Marrameowww!!!
La semana pasada la bruja y el consorte se pidieron
vacaciones para el miércoles y el viernes, a fin de aprovechar el puente del 12
de octubre y estar cinco días haciendo el vago. Se quedaron en Madrid por
motivos que ya contará.
No podía yo consentir que los cinco días de vagancia pasaran
en paz y tranquilidad; había que darle algo de emoción al asunto, así que el
día del festivo opté por dejarles un regalito en el plato de la comida. El
regalito era un diente. Sí, un diente. Total, tengo muchos y sabía que yo voy a
seguir comiendo estupendamente pero a ellos les valdría para preocuparse.
Como ese día era fiesta, tuvieron que quedarse con la
intriga de qué habría pasado hasta el día siguiente, no sin antes recoger la
prueba del delito para enseñarla en la clínica al día siguiente. Les faltó recogerlo
con pinzas y ponerlo en una bolsita transparente. También pensé que iba a venir
el Ratoncito Pérez, lo cual me hacía bastante ilusión porque, en el caso de los
felinos, el regalito cuando viene el Ratoncito Pérez es el propio ratoncito.
Pero no vino, el muy cobarde.
Reconozco que la parte de tener que ir al veterinario no fue
la mejor de mi plan, pero a veces hay que hacer ciertos sacrificios si queremos
angustiar a nuestros humanos. Tuve que soportar que una veterinaria (bastante
más simpática que el que está por la mañana y se lleva mal con la bruja, todo
hay que decirlo), me abriese la boca y me toquetease las encías. Ya que estaba,
aprovechó para mirarme las orejas, los ojos, auscultarme y hasta meterme un
termómetro por donde no me da el sol. Todo sea por hacer perder tiempo y dinero
a los humanos.
El diagnóstico fue que no me pasa nada. Al parecer el diente
ya debía de estar flojo de aquella vez que estaba mal de las encías hace un par
de años (ya os lo conté y me da pereza buscar la entrada), así que lo terminé
perdiendo. Dice la veterinaria que, en realidad, ya había perdido otro del que
los humanos ni se habían percatado. Esto me gustó porque así se sienten malos
padres, que no están a lo que tienen que estar.
Según dice la simpática (que cada vez me parece menos
simpática), tengo las encías bien pero no estaría de más hacerme otra limpieza
de boca en enero o febrero. Porca miseria… yo que pretendía salir airoso ahora
ya sé que voy a empezar el año teniendo que ver batas verdes. Algo se rumoreó
también de una analítica porque, al parecer, uno ya tiene edad de hacerse
chequeos periódicos. Lo que tengo es experiencia, qué sabrán ellos.
También coincidió con el veterinario pedante en que estoy un
poquito deshidratado por eso de ser bebedor de grifo, así que los convencieron
para comprar una fuente pero la fuente da para otro post, así que eso ya os lo
cuento la semana que viene.
Prrrrrr.
Veo que la edad no perdona ni a lps gatos, perdiendo ya dientes?
ResponderEliminarEn breve te veo comiendo sopitas!
Caricias.
Ahora han sacado sopas para gatos pero dice la bruja que eso es una pijotada.
EliminarPrrrrrrrr.
A ver si con la gracia del diente va a salirte el tiro por la culata y la víctima vas a ser tú.
ResponderEliminarYo jamás seré víctima de nada.
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Jajajaja estás hecho un carca! ! Te falta mear y cagarte encima!!
ResponderEliminarHabló la jovenzuela.
EliminarPffffffffff.
lo del ratoncito pérez lo había pensado antes de leerlo, jeje. qué manía les ha dado con lo del agua del grifo, pero si son ya dos veterinarios que coinciden en ello, por algo será. estoy deseando leer lo de la fuente, con lo que a mí me gusta la hidráulica! ^_^
ResponderEliminarNo te creas que vamos a hablar mucho de hidráulica, que por aquí nivel científico hay más bien poco.
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Hola! A la próxima no se cogerán días libres en un puente o si lo hacen se irán y os dejarán tranquilos, jajaja. Tengo ganas de saber que has hecho con la fuente, me da que has seguido liándola estos días, jejeje.
ResponderEliminarBesos!
No, he sido bueno. Creo que es porque en el fondo tengo miedo a que se me caigan más dientes.
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¡¡¡¡¡Hola!!!!
ResponderEliminarPues sí que te gusta dar preocupaciones.
