Marrameowww!!!
Seguramente recordaréis cuando os conté que, cuando yo era
un cachorrito aún más adorable de lo que soy ahora, me daba por meterme en la
boca la oreja de Luhay cual si de un chupete se tratase y pasarme las horas
muertas succionando y llenándola de babas hasta que Luhay sacudía la cabeza
bañando a la bruja con mis secreciones salivales.
Pensé que tal vez Munchkin fuese a tener una afición
parecida y sí, la tiene, pero es bastante inquietante, tengo que decirlo. No sé
si se cree que soy su nueva madre pero le da por buscarme las tetillas y puede
pasarse horas chupando y apretando con las zarpas. Yo intento explicarle que
soy un macho (aunque, por culpa de quien ya sabemos, carezca de ciertos
elementos con los que debería contar) y que de ahí no va a sacar absolutamente
nada pero el tío como quien oye llover. Ahí que se prende y no para hasta que
se cansa.
Al principio yo me lo quitaba de encima como podía pero
ahora ya lo he dado por imposible y me resigno a esperar a que termine. De
hecho, hasta le estoy pillando el gustillo y, de vez en cuando, me quedo frito
mientras él sigue ahí, absorbiendo no se sabe bien qué.
La madre de la bruja dice que eso es normal (ella sabrá, que
para algo es bióloga, aunque hay que matizar que se especializó en entomología
y no me parezco yo demasiado a un escarabajo, así que tampoco pondría las manos
en el fuego por la supuesta “normalidad”). El caso es que yo no lo hice y, por
lo que cuenta la bruja, ningún otro gato que haya tenido lo hizo nunca tampoco,
por lo que los humanos de esta residencia han acogido la novedad con sorpresa y
algarabía, lanzando grititos de emoción cada vez que ven al imberbe perpetrando
sus actos deleznables y diciendo cosas como “Mira, mira, ahí está otra vez”.
“Qué curioso”. “Es más ricoooo”. Esto
último es lo que más a menudo se escucha últimamente en esta santa casa y me
dan ganas de decir “¿Y yo qué?” “¿No soy rico?”. Tendré que recordarle a la
bruja que, por lo menos, yo no me dedico a dejarle los muslos como si acabara
de atravesar a rastras un zarzal.
Así que, en vista y considerando que la manía no parece ir a
quitársele en los próximos días, aprovecharía que este blog lo leen tantas
madres para hacer un llamamiento y pedir, por un lado, si alguien tiene algún
biberón que ya no use. A ver si así le da por chupar eso y me deja a mí un poco
en paz. De no ser posible el envío de un biberón por correo, me conformaría con
alguna crema reparadora de las grietas de los pezones, que me los va a dejar en
carne viva.
Quién me iba a decir a mí que a estas alturas de la vida iba
a andar yo pidiendo estas cosas.
Prrrrrr.
Mira que la naturaleza es muy sabia y a lo mejor termina saliéndote leche. No sería la primera vez.
ResponderEliminarLo que me iba faltando, ya...
EliminarPrrrrrrrr.
COMO ESTÁN LOS BOGS POR FAVOR
ResponderEliminarHASTA UN GATO NEG-RO HAB-LANRO RE LASTANSIA
ESTO ES INAURITO
LA BOGOSFERA HA PER-RIRO LA RASÓN
POR SIERTO, EN CASA RE MI MAD-RE HAY ALGÚN BIBERÓN, SI LO QUIERES LA AVISAS, CABÓN
JÓRETE
Tú siempre tan amable, Ferny. Así da gusto, oye.
EliminarPfffffffffff.
Una vez la bruja pidió un palo y mami se lo mandó. Pero esta vez no puedo ayudarte, que en esta casa no hay biberones ni nadie que mame.
ResponderEliminarSe me ocurre decirte algo pero, igual queda muy verde...
Lamiditos
La bruja todavía conserva el palo de adorno es su salón. Se la deja contenta con cada cosa...
EliminarLas cosas verdes las dejamos para la intimidad, ma chérie...
