Marrameowww!!!
La bruja, como tiene vocación frustrada de sargento, lo paga
con nosotros llevando un control férreo sobre los horarios de comidas. Deberían
hacer un reality donde ganase quien fuese capaz de soportarla tres meses.
Nosotros ya empezamos a sentir hambre desde media hora
antes, por lo que cuando notamos que se va acercando la hora, desplegamos todas
nuestras tácticas a ver si la convencemos para llenar nuestras barrigas de
alimento. Somos conscientes de que en la naturaleza nos tocaría buscarnos la
vida y salir a cazar cada vez que el hambre apretara, sin tener garantías de si
habrá suerte con la captura, lo que implicaría tener que aguantarnos hasta que
la cosa se dé mejor y con el riesgo de no poder disfrutar de una buena ración
de comida cada ocho horas pero somos gatos caseros en un plano de existencia
superior y, como tales, exigimos.
En lo personal, mi técnica consiste en ponerme
extremadamente meloso. Me restriego contra sus piernas, le doy cabezazos en la
cara (a pesar del asquito que me da), le ronroneo y pongo cara de gatito bueno
para intentar ablandar su gélido corazón.
Munchkin es menos sutil. Rectifico: Munchkin no es nada
sutil. Considera que la bruja es hija del rigor, por lo que su estrategia
consiste en proferir maullidos a considerables decibelios, tirar todo lo que se
encuentra por el camino, mordisquear los cables del ordenador o tirar el ratón
(si la bruja se encuentra en ese momento contándoos alguna de esas tonterías
que escribe y no sé cómo aguantáis) y, si nada de eso da resultado,
directamente opta por la violencia física y se dedica a tirar zarpazos.
Generalmente esto tampoco le supone ninguna ganancia pero el zarpazo ya se lo
ha llevado la bruja, hecho que, supongo, le consuela un poco. Debe de pensar
algo así como “que me quiten lo arañado”.
Pero nada, que no hay manera. Ni zalamerías, ni miradas
fijas, ni amenazas físicas ni verbales hacen que la bruja dé su brazo a torcer.
Tendría que haber sido alcaide en una cárcel o vigilante en un internado para
niños problemáticos. Creo que ahí estaba su verdadera vocación y no supo
aprovechar ese talento innato que tiene.
Lo que sí me hace gracia es que yo utilizo la técnica de la
zalamería durante cinco minutos y, si no obtengo resultados, me voy porque
tengo cosas mejores que hacer como dormir, jugar con algún ratoncillo de
peluche o lamerme la pata izquierda; pero Munchkin es insistente. Si le da
hambre media hora antes de que toquen para el rancho, la media hora está él
dando la barrila. Esto le hace creer, evidentemente, que al final sus
estratagemas han dado resultado, lo que le da ánimos para repetir la jugada con
energías renovadas cuando toque la próxima comida.
Y a mí todo esto me divierte muchísimo, claro está. Tanto,
que a veces hasta le cedo la camita, esa camita que ha sido objeto de tantas
riñas, sin necesidad de discutir. Por
salado.
Prrrrrr.
P.S. A pesar de lo
perversa que es, he prometido recordaros que aún estáis a tiempo de votar en la
primera fase del Premio al Anuncio más Pesadillesco del Año pinchando aquí. Tenéis
tiempo hasta las 23:59 de mañana martes.
Este Munchkin es un personaje!!! jaja que travieso que es!
ResponderEliminarMás que travieso es un salvaje.
EliminarPrrrrrrrrrrrr.
Yo uso tu misma técnica... pero soy perseverante como Munchkin. Y mi ama es sargento como la tuya. Que luego, todo hay que decirlo, bien que comen ellas cuando quieren y nadie les dice nada, oye. En fin, yo no sé si esto podría considerarse crueldad contra los animales, pero empiezo a pensar que sí, que nos tienen muertos de hambre.
ResponderEliminarUn cabezazo, prrrrrr
RON.
Nos quieren débiles para someternos.
EliminarPrrrrrrrrrr.
Toda mascota mimada es muy zalamera... y bueno es parte de nuestra vida, besos
ResponderEliminar¿Mimado yo? Pero si me tienen muerto de hambre.
EliminarPrrrrrrrrrrrrr.
Tú deja que se la trabaje el pequeño (que inspira más ternura, a pesar de que no tenga demasiada pata izquierda) y aprovéchate de los resultados que obtenga, que no le va a dar de comer a él solo.
ResponderEliminarPero si él tampoco consigue nada, más que hacerle algún arañazo nuevo a la bruja.
EliminarPrrrrrrrrrrrrrrr.
LOGICO QUE TE PONGA A RIETA
ResponderEliminarHAY QUISIS Y ERES UN GASTO SUPERFUO
SARPASOS CUELES
Tú sí que eres superfluo, que te toca compartir protagonismo con un zoológico entero.
EliminarPfffffffffffff.
Por primera vez voy a tirar de tópicos y hablarte en andaluz: Forlán miarma, que eres mu jartible, que yo ya he votaoooo jajajajaja.
ResponderEliminarPd: si no me entiendes le dices a la consorte que te haga de tradustora
^ ^
Yo no soy el "jartible". Es ella, que se pone de los nervios para que la gente vote.
EliminarPrrrrrr.
Jejejejej,es que hay que ser estricta, si fuera por vosotros os pasaríais la vida comiendo,jajajaja.
