Habrá a quien este anuncio le parezca tierno, mono o mil epítetos ñoños más porque es lo
que sucede cuando los protagonistas son niños. A mí me pone de los nervios,
directamente.
Vemos a dos niñas mirando por la ventana de su cuarto, en el
que se amontonan cantidad de juguetes “vintage” de estos que dejan volar la
imaginación sin saturar a las criaturas de ondas electromagnéticas.
Cuando digo que están mirando por la ventana es porque
quiero ser generosa. Más que mirar, cotillean. Con prismáticos y todo. Son unas
acosadoras en potencia esas niñitas. La que no tiene los prismáticos en la mano
lleva gafas de aviador de estilo steam punk (desconozco por qué razón) y come
palomitas para disfrutar más del espectáculo gratuito que le ofrecen sus
incautos vecinos, quienes parecen no tener cortinas ni persianas.
A través de sus prismáticos miran a los del ático de enfrente,
que tienen un montón de plantitas porque se ve que son de lo más ecológicos.
Tal vez por eso las niñas saben que esa pareja utiliza una energía renovable y
por ese motivo se han decidido por un determinado tipo de tarifa.
Dirigen el artilugio hacia otra ventana donde ven a unos
mellizos que, por lo visto, son unos salvajes, a juzgar por el hecho de que el
niño le lanza una pelota a la niña, quien la golpea con una pala de ping-pong
rompiendo una ventana. Nuestras particulares “detectives” están seguras de que
sus padres tienen una tarifa plana de energía, para saber que al menos ese
gasto lo pueden controlar.
Por último, centran su atención en un chico que pone una
lavadora en plena noche. Sabemos por la niña de los prismáticos que es cantante
de un grupo musical y, como ya se sabe que los artistas son unos despendolados
y unos hippies todos, seguro que tiene una tarifa nocturna porque se pasará el
día durmiendo la mona. Mientras pone la lavadora, vemos cómo su gato se cuela
en el cesto de la ropa sucia. Acto seguido, escuchamos un gato maullar y las
niñas ponen cara de espanto, tal vez imaginando que el pobre animal ha ido a
parar a la lavadora, cosa que en los capítulos de La Pantera Rosa tenía mucha
gracia pero en la vida real no tiene ninguna y que, debo decirlo, es uno de mis
mayores miedos y por eso reviso quince
veces antes de cerrar la lavadora.
Se preguntan por el gato y, justo en ese momento, aparece su
padre ataviado (oh, sorpresa) con un mono de trabajo de la compañía energética
anunciante para tranquilizar a las niñitas señalando al gato, quien se pasea
tan campante por el tejado (no soy capaz de entender cómo ha podido
teletransportarse hasta ahí en décimas de segundo; será una licencia creativa).
Así que ya sabemos por qué las niñas saben qué tarifa tienen
todos los vecinos. Es su padre el que les revela toda la información.
Desde luego, está visto que tienen a quien salir.
vaya, desde pequeñas son 'viejas del visillo'. los niños de ahora son cada vez más prematuros. :P
ResponderEliminardime con total sinceridad: la trama de ese anuncio es muy enrevesada, o soy yo que estoy espeso?? ;)
besos!!
No, no es tan enrevesada. A lo mejor yo he explicado cualquier cosa... Jajajaja. Besotes!!!
EliminarMenos mal que has dicho lo del padre porque yo ya me estaba preguntando cómo leches las niñas tienen una información que la mayoría de ciudadanos del mundo no conoce, a menos que te dediques a ello ;)
ResponderEliminarPues sí, el padre es que les cotillea todo. Jajajaja. Besotes!!!
Eliminar"La tarifa de los chismosos" puede valer de eslogan.
ResponderEliminarBesos.
Jajajaja. Esa será la que tienen en su casa...
EliminarBesotes!!!!
Pues creo que ese anuncio no tiene ni pies ni cabeza ¿?
ResponderEliminarNo mucho, no. Besotes!!!
EliminarHola! Dios que anuncio tiene de todo, hasta gatos que se teletransportan, jajaja. Me quiere sonar el anuncio pero creo que entero ni siquiera lo he llegado a ver. Reconozco que huyo de ellos, jejeje.
ResponderEliminarBesos!
Lo mismo sí lo has visto entero pero a veces tendemos a ignorarlos. Besotes!!!
Eliminar¡¡¡Ese lo he visto!!! Menos mal que conozco uno. Y piensoigual que tú, y me da un yuyu que no veas y lo del gato es un misterio.
ResponderEliminarBesos.
Esas niñas son muy raritas. Y sigo dándole vueltas a lo del gato. Jajajaja. Besotes!!!
Eliminarahhhhhhhhhhh este lo conozco
ResponderEliminarbueno visualmente no está mal
aunque no entiendo ni papa que narices pintan las niñas cotilleando, el gato en el tejado y la tarifa electrica :P
besitos sin visillos :-)
Tengo que darte la razón en que estéticamente es bonito de ver pero el argumento... Jajajaja. Besotes!!!
EliminarLo he visto! Y tal cual lo cuentas. Las niñas cotillas dan yuyu y lo del gato teletransportado es una mala resolución.
ResponderEliminar^^
Es que a mí el gato ese me desconcierta mucho. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarVaya panda de Cotillas. Un beso.
ResponderEliminarJajajaja. Pues sí. Besos!!!
EliminarUy, ya me acordé de la película El pueblo de los malditos, con esos pequeños de pelo rubio platinado, con poderes mentales.
ResponderEliminarY he pasado a recordar la nueva generación de mutantes de Logan. Cuya hija de laboratorio es de temer.
Creo que por lo que escribe tu gato, usando tu computadora, creo que pase por su mente pegarte un empujo. Absteniéndose por su suministro de comida.
Y coincido que era gracioso en la Pantera Rosa.
Y después de todo eso, cuál se supone que es el mensaje. Porque creo que no lo capte.
El mensaje termina siendo que en esa compañía tienen una tarifa energética para cada necesidad. Supongo.
EliminarAy, El pueblo de los malditos... qué grima... Besotes!!!
Madre chica no veo anuncios casi nunca antes me encantaba.
ResponderEliminarPero por lo que cuentas no me pierdo nada.
Un besazo.
Ya estoy yo para ponerte al día. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarNecesito saber qué plantas tienen los vecinos y si entregan a domicilio xD
ResponderEliminarJajajaja. Pregúntales a las niñas de la ventana. Seguro que lo saben. Son viejas del visillo en miniatura. Besotes!!!
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