Cuando comenté a la pasada que había colaborado en una Radio Pirata en
este post, cuatro
personitas me pidieron más detalles. En concreto, Rocío de “De lluvias y paraguas”, Trax de “Estrellas en los ojos”, nuestra Alpaca, la Alpaca de todos,
de “Siempre positiv@” e Inmagina de “Territorio sin dueño”.
De manera que he considerado incluir esta petición multitudinaria
(ejem) en ésta vuestra sección.
Para explicar toda esta historia, tengo que remontarme a mis catorce o
quince años. Existía en Montevideo una radio de la que yo era fan muy fan.
Digamos que era una radio bastante informal (podía considerarse informal en Sudamérica así que ya podéis irlo imaginando). Debido a lo informal que era, me
permitían pasarme allí las tardes dando la brasa y hasta me dejaban decir
alguna chorradilla al aire. Creo que fue ahí donde surgió mi amor por los
medios de comunicación y, en concreto, por la radio, aunque desde más pequeña
ya me daba a mí por grabarme diciendo pavadas en mi radiocassette rosita (lo
mío siempre es rosita).
Un buen día la radio se vendió y, al ser los nuevos empresarios más
serios y responsables que los anteriores, me dijeron que adiós muy buenas. Que
yo ahí no pintaba nada. Me sentó como un tiro, ya no sólo porque dejase atrás
una etapa en la que me había divertido muchísimo. Dejaba atrás amigos y un
montón de cosas. Pero la vida continuaba y el disgusto inicial se me fue
pasando.
Con diecisiete años empecé a estudiar Periodismo (soy técnica, no
licenciada, por si las cuentas no salen) y, al terminar el segundo año, uno de
mis proyectos de fin de curso fue un estudio sobre la radio en Uruguay. Esto me
sirvió para conocer a muchas voces emblemáticas de Montevideo, a quienes
entrevisté para el proyecto. Pues bien, hubo una señora que me recibió en su
casa, porque estaba de baja médica en esa época (una mujer increíble). Me vio
tan enamorada del medio que me dijo que estaba necesitando alguien que le
hiciese de co-conductora en su programa de los sábados por la mañana y que si
quería probar.
Claro que quería probar. Además, nunca había estado en AM y eso de
llegar a nivel nacional tenía su encanto. Me pagaban el autobús, en plan
becaria total pero yo estaba que daba palmas con las orejas.
Paralelamente, empecé a colaborar (también gratis, a mí me ven la cara
de pringada, pero ése es otro cantar) en una institución que, entre otras
cosas, organizaba un encuentro de radios y demás asuntos relacionados con
ellas.
El encuentro duraba tres días y, el segundo, se pusieron a hablar
conmigo dos chicos que se habían hecho con un stand vacío para poner la
publicidad de su radio pirata, que aún no estaba ni montada. Me hizo tanta
gracia el asunto que ni me chivé. Hablé un montón con ellos y me cayeron de
lujo. Terminó el encuentro y no intercambiamos teléfonos ni nada, así que ahí
quedaba la cosa.
Mientras tanto, yo iba presentando proyectos a diferentes radios, para
tener algo mío. El problema es que yo soy como soy (ya sabéis como soy, no hace
falta que ahondemos en el tema) y la respuesta siempre era que estaba bien pero
que era demasiado informal, que no encajaba con el perfil o la política de la
radio, que bla bla bla… Vamos, que era una rayada.
Andaba yo un día caminando por la principal avenida de Montevideo
cuando, por casualidades de la vida, me encuentro con V., uno de los chicos de
la radio pirata (ventajas de vivir en una ciudad pequeña). Nos pusimos al tanto
de nuestras vidas y, esta vez sí, intercambiamos teléfonos.
