Escuchando la radio el otro día, preguntaban a los oyentes
anécdotas que les hubiesen sucedido en hoteles. No llamé porque estaba liada
limpiando mi casita cual ratita presumida y yo, cuando me concentro en algo, no
hay quien me haga desviar la atención de mi tarea.
El caso es que sí tengo anécdotas con hoteles. Una de ellas
ya os la conté aquí. No debería poner el enlace. Son ganas de pasar vergüenza
una y otra vez por el mismo motivo pero una es así.
La otra, un poco más inquietante, me sucedió en Santiago de
Chile. Para quienes no lo sepáis, estuve allí tres meses por motivos laborales.
Tres meses en un hotel donde ya estaba como en casa y, si estaba fumando en la
puerta, los recepcionistas salían a avisarme de que me llamaban por teléfono.
Pero no es de este hotel del que quiero hablar.
El día que volvíamos mi compañero y yo a Madrid, resultó que
la compañía aérea, que llevaba ya meses al borde de la quiebra, decidió no
volar. De tal manera, nos ofrecieron hotel hasta que el vuelo se decidiese a
partir. Al principio nos querían ofrecer la misma habitación para los dos pero
dije yo que naranjas de la China, que yo necesitaba mi intimidad, hombre ya.
Debería haber aceptado el ofrecimiento ya que el hotel en
cuestión era bastante siniestro. Una vez traspasado el umbral, daba la
sensación de que en su día intentaron hacer algo más lujoso pero se quedaron a
medias. En el salón comedor (que no se usaba) había un piano que nadie tocaba y
ya estaba yo imaginando que aquello empezaría a sonar solo en mitad de la
noche. Todo tenía un aire de decadencia que daba bastante miedito, la verdad.
Los demás pasajeros del avión que fueron alojados en el
hotel eran muy raros (esto me dio que pensar acerca del aspecto que tendríamos
nosotros). Me causaba especial desazón una mujer con cara de desquiciada que se paseaba pasillo arriba y abajo canturreando
“Necesito agua para mi bebé”. Mi compañero me dijo que seguro que el bebé era
un muñeco, logrando que se me erizaran los pelos de la nuca. Gracias al cielo,
no. Luego lo vi y era un bebé de verdad. Un bebé con una madre un poco extraña,
pero un bebé.
Un hombre nos preguntó cómo tenía que hacer para volver a
donde estaba el recepcionista. Fue surrealista tener que explicarle cómo se usa
un ascensor. A propósito del ascensor; se paraba siempre en la cuarta planta.
Tanto si había gente esperándolo como si no. Muy divertido.
Para colmo, descubrí que el balcón de mi habitación se
comunicaba con todos los demás balcones de la planta. La puerta corredera no
tenía cerrojo, no. Dormí con un ojo abierto toda la noche no fuera cosa que de
repente me despertase un susurro en el oído diciendo “Dame agua para mi bebé”.
A la noche siguiente salió el vuelo, por suerte para mi
salud mental.
N. del A.: Para quien no haya leído el libro o visto la
peli, el “Overlook” era el hotel de “El Resplandor”, de Stephen King.
Seguro que al poco de irte de ese hotel lo reinauguraron como Casa de los Horrores jijiji.... un besote
ResponderEliminarPues no me extrañaría. Ahí tenían material para un buen tour. Jajajaja. Besotes!!!!
EliminarHoy he tenido dos entradas. Ah, se siente. Si no querías que la leyéramos, no haber puesto en enlace. Muy graciosas las dos.
ResponderEliminarBesos.
Me alegra que te hayan gustado!!! Para eso estamos, aunque sea para que os riáis de mí. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarContigo, que no es lo mismo.
EliminarBesos.
Eso es un eufemismo. Jajajaja. Besotes!!!!
EliminarEsssstupendo. Dan ganas de ir, sí. Y te digo una cosa, con la loca del bebé, ya hubiera dado igual el hotel que fuera. Vaya horror.
ResponderEliminarUn beso!!
Sí, la verdad es que la loca se llevaba la palma pero si, encima, la poníamos en un marco tan idílico... Jajajajaja. Besotes!!!
