¿Hace mucho que no traigo un anuncio de coches o es impresión mía? Esto hay que solucionarlo, así
que hoy os traigo uno porque la industria automovilística siempre ha dado
grandes momentos a esta sección.
Creo que la idea central del anuncio es que puedes ser lo que
tú quieras, así que nos van dando una lista de diferentes actividades y el
ejemplo de cómo el coche en cuestión puede ayudarnos en tal menester.
La primera categoría es “especialista”, así que vemos a uno
que desciende en paracaídas aterrizando limpiamente en el asiento del copiloto
a través de la abertura del techo. La conductora ni se inmuta. Debe estar hasta
las narices de hacer la misma gracia una y otra vez. Eso suponiendo que ya
conociera de antes al paracaidista porque, de no ser así, envidio profundamente
los nervios de acero de esta mujer.
El “equilibrista” es un padre llevando a un niño en una mochila ergonómica de estas
con otros tres niños correteando a su alrededor. No sé si se refieren a que
para llevar a un niño en una mochila sin tropezar con los restantes hay que
tener mucho equilibrio o a eso de hacer malabares atendiendo varias cosas al
mismo tiempo. No lo pillo bien.
El “aventurero” se tira al agua desde un acantilado. Que digo
yo que también puede haber llegado ahí en autobús pero se ve que es fundamental
el coche que uses para saltar desde un acantilado.
A partir de aquí se ve que se les terminaron las ideas
porque nos dan categorías que pueden darse hasta sin medio de transporte alguno
como “juerguista” (tres chicas que van meneando la cabecita en el coche al
ritmo de una canción que han puesto en
el móvil); “caballero” (un señor con bigote con un ramo de flores en la puerta de
una casa); “animalista” (un montón de cachorritos adorables en el maletero), “guerrero”
(uno que juraría que es el caballero de antes pero sin bigotillo, que hace
volar por los aires a un luchador mexicano y sigo sin entender qué relación
tiene con un coche); “solista” (uno en el asiento de atrás haciendo como que
toca un instrumento o dirige una orquesta, no lo tengo muy claro), “surfista”
(guardando la tabla en el coche) y ya, por último, “vaquero”, donde nos
muestran el coche seguido por una cuadrilla de rudos machotes a caballo,
revoleando sus lazos. Ya se sabe que para ser vaquero tener un caballo no es
fundamental pero para plantarse en la puerta de alguien con un ramo de flores
en la mano y carita esperanzada sí es imprescindible tener coche. Me recuerda a
una persona que conocí que quería hacer el camino de Santiago en coche. Podrían
haber añadido “peregrino” a la lista de categorías pero no rimaba con nada
porque, por si acaso no habíais caído en la cuenta, las categorías riman.
Porque ya se sabe que
todo lo que rime siempre parece que está más trabajado, aunque no tenga sentido
alguno.