Total, que me llamó un día y me dijo que la radio ya estaba y que si
quería colaborar con ellos. Y no me lo pensé dos veces. Obvio que no iba a
cobrar un duro tampoco pero me iba a quitar el mono de hacer lo que me saliese
de la punta del peroné. Mi propuesta sí encajaba con el perfil y la política de
la radio. La habían montado más o menos por los mismos motivos. No les aceptaban el proyecto en ningún sitio e hicieron como Bart Simpson cuando se montó su
propio casino. Si Mahoma no va a la montaña…
Así que ahí que me metí. A veces en el estudio y otras por teléfono
desde mi casa (la radio no estaba en Montevideo, sino en una ciudad en las
proximidades). Mil anécdotas sucedieron. Recuerdo en concreto que, al
principio, con el miedo, sólo se subía la antena al techo cuando se iba a
emitir (la ciudad donde estaba la radio es de casas bajitas y la antena
canteaba mucho) y luego se volvía a bajar. Un buen día, ya hasta las narices de
subir y bajar la antena, ahí se quedó. Resulta que al poco tiempo, se puso en
circulación un vehículo con luces psicodélicas que se llamaba “El guardián del
espectro” o “El policía del espectro” o algún rollo parecido, que lo que hacía,
básicamente, era captar señales no autorizadas para desmantelar radios pirata.
Pues bien, había dos en esa ciudad y los detectores de espectros lo sabían. La otra cayó y la nuestra, no. Lo que nos
reímos pensando que si, en vez de tanto radar futurístico les hubiese dado por
mirar un poco para arriba y buscar la antena, seguro que hubiesen dado con
nosotros.
En fin, cuando me vine a España terminó mi aventura piratona y ellos,
también por diferentes circunstancias, hubo un día en que no emitieron más.
Pero los equipos aún funcionan así que, ¿quién sabe?
Estaba alucinando que sin enterarme, te sugiero temas jaja
ResponderEliminarPero sí que recordaba ese comentario.
Vaya aventura chula con la radio, y qué pena haberlo dejado!
Yo veo que para esto vales! Pirateamos??
No sé por qué cada vez que leo esta palabra imagino a alguien con un parche en el ojo. Así que hoy te visualizo con el parche, jaja
Muaks
Pues venga, pirateemos pues.... Besotes!!!
EliminarUna increible trayectoria por el mundo de las ondas.
ResponderEliminarun abrazo
fus
Una carrera meteórica la mía, sí. Jajaja. Un besote!!!
EliminarJajaja para haberte visto xDDD
ResponderEliminarRadio Álter Ego, ¡si te hubieran pillado tus gatos por banda!
En aquella época no tenía gatos pero, de haberlos tenido, los ponía a maullar al aire. Jajaja. Besotes!!!
EliminarEs genial gracias por contarlo!!
ResponderEliminarPara eso estamos... Jajaja. Besotes!!!
Eliminarcómo mola!!! una radio pirata!!! y escondiendose del guardian de las frecuencias... jajajaj no sabia yo q eso podía existir.
ResponderEliminardesde luego, toda una experiencia!!
Besos!!
Pues sí, existía. Lo que no exista en Uruguay... Jajaja. Besotes!!!
EliminarJeje, guay! Mi chica subversiva, como me gusta!
ResponderEliminarEn Barcelona en mi adolescencia había una radio pirata, bueno, habría más, pero yo me enganché con ésta, Radio Pika se llamaba y emitía desde un barco creo recordar, la interceptaban, volvía a aparecer, y así iban.
Yo me sentía subversiva sólo de escucharla, imagina si hubiera podido participar, gracias a ella escuché maquetas de grupos punkis que ni dios conocía, y me hice anarquista de corazón hasta que la madurez me fue poniendo en su sitio, pero aquella rebeldía sigue por ahí, escondida en algún rincón.
Besos, y gracias por compartirlo.
Ah, pues sí que me suena la historia... No escuché nunca la radio pero me suena mucho lo del barco.
EliminarA ver si te crees que hacíamos reivindicaciones políticas o algo. Hacíamos el chorra y punto. Jajajaja.
Un besote!!
Qué experiencia más chula... me habría encantado oiros.
ResponderEliminarUn besote piratilla!!
Lo mismo no te encantaba tanto. Éramos muy payasetes. Jajaja. Besotes!!!