ResponderEliminarOye,¿por qué los gatos os laméis la pata izquierda? El mío mayor lo hace y no sé el motivo.
Me encanta que Munchkin crea que sus estratagemas dan resultado, qué inocente!!!!!!
un besín y ayyyyy, si tuviérais que salir a cazar, como dices, sabríais lo que es bueno,jajaja.
Yo me lamo la izquierda o la derecha, dependiendo de cuál esté sucia. No tengo preferencias.
EliminarTan inocente no es, que reparte zarpazos como panes.
Prrrrrrrrrrr.
Animalitos. Tienen hambre...:) Un beso.
ResponderEliminarTenemos, tenemos. ¿Nos das de comer?
EliminarPrrrrrrrrrrr.
Uuuisss...Forlán, vente de vacas a mi casa...a Cloe le tengo siempre comida a mano, eso sí, ella es delicada y come poco, le dura todo el día. Por cierto, dile a la bruja que las bolsitas son un gran invento, van genial! Bssss
ResponderEliminarA mí antes me tenían la comida a mano pero desde que está Munchkin es imposible porque acabaría con lo suyo y con lo mío.
EliminarLas bolsitas le gustaban más a la bruja cuando era yo solo. Ahora que Munchkin las destroza ya no cumplen tan bien su cometido. Se ve que Cloe es fina, como yo.
Prrrrrrrrrrr.
Jo tio no entinedo como os raciona la comida esa dichosa bruja. A mi me dejan el tarro en la cocina siempre con pienso, marramiau que rico el arroz con pollo!! y me gestiono yo solito. Hasta para esto soy independiente jijiji. Aunque si se les olvida echarme por las mañanas monto el pollo como Munchkin. Grr. Lito.
ResponderEliminarEs que si no nos la raciona, Munchkin se come lo suyo y lo mío.
EliminarPrrrrrrrr.
A mi, como me ponen la comida cada día a una hora diferente, pues cuándo me la ponen si me apetece me la como y si no, pues no. No soy muy tragón, la verdad :)
ResponderEliminarLametones!
Nosotros estamos siempre hambrientos. Nos matan de hambre, la verdad.
EliminarPrrrrrrrr.
Jo, con Munckin, vaya fiera!!
ResponderEliminarPues podríamos hacer un viaje de intercambio y os venís aquí, porque mis gordos tiene comida puesta casi todo el día. De vez en cuando, por despiste se nos olvida rellenar, pero ellos nos lo recuerdan a base de maullidos u ponernos la zancadilla a cada paso, pero con amor, eso sí.
Casi mejor me voy yo solo con los tuyos, porque si me llevo a Munchkin se va a comer lo suyo y lo mío.
EliminarPrrrrrrrrr.
Forlán, escribes muy bien. Eso de "hija del rigor" me ha encantado. A lo mejor el hambre aguza el ingenio, quién sabe.
ResponderEliminarSe dice mucho en Uruguay. Se ve que la bruja me pega más cosas de las que se imagina.
EliminarPrrrrrrrrrr.
Pues yo me quedo más con tu táctica, que la zalamería casi siempre va mejor y da mejores resultados. El cansinismo de Munchkin a la larga es contraproducente, que las dos cosas he probado :P
ResponderEliminarEn este caso, no funciona ni una cosa ni la otra.
EliminarPrrrrrrrr.
mis tres gatucos son tan distintos y dispares.
ResponderEliminaruna es muda, el otro medio chilletas pero la otra-..... mezcla ambas situaciones arrumacos, tropicones y maullidos
tengo hambre igual
no habré sido gato???
¿Y a alguno le funciona la táctica?
EliminarPrrrrrrr.
"A pesar del asquito que me da" que panzón de reír me he dado jajajajaja. Que bien me caes gato!!! Caricias en la barriguita!
ResponderEliminarSi es que soy muy majo, aunque no lo parezca.
EliminarPrrrrrrrrrrrrrr.
Mira cómo sabes hacer la pelota cuando te conviene, minino malcriado, a dieta te tenía yo, día sí, día no...
ResponderEliminarffffsssss
Desde luego, cuánta inquina...
EliminarPffffffffffffff.
Creo que he escrito tres veces y tu blog me odia >.<
ResponderEliminarDecía que el hambre también me transforma así que entiendo perfectamente a Munchkin! Ahora voy a arañar un rato al Sr. Torres, que hasta las 20:30 no piensa alimentarme ¬¬
Prueba también con arrumacos y luego me cuentas qué te dio mejor resultado.
EliminarPrrrrrrrrrrrrrrr.
Más sabe el minino por viejo que por diablo. Vientos por ti. La experiencia -según lo que entendí- habla.
ResponderEliminarCariños gato y al gatito también.
En este caso no me sirve de mucho la experiencia. La bruja es dura de pelar.
EliminarPrrrrrrrrrrrrr.
Una merienda ligerita no engorda a nadie y calmaría las aguas. Pero no creo que ella lo entienda. A seguir con los ronroneos entonces, besos!!
ResponderEliminarElla no entiende nada. Es un poco lerda.
EliminarPrrrrrrrrrrrrrrr.
Hola. el hambre desvela la verdadera personalidad de Munchkin... saca lo peor de él... hay tácticas y tácticas aunque al final querer es poder... ya sabemos...seguimos en contacto
ResponderEliminarEl tema es que con esta bruja no hay táctica que valga.
EliminarPrrrrrrrrrrr.