Marrameowww!!!
Existe un rumor en el mundo que dice que, nosotros los
animales, tendemos a parecernos a los humanos con los que convivimos.
La verdad es que me encantaría poder desmentir este rumor y
clamar a los cuatro vientos que sólo se trata de calumnias y falacias
infundadas pero, lamentablemente, tengo que admitir que es verdad. Munchkin,
sin ir más lejos, se parece mucho al consorte. Ambos son por naturaleza
destrozones y desordenados. Les gusta vivir en su caos particular y jugar a darse
zarpazos y mordiscos (sí, el consorte también muerde, y tengo que reconocer que
muerde bastante fuerte). Adoran pasarse la vida durmiendo, sin hacer nada,
simplemente viendo la vida pasar; aunque es de justicia señalar que esto
también me gusta a mí, y supongo que a cualquier ser vivo con dos dedos de
frente.
Y, por mucho que me duela contaros esto y probablemente en
un futuro niegue haberlo escrito incluso bajo tortura… yo me parezco a la
bruja. Sí. Aun cuando la ponga verde porque es una tirana, no puedo evitar
verme reflejado en algunas de sus actitudes. Sin ir más lejos, en la pasión que
ambos tenemos por el orden. Cuando algo está descolocado en casa, también nos
descolocamos nosotros. La bruja es capaz de estar en el sofá viendo la tele y
tener que levantarse porque está viendo un cuadro torcido y no puede
concentrarse en la película hasta que lo arregla. A mí eso me pasa con la
almohada. Si, cuando nos vamos a acostar por la noche, la almohada no está
colocada como a mí me gusta, ya empiezo a dar vueltas en la cama hasta que la
ponen bien. Es que, de lo contrario, no me puedo acostar.
Otra cosa son las rutinas. La bruja tiene horarios y
momentos para todo. Desde que se levanta hasta que se acuesta hace todo en un
orden determinado, sin salirse ni un milímetro del plan establecido y
cuidadosamente estudiado para la optimización del tiempo.
Pues yo también. Por la mañana me levanto con el consorte,
quien me pone el plato de comida. Yo como un poco, después pido agua del grifo,
después como otro poco, voy al baño, como otro poco, le pido al consorte que me
haga mimos con la toalla de la ducha (me encanta) y, finalmente, le pido que me
abra la puerta del dormitorio para seguir durmiendo con la bruja. Así todos los
días y siempre en ese orden porque temo que, de otra manera, los astros se
alineen contra mí.
Cuando la bruja por fin se levanta, le vuelvo a pedir comida
y me voy al sofá a dormitar con la satisfacción del deber cumplido y de otra
mañana bien aprovechada.
Así que, al final, van a tener razón en eso de que las
mascotas se parecen a sus dueños. No obstante, aquí habría que puntualizar
quiénes son las mascotas y quiénes son los dueños pero sobre ese aspecto ya
debatiremos otro día.
Yo, desde luego, lo tengo muy claro.
Prrrrrr.
¡Qué tierno que pidas mimitos con la toalla húmeda del baño! Pero oye, ¿sabes que todo lo que has escrito puede y será utilizado en tu contra en el futuro?
ResponderEliminarNegaré haberlo escrito. Borraré la entrada, si es necesario.
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Pues tu negarás haberlo leído pero YO no me olvidaré nunca de haberlo leído. Ahora sé porqué la odias tanto... muahahaha
ResponderEliminarNada, nada. Diré que el post fue una alucinación colectiva y que nunca existió.
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Jajajaaj, buena reflexión final, hay qué puntualizar quien es mascota y quien es dueño.
ResponderEliminarYo soy muy ordenada para unas cosas y desastrosa en otras. También me levanto arreglar u tarro torcido o a cerrar una botella, pero puedo dejar un papel importante en cualquier parte y luego lo pierdo y se desata el caos.
Me imagino que mono te pones jugando con la toalla, o recibiendo mimos, más bien, ainnns.
Besos.
Yo soy mono siempre, no sólo cuando me hacen mimos con la toalla.
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Hoy que estás en modo confesiones, en el fondo quieres a la bruja ehh, jajaja. Estoy contigo en que mascotas y dueños se parecen, mi perra tiene la misma mala leche que yo, jejeje.
ResponderEliminarBesos!
Eso de que la quiero te lo has inventado tú. Yo sólo he dicho que tenemos ciertos aspectos similares.
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Dios los cría y ellos se juntan.
ResponderEliminarEl que a los suyos parece, honra merece.
Yo también tengo claro quienes son los dueños.
No estoy muy seguro de que la bruja merezca honra sólo por parecerse a mí.
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No se si eso del parecido es cierto, yo tuve dos gatos en distintos momentos y eran muy diferentes.
ResponderEliminarAquí otra fanática del orden, aunque ahora con los gemelos me he relajado en ese sentido y no se, veo la vida de otra forma...será que no tengo más remedio...jajajaj.
Besos guapa.
No aproveches mi sección para mandarle besitos a la bruja. Aquí es para hacerme mimitos a mí.
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Jajajsja es que la bruja es mucha bruja.
EliminarLos mimitos no se piden, guapo, salen solos.