EliminarEstoy indignada, realmente indignada porque rechazaran tus proyectos, mira...no saben lo que perdieron y no saben lo que ganaron los piratas teniéndote de su lado.
ResponderEliminarLa peña no sabe apreciar lo bueno, está claro
Moaggssfffffff
Jajajaja. Hay que pasarse al lado oscuro... Besotes!!!
EliminarJajajaja! Qué buena la antena de quita y pon!!! Desde luego, toda una experiencia...Y como dice la Alpaca, que penica que no curres en la radio, tu programa sería lo más!!!!!
ResponderEliminarMuas!
Jajajaja. Pues hala, montamos una radio entre todos aquí... Jajaja. Besotes!!!
EliminarQue buena historia!! Lastima que no te pagaran en ninguna de esas etapas. Como se aprovechan de la gente! En fin, pasa en todos lados.. lo bueno son todas esas experiencias que te llevaste, que por lo que contas han sido divertidas!
ResponderEliminarbeso
Es lo que tiene trabajar por amor al arte... Jajajaja. Por lo menos uno se lo pasa bien. No se consuela el que no quiere XDDD. Besotes!!!
EliminarMe encantan las personas que saben entregarse a lo que les gusta.
ResponderEliminarUna experiencia envidiable.
Fue muy divertido. La verdad que no me puedo quejar. Un besote!!!
EliminarQue interesante! tu historia de la radio, no tenia ni idea y eso que soy muy fans de tu blog,
ResponderEliminarDeberías volver a probar con la radio en España, se que la cosa está fatal y que es casi imposible pero no pierdes nada, me ha encantado concoerte un poco más a través de este post y coincido con Alpaca, los que rechazaron tus proyectos no saben lo que se pierden, capullos! Tanta formalidad no da más que disgustos un poquito de frescura en la radio vendría muy bien (que ya la hay pero poca).
Cuéntanos esas anécdotas que te acontecieron en tu etapa radiofónica, estoy deseando!!
Besitos
Uffff. Ya no es sólo que la cosa esté chunga. Los medios me decepcionaron mucho, mucho y, aunque mi actual trabajo no tiene nada que ver, tengo que reconocer que me gusta mucho. A lo mejor monto una radio online. Jajaja. Besotes!!
EliminarY qué importa si eran gratuitas o no...seguro que te llevaste tu experiencia...y a los que no te apoyaron, ellos se lo perdieron, vaya que no.
ResponderEliminarTú que me ves con buenos ojos. Jajaja. Besotes!!!
EliminarQue chulo! Cuando seas pirata avisa para que te sigamos en secretillo.....
ResponderEliminarJajajaja. Hecho. Un besote!!!
Eliminarjajaj me ha hecho mucha gracia mi sugerencia inconsciente. Una historia genial, te pega el rollo radio!!! Me ha gustado que siguieras buscando un sitio acorde contigo y no te dejaras llevar por imposiciones. Nunca es tarde Alter, a mi me encantaría escucharte desde el otro lado :) Besitos guapa
ResponderEliminarJajaja. Como decía por ahí, la vida da muchas vueltas, aunque a estas alturas creo que ya queda más bien en anécdota. Un besote!!!!
EliminarLa vida da muchas vueltas, sí. Un besote!!!
ResponderEliminarSi ya decía yo que de algún sitio te tenía que venir el carrete.
ResponderEliminarQué anécdota tan divertida. Me hubiera encantado escucharte a través de las ondas.
Besotes.
Jajajaja. Fue muy divertido, sí... Un besote!!!
EliminarMenuda anécdota, me encanta! y ahora entiendo mas el comentario que me has dejado sobre lo que harías en un escenario jajaja
ResponderEliminarBesos
Jajajaja. Es que una es muy artista... Besotes!!!
EliminarYa sabes que doy toda mi toda aprobación a estas historias... vuelve a hace algo de esto, en serio... :-)
ResponderEliminarJajaja. Pa´pirateos estoy yo... Besotes!!!
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