Marrameowww!!!
El consorte ha estado de vacaciones esta semana pasada. Y, por si acaso os lo estáis
preguntando, la respuesta es no. No ha aprovechado los días de ocio para
comprarme un platito nuevo. Creo que voy a tener que aceptar la realidad con
madurez y entereza y asumir que voy a seguir comiendo en un plato desportillado
por el resto de mis días. Cuando un gato se queja de la vagancia de un ser de
otra especie es porque el caso es grave y seguramente digno de estudio.
Lo malo de que haya algún humano de vacaciones (a la bruja
le tocó currar como la pringada que siempre ha sido) es que tenemos vigilancia
constante y así, claro está, no hay oportunidad de hacer maldades ni de trazar
planes para la dominación mundial.
Para colmo de males, también decidió que el fin de semana
era un momento ideal para ir a casa de sus padres, dejándonos cuarenta y ocho
horas, con todos sus minutos y todos sus segundos (ciento setenta y dos mil
ochocientos, para ser exactos; lo pongo en letra porque se ve mucho más
impactante) y, como os podréis imaginar, soportar a la bruja en exclusividad
durante dos días seguidos es toda una tortura. Máxime cuando es una vaga y no
sale a la calle ni para que le dé un poco el aire.
Pero la cosa no termina aquí; esperad que os cuento más. Ha estado
por medio la noche de San Juan, así que el consorte tuvo a bien recordarle a la
bruja que dejara una botella con agua en la ventana para lavarse con ella la
mañana del domingo 24. Ya veis qué vergüenza de bruja está hecha, que hay que
andar recordándole los conjuros a realizar, dando muestras de una falta de
profesionalidad proverbial. Pues bien, la bruja siguió las indicaciones del
consorte y, según se levantó el domingo por la mañana (tempranito porque,
aunque por el día no comemos debido al calor, a partir de las siete de la
mañana nos entra un hambre terrible) se metió en la bañera y empezó a echarse
agua de esa por encima.
Y bien dicen que la curiosidad mató al gato porque, por
andar cotilleando asomado a la bañera a ver qué hacía la loca esta, también me
pasó un poco de agua por el lomo y acto seguido, se fue a buscar al imberbe
para repetir el proceso con él. Hay que decir que él no recibió el agua de tan
buen grado como un servidor (yo es que ya opto por dejarla hacer porque sé que,
si se le mete una idea en la cabeza, no va
a parar hasta ver satisfecho su objetivo) y se retorció un poco al sentir
que la bruja lo acariciaba con la mano mojada en líquido elemento (en una
actitud, a mi juicio, claramente pasivo-agresiva; te acaricio pero te fastidio
al mismo tiempo).
Estaría expulsando algún demonio o algo y a eso se debería
el retorcimiento, digo yo.
Prrrrrr.
ese ritual de bañarse con agua embotellada no lo conocía... menos mal que no estamos en la edad media, porque esas prácticas supersticiosas estaban duramente perseguidas por la inquisición. ;)
ResponderEliminarNo tiene por qué estar embotellada. Se puede dejar en un barreño.
EliminarTambién se dedicaban a matar gatos y así les fue con la peste negra...
Prrrrrrr.
Hola! Ya imaginaba al imberbe corriendo por toda la casa y a la bruja corriendo detrás de él mientras tú miras muy entretenido, jajaja. Lo del platito es hora que hagas algo para que te lo cambien ya, jejeje.
ResponderEliminarBesos!
No lo tuvo que perseguir pero no recibió el agua de muy buen grado.
EliminarAl final me terminaré declarando en huelga en serio.
Prrrrrrr.
Dos días enteritos! Y sin poder hacer alguna de tus maldades! Eso no puede ser, no puede ser. Estás perdiendo facultades!
ResponderEliminarBesotes!!!
Y el resto de los días el consorte estuvo aquí casi todo el día. Mucha humanidad, poca diversión.
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Qué cosas. Y yo sin echarme agua de esa. Si es que vivo de casualidad.
ResponderEliminarPues hasta el año que viene ya lo tienes chungo para enmendarlo.
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jajaj, ingeniosa entrada, ponerse en el apiel de ese fato la verdad que es tronchante. Todos los gatos tienen una dueña bruja :-)
ResponderEliminarUn abrazo
Yo no me pongo en la piel de un gato. Soy un gato con sección propia y todo. El único que escribe algo decente en este blog.
EliminarPrrrrrrr.
encima que se lo tienen que recordar, va y lo replica con otros... les tocó tener brujerías de segunda mano! :P
ResponderEliminarNo lo había pensado así pero tienes razón. Es doblemente indignante.
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Jejeje... Me encantan estas entradas tan divertidas. Debería ser protagonista de una novela. Besos
ResponderEliminarMe llueven las ofertas pero prefiero mantener el anonimato en la medida de lo posible.
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No conocía esa costumbra. Un beso
ResponderEliminarLa gente de bien no la conoce.