Miauu
O sea que no te sale hacerme mimitos. Pues ya no sé si me caes tan bien...
EliminarSí que te pareces, ¡¡¡los dos vais a Albacete para que os cocinen!!!
ResponderEliminarahahahahahaha
Dulces caricias
Munchkin también lo hace. Eso es cuestión de no ser tontos.
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El otro día mi gatito cerró un armario que se había quedado abierto. Va a ser verdad. :) Un beso.
ResponderEliminarMunchkin más bien se dedica a abrir cajones. Me desespera.
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Si, creo que vas ha tener razón... yo también soy un maniático como una de mis dueñas, dormilón como el dueño mayor, con mala leche como la pequeña y con mucha paciencia como la mediana... Definitivamente todo lo mejor de ellos me lo he llevado yo jejeje Grr Lito.
ResponderEliminar¿Tienes mala leche y paciencia al mismo tiempo? ¿Eso cómo se consigue?
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Entonces, a ver, tanto quejarte y en realidad eres como la bruja???
ResponderEliminarNo en todo, claro está. Yo soy guapo y adorable.
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¿Una coneja renegada? Le iba a quitar yo la rebeldía.
ResponderEliminarPrrrrrrr.
Vaya, pues espero yo no parecerme a ninguno de ellos. Quizás a pesado un poco... pero, no! me niego!!
ResponderEliminarLametones.
Pues haz examen de conciencia y verás cómo sí. Es inevitable...
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Cada uno se parece a uno, así no hay celos ;)
ResponderEliminarPero es que yo no quiero parecerme a la bruja en nada!!! A veces, hasta me gustaría ser desordenado.
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Y a los dos os gusta escribir en el blog, otra coincidencia más. Pero tú eres mucho más profundo, en eso nada que ver, por ejemplo, la descripción que has hecho hoy de tus mañanas es para ponerse a pensar, y mucho, en por qué no nacimos todos gato.
ResponderEliminarSé que los gatos siempre seremos objeto de envidias. No es para menos.
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Pues dicen eso, que se asemejan..
ResponderEliminarMi gato es medio loquito… eso que querrá decir? Jajaj..
Besotes!
Pues no sé. Mira a ver...
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Mi madre tenía una vecina cuyo perro pequinés tenía toda la cara de su marido. En serio. Es cierto. Yo tampoco puedo ver cuadros torcidos aunque no soy tan maniática como tú y la bruja.
ResponderEliminarNo, si al final la vas a querer :P
Besos
Pues sería para verlo (al marido, digo...)
Eliminar¿Quererla? Eso sí que jamás.
Prrrrrrrrrr.
somos del club del orden y lo quisquillosos. jaja
ResponderEliminarSi es que las cosas no funcionan bien sin orden.
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jajajajaja
ResponderEliminardespués de esto... solo puedo decir... que tengo dos "mascotas" que son unos tocapelotas los dos, cada uno por sus motivos. Pero que a mí, no han salido!!!
En algo saldrán. Si yo me parezco en algo a la bruja, todo es posible.
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Asi que te pareces a la bruja eh?... mucho cuidado que si sigues avanzando en ese terreno farragoso te veo teniendo un sentido del humor fabuloso y endulzando el día de otros humanos con tu simpatía...
ResponderEliminarSobre mascotas y dueños, está claro por donde van los tiros.
Rascaditas en la barriga.
Yo no quiero endulzar el día de nadie. Lo que me faltaba ya.
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Yo no tengo mascotas, pero dicen que sí, que se parecen a los dueños, en lo bueno y en lo no tan bueno... jiji.
ResponderEliminarBesitos
Yo solo espero no ser un ñoño como ella.
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Yo siempre digo que son los dueños los que acaban pareciéndose a sus mascotas, de ahí su buena influencia.
ResponderEliminarEsa teoría me gusta más.
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¡Gatito hace pose para foto y todo!
ResponderEliminarNo es pose. Yo salgo guapo al natural.
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Forlán, un poquito de soltarse la melena, de improvisar viene a veces muy bien... je!
ResponderEliminarBesotes!
Quita, quita, que luego no doy pie con bola.
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No me suelen gustar los gatos pero el tuyo es súper gracioso y monisimo ;)
ResponderEliminarMuchos besos, espero tu opinión en mi último post
Claro que soy monísimo y gracioso. Los gatos estamos en el tope de la cadena evolutiva.
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Gracias al dios de los gatos que mi Calixto no sabe leer -creo- ni le ha dado por hacerse de un blog si no ya estaría intercambiando ideas sobre cómo hacer más chicha su vida de gato consentido contigo.
ResponderEliminarNo no no no no quiero imaginar lo que se quejaría de mi cuando no lo saludo por las mañanas,
Por si las moscas no lo dejaré ver cuando escriba en mi blog no vaya a ser el diablo y le de por querer aporrear mi teclado mira que con La Bella revoloteando al rededor tengo,
Cariños gato y otro al bicho menor.
Los gatos sabemos más cosas de las que imaginas, Malquerida. Yo me andaría con ojo...
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gatos con TOC, qué nos queda por ver? x)
ResponderEliminarSe pega todo menos la hermosura. Aunque, en este caso, tendría que ser yo quien le pegara algo de hermosura a la bruja.
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