Marrameowww!!!
Como si no hubiera sido suficiente maldad el dejarme
abandonado a mi suerte durante dos semanas mientras éstos recorrían mundo
dándoselas de gente jovial y despreocupada, a principios de la semana pasada
escuché cómo la bruja le decía lo
siguiente al consorte: “A este gato ya le va tocando la vacuna”.
Fue escuchar eso y yo, que estaba en ese momento
compartiendo sofá con los humanos, tan tranquilo y sin meterme con nadie, abrí
los ojos como platos y miré fijamente a la bruja, sin dar crédito a lo que mis
pabellones auditivos captaban. Y no lo digo para que os hagáis una idea de mis
pensamientos en tal momento o podáis imaginaros una especie de reconstrucción
de los hechos ficticia, no señor. Literalmente levanté la cabeza, abrí los ojos
todo lo que pude y miré a la bruja. Ella, impasible, sólo atinó a decirme “Sí,
hijo, sí”. Y encima se tronchaba junto con el consorte al tiempo que decían
“Qué gracioso, si parece que lo hubiera entendido y todo…”.
Nos ha fastidiado, ¿cómo no lo voy a entender? Llevo
escuchando la misma cantinela todos los veranos de mi vida, que ya son cuatro.
No sé a los humanos cuánto os costará pero os puedo asegurar que para un felino
escuchar algo cuatro veces ya es suficiente para memorizarlo.
Puse toda la cara de gato con botas que pude pero eso no
impidió que la muy perversa me enganchara el jueves pasado por la mañana,
cuando yo estaba tan a gusto panza arriba tomando el sol en el alféizar y me
metiera en el transportín. No os vayáis a pensar ni por un momento que me dejé
meter sin resistirme. Empecé a patalear ya en el aire según vi el infame
bolsito rosa pero apenas soy un felino de cuatro kilos y la bruja cada día pesa
más. Si os chiváis de haber dicho esto, lo negaré rotundamente y os lanzaré una
maldición gitana. Si lo guardamos entre nosotros, prometo ir trayendo más
información jugosa de cuando en cuando.
A lo que iba, que no pude zafarme de sus garras de bruja
malvada y allá que me sacó a la calle,
con toda la solana y las obras (no tengo ni idea de por qué siempre que la
bruja me lleva a algún sitio, hay maquinaria haciendo ruido).
Una vez allí me hicieron pesarme (no sé para qué, si yo
siempre mantengo un peso ideal, no como otras que yo me sé) y me preparé
mentalmente para recibir los dos pinchazos de rigor… que esta vez fueron tres.
Sí, tres. Resulta que el muy torpón me atravesó la piel de lado a lado y tuvo
que repetir el pinchazo. Ayyy, cómo me gustaría tener la mala leche que tenía
Luhay. Yo no era capaz ni de protestar y encima, el muy pazguato no hacía más
que decir “Qué bueno es, a estas alturas ya me debería haber metido un bocado”.
Y no, no pude darle lo que pedía a gritos.
Prrrrrr.
Ains Forlan que me estas dando penica y todo! Piensa que los humanos os hacemos esto porque queremos que vivais muuuuchos años. Pero claro, esto del querer no se si va mucho con vosotros porque al menos FF (mi hija felina) sigue creyendo que queremos fastidiarla. Y ya van diecitantos años... Prrrrrr!
ResponderEliminarEso me dicen ellos. Que es por mi bien y demás... pero yo no sé qué creer.
EliminarPrrrrrrrrrrrr.
Anda mira, tenemos algo en común. A parte de la maldad, se entiende :P
ResponderEliminarYo también odio las vacunas, inyecciones, que me saquen sangre, y cualquier otro derivado. Y la última vez que me fui lo tuve por triplicado, también por la torpeza del chupasangre de rigor.
Vaya, un dramón :P
Entonces tu sí que me entiendes!!! ¿Verdad que se sufre un montón? Prrrrrr.
EliminarPfffff... ni me lo recuerdes!! A mí me quieren llevar en dos semanas. Y mira que soy más grandote, pero nada, no hay resistencia que valga, todos los primeros de septiembre el mismo rollo y el mismo pinchazo en el culo. Mal, mal y mal por las brujas.
ResponderEliminarUN cabezazo de ánimo, coleguita.
Prrrrrrrr... RON.
No te dejes amilanar, amigo!!! Tú eres grande y fuerte. Seguro que te haces con ellos.
EliminarPrrrrrrrrrrrrr
JIJIJI MENURA MIER-RA!!! TE HAN PUESTO LA BANRERILLA COMO A UN TORO
ResponderEliminarME RESCOJONO
No te "rescojones" tanto, que a ti también te toca...
EliminarDisculpadle, lectores, es que es tonto.
Te leo y me pongo en el lugar de la bruja. Piensa que tu recibes los pinchazos por tu bien, pero nosotras nos sentimos como judas snif snif
ResponderEliminarY te lo digo desde el lado de cuidadora de gatitos y sufrida madre, que encima a los niños los tenía que sujetar yo. Esta experiencia no se supera... Así que dale unos lamiditos a la pobre Mi Alter que estará en un sinvivir de remordimientos
No, si encima la tendré que estar consolando. Lo que me iba faltando ya...
EliminarPrrrrrrr.