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Ya te podría haber traído un platito de recuerdo del viaje.
ResponderEliminar¿Has visto algún cambio en el imberbe? Quizás después del conjuro vuelva a ser más gato y deja de asustarse de los pájaros XD
El sábado instaure San Juan a los belgas. Para el año próximo ya los veo montando una gran hoguera.
Caricias desde el norte
Pues no parece que le haya hecho mucho efecto. A mí tampoco, la verdad. Y a la bruja no sé porque no me interesa.
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No conocía la costumbre de pasarse el agua de esa noche.. acá no se festeja asi que en realidad desconozco bastante de los rituales…
ResponderEliminarPobrecito el imberbe!
También se hacen hogueras pero espero que a la bruja no le dé por hacer una en medio del salón.
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Pues me matas de intriga. ¿Para qué sirve ese conjuro?¿Qué cantidad de agua hay que poner? ¿Se hace a alguna hora en concreto?¿Hay que lavar todo el cuerpo o vale la cara? Es que lavarme con agua que no está caliente como qué no. Qué intriga, el año que viene lo hago.
ResponderEliminarBesos.
No nos hagas mucho caso porque yo soy un gato y la bruja ya hemos dicho que es poco profesional pero, en principio, dejas agua la noche de San Juan en algún sitio donde le dé la luna (fuera de casa, a ser posible) y a la mañana siguiente te lavas con ese agua. No hace falta que te duches entera, es darse una lavadita como nosotros los felinos. La bruja es friolera y lo aguanta bien. Ella se la pasa por la cara, los brazos y las piernas. Como es para lavarse un poquito, pues la cantidad que necesites. Se supone que se lleva las "cosas malas" (sea lo que sea eso). Hasta donde sabemos, no hay hora determinada ni para dejar el agua ni para lavarse. Hemos visto que hay mucha gente que no conoce esto. Serán cosas de manchegos...
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Yo no soy de rituales, en mi planeta estas cosas no existen.
ResponderEliminarYo tampoco soy de rituales, salvo el de lamerme antes y después de dormir...
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yo poco ritual hago...odio la monotonia! besitos!
ResponderEliminarBueno, esto es una vez al año y la bruja lo hace porque se lo pide el consorte. Para ser bruja, no es muy de rituales tampoco (si dejamos a un lado sus múltiples manías).
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jajajajajajajajaja me parto! Os pasa por cotillas jajajaja, es que me estoy imaginando la escena y no puedo, me muero de risa. Oye ese conjuro no lo sabía yo eh
ResponderEliminarAl final no sé que pensar porque parece que sólo lo conoce el consorte... a ver si aquí va a haber cámaras ocultas y sólo lo hace para partirse de la risa viéndola hacer el moñas con el agua...
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Bueno, un poquito de agua no viene mal, sobre todo si te quitas el susto viendo al peque pasar por la tortura
ResponderEliminarBesos
Yo ya es que paso...
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No tenía ni idea de la costumbre del agua. Pues Fantasma se quejaría fijo con el tema. Desde que se metió en la bañera cuando era pequeño y Raúl le abrió el grifo sobre su cola le tiene un asco terrible al agua.
ResponderEliminarSi es que, pudiendo bañarse a lametones, no sé qué necesidad hay de meterse debajo del agua.
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Nos tendrías que haber contado antes el ritual del agua para poderlo hacer. No te quejes de la Bruja que os ha bendecido a los dos.
ResponderEliminarEso sí, lo del platito no tiene perdón
Sí, mucha bendición pero me tiene comiendo como un pordiosero...
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Es que no lo tuvisteis en cuenta como un semi-bautismo. Que digo yo, que para haber estado el imberbe de vacaciones no estaba de muy buen humor, ¿no?
ResponderEliminarBesos.
Nosotros no tenemos vacaciones cuando estamos solos con la bruja. Es cuando más nos estresamos.
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Me agrada la bruja. pero tengo que reconocer que sos vos quien se está haciendo cargo de su blog. Hace semanas que las entradas son tuyas.
ResponderEliminarNo te lo reprocho, es parte de tu personalidad. Pero que malo que sos. No por lo de llamarla bruja, que casi sería un elogio, tienen buena prensa actualmente. Sino que la acusas de ser una bruja poco efectiva, a la cual le tienen que recordar los rituales.
Un gato espiando a una bruja en una bañera- Toda una escena para el cine.
Saludos.
Los anuncios aún sobreviven pero de milagro. La bruja está poseída por el espíritu mundialista.
EliminarEs una bruja de pacotilla. Jamás compartiría escena con ella en el cine. A mí o me dan un soliloquio o nada.
Prrrrrrrrr.
Jajaja, me encanta como narra su vida el gato.
ResponderEliminarUn relato entretenido y bonito de verdad.
Muchos besos.
No es mi intención resultar "bonito" sino haceros partícipes de mi eterno sufrimiento.
EliminarPrrrrrr.