A una gatita que ya no está también se le cayeron algunos dientes pero yo, que soy buena madre avisé al Ratoncito Pérez y recibió regalito, en mi casa los ratones pueden entrar porque mis gatos conviven con roedores y no les hacen nada, si acaso les lavan, yo creo que no tienen instinto, jejejeje.
Besos y ánimo, que te espera una buena con análisis.
Pues por aquí jamás se ha visto un ratón. Ya podría traer alguno la bruja (para lavarlo, claro está)
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Si compras la fuente despues cuentas la experiencia.. yo no me decido a comprar una pero a veces pienso que debería..
ResponderEliminarLo de hacerles limpieza de dientes es a menudo? Nunca me mencionó eso un veterinario.. será que soy mala madre gatuna también jeje
beso
Lo de la limpieza creo que es por mí, que tengo las encías un poco fastidiadas (a la vista está). Al resto de felinos que han habitado con la bruja nunca les mandaron pasar por eso.
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A mi gatito no hay quien le mire la boca. un beso.
ResponderEliminarYo no muerdo ni nada pero la cierro muyyyy fuerteeeee.
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Y cuando se tiene una edad hay que empezar a cuidarse. Así que me parece que vas a ver más a menudo las batas verdes. Todo por estar cuidadito y sanito.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pero si yo me siento hecho un chaval...
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Juas! Estoy deseando conocer tus aventuras con la fuente ¡menudo lujo! En cuanto os pongan el baño privado ya estaréis como en una suite de cinco estrellas! Anda que no sabéis! ;)
ResponderEliminarRascaditas!
Ya tenemos baño privado. A ver qué te crees...
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El Ratoncito Pérez no va ya ni a la casa de los humanos, como para ir a una en la que hay felinos al acecho.
ResponderEliminarBss
Es un vago redomado. No sé a qué tanta fama.
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Forlán, mira que te gusta eh... Tienes suerte de haber pillado con la bruja y el consorte, porque si pillas conmigo te tiro por el balcón, por lo menos seis veces y te dejo solo una vida de rigor.
ResponderEliminarJajajajajajjajajjajaja.
Besitossssss
Y encima te ríes. Cuánta crueldad animal. Toma bufido.
EliminarPfffffffff.
Es que no nos damos cuenta, pero vamos cumpliendo años y no perdonan. Que te sea leve lo de la limpieza. A mi también quieren hacerme una, me tendré que revelar.
ResponderEliminarLametones!
La bruja me dice que ella se hace una todos los años y no se queja tanto. Pero es que ella nació para sufrir, no es lo mismo.
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Jajajaja, ¿te quieres comer al ratoncito Pérez? Te advierto que tiene que estar durísimo porque él sí que es viejo. Tú, no, Forlán, tú estás en la flor de la vida gatuna.
ResponderEliminarPrrrrrrrrrrrrr
Ah, ¿pero siempre es el mismo? Yo pensé que era un negocio familiar. Pérez e Hijos, S.L., o algo así.
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Según otras versiones, hay un hada metida en eso de los dientes. Si es así, dificil que vaya a una casa donde hay una bruja. No son de llevarse bien.
ResponderEliminarCreo que no te salió bien la maldad.
Que cosa rara eso de tomar agua del grifo. Hay humanos muy raros.
La bruja dice que le gustan las hadas, pero me da a mí que lo que le gusta es el sabor...
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Chico, pues entre el diente, el vete, la fuente y enero les sales por un pico. Para otra les trae más cuenta cazarte al tal Pérez
ResponderEliminarBesos
Por el diente no han pagado nada. No me van a poner implantes, ni dientes de oro ni nada. Y que gasten, para eso están.
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A Mixa se le cayeron al año de vida los piños de delante porque se tiró de cabeza de un tercer piso... luego a los dos años se tiró otra vez y se quedó si los pequeñitos de arriba...
ResponderEliminarAun así da más guerra con sus colmillitos que cualquier vampiro. Es el terror de las croquetitas de pienso.
Besos
La Mixa creo que es un poco suicida. Eso o que tenía ganas de parecer un vampiro.
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Leete esa anecdota de veterinarios. Mirá que locos son algunos humanos.
ResponderEliminarhttp://frodorock.blogspot.com.ar/2017/10/el-orden-que-se-debe-mantener.html#comment-form
Para que después digan que somos los animalitos los que no sabemos mantener la compostura.
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entiendo que el Sr. Perez evite cumplir con sus funciones, pero alguien tiene que hacerse cargo del regalo que corresponde a la caída del diente! que no sean tacaños! ¬¬
ResponderEliminarTienes razón. Pondré una queja. Encima me deben dos, al parecer.
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