EliminarJajajajajaja Álter, méxomeeeeeeeeeeeeee!!!
ResponderEliminarPor cierto, exijo post con las mentiras de tu chilena madre.
DAME AGUA PARA MI ANGORAAAAAAAAAAAAA
Mi madre no es chilena, es uruguaya. Y no hay mucho que contar, era algo parecido a lo que contaste tú. Besotes!!!!
EliminarEso, no sé por qué puse chilena, coño!!!
EliminarYa decía yo. Jajaja.
EliminarSi es que lo que no te pase a ti... :) Desde luego, lo de la mujer por los pasillos buscando agua para su bebe no deja de ser inquietante. Yo no he tenido estas experiencias en hoteles, han sido mejores o peores, pero de lo más normalito.
ResponderEliminarBesos!
Pues qué suerte has tenido porque te prometo que lo pasé fatal. Con decirte que a partir de las seis de la mañana ya no pude pegar ojo... Besotes!!!!
Eliminarandannnndaaaaaaaa..... yo me veo en una de esas... y no sé lo que haría... de todas formas, altercica... te pasan unas cosas muy raras!!!! ajjajajjaja...
ResponderEliminarun besico!
El surrealismo me persigue donde quiera que voy. Jajajaja. Besotes!!!!
Eliminar¡Madre mía! Se me han puesto los pelos como escarpias... ainnsss que miedito!! Yo prefiero pasar la noche en un parque que en ese hotel con esos raritos!!!
ResponderEliminarEs una de las situaciones más extrañas que he vivido en mi vida. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarAnda que se te cuela en la habitación la tipa del bebé con un muñeco de plástico y canturreando lo del agüita y lo flipas, jajajajajaja!
ResponderEliminarMuas!
Es que yo tenía terror de que a ella también le hubiese tocado una habitación con terraza. Jajajaja. Besotes!!!!
Eliminaryo le habría tocado la puerta al compañero y me habría instalado allí!
ResponderEliminaroh, wait, para qué tocarle la puerta pudiendo entrar por el balcón? pues eso xD
Jajajajaja. Es que quise parecer fuerte y valiente pero a partir de las seis de la mañana ya no pude pegar ojo. Jajajaja. Besotes!!!
EliminarDa yuyu ese hotel, tia.... XDD
ResponderEliminarYo recuerdo haber utilizado un tejadillo de parking para pasar entre habitaciones de hotel, pero si ya teníais balcones, mucho más seguro ;)
Besos!!
Desde luego, con balcones le facilitamos mucho la vida a los sátiros. Jajaja. Besotes!!!!
Eliminarjajajajaja, me parto!!! En esas circusntancias además... los planetas se alinean para que todo sea cada vez más surrealista. A mí me pasa sola en casa a veces... menos mal que está el Umpa para que ante el ruido extraño piense: habrá sido el Umpa... Lo malo es cuando lo tengo pegado...
ResponderEliminarYo no tengo muchas situaciones en hoteles, porque no he estado en muchos... jaja
Yo no he estado en demasiados, tampoco. Pero, ya ves, el surrealismo me persigue. Jajaja. Besotes!!!!
EliminarPor favor!!! Yo no hubiera pegado ojo!!!!!!!!!!!!! Parece hotel de asesinatos encadenados!! Buff, pelos de punta!!!
ResponderEliminarDormí fatal. Te lo puedo asegurar. Jajaja. Besotes!!!
EliminarAlter:
ResponderEliminarQue miedito me dio.... De paso podrías revelar el nombre del hotel, no vaya a ser que algún día me toque quedarme en el y ya sabría decir: ni loca!!!! jajajaja.
Un abrazo!
No me acuerdo del nombre. Creo que mi mente hizo por olvidar. Pero estaba por Providencia. Jajaja. Besotes!!!
EliminarUy, yo he trabajado en hoteles y créeme que casi podría escribir un libro con las anécdotas. Créeme que la señora con el bebé en la mano pidiendo agua no es nada, jajaja.
