Marrameowww!!!
Como bien sabéis, no me gustan nada las visitas (salvo las
de los padres del consorte porque me dan jamón), así que, desde que se fueron
las que la bruja utilizó como excusa para tomarse estas últimas vacaciones
blogueriles, no he parado de vengarme.
Al día siguiente de irse las visitas, tiré al suelo la
toalla del consorte y me hice pis en ella. No es algo que me entusiasme hacer,
porque yo soy muy de buscar la intimidad del cajón y después dejar mis cosas
convenientemente tapadas pero de alguna forma tenía que hacerles saber mi
indignación. Dado que echaron a lavar esa toalla, me hice pis también en la de
repuesto y en la alfombrilla. Pensaba seguir hasta que el consorte no tuviera
más remedio que secarse con una camiseta
o con el paño de la cocina pero ahí ya se les encendió la bombilla y decidieron
dejar cerrada la puerta del baño.
Como tenía que buscar otra manera de atraer su atención y
tenerlos todo el día pendientes de mí una vez que ya habían puesto coto a mi
plan A, empecé a hacerme el remolón con la comida. En verano siempre como menos
porque los calores en esta casa no hay quien los aguante y esto me sirve como
excusa para tenerlos constantemente detrás de mí con el platito en ristre para
que coma.
Así que he aprendido que es maravilloso ponerme a maullar
pidiendo comida para que me acerquen el plato y luego olerlo y no comer. O decidir
que la comida me la tienen que poner en el baño o en la habitación donde el
consorte tiene el ordenador o en el sitio que a mí se me ocurra en el momento. Sobre
todo si la bruja se acaba de sentar, porque así la obligo a volver a levantarse para perseguirme con el
plato por toda la casa.
También he descubierto que es divertido dejar de comer de mi
plato e irme a comer al plato de Munchkin, con lo que he conseguido que la
bruja llegue incluso a cambiarnos la comida de un plato a otro. Esto es
extremadamente divertido porque la bruja tiene las manos muy canijas, así que
no veáis las risas cuando la veo intentando coger toda mi ración en una sola mano
sin que se le caigan por ahí los granitos de pienso para poder coger lo del
imberbe con otra mano y así cambiar todo del verde (el mío) al rosa (el del
niñato) para que al final yo termine comiendo dos granos de ahí y pasando kilos
del tema.
Eso sí, como tonto no soy. Después de montar semejante
número con la comida, me pongo a jugar con lo que primero encuentre a mano o a dar saltos sin
ton ni son por la casa para que vean que estoy vital y enérgico. No sea cosa
que se piensen que estoy malo y me terminen llevando al veterinario. Debo
considerar las consecuencias.
Soy un genio del mal.
Prrrrrr.
vas a volver loca a tu humana. aunque probablemente sea esa tu intención. ^_^
ResponderEliminarcerrar la puerta del baño era la solución más eficaz desde el principio, pero a veces lo más obvio se nos escapa. ;)
No es que se les escape. Lo saben pero les gusta jugar con fuego.
EliminarPrrrrrrrrrr.
si yo fuera el humano que te cuida y no la linda brujita, te daria unas buenas palmadas y a la cama sin postre, que es eso de andar desperdiciando la comida y orinando por todos lados...
ResponderEliminarQué aburrido eres...
EliminarPrrrrrrrrr.
A ti lo que te pasa es que no te cabe la ropa del verano pasado y estás sacrificándote para volver a tu peso. Eres un coqueto irremediable.
ResponderEliminarYo con mi abrigo de piel natural ya tengo suficiente. Y me mantengo divinamente en mi peso, no como el imberbe, que gana gramos a cada minuto.
EliminarPrrrrrrrrrr.
Eres un marrano!!!
ResponderEliminarMeh
EliminarPrrrrrrrrrrr.
Uys, uys, uys, qué traviesín...
ResponderEliminarBesotes!!!
Hay que estar entretenido en algo.
EliminarPrrrrrrrrrrrr.
Hola! Veo que te estás divirtiendo mucho a costa de los humanos y seguro que sigues pensando que hacer para molestarlos, jajaja. Por cierto, les costó llegar a la conclusión de cerrar la puerta del baño, siguen pensando que hacer y los dejas a los dos sin toallas, jejeje.
ResponderEliminarBesos!
Es que como no están acostumbrados a que hagamos estas cosas, los pillamos fuera de juego.
EliminarPrrrrrrrrr.
Yo con lo de comer me he inventado algo parecido. hago como que no quiero y me tumbo por ahí. entonces me traen el plato y como tumbado, como un señor. Y me lo como todo, no creas, pero en plan hedonista, recostado. Que uno lo vale!
ResponderEliminarUn cabezazo, prrrrr
RON.
Eso lo hace Munchkin. El otro día hasta se acercó el plato con la pata para no tener que levantarse.
EliminarPrrrrrrrrrr.
A listo no hay quien le gane. Un beso.
ResponderEliminarSoy lo más.
EliminarPrrrrrrrr.
Realmente te lo tienes todo pensado.. los grandes villanos del cine deben preguntarte a ti por tretas y maldades..
ResponderEliminarLo de las prendas con pis no debe haber sido nada divertido para la bruja y el consorte..
Para ellos no pero para mí, sí.
EliminarPrrrrrrrrrrr.
Mira, Forlán, por una vez te voy a dar la razón. Las visitas son muy pesadas y estresan mucho, no me extraña que después te hicieras pis como venganza, ¿qué eso de invadir el territorio ajeno?
ResponderEliminarPrrrrrrr y más prrrrrrrr
Venga, pues por una vez te retribuyo gustoso el ronroneo.
EliminarPrrrrrrrrrr.
Jajajaja vaya trabajo te cuesta ser un genio de mal
ResponderEliminarEs muy cansado. Por eso duermo tanto.
EliminarPrrrrrrrrrr.
Jajajaja, lo que llegas a hacer para fastidiar a tus humanos.
ResponderEliminarLos míos comen echados, en cuanto llega el calor(que para mí no hace calor) aplican la ley del mínimo esfuerzo, jejeje.
Besos.
Munchkin ha empezado a adoptar esa técnica también.
EliminarPrrrrrrrrrr.
Espera, espera, rosa? el peque come en un plato rosa?
ResponderEliminarMadre mía!
Y lo tuyo es de trastornar a la pobre bruja
Besos
Sí, y hasta para los transportines tenemos uno verde y uno rosa. La bruja no entiende de nuestra dignidad.
ResponderEliminarPrrrrrrrrrr.
jajajaj buenisimo, pobrete, es muy gracioso
ResponderEliminarA la bruja no le hago tanta gracia pero qué sabrá ella.
EliminarPrrrrrrrrrrr.
Ahora está claro porque los villanos de la película de espionaje solían tener un gato al lado. Las películas no lo mostraban pero seguro que los gatos eran los que realmente planeaban esas maldades tan extravagantes.
ResponderEliminarGrr.
Lo vas entendiendo. A una cabeza humana no se le ocurrirían esas cosas.
EliminarNo sé el gruñido a qué viene, pero te lo retribuyo: Grrrrr.
Tanta gamberrada suena más al pequeñajo que a tí, ¡un gato de tu porte y elegancia haciendo pis en cualquier sitio! Si no lo cuentas, no lo creo.
ResponderEliminarRascaditas!
Es que se me terminan las ideas. No ayudáis nada.
EliminarPrrrrrrrrrrr.