Prrrrrrrrr.
jajajajja pero bueno... aquí falta un elemento importante... UNA FOTOOOOOOO!!!!!!
ResponderEliminarSi te sirve de consuelo... debe ser esta generación de felinos de 2014... porque el Charlie está en algo parecido, sólo que soy yo su madre... EHHHH, que a mí no me ha buscado las tetillas (es casi tan difícil encontrármelas a mí como al Umpa...) pero empezó mamando de un volantito de un pijama que tenía y ahora lo hace de las mantas del IKEA (tienen una especie de flequitos en dos de los extremos que para el Charlie son las tetillas...) eso sí, tienen que estar en contacto conmigo, si no... no le gusta.
Y así estamos, con la lucha... jajaja Tampoco sé qué succiona. Estos felinos de hoy en día...
Madre mía. Esta juventud está perdida.
EliminarNo hay foto pero hay vídeo. A ver si le digo a la bruja que lo cuelgue, que yo no sé hacer esas cosas.
Prrrrrrrrrr.
Oh qué rico. Jejejeje. Yo sí que había oido un caso así. Y el gato se quedaba tan a gusto esperando a que terminasen. En ese caso era una camada entera de gatitos abandonados. El gato acababa con los pezones rojos e hinchados. Quizá te pueden poner una cremita. Supongo que se le pasará, pero nunca se sabe.
ResponderEliminarGruñiditos de Lluna!!
De momento ahí sigue, cada vez que me pilla por banda. No digo que me desagrade pero es una situación un poco rara.
EliminarPrrrrrrrrr.
Vaya paciencia que hay que tener con los peques!! No sé si sigo queriendo un hermanito, jejeje
ResponderEliminarUn cabezazo, prrrrr
RON.
Sí, hombre. A cambio de un poco de lactancia ficticia te proporcionan un montón de horas de pilla-pilla.
EliminarPrrrrrrrrr.
Qué risa, sí.
ResponderEliminarLa madre de la Bruja bióloga como Ana Obregón, sí.
Especializada en escarabajos, sí.
Perfidita de pequeña le hacía lo propio a Ferny, sí.
Perfidita muerta de risa, sí.
Pues Ferny no me ha contado nada, hay que ver cómo se calla... Gracias por la información, Perfidita.
EliminarPrrrrrrrrrrrr.
Te vieron cara de gata Micifuz, tan machito que te veías, quien lo dijera. Caras vemos bichos no sabemos.
ResponderEliminarCuidate Micifuza digo Micifuz
¿Será porque no tengo todo lo que hay que tener?
EliminarPrrrrrrrrrr.
No invoques a las madres blogueras en temas de lactancia... NO LAS INVOQUES! xD
ResponderEliminarNo me dan miedo. No pregunto cuántas son sino que vayan viniendo de a una...
EliminarPrrrrrrrrrr.
Jajaja, es lo que te faltaba ya! ¿como te va a tener respeto luego forlán? Ná, estás vendido.
ResponderEliminarMi rovelló se pasó los primeros mesecitos chupando su propio rabito, con tal fruición que se lo dejó pelado. Verlo daba una mezcla de ternura y penica...se le notaba que lo hacía como para consolarse echando de menos a su mamá.
Besos
Pero es que a mí no me dio por hacerle eso a Luhay. Que se comporte como un gato maduro, hombre ya.
EliminarPrrrrrrrrrrrrr.
Pobrecito. Te comprendo. Yo también tenía grietas. Un beso.
ResponderEliminarYo de momento no tengo pero como la cosa siga así...
EliminarPrrrrrrrrr.
Vaya Forlán, un macho como tu consintiendo esas cosas? No me lo esperaba, la verdad. ya decía yo que los gatos....
ResponderEliminarLametones!
PD. (por detrás oigo a la miss diciendo, ohh, que monada , es que estas humanas a veces parecen tontas)
Lo mismo dicen los humanos de esta casa. Si supieran la humillación que paso...
EliminarPrrrrrrrrrrr.
Madre mía!! quién lo diría. En mi casa no hay biberones, yo me crié con leche y galletas mojas... mis mamás personas consideraron que era lo suficiente mayor como para apañarmelas solito y solo tenía 2 meses, crueles... Grrr! Lito.