ResponderEliminarEso sí, creo que no eran tan siniestros como este que nos retratas. Pero cosas raras, pasar, pasan (insértese carcajada diabólica)
Besotes, ya verás que bien duermes en el próximo hotel :) xDDDDD
Por suerte sólo he tenido una experiencia así de terrorífica en un hotel. Si no, no vuelvo a pisar uno. Jajajaja.
EliminarDeberías contar anécdotas. Esas cosas molan. Un besote!!!!
!Que valiente eres!, ¿dices que dormiste hasta las 6 de la mañana?, yo no hubiera pegado ojo en toda la noche jaja
ResponderEliminarLa verdad que lo que no te pase a ti......
Un besote
Las circunstancias extrañas me persiguen. Jajajaja. Me desperté a las seis pero me dormí como a las tres así que... Besotes!!!!
Eliminarjajajaja!!! aaaayyyy Hoteles!! esos lugares donde se reúne lo mejor de toda la sarna social, a veces o las veces en las que he me he hospedado.
ResponderEliminarSi es que como en casa en ningún otro sitio XD
Besotes!
La verdad es que hay hoteles donde se está a gusto pero, lo que dices, como en casa no se está en ninguna parte. Besotes!!!!
EliminarJajajaja, muy bueno, a mi lo peor que me ha pasado en un hotel ha sido basicamente producto de mi torpeza, os lo conté aquí: http://im-perfectas.blogspot.com.es/2010/02/malos-entendidos-por-chelo.html
ResponderEliminarJajajaja. Qué fuerte lo tuyo... A mí me pasa eso y me da algo. Besotes!!!!
EliminarYuyuuuuu!!!
ResponderEliminarYo me hubiera trasladado a la habitación de mi compi, y a la mierda mi intimidad!!
Muaks
Bueno, es que no nos llevábamos demasiado bien, tampoco. Jajajaja. Besotes!!!!
EliminarCon cosas mucho peores han constituido hoteles temáticos.
ResponderEliminarYa lo que veas.
Besos
Jajajaja. Daría para escribir una novela... Besotes!!!!
EliminarNo tenía agua, tenía sólo coca-cola y no creo que fuera plan. Jajajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarTe ocurre cada cosa, no me imagino en mitad de la noche en tan lúgubre escenario, ¡Miedito!
ResponderEliminarAbrazo
Tú con tus vecinos ya estás acostumbrada.Nada que temer. Jajaja. Besotes!!!
EliminarLe avisaré a Stephen King que venga a leer esta entrada, y seguro se pondrá de acuerdo contigo para el intro de su próximo libro XD
ResponderEliminarPues ahora ha sacado una secuela. Lo mismo la tercera parte le puede ambientar en Chile. Jajaja. Besotes!!!
EliminarQue no, mujer que eran actores y había cámara oculta...búscalo en Youtube ;-)
ResponderEliminarJajajaja. Pues no me extrañaría porque la cosa era cada vez más surrealista... Besotes!!!!
EliminarQue miedito! los pelos como escarpias, yo hubiera compartido con el compi seguro ( a no ser que le huelan los pies o ronque, entonces mejor la madre desquiciada sin duda! jajaja)
ResponderEliminarBesos
Pues la verdad es que no sé si roncaba ni si le olían los pies pero es que no nos llevábamos demasiado bien. Jajajaja. Besotes!!!!
EliminarYeeee que miedo he pasado al final esta noche sueño con ese bebé seguro jajaja
ResponderEliminarEl bebé no daba miedo. Era la madre la que ponía los pelos de punta. Jajajaja. Besotes!!!!
EliminarQue miedo me dio! que hotel es ese? lo peor es el balcon, yo también hubiera dormido con un ojo abierto, si es que hubiera podido dormir. Espero algo bueno te haya dejado Chile y no solo terror!!
ResponderEliminarbesitos
Jajajaja. Por supuesto que me dejó muchas cosas buenas (aparte de hoteles siniestros y jornadas laborales de quince horas. Jajajaja). Me llevé grandes amigos de allí!!!
EliminarEl hotel no recuerdo cómo se llamaba pero estaba por Providencia. Un besote!!!