tuyo estaba mil veces más currado XDD.
ResponderEliminarUn besote
Vale, sí estoy tan mal... XDDD
EliminarBesotes
Menudo nombre!! Si me la encuentro la dirijo al blog rapidito, jajajaja!
ResponderEliminarMuas!
Si la encuentras sabrás que es ella, sin lugar a dudas... Besotes!!!
EliminarPero Alter, no dejas de sorprenderme!!!
ResponderEliminarA mi entre el perro, el hámster, y los 14 canarios que tenía mi padre (si 14) no me daba tiempo a ocuparme de amigos invisibles. Bastante complicado era viajar a tierra extrema con el zoo a cuestas, como para meter uno más en el coche.
Besotes!!!
La Señorita Kengsingpop no ocupaba espacio. Era lo bueno que tenía. Un besote!!!
EliminarJajaja, he venido hasta aquí solo para conocerla. Sinceramente, es genial la Kengsingpop. Ojalá te la vuelvas a encontrar.
ResponderEliminarEspero que no te haya costado mucho encontrar la entrada. Si llego a saber que te interesaba te pongo el enlace para evitarte el trabajo de investigación. Jajajaja.
ResponderEliminarLa Kengsingpop molaba mil. La echo de menos...
Un besote!!!