Y encima en un bolso rosa? Denunciable Forlán, ésto es denunciable
ResponderEliminarSoy el hazmerreír del barrio.
EliminarPrrrrrrrr.
Pobrecito Forlan! A mi me tocan ahora las vacunas, y creo que quieren irse algunos días de viaje y todavía no saben donde me van endosar! Te entiendo perfectamente amigo :)
ResponderEliminarSi es que los humanos son todos unos seres malignos..
EliminarPrrrrrrrrr.
Se lo contare a Calixto, mi gato, morirá de risa o algo así. ¿Bolso rosa? Y yo que pensaba que mi minino se avergonzaba por llevarlo en un bolso de Frida Kahlo.
ResponderEliminarCuidate gato.
Pues sí, mi bolso es rosa. Gracias por recordármelo...
EliminarPrrrrrr.
espero que al menos te hayan dado doble de piruletas o lo que sea que se les de a los gatos pinchados! >.<
ResponderEliminarMe regalaron una pelotita pero no me ha hecho mucha gracia.
EliminarPrrrrrrr.
Pobrecito... sana sana chiquitin....
ResponderEliminarSi es que así no se puede....
EliminarPrrrrrrrrrr.
Ey pues a mí me gusta ir al veterinario. De los pinchacitos ni me inmuto y luego me dan un palito de premio y muchos mimos. Lo que peor llevo es que se pongan a hablar. Entonces sí que quiero irme porque me gusta más pasear que estar parada esperando. A mí también me toca en septiembre.
ResponderEliminarEspero que tú consigas encontrarle el punto a ir al veterinario, porque vas a tener que ir muchos más años, con lo bien que te cuidan.
Gruñiditos de Lluna
¿Qué te gusta ir al veterinario? ¿Que ya le encontraré el punto? Éste es uno de los motivos por los que perros y gatos jamás lograremos un entendimiento.
EliminarPrrrrrrrr.
Ay mi Forlancito!! Si estoy yo allí, no lo hubiera permitido, con las cuatro patas le pillaba a la bruja y al de la bata verde!!
ResponderEliminarLamiditos sanadores
Defiéndeme, ma chérie. Yo no soy machista...
EliminarMás lamiditos.
Te entiendo perfectamente. hace unas semanas tuve que llevar a mi gata al veterinario porque está muy malita y su veterinaria estaba de vacaciones y dejó a un suplente tan, pero tan, peeeeeero tan inutil que la embadurnó de betadine como si la estuviera bañando, le puso una inyección con una aguja de anestesiar leones y pretendía ponerle un esparadrapo ¡con los guantes de latex puestos! así que el esparadrapo se le iba pegando a los guantes y allí estábmos como en la película del doctor chiflado.
ResponderEliminarLa pobre gata nos miraba con horror.
Te entindo Forlan y no es por malmeter, pero dejarte e irse de vije me parece imperdonable :P
Besazo, hermoso
Éste no llegó a esos extremos pero el tercer pinchazo me lo llevé igual.
Eliminar¿Sigue mal mi amiguita? Mándale muchos ronroneos de mi parte.
La bruja me llevó a la misma residencia donde fui la otra vez. Sospecho que es un reformatorio para gatos.
Prrrrrrrrrrr.
No veo ni la mitad de tus post y eso que los debería recibir en el correo (Otros si llegan) acabo de ver lo del barbudo, el anuncio, y tus fotitos de la playa ladronzuela"que valla precios" .... Uy, perdón gato, se lo pasas a la bruja vale. Besos para ella y caricias hasta donde acaba el gato para ti :D.
ResponderEliminarPues ni la bruja ni yo sabemos cómo hacer para resolver ese problema. A veces a esto se le pira la pinza, ya se sabe. Ya le comentaré a la bruja tus opiniones.
EliminarPrrrrrrrrrr.
Yo... es que... no termino de entender la necesidad de esa costumbre neanderthal de vacunar a pinchazos. No hay gotas o pastillas que tenemos que seguir en la edad media?
ResponderEliminarBesos
Eso digo yo. A ver si evolucionamos.
EliminarPrrrrrr.
Qué gracia. Tengo un gatito como ése de tres años y cuando le ponemos la vacuna se convierte en una pantera negra. El veterinario ya le tiene miedo. Tenemos que meterlo en una jaula de barrotes y aún así suelta zarpazos. Qué bien que el tuyo se deje. Un saludo.
ResponderEliminarYo me dejo porque el miedo me paraliza pero mi difunto compañero Luhay era un guerrero samurai. Qué envidia me da...
EliminarPrrrrrrrrrrr.
No. Lo más lejos que me han llevado éstos es a Albacete. Son así de agarrados. Así nunca voy a conocer mundo...
ResponderEliminarSí, sí, siempre me dicen que es por mi bien pero yo no acabo de verlo...
Prrrrrrrr.
Forlan, que la vacuna es para bien, o por lo menos es lo que dicen... Ah y no me sea cotilla que así solo se pierden puntos y se ganan broncas...
ResponderEliminarYa, ya. Eso dicen. Vete a saber...
EliminarY soy cotilla porque no puedo evitarlo. La información es tan jugosa...
Prrrrrrrr.
Lo de las vacunas me pone los pelos de punta... yo echo a correr seguro!! Pobrecillo!!!
ResponderEliminar^^
Si es que lo paso muy mal...
EliminarPrrrrrrr.