ResponderEliminarPues como éste tenga que sobrevivir a base de mi teta, va listo.
EliminarPrrrrrrrrrr.
Qué moooooono!! Una gatita que tuve yo hacía lo mismo con una manta, como ha dicho Irene por ahí arriba... y yo empeñada en que parara porque me ponía nerviosa, hasta que comprendí por qué lo hacía... le duró poco la "manía" (y a mí la gatita) así que paciencia campeón!!
ResponderEliminarNo, si paciencia tengo, pero dice la bruja que ya tengo un pezón con una heridilla....
EliminarPrrrrrrrrrr.
Que curioso eso, nunca lo habia escuchado en un gato jaja..
ResponderEliminarCada uno con sus manias!
Pues ya me podía haber tocado uno con una manía distinta.
EliminarPrrrrrrrrrr.
Hay que ver que tu nuevo hermanito está lleno de sorpresas jaja, solo espero que no te haga pasar malas noches.
ResponderEliminarRascaditas.
No, se ve que después de mamar se queda tranquilito y se duerme.
EliminarPrrrrrrrrrrrrr.
Jajajajajaja! ¿Lactancia en el blog de Álter? El mundo está loco, loco, loco...
ResponderEliminarForlán, ajo y agua colega.
Miau!
No te creas, tiene su punto...
EliminarPrrrrrrrrr.
Ya me voy yo reparando en tus pesares, jajaja.... Pero vamos que si te va gustando y has perdido tus atributos, a lo mejor es que te gusta hacer de Forlana, jajaja
ResponderEliminarPrrr
No sé cómo se lo tomaría mi Trax...
EliminarPrrrrrrrrrr.
Jajajaja, pues yo creo que eso con su madre gatuna ya no lo hacía. Forlán, que le das? :P
ResponderEliminarEs este magnetismo, que encandila a todo el mundo.
EliminarPrrrrrrrrrrrr.
El más rico eres tú, seguro, y si no ya me dirás por qué se amorra Munchkin si no sabes bien...
ResponderEliminarSoy irresistible...
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Bueno, de verdad que no se que hacer... no hay cojones de que mis comentarios queden en esta pagina ni por asomo... estoy por enviartelos por correo, desesperante, te lo juro... este ya es el tercero aqui... Otro beso poseído.
ResponderEliminarDice la bruja que no sabe qué decirte... Que nadie más se le queja de esto y que no sabe muy bien qué puede hacer. Yo te mando un ronroneo de consuelo:
EliminarPrrrrrrrrrrrr.
Una vez leí un relato erótico de una chica que se estuvo estimulando los pezones hasta que nació la camada de cachorritos y le dieron el suyo y lo alimentó ella misma...
ResponderEliminarMmmm... esto ha quedado muy raro pero que conste que lo ví por internet, a ver si te va a pasar a tí lo mismo jejejejeeje.
Besotes.
Ves cosas muy extrañas...
EliminarPrrrrrrrrrr.
Bueno Forlan , cada día te superas, dejar al nene que haga de las suyas sin protestar y sin repartir hostias merece toda mi admiración. un abrazo.
ResponderEliminarTengo ganada mi parcelita de cielo...
EliminarPrrrrrrrrr.
He empezado por la entrada más reciente y ya he visto el video, jajajaja.
ResponderEliminarEn fín...si lo hiciste tu con la oreja de Luhay....entiendo que tengas tanta paciencia
En casa la única que mama es Pulguerín y afortunadamente de una manta, pero toma muchas raciones al día.
¿Y el tuyo cada cuanto te mama? jejeje, Pobre Forlán, seguro que tienes ojeras y todo jajajaja, a parte de grietas, jujujujú.
¡Ay, que me duelen los pezones de pensarlo, que repelús me daaaa!
Ya no lo dejo mamar porque me estaba haciendo heriditas en los pezones. Es muy pesado, de verdad. A ver si le da por mamar de una manta, como a Pulguerín.
EliminarPrrrrrrrrrr.